Actuación?

Kiara, que se había acostado para descansar, quedó dormida inmediatamente después de haber tocado la cama... Quedó tan profundamente dormida, como si el dios de los sueños la hubiese llamado y cobijado bajo su manto.

Kiara estaba dentro de un sueño, ella estaba observando diferentes escenas, en una veía a un albino;

- tienes que regresar pronto, no tenemos mucho tiempo - decía el hermoso albino que se encontraba en un balcón y se veía realmente preocupado.

Unos gemelos tomados de las manos estaban sentados muy pensativos, hasta que llega un hombre y les habla;

- no se preocupen, ya hice algo y por ahora esa daga está a salvo en las manos de su madre. Ese humano llamado César no podrá hacerle daño sin eso. Así que cambien esas caras. Y quizás-, dijo mirando en dirección a dónde se encontraba Kiara, -ella pueda recordar algunos fragmentos pronto-, agregó aquel hombre con un suspiro. Mirando fijamente a Kiara, volvió a decir; -date prisa.

Kiara sintió que la estaba viendo y que le estaba hablando a ella. En ese momento un ruido en la puerta la despertó. Y algo asustada se sentó de golpe.

- sigo con estos sueños- murmuró... Luego recordó lo dicho sobre César en ese sueño. -¿Será el mismo César?. Estos sueños no pueden ser solo sueños. Significan algo, algo pasó o va a pasar y necesito averiguarlo - pensó Kiara. Sus pensamientos fueron interrumpidos por otro golpe en la puerta.

Kiara se recompuso y pidió que entren. Nina entró toda nerviosa y le quitó la manta que aún tenía encima Kiara y la levantó de la cama.

- Nina, ¿pero qué sucede?- Dijo Kiara sorprendida.

- ella, ella, ella está abajo-... dijo medio tartamudeando la pobre Nina.

- ¿ella? ¿quién Nina? Cálmate y dime qué sucede-... dijo agarrando a Nina para detenerla.

- la emperatriz está abajo y pide verla de inmediato. Parece un poco molesta-.. respondió Nina.

- me lo esperaba, pero no pensé que sería tan rápido, y menos que ella misma viniera hasta aquí-.. Dijo Kiara y empezó a prepararse.

- déjeme ponerle algo de color en el rostro dijo Nina.

- no, déjalo así. Es mejor que me vea algo lamentable- dijo Kiara y se levantó, bajemos ahora-.. volvió a agregar.

Nina algo confundida solo la siguió. Una vez estuvieron frente a la emperatriz Kiara saludó...

- saludos a la emperatriz, madre del imperio. Me honra su presencia en mi residencia-... Habló Kiara mientras aún seguía inclinada.

La emperatriz se sentó y luego le pidió a Kiara que hiciera lo mismo...

- es un honor tenerla en este lugar, pero me pregunto si sucedió algo para que esté en este lugar majestad.

- vine para preguntar por qué la esposa de mi hijo no está cuidando de su esposo en este momento- respondió la emperatriz.

- ¿le pasó algo a mi esposo? - preguntó Kiara muy preocupada y con lágrimas que amenazaban salir en ese momento.

- ¿no estás enterada de lo que le pasó a tu esposo? ¿cómo es posible que no esté al tanto de las cosas de tu marido?- replicó la emperatriz molesta.

- lo lamento majestad. No tuve oportunidad de enterarme de nada, ya que he estado encerrada desde mi boda. Fui recluida y mi esposa no me visita, ni siquiera pide mi presencia. Me ha ignorado y solo se dedica a la primera concubina. El príncipe no me quiere ver y la concubina me lo dejó en claro ayer mientras se burlaba de mí durante una fiesta de té. No conforme con eso, vino a mi residencia para restregarme en la cara que todo lo que le correspondía a la princesa, lo tiene ella y que pronto tendría mi título de princesa.

Dicho todo eso, Kiara se arrodilló para parecer más lamentable y lloró para luego seguir... -No sé qué hice para sufrir de este modo majestad. Le pido que me disculpe por esta situación tan penosa. Todos saben que amo a mi esposo, y nada me daría más gusto que cuidar de él-. Dijo con la cabeza baja.

La emperatriz se limitó a escucharla y recordó cómo ella misma fue dejada a un lado por culpa de una concubina. Sabía lo que se siente, cuando la persona que amas te desprecia y que prefiera a otra.

- levántate niña, llorando no vas a resolver nada. Si lo que quieres es a tu esposo para tí, es mejor que empieces a luchar para tenerlo. Es solo una concubina, tú eres la princesa.

- no tengo el apoyo de nadie, solo tengo el apoyo de mi familia. Estoy sola en este lugar mientras que la concubina tiene al príncipe y a las otras concubinas de su lado. Incluso tengo el peor lugar como mansión- dijo Kiara aún toda llorosa.

- ¿qué otras concubinas?- Dijo la emperatriz confundida.

- ¿no lo sabe majestad? El príncipe Su Ming tiene cuatro concubinas. Las otras tres llegaron un mes después de mi boda.

-¡ese niño tonto! - dijo levantándose enojada.

- creo que hablé de más, perdone majestad.. Volvió a decir Kiara.

- no te disculpes-, dijo la emperatriz. -Entiendo la situación, te voy a ayudar para que mejores tu situación con mi hijo. Empezaremos por ponerte a cargo de cuidarlo a diario mientras se recupera. Es necesario que lo hagas para ganar su favor. Empezarás hoy mismo, te vas a mudar al palacio de mi hijo. Este lugar no es apropiado para una princesa.

- ¿y si el príncipe se enoja?- Pregunta Kiara.

- no te preocupes, yo me ocuparé de él. Tú solo cuida de él... también te enseñaré lo necesario para que te ocupes de parte de su trabajo mientras él se recupera. Pero por ahora ve y prepara tus cosas. Yo voy a regresar y te espero en el palacio de mi hijo.

- Gracias majestad. Tendrá mi lealtad siempre. Dijo Kiara levantándose y haciendo una reverencia en agradecimiento.

- no es necesario que agradezcas, esto también lo hago por mi hijo. Te estaré esperando-. Dicho eso salió del lugar dejando a Kiara y a Nina solas en el lugar.

Una vez se fueron, Kiara sonríe...

- fue más fácil de lo que pensé - dijo mientras sonreía al sentarse con las piernas cruzadas.

Nina suspiró y dijo, -princesa, juro que yo también creí en su actuación. Fue muy convincente. No esperaba que todo fuera solo parte de su plan.

Kiara se levantó, y dió vueltas y vueltas como si estuviera danzando mientras decía -Nina Nina Nina, mi querida Nina.... La diversión está a punto de empezar...

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