CAPÍTULO 19

Apártate de ella mamá y sal de la Empresa si te atreves a ser desobediente juro, no, yo no hago promesas, te voy a sacar con los Guardias de la Empresa - Espetó Dante muy enojado.

Martha se estremeció sabe que Dante es capaz de hacerlo, no es un hombre que dice las cosas y las deja de hacer a mitad de camino, pero la frustración que siente por culpa de Gala era muy fuerte, ella no puede aceptar que esa mujer se convierta en la favorita de Dante.

- Yo nada más quería - Pero antes de que ella diga todo lo que pensaba las palabras de su hijo la detuvo

- No me interesa lo que tu quieres mamá, una orden mía te puede destruir ahora quiero que te vayas, deja de montar circos aquí esta es una Empresa, es mi empresa y no tolero estos arrebatos de payasos que acabas de dar, ahora también vuelvo a recordarte que Gala es mi esposa lo quieran o no, ella te dará al nieto que tanto quieres.

La cara de Marha se volvió como el hígado de cerdo al escuchar eso, pero no volvió a quedarse callada - Prefiero no tener nietos si este es el precio a pagar Dante - Expuso la mujer posterior a eso salio de la oficina, Martha no estaba dispuesta a tentar a la muerte y desafiar a su hijo era efectivamente tentar a la muerte, pero era verdad que prefiere no tener nietos.

Una vez que su madre salio de allí, Dante se acercó a Gala para examinarla y al ver que su rostro después del golpe que le dio su madre había quedado rojo algo se apretó en sus adentros, no quería que la mujercita sufriera absolutamente nada.

- Perdóname - Murmuró el hombre, acariciando su rostro segundos después el le beso la mejilla y aquello hizo que Gala cierre los ojos.

- Descuida - Gala había agachado la cabeza ella sabe de lo que su suegra es capaz y lo mucho que la despreciaba, no obstante recordar que Dante la defendió de su madre hizo que la mujer se sintiera un poco feliz en su corazón.

- ¿Qué ha ocurrido aquí? - La voz de Mauro se escuchó, Gala y Dante se habían dado la vuelta para mirarlo, por detrás de él también se observó a Mateo los dos hombres venían entrando y de inmediato se habían percatado de que algo no estaba bien - ¿Qué te ha pasado Gala? - Mauro se acercó a la mujer, mientras que Dante permaneció en silencio viendo como sus amigos se preocupan por su esposa, pero aquello no le molesta en lo absoluto.

- Tuve un percance con la señora Martha - Respondió Gala con precaución al momento de escuchar aquello el rostro de Mauro había cambiado por completo y la atención del hombre fue puesta en Dante de manera inmediata.

- ¿Permitiste que tu madre le hiciera daño? - Mauro tenía una mirada fulminante dirigiéndose a Dante.

- No se lo permití nada más he llegado unos segundos tarde - Respondió Dante.

- Si esto vuelve a ocurrir Dante no vamos a dejarte ir fácilmente - Expuso Mateo y Dante había puesto los ojos en blanco.

- No volverá a ocurrir - Dante respondió con tranquilidad.

- Vayamos a almorzar - Sugirió Mateo.

- Estoy de acuerdo, vayamos a almorzar antes de que vuelva a España - Dante lo miró nuevamente con curiosidad.

- ¿Que tanto haces en España? - le pregunto Dante - ¿tienes alguna conquista o ya te casaste? - Dante se burló - porque ni bien llegas y ya cas a volver.

Mauro había sonreído un brillo especial se vislumbra en su mirada, es como si el hombre hubiera pensado en algo, pero había preferido guardar silencio.

- Mauro tiene a alguien oculto en España - Mateo se burló, el ambiente entre ellos era bueno, de hecho eran todos amigos y algo que Dante destaca es que tanto Mateo y Mauro incluyen a Gala en sus planes, mientras que a Clara le costaba más eso, al pensar en Clara su corazón se sintió un poco raro, pero fueron por escasos segundos, puesto que al escuchar a Gala al sonreír se había olvidado de Clara.

- Es hora de irnos y lograr que Gala se olvide de este mal momento - Mateo masajea el hombro de Gala suavemente y segundos después se habían dirigido al Restaurante.

ESPAÑA

Un misterioso hombre se encontraba revisando algunos documentos en su computadora había sonreído mínimamente cuando su mano había golpeado el portaretrato que tenía por encima de su escritorio, en eso había escuchado el ruido en el jardín, sus ojos inmediatamente viajan hasta allí para ver a la persona que había captado su atención, la seguridad de que había tomado la correcta decisión era clara en su mirada, pero también estaba seguro de que nada es eterno y que la verdad siempre sale a luz, porque aquello que es perfecto tarde o temprano tiene grietas y estas pueden ser destructivas, el silencio fue interrumpida por uno de sus servidores.

- Mi señor, alguien viene a visitarlo - el hombre dejo de ver a la persona que se encuentra en el jardín.

- Hagan persona que viene a verme - Murmuró el hombre.

- Amigo mio - Se produjo la llegada de otra persona, ambos tenían un aura superior.

- Siempre es un placer verte - Expuso el hombre sentado por detrás del escritorio.

- La decisión que hemos tomado hace una década fue la correcta al ver a esa persona - Expresó el hombre tomando asiento.

- Si, pero también estoy pensando que no podremos tenerlo en secreto tanto tiempo - el hombre suspiro con la mirada puesta en la pantalla de su ordenador.

- No te agobies por eso ahora tengo una duda ¿volverás en donde todo había iniciado?

- Lo he pensado bastante y definitivamente si volveré, no obstante será todo en su debido momento ahora todo esta en orden como tú lo dices, pero también debo de tener asegurado la protección de él.

- Por supuesto, la seguridad de él siempre fue el motor principal de esta correcta decisión que hemos tomado.

- Hasta el momento es la mejor decisión - concluyó el hombre sentado en el escritorio, unos minutos después la secretaria les había ofrecido una bebida y ambos hombres continuaron observando el patio y charlando.