Capítulo 16

Pasando unos minutos, Claramond regreso con la cena y al ver a Rose en la ventana mostro una sonrisa. Sin hacer ruido camino hasta la mesita en donde puso las cosas y después se percato de algo.

En la mesa se encontraba la libreta de Rose, misma en la cual estaba un dibujo muy detallado de Jaume. Claramond tomó la libreta y miró notoriamente sorprendido aquel dibujo para después observar a Rose.

Trago grueso y después dejo la libreta para asi llamar a Rose. Ella acato sus palabras y fue hasta la mesa en donde se sento en el suelo con una pequeña sonrisa. Claramond miró con atención su reacción y le dio su cena para después sentarse justo frente a ella.

Ambos terminaron comiendo juntos, pasando un rato acabaron por lo que Claramond salió de su consultorio para comenzar con el trabajo que tenía ese turno.

Rose se quedo en el consultorio con las luces prendidas, dibujando en su libreta mientras escuchaba el sonido de la lluvia. Todo esto comenzó a hacerla sentir tan tranquila que comenzo a bostezar cosa que indicaba que tenía sueño por lo que no tardo en quedarse dormida con la cabeza sobre la mesa...

Por los pasillos del hospital, Claramond hablaba con unas enfermeras acerca de un asuntos, estaba bastante tranquilo hasta que terminó por recibir una llamada.

— Por favor encarguense de eso, iré en un segundo — Dijo Claramond para caminar hasta un pasillo que se encontraba solo y ahí responder la llamada misma que era de un número desconocido. — Habla Claramond Paxley — Dijo el sin embargo no se escucho una respuesta y por el contrario se escucho algo extraño, un sonido de algo quebrarse. — ¿Hay alguien ahí?..— Pregunto al móvil algo confundido.

Tras no tener respuesta, Claramond colgó la llamada y después bloqueo aquel número para después regresar a su trabajo...

Pasando unas cuantas horas, dieron las 4 de la mañana y Claramond volvió a su consultorio a buscar a Rose, la miro dormida en el suelo apoyada con la cabeza en el sofá y sin más camino hasta tomarla en brazos y acomodarla en el sofá para que descanse mejor.

Ella dormía profundamente por lo que Claramond aprovecho para recoger las cosas de la mesita mirando de nuevo la libreta en la cual había dibujado algo más.

Una sonrisa se mostró en su rostro, pues Rose lo había dibujado a el "durmiendo".

Con cuidado guardo la libreta en el bolso de Rose y después de esto se sento en un sillón a lado de ella para así suspirar y recargarse hasta dejar caer su cabeza. Estaba cansado, pero aun debía de trabajar por lo que estaba tomando un pequeño descanso antes de seguir...

...

Al día siguiente, Rose se despertó y miró que estaba en aquel sofá por lo que solamente se estiro un poco y después se percato de que Claramond estaba durmiendo en el sillón.

No quiso despertarlo asi que se levanto en silencio y buscando el baño salió del consultorio para comenzar a caminar por los pasillos. Muchos se percataron de ella, la ignoraron hasta darse cuenta de quien era, muchos comenzaron a murmurar y ella solo les ignoro caminando hasta por fin encontrarse con el baño.

Al entrar a este se encerró en uno de los compartimentos y después escucho a dos enfermeras entrar.

— Viste a esa chica... Es Rosemary Farrell, escuche que es toda una narcisista y presumida — Dijo una de ellas.

— Pensar que nuestro jefe siendo tan buena persona estará con alguien así... me rompe el corazón. Sin duda Melisa era mejor partido — Dijo la otra.

— Sin duda, además comparten gustos similares y suelen salvar vidas juntos, el duo perfecto! — Dijo la primera.

— ¿Que el jefe no estaba enamorado de Melisa?. Por qué entonces se junto con Rosemary de repente?. — Dijo la segunda.

— También me entró esa duda. Aunque, leí en un foro que lo más posible es que ella halla pagado por casarse con el. — Dijo la primera.

— ¿Que? Pero el jefe jamás haría algo así — Dijo la segunda.

— Pienso, que le ofrecieron al jefe algo bueno para ayudar a los pacientes y el con su buen corazón acepto... eso explicaría por que esta con alguien como ella. — Dijo la primera.

— Pobre Melisa, debe estar destrozada — Dijo la segunda.

En ese momento Rose salió del baño y al verla aquellas enfermeras solamente la miraron con desprecio. Rose las ignoro y camino hasta el lavamanos para asi comenzar a lavar un poco su rostro.

Una vez acabo de lavarse se dispuso a salir, camino por un lado de las enfermeras pero sin darse cuenta una de estas la hizo tropezar con su pie por lo que Rose termino cayendo al suelo tumbando en el acto una cubeta de agua sucia que termino por empaparla un poco.

— Uy... perdon.. deberías de ver por donde caminas — Dijo la enfermera que le hizo tropezar para después salir con su compañera del baño.

Rose se levanto y trago saliva, se sintió mal por lo que sin querer comenzó a morder sus labios y a rasguñar las cutículas de sus dedos.

Por otro lado, Claramond desperto y al no ver a Rose se levanto. De inmediato salio del consultorio y comenzo a buscarla terminando por acercase a una enfermera, la misma que había tirado a Rose.

— Hola, has visto a Rosemary por aqui? — Preguntó Claramond.

— Ah... No no, seguro debió irse. Quizá no le gusta estar aquí. — Dijo la enfermera con una risa nerviosa.

— Bueno, nos vemos — Dijo Claramond caminando por el pasillo.

Mientras caminaba, miro por un pasillo como ella caminaba sin rumbo, se veía muy ansiosa pues noto como lastimaba sus dedos.

— ¡Rose! — Le hablo el para después correr hacia ella. Al escucharlo miró hacia el y al verlo solamente agacho la cabeza girandose hacia el. De inmediato el tomo sus manos y miró el sangrado, observo sus labios llenos de mordidas y después suspiro. — Si te sentías mal... Debiste hablarme... — Dijo él abrazandola contra su pecho, de inmediato sintió que estaba mojada de un costado por lo que se separó para ver su ropa. — ¿Que paso..?— Preguntó él.

— C-a... C-cai... — Dijo ella.

Claramond trago saliva y después le hizo caminar con el de regreso a su consultorio. Al llegar a este la hizo sentarse en una silla y tomo algunas cosas para disponerse a curarla.

— Quítate ese suéter — Dijo el. Ella obedeció y se quito el suéter quedando solo en una blusa cosa que le hizo sentir algo de frío. De inmediato la cubrio con su saco para después tomar sus manos y comenzar a limpiar sus heridas.

Ella se mantuvo callada mientras el curaba sus dedos, ella se notaba tan decaída que Claramond temía que tuviese una crisis por lo cual pensó en una forma de animarla...

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