CAPÍTULO 15

Era pocas más ocasiones en que Dante Ambrosetti sentía culpa y esta era una de esas veces.

- No me sirve que digas amarme, que digas que en el futuro estaremos juntos, definitivamente no me sirve - Clara estaba llorando, Dante había puesto en marcha el vehículo cuando llegaron a su Mansión cuando bajaron el hombre la abrazo con fuerza quería hacerle sentir que todo estaba bien.

- Cálmate Clara, tú tienes mi amor y nadie volverá a señalarte como mi amante, te daré tu lugar como el amor de mi vida - Expuso el hombre aunque aquellas palabras solo eran eso, eran simplemente palabras, ellos se habían despedido y Clara se seco las lágrimas.

- Tú eres mío Dante y yo no permitiré que mi prima siga ganando terreno, siempre fuiste mío - Murmuró la mujer con una sonrisa peligrosa.

Cuando Dante había llegado la Mansión en dónde vivía con Gala se encontraba en total calma, y la mujer estaba profundamente dormida, pero entonces algo llamó la atención del hombre y era el obsequio personal que le había enviado, al levantarlo en la bandeja de notificaciones al estar enecedida se había observado el mensaje de Manuel y aquello despertó los celos de Dante, ella ni siquiera le había dado las gracias.

Dante apretó los puños quizás estaba demostrándole demasiado a Gala y apartando a Clara, él estaba privando a ella de su amor y aquel pensamiento hizo sentir mal a Dante. Pero la suave voz de Gala lo sacó de aquel trance violento.

- Has vuelto - Murmuró ella, aunque estaba un poco confundida no sabe que reacción tendría él con ella, puesto que había rechazo su llamada, Dante era alguien impredecible

- Si, es mi casa por supuesto que debo volver - escuchar la respuesta del hombre le dio un mal presentimiento.

- Perfecto, tienes toda la razón es tu casa y nadie dirá lo contrario, de hecho creo que del accidente no se ha vuelto a saber nada y en mi opinión yo creo que ya no es necesario que yo siga aquí y por último te agradezco el celular, ni bien me acomode a mi presupuesto te devolveré el dinero - Galanlo miró directamente a los ojos y fue la determinación de Gala Smith lo que hizo que Dante se quedara estático ninguna persona se atrevería a hablarle en el tono empleado por la mujer.

- No hace falta que me devuelvas absolutamente nada con una llamada de agradecimiento hubiera sido suficiente.

- Yo te he llamado y usted no me contesto y al siguiente segundo ha apagado su celular - Respondió Gala tomando por sorpresa a Dante.

- Yo no recibí ninguna llamada tuya.

- Hombre, tú estás mal - Gala se defendió acercándose al hombre tomó el celular y le mostró claramente el registro de llamadas salientes, Dante se mantuvo en silencio, cualquier repuesta que de no será una buena respuesta y el hombre lo sabe, pero también estaba muy seguro de que Clara había rechazado la llamada, puesto que ella tenía el celular - No lo has rechazado tú, lo ha hecho su amada.

- Si Clara no contesto aquella llamada no es tu problema.

- Con mucho respeto señor Ambrosetti revisar con quien escribo tampoco es problema suyo porque si usted cree que por darme esto - Gala levantó el celular - Usted ya tendrá derecho a revisarlo, déjeme decirle que está muy ocupada porque prefiero devolverle sin ningun inconveniente - El mal humor se había apoderado de la mujer por supuesto la osadía de Gala había enfurecido a Dante, el hombre estaba acostumbrado a encontrar la sumisión de sus oponentes, Dante se acercó a ella y con total fuerza la arrastro hasta la pared, pero la mujer no agachó la cabeza mucho menos se achicó ante su marido.

- No se te permite volver a utilizar aquel tono de voz conmigo - El hombre la tomó del cuello, Dante estaba muy enojado.

- Pues se te prohíbe volver a tratarme con amabilidad, que mierda, porque demonios digo con amabilidad si en tu diccionario no existe tal palabra, mejor dicho ya no finjas preocuparte por mi, a partir de ahora vamos a tratarnos como esposos de contrato, un simple matrimonio de conveniencia, solo sexo para darte un heredero por tu maldita genética todo eso a cambio de una de tus empresas, está Mansión y una vez que te entregue mi hijo te desapareces de mi vida  ¿Estamos? - Gala a medida que habla  sentía que Dante la aprieta con mas fuerza, pero aquello no hizo que ella se quedará callada.

- Cállate Gala - Dante se apartó de ella - Cállate.

- ¿Qué? - Gala se burló - eres un imbecil, siempre lo fuiste, estas acostumbrado a doblegar a cualquiera ante tus deseos, pero yo no soy uno de ellos.

Antes de que Gala siguiera hablando Dante la cargo en brazos y la llevo a la cama.

- Te voy a demostrar que también eres una sumisa para mi - Gala se burló al escuchar aquello.

- No seré tu sumisa ¿tendremos sexo? Ja, si lo tenemos de manera salvaje es porque así yo lo deseo, pero si tienes que mojarlo para que entre déjame decirte que solo tu estás teniendo sexo y ahora mismo no me importa abrirte las piernas mientras más pronto yo me quede embarazada mejor para mi, para ti y por supuesto para tu adorable amada.

- Cállate Gala - posteriormente a decir aquellas palabras Dante la beso con fuerza.

Unos segundos después ambos con la sangre caliente, nublados por los celos habían tenido relaciones sexuales de manera salvaje, siendo completamente dominados por sus emociones que ellos mismos están ocultando, Dante no quiere aceptar que la mujer escriba con otro hombre y al pensar en eso más fuerte y profunda son las penetraciones, toda la habitación se inundó de la fragancia del sexo, orgasmos tras orgasmos, sus cuerpos se encuentran con frenesí, con desmedida locura sus manos se entrelazan, sus cuerpos están sudados y enredados.

Gala se había montado encima del hombre las manos de él queman la cintura de ella, los movimientos continúan, dos horas después parece que tuvieron suficiente así que se habían duchado.

En la Mansión que comparten Clara y Dante la mujer se encontraba en la sala muy enojada, de tan solo imaginar que su prima estaría está noche con Dante la enfurece aún más, pero cuando sintió que su teléfono sonaba ella se imagino que era Dante, no obstante al ver que era la Madre de Dante ella había utilizado su tonada de voz más lastimero.

- Tía Martha - Murmuró ella sollozando.

- Clara querida ¿que ocurre? - Preguntó la mujer - ¿Ya estás lista para esta noche? - Preguntó Martha que no podía ocultar que cada vez que ve a Clara sentía que ella era más que la novia de su hijo.

- Aquello es imposible yo no podré irme con Dante, porque es mi prima la que va a acompañarlo.

- No te preocupes Clara, te iras conmigo.

- No tía, Dante se enojará - Dijo Clara, pero por dentro sabe que ella había ganado.

- Dante no va a enojarse además tu serás su esposa y eso es más importante que tu estúpida prima que solo es un vientre de alquiler, Clara, Cariño, tú siempre vas a estar con él y vamos a ir esta noche para que Gala sepa que su mujer eres tú, siempre fuiste tú, desde los 15 años nunca lo olvides.

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