Capítulo Nº11

Helen, regresó al otro día a su puesto de trabajo y todo marchaba con tranquilidad, su jefe estaba más atento y casi que la evitaba. Entre organizar el viaje y hacer entrevista para conseguir un reemplazo mantuvo su mente ocupada durante casi quince días.

Hoy llego temprano  a la oficina para poder seguir entrevistando a las candidatas, le daba celos pensar que alguna ocuparía su lugar, pero debía ser profesional y elegir a la mejor. En este preciso momento está con una chica super sexi que la mira horrorizada, seguro piensa en que tendrá que cambiar su forma reveladora de vestir, ella le sonríe y sus pensamientos son interrumpidos por Renato, cuando le habla por el intercomunicador.

⎯ Helen.⎯ grita de muy mal humor como es su costumbre.⎯ Ven a mi despacho.

⎯ Termino esta entrevista y voy.

⎯ De acuerdo cinco minutos, deshazte de todas las mujeres que se postulen.⎯ responde él con voz alta para ser escuchado.

⎯ Pero todas las candidatas son mujeres.⎯ responde en voz baja.⎯ No puede hacer eso, tengo solo quince días para capacitar a alguien.

⎯ Quiero un asistente hombre.

⎯ Está bien, voy a redactar otro aviso solicitando exclusivamente a hombres.⎯ contesta feliz y con una gran sonrisa.

⎯ Ahora, ven a mi despacho.

La secretaria se disculpó con todas las candidatas, le agradeció por acercarse a la entrevista, las despidió y luego golpeó la puerta de su jefe.

⎯ Pasa.⎯ le indica mientras está parado frente al ventanal con los brazos cruzados en su espalda.

⎯ ¿Qué necesita?

⎯ Quiero que canceles la casa que alquilamos en Alemania y me consigas una habitación en un hotel.

⎯ Pero será difícil encontrar alguno que acepte a Hércules.

⎯ De eso te quiero hablar, Hércules no va a viajar conmigo, no lo voy a poder cuidar.⎯ él se gira y mirándola a los ojos como si quisiera confesar algo continúa.⎯ él te ama. Quiero que te lo quedes.

⎯ Yo no puedo aceptar a su perro y no puede abandonarlo así como si no tuviera sentimientos.

⎯ Helen, esa bestia te quiere más a ti que a mi, desde que no has vuelto a mi departamento está triste, casi no come y no suelta su horrendo pato. Cora lo llevó a su veterinaria y le dijo que está muriendo de tristeza.⎯ Renato exagero un poco solo para que acepte y aprovechó la situación de que su mascota estaba en tratamiento por conjuntivitis, tenía los ojos llorosos, la mirada triste y no tenía dudas que apenas ella lo viera aceptaría.⎯ Mira le muestra una foto de su celular.

⎯ Lo iré a ver mientras usted tiene la cena con Samantha.⎯ acepta y su voz la traiciona y se entrecorta al hablar.⎯ Sí realmente está triste acepto cuidarlo, de lo contrario olvídese del tema.

⎯ Te aseguro que está muy triste.

La secretaria salió del despacho algo inquieta, ella no podía hacerse cargo de esa bestia. ¿Qué pasaría si luego extrañaba a su dueño? Tendría que viajar, encontrarse de nuevo con Renato y era lo que menos deseaba por ahora.

Renato sonreía, al menos su plan estaba funcionando, ella iría al departamento y se llevaría a Hércules, esa bola de pelos daba lastima.

Luego de una hora él sale de su oficina como si nada, saluda a su secretaria y ella mira la hora en su reloj de mano, de seguro se va a encontrar con su amante. Ella esta triste recoge sus cosas, va a su departamento se ducha y busca algo cómodo que ponerse, al final se decide por un jean y una musculosa al cuerpo, suelta su cabello, recoge su cartera y va a ver a su bebé. Cuando está frente a la puerta suspira y agradece que al menos va a estar sola, introduce la clave e ingresa.

⎯ Hola, bebé ¿Dónde estás?

⎯ Estamos en el baño, ven.⎯ contesta Renato y ella se sorprende.⎯ Hércules no sabe hablar, me extraña que le sigas preguntando cosas.

Ella va y ve que su jefe está en shorts intentando meter al perro en la bañera, pero al ver a la joven, la bestia se suelta  del agarre de su amo y la empuja, Helen cae al suelo y su cara es babeada por los besos del animal.

⎯ Lo siento, quería bañarlo antes que llegues, huele horrendo.

⎯ No pasa nada.

⎯ Hércules basta, deja a Helen en paz.⎯ lo reprende con voz firme entonces le tiende la mano a la joven para que se levante y siente como su cuerpo se electrifica.

El perro se aleja de la joven, luego la mira moviendo la cola y con sus ojos llorosos.

⎯ Pensé que no estaría en su casa.⎯ Helen se levanta y se lava la cara en el lavamanos, él la observa y piensa que es muy bella sin maquillaje y le pasa una toalla.⎯ Gracias.

⎯ Cancele la cita, prefiero solucionar este asunto primero.

⎯ Ya veo, ¿quiere que regrese otro día?

⎯ No es necesario, además mira lo contento que está de verte.⎯ señala a la mascota, que ahora solo se mete en la bañera y mira a la chica.⎯ Creo que ahora si se quiere bañar, ten.⎯ le entrega un guante con cepillo y ella se niega a aceptarlo.

⎯ Yo no lo pienso bañar.

⎯ Tienes que practicar. Vamos te ayudo.

⎯ Yo solo vine a ver si estaba triste, no a bañar a semejante bestia.

El perro se sienta y mira como los dos discuten entonces comienza a llorar cuando Helen se retira del baño, entonces Renato lo felicita en voz baja para luego salir a la sala detrás de ella y le dice.

⎯ Ves, ahí lo tienes, lo único que hace es llorar, no puedes irte.

⎯ Esta bien.

Ambos vuelven al baño y Hércules mueve la cola, está tan feliz que empapa a la chica de pies a cabeza. Renato ve como su musculosa se le adhiere al cuerpo y traga saliva, es una tentación. Ella parece no darse cuenta de que se le trasluce el sostén y se agacha a la altura de la mascota.

⎯ Está bien, un baño rápido y me voy. Eres un perro muy malo, me mojaste entera.

⎯ Lo siento, pediré que te traigan ropa.

⎯ No es necesario, en el cuarto de Cora tengo mi ropa.

⎯ ¿Desde cuándo tienes ropa aquí?⎯ pregunta sorprendido y ahora entiende porque estaba vestida diferente cuando se despertó aquel día.

⎯ Desde que tengo que cuidar a este bebé y usted sale de viaje.⎯ contesta masajeando la cabezota del animal y dejando un suave beso en su nariz.⎯ Decidí que lo mejor era tener una muda siempre a mano y no estar todo el resto del día sacudiendo sus pelos.

El perro estaba disfrutando de las caricias de la joven y Renato se acercó a ayudar ya que la manguera de la ducha portátil se había enredado, cuando se acomoda junto a ella, no sabe porque pero por impulsó la acercó a su cuerpo y la besó. Los segundos parecieron detenerse y él no quería soltarla, hasta que el perro se sacude y los moja por completo a los dos.

⎯ Lo siento, no debí hacer esto.⎯ se disculpa con el seño fruncido y la ayuda a levantarse.⎯ Será mejor que te cambies.

⎯ Renato, será mejor que no nos volvamos a ver.⎯ responde ella.⎯ Ya no soporto estar a tu lado, es muy doloroso ver como te arrepientes de todo.

⎯ Y estar a tu lado sin tocarte es una tortura.⎯ confiesa en voz baja para no ser escuchado y se abraza a su perro.

Ella sale del baño y se va del departamento, no le importa que la gente la mire al pasar, ella cubre su desnude con su campera, seca sus lágrimas y toma un taxi.

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