Capítulo 18

Por otro lado, Claramond fue hasta el hospital en donde termino por recoger un medicamento, una vez recogido se dispuso a marcharse de regreso.

Saliendo del hospital camino hasta su auto y allí se topo con Melissa quien se acercó con bastante calma.

— ¿Podemos hablar?. — Preguntó Melissa.

— Hola Melissa... Lo siento pero tengo prisa. — Dijo Claramond disponiéndose a subir al auto.

— No cabe duda de que lo que dije era cierto — Dijo Melissa. Claramond se detuvo al escucharla, dejo la medicina en el auto y se giro hacia ella.

— Tú creaste esos rumores?..— Preguntó él.

— Dije la verdad... Oh mi amor... No sabes cuanto lo siento... No creí que esa mujer seria capaz de hacer algo así — Dijo acercándose hasta abrazarlo, casi al instante el la separó y suspiro.

— Pues te voy a pedir que dejes de hablar mal de ella y de esto, no tienes idea de lo que pasa. Te deje claro que tu y yo jamas fuimos nada — Dijo Claramond abriendo la puerta del coche.

— Por dios... ¿Acaso miento?. Incluso los Farrell se acercaron a mi, me ofrecieron dinero por cerrar la boca y hasta me amenazaron... seguro hicieron lo mismo contigo. — Dijo Melissa acercándose de nuevo hasta el.

— A mi jamás me han dado nada, sabes que no acepto ese tipo de tratos, si acepte estar con Rose es por algo!... Y no dinero — Le dijo Claramond alzando un poco la voz.

— ¿De verdad quieres que te crea?... Fue muy repentino... No creo que estés enamorado de ella. — Dijo Melissa tomando su mano.

— Ah... Melissa... Voy a dejarte algo en claro. Somos grandes compañeros de trabajo, hemos pasado por mucho; intente darnos una buena relacion, sin embargo lo nuestro no funcionó y lo sabes, asi que deja de intervenir en mi vida personal de ahora en adelante. Ademas, Rose es una joven hermosa y con un gran corazón, cada día me siento más atraído por ella. Estoy seguro de que tu también encontraras a alguien — Le dijo Claramond abriendo la puerta del auto para asi subir y después marcharse.

Melissa se quedo de pie mientras el se marchaba, se notaba lo molesta que estaba...

Por otro lado, Rose había salido de bañarse y ahora se encontraba buscando que ponerse. La mayoría de ropa que tenía no era para nada buena para alguna presentación ante tantas personas.

Lo único que tenía eran vestidos que su hermano le traía, esos sin duda podía usarlos, sin embargo no quería usar vestidos tan "llamativos".

Finalmente se rindió así que se tiro sobre la cama estando solo envuelta en la bata de baño...

...

Tras unos minutos, Claramond volvió a casa por lo que fue hasta la habitación en donde al entrar y ver a Rose asi camino hasta ella.

— ¿Estás bien?..— Pregunto confundido. Ella se levanto y negó con la cabeza a lo que el acaricio su cabeza. — ¿Que pasa?. — Preguntó.

— N-no se.. que... vestido... U-usar...— Dijo ella. Escuchando esto, Claramond suspiro y comenzo a pensar.

— mmh... Bueno.. podría escoger por ti, pero no se que te gusta usar. — Le dijo el.

Tras unos minutos, Claramond puso una idea misma que fue seguida por Rose quien entraba al baño para ponerse uno de los vestidos para despues salir y mostrarle a Claramond como se veia. Llegando el ultimo vestido, Rose se dispuso a salir y al hacerlo, Claramond estaba sobre la cama esperando, y al verla con aquel vestido de color rojo brillante ajustado y brillante; solamente se quedó sorprendido por su belleza.

— Te ves hermosa... — Dijo él al verla. Ella se ruborizo con sus palabras y después se acercó hasta estar a casi un metro de el. Con una sonrisa el se puso se estiro hasta tomar su mano para asi acercarla a el. — Marca muy bien tu figura~... te ves realmente encantadora — Le dijo él mientras llevaba una mano hasta su cintura misma que acaricio suavemente.

Estando roja cual tomate, desvio la mirada y trago saliva, el noto esto y por su atrevimiento se puso de pie separándose un poco.

— Lo siento... No pude evitarlo. Bueno... ahm... Lleva eso, me terminaré de arreglar, si quieres espera en la sala. Iré en un momento. — Le dijo mostrandole una sonrisa.

Ella asintió y salió de la habitación para asi ir hasta la sala en donde se sento sobre el sofá junto a la ventana a esperar por el...

Pasando algunos minutos, Claramond salió de la vistiendo un traje blanco. Camino hasta la sala y se acerco a Rose.

— Vamos?. — Le dijo estirando su mano hacia ella. Rose le miro y al verlo vestido de aquella forma se ruborizo, sin más tomo su mano y se puso de pie para ir con el.

Ambos salieron de la casa y subieron al auto para después marcharse de ahi. Mientras el conducía, Rose veía por la ventana, y allí aprovecho para sacar una pastilla.

— Toma esto... — Le dijo dándole además una botella de agua. Rose tomó esto y le miro algo confundida. — Aturdira tus sentidos de manera que serás hiposensible a algunas cosas, el sonido, el ruido y las personas no te molestaran — Le dijo él.

Rose miro la pastilla y sin más tomo esta misma para después quedarse sobre el asiento esperando a llegar a aquel lugar que tanto pavor le daba...

...

En la gran mansion de la familia Farrell, todos los invitados estaban llegando. La decoración había quedado bastante llamativa, habian cientos de reporteros adentro y afuera esperando poder captar a Rose y Claramond.

En la gran entrada, un auto bastante lujoso llego, de este bajo Leonhart quien fue hasta abrir la puerta del copiloto para asi dejar salir a Margaret. Todos la fotografiaron junto a Leonhart pues ambos eran una de las parejas favoritas fe los medios.

Sin embargo terminando por opacarlos, a la escena llegaron Rose y Claramond, quien bajo del auto y abrio la puerta del copiloto para ayudar a Rose a salir.

Todos los reporteros y camarografos corrieron a rodearlos, dejando atrás Margaret y Leonhart. Este último observaba a Rose mientras que Margaret se notaba molesta por esto último.

— Vamos!. Que le ves! — Le dijo jalandolo del brazo. Sin más ambos entraron a la casa mientras que Claramond y Rose pasaban a duras penas entre la multitud.

Claramond respondía a algunas de sus preguntas mientras que Rose se quedaba callada, pero contrario a otras veces; parecía que estaba demadiaod relajada. Termino por ignorar a quienes los rodeaban y finalmente terminaron por subir las escaleras para llegar a aquella casa...

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