Jim Ming

Habían pasado varios meses, para ser exactos tres meses desde la boda de Kiara y el príncipe Su Ming. Todo seguía igual, el príncipe no había visitado o visto a la ahora princesa Kiara. Le pareció extraño que ella no lo busque, estaba seguro de que ella debía estar llorando y sufriendo por el desprecio durante la fiesta de su boda y por no visitarla en la noche de bodas. Seguramente ya le habrían llegado las noticias de las nuevas concubinas... Le habían informado que la princesa se encerró en su residencia después de la boda. Sonrió imaginando el rostro lloroso de la pequeña princesa de los Hai, sufriendo por no tener el amor del hombre que ama.

Pero, muy al contrario de las ideas del príncipe, la princesa Kiara se encontraba practicando con su hermano por las noches, y su padre durante parte del día, ya que este último tenía otras ocupaciones... Cuando su padre no estaba, eran sus escoltas de las sombras quienes le enseñaban las artes marciales básicas, y eran tanto su padre como hermano quiénes se ocupaban de enseñarle sobre la utilidad del agua y el viento dentro de las artes al pelear. Cuando empezaron a enseñarle, ambos se sorprendieron de que ella tenga tanta facilidad para aprender rápido y sobre todo, por el hecho de que ella fuese capaz de utilizar las habilidades de la familia, puesto que en cada generación solo uno podía hacerlo, y Kali ya lo hacía. Pensaron qué se debía a su condición de hermanos gemelos.

Los entrenamientos eran realmente arduos, su padre principalmente era muy estricto a la hora de enseñarle. Por otro lado, su hermano era un poco más suave con su hermana.

Era de noche, y Kiara se encontraba practicando con su hermano cuando él habló;

- hermana, están tratando de envenenar al pequeño príncipe muy seguido. Logramos evitarlo hasta ahora, pero no me sorprendería que empiecen a mandar asesinos.

- comprendo, ¿qué hay de los emperadores?

- hemos estado tratando de cuidarlos, pero la emperatriz cayó enferma hace unos días ... No estamos seguros de la situación, quizás lograron darle algo, pero nuestro padre ya se está moviendo para resolverlo.

- bien, me gustaría ver al pequeño príncipe. Podríamos hacerle una visita nocturna y hablar con él. Quizás podamos llegar a un acuerdo con él - dijo Kiara mientras se sentaba y se secaba la frente porque estaba toda transpirada…

Kali se unió a ella y sirvió algo de té para ambos. - podemos ir más tarde, espera que la luna se oculte, debemos evitar que alguien pueda vernos - mencionó mientras bebía... Kiara solo asintió con la cabeza y se quedó mirando la luna.

Ambos disfrutaban de la tranquilidad de la noche, y del silencio mirando la luna hasta que desapareció.

- bueno hermano, es hora de irnos - dijo Kiara levantándose mientras se cubría el rostro.

Ambos hermanos vestidos de negro en su totalidad, saltaron por los techos de las residencias, después de varios minutos llegaron a la residencia del pequeño príncipe.

- esto es extraño, estoy seguro que asigné varias guardias para resguardar la mansión...- comentó Kali.

- si lo hiciste, o se fueron o fueron eliminados - mencionó Kiara.

En eso se ve fuego dentro de la mansión

- ¡vamos! dijo Kiara.

Su hermano la detuvo y le dijo - tu te quedas atrás, yo iré primero y tú te vas a mantener detrás.

Kiara fastidiada asintió y siguió a su hermano. Al llegar al lugar dónde se veía el fuego, se dieron cuenta de que era la habitación del pequeño príncipe.

- lo sabía - dijo Kiara con una sonrisa en el rostro.

- él es el verdadero príncipe heredero - mencionó Kali.

Ambos se bajaron de dónde estaban y se pusieron frente al pequeño príncipe mirando los cuerpos achicharrados que había en el lugar. El pequeño príncipe que se veía de más o menos 10 y 12 años, se les quedó mirando, pero en posición de atacar de nuevo si hacían cualquier movimiento en su contra ... Pero para su sorpresa ambos lo saludaron al mismo tiempo con una reverencia.

- saludos al pequeño sol del imperio y único heredero de la corona imperial.

El pequeño se quedó confundido, nadie en ese imperio mostraba respeto por él o por su posición, al final de cuentas solo era un bastardo frente a los ojos de su padre, su hermano y de su madrastra. Y del mismo modo, en todo el palacio era tratado como el hijo fruto de unaa infidelidad de la concubina del emperador.

La historia era simple frente a los ojos de todos, el emperador amaba a su concubina más que a la emperatriz, pero un día encontró a su amada con otro hombre, pero se descubrió que estaba embarazada y al no saber si era o no del emperador, la dejaron encerrada hasta que dió a luz. El niño nació con el cabello blanco, algo extraño y no se parecía al emperador. Por lo que todos dijeron que no era su hijo. La concubina, semanas después del nacimiento de su hijo se suicidó. Y así, el niño quedó marginado bajo el cuidado de las sirvientas en el palacio que fue de su madre. El emperador decidió mantenerlo ahí porque tenía cierto parecido a su madre, a su amada concubina que si bien lo engañó, él si la amó sinceramente. Pero el emperador solo se limitaba a mirarlo desde lejos en muy raras ocasiones, muchos decían que lo hacía cuando extrañaba a su concubina.

Ésta era la historia que se sabía en el imperio sobre la concubina amada por el emperador y el pequeño príncipe marginado. Kiara recordando ésto pensó; -dudo que la concubina se haya suicidado y está claro que es hijo del emperador.

- ¿quiénes son ustedes?- Preguntó el pequeño príncipe sacando de sus pensamientos a Kiara. Kali respondió - no somos los enemigos, tenemos cosas de las que hablar con su alteza, si pude darnos algo de su tiempo.

- ¿por qué debería confiar en ustedes?- Preguntó con una bola de fuego en sus manos.

- por el simple hecho de que fuimos nosotros quienes lo estuvimos cuidando durante estos meses que su hermano mayor trató de envenenarlo, su alteza - respondió Kiara levantando la vista. Al hacer eso, vio al chico y le recordó a los sueños que suele tener, dos niños albinos...- no es hora para eso, no pierdas la cabeza, es solo una coincidencia- se dijo mentalmente.

- muestren sus rostros si quieren que confíe en ustedes - replicó el pequeño príncipe.

Ambos al comprobar que estaban solo ellos tres en ese lugar, se quitaron la máscara que cubría el rostro de cada uno.

- la familia Hai - dijo el pequeño príncipe haciendo desaparecer la bola de fuego que tenía en las manos.

- aún así, ¿cómo puedo confiar en la esposa del hombre que está tratando de matarme? - volvió a hablar de forma audaz el pequeño.

- veo que está bien informado, alteza... Y supongo que también sabe todo lo que pasó durante mi boda, y mi situación actual. No debería tener dudas, lo único que quiero es el divorcio y permanecer con mi familia. Quiero seguir el legado del clan Hai, y trabajar por la seguridad del imperio - replicó Kiara segura de sí misma.

- ya veo, ¿entonces qué quieren de mí?

- llegar a un acuerdo, nuestra familia está dispuesta a ayudarlo. Usted es el verdadero heredero de la corona. El príncipe Su Ming tiene planes para hacerse de la corona matando a los emperadores y a usted. Eso solo significaría la ruina del imperio. No podemos permitir eso.

El pequeño príncipe por fin bajó la guardia, y se sentó.. -Dejen de hacer eso y siéntense. Perdonen si fui brusco, pero entenderán...- dijo señalando a los cuerpos que se encontraban en el suelo.

- comprendemos la situación. ¿Los ataques son frecuentes?- interrogó Kiara.

- no, es la primera vez que mandan a los asesinos. Había descubierto a una que otra sirvienta tratando de poner algo en mi comida pero lograba evitarlo, y otras veces desaparecían.

- entonces se están esforzando más últimamente, y lograron esquivar a mi gente, los que están cuidando de su comida - dijo Kali pensativo.

Kiara miró alrededor y le dijo a su hermano; - hermano haz que limpien este lugar... Apesta a carne quemada... A lo que su hermano asintió y con un movimiento de mano, llegaron los escoltas de las sombras deshaciéndose de todo y dejando el lugar limpio.

El pequeño príncipe se levantó de dónde estaba y con una reverencia dijo; -gracias por su ayuda. Permitan que me presente apropiadamente, mi nombre es Jim Ming.

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