CAPÍTULO 11

Había pasado una semana desde que ocurrió el accidente, la última vez que Gala vio a Dante el hombre le había dado un beso tierno que desencajo todo en la mujer, hoy la mujer seria dada de alta, Dante entro en la habitación - ¿Ya estás lista? - Preguntó el hombre que a tempranas horas le dijo a la mujer que vendría por ella, Gala siguió al hombre obedientemente hasta subir al vehículo, el camino fue silencioso hasta que Dante había vuelto a hablar.

- Las cosas van a cambiar - Gala al escuchar aquello observó al hombre con atención - A partir de ahora vas a vivir conmigo, los frenos fueron dañados querían hacerte daño y por tu seguridad vas a mudarte conmigo.

Gala no encontró ninguna razón para negarse así que no protesto.

- También iremos de compras vas a comprar prendas nuevas y todo lo que será necesario - Dante tenía una voz muy baja y aquello hizo temblar el corazón de Gala, pero había una duda en ella, y era lo que estaba ocurriendo con su marido, las compras transcurre con tranquilidad, ambos parecen una pareja de cuento de hadas por la apariencia de ambos y no importa que Gala estuviera un poco herida, su hermosura y su elegancia destacan en donde sea, pero ninguno se había percatado de que alguien los estaba observando y fotografiando, cuando Gala había terminado con las compras se había percatado de algo, ella no tenía su tarjeta consigo, tampoco tenía mucho dinero allí, rápidamente la mujer se volvió pálida ante aquel descubrimiento, pero mientras ella estaba consternada Dante ya había pagado absolutamente todo.

- Yo te invite, todo corre por mi cuenta - Murmuró Dante posando su mano en la cintura de la mujer logrando estremecer a Gala, posterior al pago todas las compras fueron enviadas al vehículo de Dante y cuando retomaron el viaje la mujer se había quedado dormida, Dante la cargo para bajarla del vehículo y llevarla hasta una habitación, aquella Villa era muy acogedora, Dante contemplo nuevamente a Gala, era lógico que duerma después de todo eran los efectos de los medicamentos, la mujer lo ponía mal, pero su pensamiento fue cortado de raíz cuando su telefono sonó.

- Ahora entiendo porque no contestas mis llamadas Dante - Clara se escuchaba muy molesta - Te fuiste con Gala de compras me dejaste tirada a mi - Segundos después ya se escuchó el llanto desconsolado de la mujer, Dante frunció el ceño ante el llanto de la mujer - Gala planeó todo esto porque una reportera los vio, mi prima quiere destruirme, ella quiere separarme de ti estoy segura que lo del accidente también fue una artimaña suya.

- Mujer, no tenía este concepto de ti - Dante lo expresó con tanta calma que asustó a Clara - Ella no planeó absolutamente y fui yo quien le sugerio ir de compras además va a vivir conmigo en la nueva Villa por su seguridad y ni tú ni nadie va a remediar mis acciones - Gritó enfurecido Dante Ambrosetti.

Clara no esperaba escuchar todo eso mucho menos espero que Dante le gritará, al percatarse de que Dante estaba enojado ella utilizo el truco de siempre, pero no esperaba que Dante terminara con la llamada, Clara tiro todo a su alrededor había gritado el enojo la domino también la maldad.

- Gala, vas a arrepentirte de cruzarte en mi camino y seducir a mi hombre.

En la Villa que se encontraba en las cercanías de la Playa, Gala sintió que alguien tenía su brazo envolviendo su pequeña cintura, lentamente abrió los ojos nada más para encontrar a Dante abrazándola.

- Tú ¿por qué me abrazas? - preguntó Gala.

- Estoy cansado, durmamos tranquilamente - Murmuró Dante, Gala al percatarse de que Dante no la molestaría se acomodó para continuar durmiendo, siendo las 5 de la tarde aproximadamente la mujer se removió, Dante abrió sus ojos ante el movimiento de la chica, estaba preocupado por que los efectos del medicamento ya hayan pasado y ella estuviera adolorida.

- ¿Tienes alguna dolencia? - Preguntó el hombre.

- No, los medicamentos son buenos - Murmuró Gala, ante la respuesta y la cercanía de ambos Dante no pudo evitar no besarla y por supuesto la mujer le había correspondido, el hombre la beso como si toda su vida dependiera de ello, segundos después se habían separado, el hombre miró su reloj y muy a su pesar tenía que abandonar la cama puesto que tenía una reunión importante.

- Debí salir, volveré un poco tarde debo de cerrar un negocio importante - Murmuró el hombre que en ese momento se había dado cuenta de que Gala había perdido su móvil - Le diré a Gina que venga a hacerte compañía.

Los ojos de Gala tenían un brillo especial, de hecho aquello será grandioso para ella Dante ya se había encargado de que Gina recibiera la orden para que viniera a acompañar a Gala, cuando el hombre se despidió de la mujer lo había realizado con un beso que puso a temblar a ambos.