Capítulo 4.2

Cuando eso termino un espacio vacío se formó en el aire como si todo el oxígeno se fuera de ese lugar, pero inmediatamente se volvió a llenar.

Abrí lentamente los ojos para darme cuenta de que ya los pescadores se estaban yendo. Así que me levante y camine en la dirección a la que iban. Antes de llegar camine más lentamente para no asustarlos ni nada por el estilo, así que me acerque para hablarles.

“Hola, ¿qué tal les fue la pesca?” pregunte amistosamente mientras levantaba una mano.

Ambos hombres se sorprendieron al escuchar una voz desconocida y con cautela miraron la mi dirección.

“Hola que tal chico, nos fue bien” respondió el sujeto A aun con algo de cautela en su mirada

“Valla que bien, me alegro por ustedes” dije tratando de que dejaran de sospechar

“Si muchas gracias y que es lo que te trae por aquí” volvió a decir el sujeto A mientras el otro buscaba algo en el bote

“Verá, estaba por estos rumbos con mis amigos de casería cuando me separe al perseguir a mi presa y lamentablemente me perdí, por eso me acerque a ustedes ya que no conozco estos rumbos” me excuse con una historia algo trivial.

“O ya veo, sí que es lamentable tu situación, gustas que te ayudemos con algo” respondió el tipo A compadeciéndose algo de mi

“Si no es mucha molestia me gustaría ir a su pueblo para poder enviar una carta” dije algo apenado por la petición

“Claro no ay problema, nuestro pueblo no queda tan lejos, si nos pudieras ayudar a llevar unas cosas te lo agradeceríamos” dijo esta vez el Hombre B aun sacando cosas de su bote.

Solo asentí y me acerqué para sacar las demás cosas del bote, que era una red y varias cañas. Al no ver un carro o algo parecido supuse que iríamos caminando. Y como la espere así fue, empezamos a caminar. Yo al no estar acostumbrado a cargar este tipo de cosas lo puse alrededor de mi cuello y las cañas atravesadas. Así fue nuestro camino hasta que al cruzar una colina se podía ver un pequeño pueblo a la distancia que se encontraba al pie de la montaña.

“Eh ay nuestro pueblo” dijo el hombre A como si fuera un guía turístico

No era un gran pueblo, pero tenía algo que te daba tranquilidad solo con observarlo. Seguimos caminando hacia la entrada mientras me perdía en mi cabeza.

Estaba a punto de preguntar el nombre del lugar, cuando un grupo de niños se acercaron corriendo, más cuando me vieron empezaron a bajar su velocidad.

“Ey niños vengan ayudar a su viejo padre a cargar esto” dijo uno de los dos hombres bajando las cosas que tenía en la espalda

Al escuchar eso dos niños volvieron a correr al lado de su padre y comenzar a cargar ellos las cosas, con la misma energía los otros niños fueron a otro hombre para ayudarlo. Los niños regresaron corriendo.

“tenemos que seguirlos para que sepas donde dejar esas cosas” dijo el hombre A.

“Entendido” respondí con una sonrisa irónica.

Ambos hombres me guiaron dentro del pueblo, hacia lo que parecía una bodega donde los niños ya se encontraban acomodando las cosas. Yo solté lo que tenía y lo acomodé donde me dijeron. Al terminar los niños salieron corriendo a quien sabe dónde.

“Entonces Joven quieres escribir la carta de una vez para enviarla por la mañana” pregunto el hombre que se quedó conmigo.

“No gracias, por el momento me gustaría descansar” comencé a negarme ya que se me había olvidado el verlos dicho eso y no tenía ningún remitente.

El hombre se me quedo viendo con algo de sospecha. Comencé a ponerme nervioso de como reaccionaria pero un fuerte ruido nos distrajo. Y ese fue el crujir de ambos estómagos, ambos nos miramos y nos reímos.

“Quiero suponer que tampoco as comido” pregunto el hombre

“Me temo que no” respondí algo apenado.

“Entonces que párese si me acompañas a comer”

“Claro por qué no” dije algo feliz por mi primera comida en este mundo.

Entonces el hombre se metió dentro del almacén y sacó dos peces bastante grandes de un color rojizo con grandes dientes. Empezó a caminar y yo fui detrás de él. Mientras estábamos caminando mucha de la gente se me quedaba viendo como a un animal. Yo también les respondí sus miradas con duda.

“No les hagas caso, suelen reaccionar así ya que no tenemos muchos visitantes” dijo el hombre también mirando en sus alrededores.

Seguimos caminando hasta llegar a una casa de madera apartada de las demás. Entes del tocar la puerta se abrió dejando ver a una señora como de treinta años con una mirada tranquila y una sonrisa en su rostro.

“Bienvenido a casa querido” dijo la mujer acercándose al hombre y dándole un dulce beso.

“Estoy de regreso” dijo el hombre abrazándola y respondiendo a su beso

Yo solo me pide quedar ay incomodo por la situación, más no quise intervenir ya que parecía no haberse visto por un tiempo. Seguí mirando por los alrededores hasta que la mujer se fijó en mí y al verme se puso nerviosa poniéndose detrás de su esposo, el hombre también volteo a verme y apenado pidió disculpas. Yo solo les pude sonreír divertido por sus reacciones.

Todos entramos en la casa y como era de esperar esa algo pequeña de dos habitaciones una cocina y un poco más. Ambos me invitaron a sentarme en la mesa y accedí ya que estaba algo cansado. Entonces el hombre entregó los dos pescados a la mujer quien de inmediato los comenzó a cocinar. El hombre se sentó enfrente mío comenzando a platicar.

“Me recuerdas que estabas haciendo antes de encontrarnos” dijo el hombre directamente sin titubeos

“Como ya les avía dicho estaba cazando con unos amigos, cuando me separé de ellos para ir a seguir a mi presa me perdí” volví a contar la historia que avía inventado.

“Ya veo, ya veo, pero no conozco a nadie que case con ese tipo de ropas” dijo el hombre con un buen punto

Mierda se me avía olvidado que aun traigo las ropas de la escuela, por qué no hacerte lo que había en la caja.

“Pues vera, la ropa que traía puesta, fue rasgada por una vestía y la tuve que cambiar por esta que traigo actualmente” dije lo primero que se me vino a la mente sin entrar en pánico.

“Eso tiene más sentido, pero eso quiere decir que eres de una familia noble” volvió a presionar con otra pregunta difícil

“Me temo que no es así, estas ropas pertenecen a mi maestro quien fue tan amable de prestármelas, pero me temo que ellos ya se habrán ido fuera del reino” dije algo apenado esperando que me creyeran.

“Es una pena la verdad, pero a que se dedica este maestro tuyo” siguió insistiendo

Antes de que pudiera responder la esposa se acercó y le pego con una cuchara que tenía en su mano. Me mordí al labio para no reírme ya que fue tan repentino.

“Querido no incomodes a nuestro invitado” dijo la señora con una sonrisa aterradora.

El hombre comenzó a sudar frío y se puso recto en la silla. Yo instintivamente también acomode mi posición. La señora al vernos así volvió a sonreír satisfecha y se volvió a la cocina.

“Una cosa más cuál es tu nombre joven” después de un rato el señor pregunto.

“Oh claro todavía no me presento, mi nombre es Atletl Zeia” respondí lo más natural posible

“Mucho gusto Atletl mi nombre es Ernesto y el de mi esposa es Beca” el extendió su mano la cual yo respondí.

Entonces la señora se acercó con tres platos de comida y se sentó alado de su esposo y comenzamos a comer. Después de un rato de haber terminado como el señor y la señora salieron de la casa traté de seguirlos más me insistieron en quedarme, así que eso hice.

“Ahora que poder hacer aquí” dije mientras me recostaba encima de la mesa estirando mis brazos.

En ese momento recordé todo lo que me avían dado. Y lo saqué de mis bolsas. En primer lugar, tengo estas cosas que párese un tipo de mecanismo alargado con algunas correas, cuando lo vi pensé que iría en el cinturón, pero al intentar ponérmelo no embonaba entonces comencé a tocar por todas partes para ver si hacia algo más nada paso. Por el momento lo dejé de lado. La segunda cosa que saqué fue la cosa de cristal en forma circular. A primera vista solo era eso cristal, más suele reaccionar de vez en cuando, así que también lo dejé de lado. Y por último fueron los dos cuchillos los cuales no tenían nada en especial.

Otra cosa que también tenía encima de mí fue el libro que encontré que explicaba la magia. La cual por el momento no entendía del todo bien. Después de ver mis cosas las volví a guardar y salí de la casa para ver los alrededores. Al salir no se podía ver casi a nadie en las calles a pesar de ser un pueblo chico. Así¡que sin algún rumbo fijo comencé a caminar.

Después de un rato llegué cerca de un árbol que se alzaba solo en una pequeña colina, me quedé alado del mientras me recargada en el tronco.

“Así que esto es un muevo mundo” dije para mí solo mientras veía a la distancia.

Fruncí un poco la seño al pensar que es lo que estará haciendo Lua en su propio mundo. Después de un rato pensando saqué ambos cuchillos balanceándolos en las manos. Y me puse a recordar lo que me enseñó un maestro. Me alejé algo del árbol y comencé a lanzar lo en su dirección

“No sé cómo el dios supo que este era el peso ideal para lanzar” dije volviendo a lanzar un cuchillo el cual se clavó alado del otro

Así estuve un rato lanzándolos, recogiéndolos y volviendo a empezar. Hasta que me cansé así que me senté y comencé a retomar mis lecciones de magia. Volví a meditar y esta vez ya podía ver los pequeños flujos de magia mero solo en pequeños hilos que estaban flotando en el aire, pero eran muy finos más que un cabello. Traté de tomar uno más se rompían y se dispersaban, ya alcanzando ese punto pensé el ya poder manipularla así que saqué de nuevo el libro para volver a estudiar.

“Hechizos mágicos: de fuego, de agua, de viento, de tierra, raros, de luz, de oscuridad” fui pasando las páginas solo deteniéndome para leer el tipo de página que era hasta llegar a la oscuridad.

“Magia de oscuridad: ya que esta magia no es tan conocida y no tiene muchos usuarios, algunos se las han ingeniado para ocuparla ya sea manipular a la gente u animales como el convocar a distintas bestias. Esta magia suele manipularse por la imaginación del mago que la usa”

“Entonces no ay mucho que yo pueda hacer, creo que debí haber elegido alguna otra” dije a mi pesar mientras seguía dándole vueltas a las páginas.

Seguí así hasta que la sombra de la noche comenzó a caer más profundamente. Así que me levante y me regrese a la casa, al llegar vi que la puerta estaba medio abierta y sin dudarlo entre al cruzarla pude ver a la pareja sentada en la mesa. Cuando me vieron entrar ambos me voltearon a ver y con sus miradas me dijeron que me sentará y eso fue lo que hice.

“Saliste algún lado” pregunto el señor con su mirada seria. Yo solo asentí algo incomodo por su mirada.

“Y no te encontraste con nada o nadie cierto” volvió a decir aún más serio que antes.

“No, solo fui cerca de un árbol en una colina, ¿pasa algo?” al escuchar mis palabras ambos se pusieron pálidos y abrieron mucho los ojos.

“No nada de lo que te tengas que preocupar” dijo esta vez la señora, poniéndose de pie y entrando a su habitación en hombre la siguió después de regresar a verme.

Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play