Cuando terminé solo la colgué y volví adentro. Al entrar sentada en la sala estaba la chica de antes esperando algo. Yo solo la ignoré y salí estabas por la puerta de enfrente saliendo a caminar, detrás de mí la chica me seguía. Pensé en ir a la montaña detrás del pueblo para ver todo desde las alturas.
Así que eso ice camine por un sendero que ya estaba marcado mientras saludaba a los que veía pasar. Seguí así hasta que llegué el final del camino que iba de subida. Apuntando a lo más alto comencé a trepar por el camino que tenía muchas rocas sueltas y la maleza lo cubría.
“Oye” dije a la chica
“¿Qué pasó” respondió ella siguiéndome el paso lento pero seguro
“¿Por qué me sigues? Le pregunte curioso ya que no se había despegado de mi
“Este es mi deber como guardia del pueblo” respondió ella con orgullo
“Y no crees que te pueda atacar como el otro tipo, ya que bienes sola” Le cuestione mientras me detenía para ver su reacción al parecer ella no se dio cuenta de ese echo y solo me siguió
Yo solo sacudí mi cabeza y seguí avanzando. Ella está vez con más cautela me siguió. Así seguimos subiendo, deteniéndonos de vez en cuando para descansar, pero sin grandes conversaciones, hasta llegar a la sima.
En lo más alto se encontraba una gran roca donde se podía parar dejándonos ver toda la vista alrededor, yo satisfecho por haber conseguido esto me acerque más a la punta de la roca para disfrutar un poco más del viento que recorría mi pelo que bailaba a su compás. La chica de igual manera se quedó con los ojos abiertos al ver la gran vista que tenía delante de ella también se acercó a la orilla para disfrutar un poco más.
“Oye puedo saber cuál es tu nombre ya que es algo incomodo llamarte la chica de los cuchillos”
“No me digas así, me llamo” cuando estuvo a punto de decir su nombre, un crujido se escuchó en la cercanía ambos nos quedamos quietos tratando de averiguar de dónde venía tal ruido cuando la roca debajo de nosotros comenzó a moverse hacia abajo.
Di un salto a un lado para evitar caer más la chica se quedó paralizada, así que tome su mano para jalarla cerca de mí, yo me aleje algo de ella ya que nuestras miradas estaban fijamente el uno en el otro. Me acerqué a la esquina para ver a donde fue a dar la roca que se avía soltado, pude ver que la roca siguió rodando hasta quedar quieta en una superficie plana que estaba a mitad de la pendiente.
“Estas bien” regrese mi mirada para ver a la chica que también veía para abajo
“Si, muchas gracias” respondió sin regresarme la mirada
“Crees que tenemos que ir a ver” pregunte apuntando a la roca que se quedó quieta
“Supongo”
Al estar los dos de acuerdo comenzamos a bajar lentamente la pendiente de la montaña para no caer. Al llegar a la parte plana donde descansaba la roca, a primera vista no era nada interesante, pero buscando más de cerca se podía ver que la roca avía raspado algo debajo de ella. Ambos nos quedamos pensando el que podría ser. Más como la roca era pesada no la pudimos mover solo nosotros dos.
Así que por el momento nos tuvimos que ir, del camino de regreso fuimos platicando de lo sucedido y si tuviéramos que avisarles a los jefes de la aldea. Cuando llegamos a la entrada el pueblo mucha gente seguí corriendo aquí allá aun preparando las cosas para esta noche. La gente al vernos nos miraba con miradas cálidas y nos sonreían amablemente, pero yo como hombre no sabía a qué se debía tales acciones.
La chica al ser llamada por algunas de sus amigas se fue corriendo en su dirección dejándome atrás. Yo solo me encogí de hombros y seguí caminando mientras pensaba en la carta que me avían dado anteriormente.
“Con que magia única, eh” fui susurrando mientras pensaba y veía el rosa sentado debajo del árbol donde avía practicado antes.
Seguí así unos cuantos minutos cuando por accidente mi dedo rozo la única espina que tenía asiendo sangrar mi dedo. Como si fuera algo natural la rosa comenzó a succionar mi sangre hasta que uno de sus pétalos se tiño de rojo por unos instantes antes de volver a su tono negro.
Yo solo me quedé sorprendido por todo lo sucedido en tan solo cinco segundos. Fue así cuando de repente un nombre de algún tipo de magia pasó por mi mente.
“Interferencia de hilos” fue ese el nombre de la magia. Pero aun así no sabía cómo utilizarlo. Así que me puse a meditar acerca de ello cuando una vez más pude ver algunas corrientes mágicas yendo aquí y allá, abrí los ojos y esta vez por alguna razón quise tocar uno, al mover mis dedos para hacerlo esta vez no se dispersó en el aire si no que solo lo moví para otro lado.
“OK, ya voy entendiendo” volvía decir para mí mismo mientras jugaba con otros hilos mágicos.
Mientras seguía haciendo eso una idea se me vino a la mente. Así que me puse de pie y volví a concentrarme, pero esta vez para que esos hilos salieran de mí. Pude sentir como iba recorriendo mi cuerpo hasta llegar a la palma de la mano. Cuando abrí los ojos ay se podía ver una cuerda hecha de hilo delgado, comencé a moverla en la mano para acostumbrarme a su sensación. Así que relaje mis ojos y ya no la podía ver, pero aún la podía sentir.
Fue entonces cuando saque uno de mis cuchillos y en una pequeña abertura que ya tenía hecha lo amarre lo mejor que pude.
“Espero que esto funcione” dije mientras aventaba ese cuchillo al árbol clavándose en él, así que era momento del siguiente paso y era recuperarlo, así que tome el hilo que también avía amarrado en mi muñeca, lo jale hacia mi asiendo que el cuchillo se soltara y regresara a mi mano como algún tipo de mecanismo. Concentré la mirada una vez más y lo volví a lanzar, así pude ver como el hilo se estiraba y encogía al momento de recuperarlo. También traté hacer varias cosas como girarlo en círculos, pero al hacer eso el hilo se rompía. Así que por el momento solo podía lanzarlo y recuperarlo.
Satisfecho con el progreso que ice regrese a la casa de los jefes de la aldea, ya que ay deje secando la ropa que tenía puesta. Al llegar y comprobar que todo estuviera en orden entre a la habitación que me habían prestado donde yacían el resto de mis cosas. En una de las mesas estaban el par de cosas que parecían unas muñequeras. Al pensar que eran eso procedí a meter mis manos en ellas acomodándolas y agarrarla con las cuerdas que tenía. Esto me recordaba a cierta franquicia de juegos de asesinos.
Comencé a recordar esos juegos y pensar que yo quería una de sus armas cuando era más joven. Así que me puse a imitar una de técnicas jalando mis muñecas para atrás haciendo que sonará algo. Sorprendido por lo sucedido lo volví a intentar, pero esta vez analizando la situación con más calma.
“Este dios sabía que es lo que iba hacer” me queje mientras sacaba los cuchillos y los ponía en la mesa. Al verlos con más detalle ambos tenían una hoja de ambos lados con su punta en el medio en los mangos de estos tenía tornillos que dudaba que existieran en este mundo así que con la ayuda de la punta se los quite dejando ver los espacios que tenía dentro.
“hora del segundo paso” dije emocionado mientras también le quitaba los tornillos al mecanismo para meter el cuchillo. Al hacerlo solo fue cuestión de ponerlo y el mecanismo por sí solo lo acomodo, paso lo mismo con en otro. Así que apresuradamente me los coloqué y procedí a sacar la hoja y meter la hoja.
“Espero no tener que cortarme un dedo” dije burlonamente mientras jugaba con mi nueva arma.
También algo que tenía era una pequeña palanca que al momento de girarla no dejaba que la hoja saliera. Algo muy conveniente si me preguntas. Quise seguir jugando con las cosas, pero tocaron a la puerta.
“Si, quien es” pregunte acercándome a la puesta
“Soy yo, joven Zeia” respondió la voz de una mujer del otro lado
“Quien yo” volví a preguntar sarcásticamente ya que no conocía a nadie.
Ahora entiendo cómo se sentían cuando decía lo mismo en mi anterior mundo.
Abrí la puerta y parada enfrente ella se encontraba una joven con el mismo atuendo que la chica de los cuchillos, pero con su color de piel algo más claro y su pelo de un tono castaño claro casi tirando a rubio.
“Si, dime” después de unos instantes para verla, pregunte cuál era su asunto conmigo.
“Este, la anciana del pueblo me pidió que te llamara” me dijo algo nerviosa sin querer mirarme a los ojos.
“Enseguida voy” respondí mientras me ponía la chaqueta encima para ocultar las muñequeras más fue inesperado ya que ambas se veían solo como eso unas simples muñequeras un una pequeña palanca o botón mire quien lo mire. Algo dudoso volví a girar la palanca y saqué la hoja sin problemas más todo el mecanismo no se podía ver. Sin investigar más la volví asegurar y salí para ir a la sala donde me esperaba la anciana.
Al llegar solo ella estaba ay sentada, tomando algo en una tasa me acerque a ella sentándome frente a ella donde también se encontraba una tasa con Te que aún estaba caliente. Comencé a beberlo cuando la anciana comenzó a hablar.
“Joven Zeia, unas ves más te estamos agradecidos por lo que as echo por nosotros y como muestra de gratitud la fiesta de esta noche es en tu honor” dijo la anciana con respeto asía mi
“No merezco tal cosa señora, solo ice lo que es natural cuando alguien amenaza con la vida de las demás personas” le conteste explicando mis razones más ella tenía una cara de felicidad y agradecimiento
“aparte de valiente eres humilde eso ya no se encuentra hoy en día” me elogio aún más por una cuestión que no entendía
“Me halaga con sus palabras” fue lo único que le pude contestar ya que me sentía apenado
“Y dime joven Zeia ¿cuáles son tus planes para seguir?” Pregunto la anciana aun tomando Te
“Pienso buscar a mi maestro yendo a la capital del reino” Le respondí aun siguiendo la historia que tenía como guion
“Ya veo y no has pensado en tener compañía en tu viaje, ya que para llegar a la capital toma más de una semana” Pregunto la anciana mientras levantaba una ceja
“No la verdad es que no, no me podría presentar a mi maestro con una persona que no conoce” respondí con una sonrisa marga ya que si seguía así mi fachada se caería en cualquier momento.
“Ya veo, es una pena, muchos de los jóvenes aspiran a salir de este pueblo para ganarse la vida en otro lado, pero el camino es muy peligroso para ir solos. Así que pensé que con tu ayuda podrían llegar” comenzó a decir la anciana mientras suspiraba por lo dicho
Me era una pena ver a un anciano así, pero quería evitarme llevar a gente que apenas conozco. Así que solo seguí tomando mi Te como si nada. La anciana al ver que no me compadecí de su situación solo se encogió de hombros y siguió tomando de su propia tasa.
Seguimos hablando de cosas irrelevantes y de lo sucedido en la montaña más ella no pudo responderme el que avía ay y dijo que mandaría a alguien a investigar. También hablamos de cómo se fundó este pueblo y la gente migro aquí para buscar algo de paz. Hablamos hasta que pasaron que llego el momento de que comenzará la fiesta o el banquete que avían estado preparando desde la mañana.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 62 Episodes
Comments