Capítulo 2.1

“Segunda prueba, Cruzar en el momento justo” murmuré para mí, más la chica que no me había parado de seguir. Me logro escuchar y frunció el ceño en desaprobación.

“¿Como quieres que crucemos eso?” dijo haciendo que varias cabezas voltearan en nuestra dirección

“No te preocupes, esto no requiere nada en especial solo velocidad”

“Entonces si es así, quiero ver que lo intentes tu primero

“Será un placer” conteste medio en broma. Más aun así yo tenía que ser quien lo hiciera primero.

Mi pequeño amigo perruno camino conmigo unos pasos hacia atrás, poniéndome en una posición de carrera.

Las piedras tenían una distancia de quinientos metros de largo y trescientos de alto. Y el tiempo en el que chocaba era casi de un minuto y retrocedía en uno y medio.

Cuando las rocas chocaron entre ellas corrimos hacia adelante a toda velocidad. Unos pocos metros antes de topar con pared, comenzó a abrirse de par en par al ver la pequeña entrada que se había formado el perro corrió delante de mí con más velocidad. Al igual que él trate de ponerme a su ritmo. Ambos corrimos por doscientos metros cuando las piedras llegaron a su tope. Lo que daba la señal de que solo tenía un minuto más antes de que se soltaran pensando que no lo iba a conseguir pensé en rendirme, ya que mis pies quemaban y me costaba respirar.

“Este puede que sea, en fin, de este viaje. Voy a morir” comencé a divagar para mí mismo. Cuando pude darme cuenta de lo que había dicho.

“Morir. ¡Ja! Si ya estoy muerto. Lo que quiere decir que no tengo el limitador de los vivos no necesito respirar y es solo una ilusión que me duelen los músculos”

Con mi nuevo conocimiento cerré mis ojos apagando mi dolor y mi respiración. Al pasar un segundo mi teoría era correcta. No me cansaba ni nada de eso así que corrí mucho más rápido de lo que estaba haciendo. Justo en ese momento que comencé a acelerar un chasquido sonó fuertemente dando entender que ambas rocas se aproximaban más rápido de lo que pensaba ya solo estando a varios metros.

“55, 56, 57, 58 ,59 ,60"

Al terminar mi cuenta atrás se pudo escuchar el choque de las rocas. Frente a mí pude ver a un pequeño perro sacudiendo su cola en felicidad al verme llegar.

“Ey amiguito, ¿piensas acompañarme todo el viaje? Le pregunte

“Wuuf” ladró poniéndose de pie recargándose, en mi meneando su cola con más felicidad.

“En ese caso te pondré un nombre” dije

“wuuuff” Me respondió con un ladrido.

“Sombra. ese será tu nombre que te parece” a pesar de que el perro no era de un color oscuro, se me ocurrió ya que desde que nos vimos no se ha separado de mi como si fuera mi sombra.

Al decir su nombre. como si fuera algo místico, el mismo perro cerro sus ojos como si se estuviera concentrando. Yo en silencio me quedé mirando. Un momento después sus orejas se empezaron a extender en forma triangular sus dientes comenzaron a crecer su pelaje se comenzó a oscurecer y el mismo empezó a crecer, todo esto delante de mí.

Ahora parecía a unos de esos perros siberianos.

“No sabía que se podía hacer eso” pensé para mí

mismo parpadeando un par de veces para ver si no estaba viendo mal. Y al parecer si vi bien ya que se acercó a mi comenzando a caminar en mi alrededor.

Las piedras chocaron una vez más detrás de mí, voltee para ver si alguien se animaba a seguir y en realidad así fue. y como ya me esperaba era esa chica que al igual tenía a su acompañante, que era un perro Golden retriever, si no me acuerdo mal. La apertura se fue extendiendo poco a poco y al parecer al igual que yo se dio cuenta que ya no tenía sus limitadores humanos.

Me acerqué en el limité de donde chocaban las rocas. Y extendí la mano asía ella, esperando que lo tomara ella también extendió la suya más las rocas se estaban acercando cada vez más. Su perro logró cruzar y antes de que chocarán las rocas, nuestras manos se tomaron haciendo que instintivamente la jalara hacia mi haciendo que ambos tropezáramos ella cayendo encima mío.

“Haah, Haah. Eso fue, aterrador gracias por ayudarme” dijo la chica respirando con dificultad a pesar de no era necesario.

“No ay de que, es lo menos que podía hacer” Le sonreí levemente. Ella aun estando encima de mí se sentó en mi estómago.

“Oye me da gusto que estés bien, pero te podrías quitar de encima” dije algo nervioso.

Al escuchar mis palabras ella rápidamente se levantó de donde estaba y avergonzada miró hacia otro lado.

“Creo que no nos hemos presentado mi nombre es Atletl Zeia” dije a la chica para cambiar el tema.

“O es cierto, mucho gusto Atletl mi nombre es Lua” me respondió extendiendo su mano la cual yo respondí

“Es todo un placer el por fin saber tu nombre, señorita Lua” dije poniendo mi mano en mi pecho e inclinándome levemente

“No tienes que ser tan educado conmigo. Ya una vez que nos presentamos, ¿sabes que es lo que sigue después de esto?” me pregunto Lua con duda

“Claro es la montaña de los pedernales. Donde unos tienen que pasar con el riesgo de ser cortado” le respondí sin más.

“No suena, muy atractivo que digamos” digo Lua frunciendo su cara.

“Lo sé, yo pensaba continuar ya que nadie más se está atreviéndose a cruzar” dije sin más

“No crees que deberíamos espera un poco más para que siguiéramos en grupo”

“No creo” Al decir esas últimas palabras me di la vuelta para continuar caminando. Voltee para ver si Lua me seguía más ella estaba con su mirada fija en las rocas que chocaban. Al dirigir la mirada a ellas pude ver que las personas decidieron corres en grupo, casi todos al mismo tiempo. Uno por uno fue pasando junto con sus compañeros, más unos pocos fueron aplastados por las paredes haciendo que regresaran para el otro lado, como si se hubieran

teletransportado al principio. Me quedé viendo en espectáculo de las personas contentas de pasar, más no fue la gran cosa y continué con mi camino. Viendo que Lua y yo comenzamos a caminar los demás también empezaron a seguirnos algunos platicando entre ellos y también otros en silencio.

Al caminar se podía ver en los alrededores, como sobresalían del piso algunos picos de piedra de distintos tamaños. entre más caminábamos se fueron viendo más y más. Dándonos a entender que ya estábamos en la tercera prueba. Entre más avanzamos la nieve se comenzaba a formar poco a poco haciendo que muchas de las piedras se escondieron entre ella.

Un chico en particular continúo avanzando sin ninguna precaución, y piso accidentalmente una de ellas perforando su pie.

“aaaauuugh” el grito de dolor de aquel chico fue tan intenso, como si se estuviera quemando. Me acerqué a uno de los picos y pinché uno de mis dedos sobre ella. Espere un rato para ver si pasaba algo más nunca sucedió nada. Lua al ver mi acción también pincho uno de sus dedos y tampoco reacciono a ningún dolor, ni nada. Nos volteamos a ver para confirmar lo que sospechábamos.

“Crees que no sintamos esto, porque ya aceptamos a no apegarnos a lo que solíamos ser” dijo Lua preguntando algo de lo cual también tenía duda.

“Supongo que tienes razón, muchos de ellos han de pensar que esto será un sueño o que nada de esto es real, por ello aun sienten dolores o cansancio. Creo que no esperaban, que ya nos hubiera desecho de nuestras dudas al principio” empecé a decir mis teorías a Lua

“Estoy de acuerdo contigo” empezó a sentir Lua dándome la razón

“¿Sabrás de una forma de pasar?, porque a pesar de no sentir dolor no quiero dañarme la piel. Ya que no va a crecer otra vez” dijo Lua algo preocupada

“Por supuesto. Con aquellos lasos que as formado, ya sean nuevos o viejos serán los que guíen tu camino” comencé a decir sin duda en mi voz

“Me sorprende que sepas todo esto, a pesar de que sea tu primera vez aquí” dijo Lua con sorpresa en su voz.

Simplemente apunte mi dedo en una dirección, y al final del dónde estaba señalando avía un cartel. Lua se quedó perpleja al mirarlo.

Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play