Capítulo 12

Todo el día ambos estuvieron desempacando y acomodando sus cosas en su ahora nueva casa. Rose estaba bastante animada por lo que Claramond estaba feliz de que ella lo esté.

Llegando la noche ya habían terminado de acomodar todo por lo que ahora se encontraban exhaustos.

— Puedes darte un baño si gustas... Debo hacer unas cosas del trabajo. ¿Quieres salir a cenar o cenamos aqui?— Preguntó Claramond estando sentado en una esquina de la cama. Rose le miro de reojo y después abrió un poco la boca para hablar.

— Aq-aquí.. — Dijo ella para después levantarse e ir corriendo hacia el baño.

El le miro irse y con una sonrisa se levanto para ir a su despacho.

Rose entro al baño en donde preparo la bañera para relajarse. Estaba ahi metida en el agua disfrutando de ver como su cabello flotaba en el agua. La bañera era grande, fácilmente entraban 4 personas por lo que Rose lo uso como una piscina, moviéndose de un lado a otro aun sin saber nadar.

Tras varios minutos de estar ahí, Rose finalmente salió envuelta en una toalla hasta la habitación, en donde busco su ropa para ponerse antes de salir del cuarto.

Claramond por otro lado estaba en su despacho haciendo una llamada mientras escribía algo en el computador.

— Lo entiendo a la perfección. Sin embargo ese fue un pedido que realicé con tiempo para evitar esta situación. Asi que espero resuelva esto como se debe, mañana quiero todo ese material en el hospital de New York, de lo contrario retiraré el pago y nuestras compras quedarán canceladas — Dijo Claramond colgando la llamada para después escribir en el computador algo rápidamente.

Mientras escribía, Rose entro a la habitación, miro con detenimiento lo que hacía y camino hasta estar frente a su escritorio.

— Te ves bien, hueles bien. ¿Estás lista para cenar?. ¿Que te gustaría que prepare?— Preguntó Claramond aún escribiendo pero esta vez con una sonrisa.

— Y-yo... Co-cocinar... Yo coci-cocinare— Dijo Rose. Claramond le miro dejando de escribir y le mostro una sonrisa.

— Estoy segura de que cocinas como los mismos ángeles. ¿Necesitas que te ayude?— Preguntó él a lo que ella negó con la cabeza. — Bueno, te lo encargo. Terminaré de hacer unas cosas e iré ¿si?— Le dijo.

Ella asintió y salio del despacho con bastante calma hasta lograr llegar a la cocina. Ahí ella puso manos a la obra y se dispuso a cocinar una cena para los dos.

Claramond se quedo en su despacho escribiendo en la computadora hasta que una llamada más lo interrumpió. Al tomar su movil y ver de quien se trataba, el suspiro y dejo sonar el teléfono sin contestar la llamada.

Se trataba de Melisa, sin embargo Claramond suponía ya que es lo que ella quería por lo que no sentía importante el contestar la llamada si de todos modos terminarían en lo mismo.

Pasaron algunos minutos y la insistencia de Melisa hizo suspirar a Claramond, termino por responder la llamada con algo de molestia.

— Melisa, te pedi que no me llamaras a este numero— Dijo el.

— Por favor... te necesito justo ahora...— Dijo Melisa al otro lado del teléfono. Claramond noto algo extraño en su voz, se escuchaba debil.

— ¿Que es lo que hiciste?...— Preguntó Claramond poniéndose de pie.

— Solo tome unos cuantos tragos... queria recordar lo que hicimos antes... Por favor ven... no puedo moverme... me siento mareada — Dijo Melisa. Claramond era listo, sabía que esa era una forma de ella para tener lo que quería, sin embargo no caería.

— Si tomaste mucho, mañana tendrás una cruda algo dura, mañana te llevare medicinas ahora no puedo ir asi que cuídate. — Dijo Claramond colgando la llamada para después apagar su teléfono.

Se sentó de nuevo sobre su silla y siguió escribiendo hasta que finalmente terminó. Imprimió unas hojas y las firmo con tinta azul para después guardarlas en una carpeta y levantarse para salir del despacho.

Miro en la cocina al salir, a Rose cocinando bastante tranquila por lo que terminó por ir hacia ella.

— Termine con el trabajo. ¿Que tal te va a ti?— Preguntó él. Ella se dio media vuelta y sonrio un poco para después servir en un plato la mitad del desayuno.

— Vaya, filete de pescado y pasta. Que delicioso se ve — Dijo Claramond con una sonrisa.

Ella sirvio en otro plato el resto de la comida y después ambos fueron al comedor para comenzar a comer. Disfrutaron de una cena bastante tranquila, al acabar Rose se dispuso a lavar los platos con ayuda de Claramond hasta que un sonido lo hizo sorprenderse.

Era su movil, más específicamente su movil de trabajo mismo al que solo marcaban a esas horas cuando eran emergencias.

— Espérame un poco — Le dijo Claramond a Rose para asi caminar hasta salir de la casa y ahí responder la llamada.

Rose se quedo mirandole hasta que se fue, apenas se fue ella termino por lavar los trastes y después camino hasta la sala en donde se sento en un sofá a esperar.

Poco después Claramond entro rápidamente notoriamente alterado, camino hasta su despacho y tardo unos segundos ahí para después salir e ir hasta el cuarto.

Rose se quedo confundida y se levanto para ir directo hacia la habitación ahí abrio la puerta y vio a Claramond cambiándose a su ropa de trabajo misma que consistía en una camisa y pantalón blanco junto con una bata.

— Rose... Lo siento debo irme. Tengo una emergencia de trabajo.— Le dijo Claramond caminando hasta ella. Ella asintió con la cabeza y solamente desvio la mirada. — Regreso mañana... Por favor duerme bien — Le dijo él para asi salir de la habitación y correr hasta salir de la casa.

Apenas se fue Rose solamente fue hasta la cama y ahí se acosto en el lado izquierdo. No tenía de otra más que esperar...

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