Capitulo 20

Claramond y el señor Farrell llegaron a una habitación en donde se detuvieron cerca a una ventana a hablar.

— Señor Paxley, le tengo mucho respeto. Usted es un medico que a tan temprana edad ya hizo más de una carrera en el mundo de la medicina, psicólogo y psiquiatra, cirujano, médico general... vaya que es usted muy impresionante — Dijo el señor Farrell.

— Me halaga... — Dijo Claramond mostrando una pequeña sonrisa.

— Veo que usted de verdad está enamorado de mi hija. Debo decir que me daba igual con quien terminara, me da igual si es amada o no — Dijo con una sonrisa. Escuchándolo Claramond se mostro algo disgustado pero quedándose en silencio. — Sé que el amor hace muchas cosas, asi que voy a advertirle algo señor Paxley... — Le dijo mientras le miraba directo a los ojos con una mirada seria y amenazante. — No se atreva a hablar sobre su condición, mucho menos sobre nuestro trato hacia ella. — Le dijo él.

Escuchándo sus palabras Claramond se mantuvo tranquilo y frunció el ceño, estaba molesto claro estaba.

— El contrato no me impide hacer eso.. — Dijo Claramond.

— No estoy hablando del contrato señor Paxley, si de verdad ama a Rosemary... Pues sabrá que no es lo mejor para ella hablar de eso... — Le dijo él caminando por un lado hasta darle la espalda. — No me gustaría tener que hacerle algo a esa débil chica que por desgracia es mi hija — Dijo el señor Farrell caminando hacia la puerta.

Apenas se fue, Claramond trago saliva y golpeo la pared para después también salir de la habitación.

Por otro lado, en la que antes era la habitación de Rose, Margaret y ella se encontraban ahí.

— Leonhart no deja de mirarte... ¿Que te ve?... eres horrible!. Ah pero claro... Vienes a mostrar todo tu cuerpo con ese ridículo vestido! — Le grito Margaret terminando por empujarla. Rose se quedo en silencio resistiendo sus insultos y ataques, se sentía mal y solo quería correr hacia Claramond. — Eres una maldita perra... Estas comprometida y aun asi intentas llamar la atencion de otros hombres — Le dijo sin temor terminando por abofetearla.

— De-dejame..— Dijo Rose temblando...

...

Al regresar a la fiesta, Claramond se percato de que Rose no estaba. Miro por todos lados notando que no estaba por lo que al ver que en la mesa de los Farrell, Margaret no estaba, de inmediato supuso que algo le podría estar haciendo.

Leonhart por el contrario estaba por los pasillos de la casa buscando a Margaret, cuando llegó hasta el tercer piso en donde se encontraban las habitaciones logró escuchar la voz de Margaret maldiciendo a alguien.

De inmediato corrio hasta la habitación de donde provenía el sonido, abrio la puerta y noto lo que pasaba. En el suelo, Rose estaba tirada mientras Margaret estaba sobre ella haciendo presión con sus manos sobre su cuello.

— Maldita maldita maldita!...— Le decía Margaret.

— Margaret dejala! — Le dijo Leonhart corriendo hasta levantar a Margaret y hacerla a un lado.

Rose se levanto tambaleandose, respiro agitada y sobo su cuello para después mirar la puerta de la habitación abierta.

— ¿Querías matarla..?!!— Le dijo Leonhart.

— Callate!!. Esa perra estaba llamando tu atención! Crees que no vi como la veias!?— Le dijo Margaret notoriamente furiosa.

Al verlos distraidos, Rose no lo dudo y salio corriendo de la habitación, casi al instante Margaret salió tras de ella siendo seguida por Leonhart quien quería parar más agresiones contra Rose.

Por fin Rose llegó hasta las escaleras y comenzo a bajar hasta toparse en un pasillo a Claramond, al verlo no lo dudo y corrio hasta abrazarlo con fuerza notándose muy alterada.

— ¿Donde estabas?.. ¿Que pasa?..— Preguntó Claramond preocupado. Margaret y Leonhart bajaron las escaleras y al ver a Claramond se quedaron helados. — ¿Que le hicieron...?— Preguntó algo molesto.

— E-estabamos charlando, pero ya sabes como se pone... Salió corriendo de repente — Dijo Margaret caminando hasta ellos. — Hermanita preciosa, estas bien?..— Preguntó Margaret fingiendo preocupación.

— Vallase a actuar a otro lado... — Dijo Claramond poniéndo a Rose tras de ella. Margaret se cruzo de brazos mostrándose molesta y sin pelos en la lengua, hablo.

— Deberías de cuidar a esa estúpida... Esta comprometida y anda vestida de puta. Debería de cuidarse, quizá no es una chiquilla inocente, asi como con mi hombre seguro solo busca mostrarle a alguien su cuerpo — Dijo Margaret.

— ¿Ah si?. Al menos ella no se desnuda frente a las cámaras solo para sacar dinero, ella no vende fotografías lascivas de su cuerpo solamente para dar de que hablar.— Le dijo Claramond. Al escucharlo, Margaret se noto alterada y de inmediato intento abofetarlo sin embargo Leonhart sujeto su mano.

— Ya fue suficiente... estoy arto. — Dijo Leonhart. — Por favor disculpela, tanta belleza no la deja pensar — Le dijo el a Claramond.

Sin más Claramond tomó a Rose y se dispuso a bajar las escaleras para irse con ella.

Margaret y Leonhart se quedaron en el pasillo, Margaret ardiendo de la rabia se enfrento a el.

— ¡Que te pasa!? ¿¡Por que no me defendiste!!?— Le grito Margaret.

— Tú te buscaste eso!. Yo no estoy para defenderte de tus estúpidos berrinches! — Le dijo Leonhart.

— Soy tu novia!! Tu futura esposa!! Debes de defenderme!— Le dijo ella.

Leonhart fruncio el ceño y la sujeto de los hombros con algo de fuerza.

— Pues estoy arto.. estoy arto de ti. Eres una salvaje! Y ese hombre tiene razón, respeto tu trabajo de modelo pero jamás el hecho de que vendas fotografias intimas!... Estoy arto de tu caracter así que esto se acabo. — Le dijo él terminando por tomar su mano para quitarle el anillo que tenía el dedo.

— Espera que haces.... — Dijo ella nerviosa.

El se acercó a la ventana y sin pensarlo dos veces lanzo el anillo por esta misma. Margaret corrio hasta esta y miró buscando ver donde callo aquel anillo.

— se acabo Margaret... no quiero saber nada más de ti, lo nuestro se acabó.. — Le dijo Leonhart antes de irse.

Margaret se quedo en la ventana, las lágrimas cubrieron su rostro y después apreto los puños notándose furiosa...

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