CAPÍTULO 7

Clara estaba dispuesta a enfrentar a su prima - Como pudiste Gala, te le ofreciste a Dante en la misma oficina - La mujer estaba desquiciada ante aquel descubrimiento.

Clara al percatarse de que su prima estaba bien vestida, pero sin camisa supuso los hechos, ademas Dante estaba perfectamente vestido, la mujer le echo la culpa sin pensar a su prima y por dentro queria estrangularla, quería romper la hermosa cara de Gala, pero no podía perder los estribos frente a Dante, no, aquello no podría ocurrir.

Gala se había quedado allí sin expresar ninguna palabra, pero Clara había vuelto a hablar.

- No sabes que vergüenza me estas haciendo pasar, que pensará Dante de ti, deberías valorarte más - dijo hipócritamente Clara, pero con toda malicia.

- Clara , tuvimos un altercado - le dijo Gala, ella definitivamente no quería problemas con su prima.

- Señora Gala, acá le traigo otra ropa - La secretaria de Dante se había quedado pálida al observar a Clara en la Oficina.

- Arreglen sus diferencias yo me retiro - dijo Gala que se colocó la ropa y se marchó dejando a la pareja a solas

- Dante, me explicas que ha pasado aqui - Fue la pregunta de Clara colocando su cara más tierna, y por supuesto aquello Dante no aguanto y le pellizco las mejillas.

- Clara, fue un pequeño altercado además si algo pasará no deberías molestarte tú sabes cuál es nuestro contrato - Expuso Dante.

- Lo lamento Dante, sé perfectamente lo del trato - Clara aunque Expuso aquellas palabras con calma, por dentro se sentía frustrada y ardiendo de ira.

- Vamos a almorzar cariño - Expuso Dante y llevo a Clara de la mano por los pasillos de la oficina.

Todos los empleados del Grupo Ambrosetti veían lo enamorado que estaba su jefe de la señorita Smith, pero a la secretaria de Dante no le cayó bien esa escena.

- Esperó que este juego no acabe mal, a veces quisiera entender a mi Jefe, que le hace el amor a la señora y luego de una hora se va con la amante los hombres son unos desvergonzados - Murmuró la secretaria, posterior a aquellas acciones todos habían continuado con el rumbo de sus vidas hasta la tarde.

En el horario de salida de la empresa, Gala iba caminando en dirección a la estación de taxi, cuando un Ferrari negro se detuvo cerca de ella, la mujer no queria prestar atención, pero las ventanillas del auto bajaron y se vio el hermoso rostro de su marido con unos anteojos, que lo dejaban más atractivos.

- Sube yo te llevo - le dijo Dante.

- Señor Ambrosetti, no quiero molestarle volveré por mi cuenta.

- Gala, Te doy 10 malditos segundos para que subas al coche, 10 segundos Gala Ambrosetti - La mujer había quedado consternada por unos segundos, pero supo que no había escapatoria así que no tenía otra opción que aceptar.

- Bien - fue la respuesta de ella, no había nada que hacer, ya que conoció que este hombre siempre cumple sus promesas. El auto comenzó su andanza y se detuvo en un restaurante de primer nivel, Gala se dio la vuelta incrédula para mirar a su marido - ¿Qué hacemos aquí Dante? - ella sabe que nada bueno podría salir de acompañar al hombre.

- Estoy seguro que vinimos a darle de comer a los animales del circo - responde Dante con una sonrisa burlona.

- Dante, eres un imbécil - Gala estaba enojada con el hombre.

- Aparte de eso también sé que también soy irresistible - Gala había puesto los ojos en blanco y pensó lo desvergonzado que era aquel lado de Dante, ambos salieron del vehiculo. El hombre la tomó de la mano y entraron, el guardia los recibe.

- El señor quiere una mesa o solo controlará las instalaciones del Restaurante - Preguntó un camarero.

Aquel costoso complejo de Restaurante es la nueva inversión personal de Dante y lleva 7 días abierto al público, y como aún no ha tenido tiempo de venir lo hace hoy y con su esposa.

- El servicio de ambos - Ordenó Dante

- Como ordene Patrón - le dice el camarero y se dirige hasta sus demas compañeros.

- Ven conmigo - Dante se llevo consigo a la mujer, despues de subir por las escaleras, habían llegado a una habitación que dejaba ver la vista de toda la Ciudad, Gala había quedado maravillada por aquel sitio, pero segundos después Dante la tomó dela cintura e hizo que lo mirará, posteriormente la beso, fue un beso posesivo, las manos del hombre eran inquietas, el la desviste de manera rápida y la mujer no había puesto ninguna resistencia los labios de ella saben a chocolate, y se vuelve embriagante para Dante, una acción llevo a otra, y ambos terminaron teniendo sexo en aquella habitación, sus cuerpos estaban cansados y sudados, sus respiraciones eran irregulares, sus cuerpos desnudos estaban unidos, cuando ambos se ducharon y volvieron abajo Gala tenía las mejillas muy rosas y aquello le había encantado a Dante.

- Relájate mi amor, si no quieres que las personas se den cuenta de que te hice mia arriba - Dante entrelaza las manos de ambos y se dirigen hacia una mesa, ambos degustaron sus pedidos, terminaron y se retiraron.

Dante la llevo hasta su Mansión posteriormente se marcho sin ninguna despedida o algo así, Gala entró, y se dejo caer en el sofá dejando escapar un profundo suspiro.

- No te muestres debil Gala, el no te quiere va a desecharte cuando le des un hijo - Murmuró, justo en ese momento suena su teléfono.

- ¿Hola? ¿Qué haces? La voz de su asistente y mejor amiga se oyó en el otro extremo.

- Estoy pensando, quieres venir en casa y tenemos una noche de chicas.

- Tú si sabes - Le respondió Gina y rápidamente colgó la llamada y se preparó.

- Dante, quiero salir esta noche, vamos a tu nuevo restaurante, ya que aún no has ido, ve conmigo - Expuso Clara, Dante al escuchar las palabras de Clara se sintió culpable, sus ojos avellana observan a la mujer y se da cuenta que definitivamente era con ella que él tenía que hacer ese recorrido, pero él llevó a Gala e incluso terminaron teniendo intimidad alli.

- ¿Que ocurre Dante? - le pregunta Clara.

- Solo estoy cansado hoy - Fue la respuesta del hombre, Clara al darse cuenta de que Dante se quedó dormido, salió del cuarto y fue en la sala, la mujer tenía una cara horrible, al pensar que el está tomando un poco de distancia de ella.

- ¿Por qué te has levantado? - la voz de Dante retumbo tomándola por sorpresa.

- Nada más he venido por agua y como estabas demasiado entregado al sueño no te moleste - respondió Clara.

- Bien ya es tarde entra en la cama - Expuso Dante, la mujer no tuvo mas opción que obedecer y se fue a acostarse, varios minutos después tal parece que Clara se había quedado dormida.

Por su parte Dante no podía dormir, pensaba en su esposa, cada segundo que pasaba prácticamente él pensaba en ella, en su piel, en sus besos, y como le susurró algunas palabras en su oído en el acto sexual, y él no tenía dudas de que algo familiar había ahí, pero no recordaba que era, ni quien, pero de algo estaba seguro esa mujer podría ser su perdición.

- No, no, no, eso es imposible mi amor y mi corazón solo le pueden pretender a la mujer de mi vida y ella es Clara - Dante cerró los ojos con fuerza.

En la Mansión, dos chicas se encontraban disfrutando de la película, Gina y Gala estaban teniendo una noche bastante agradable, así habían pasado la noche, Gala necesitaba aquello, las amistades pueden sanar el alma.