Capítulo 5

—Yo... no quiero estar más aquí —murmuró ella, haciendo que el duque soltara los documentos que tenía en su mano. Él la miró sorprendido.

—¿Qué estás tratando de decir? —el duque generalmente hablaba con su tono frío, pero esta vez pudo escuchar su nerviosismo.

—Quiero ir donde mi tía abuela —según los recuerdos de Evelyn, su tía la ama, ella es la hermana de su padre Luz.

...

Adric corrió hacia la Mansión principal, hacia el despacho del duque, habían pasado ya unas horas para procesar lo que había averiguado.

Llegó a la puerta del despacho y la abrió sin tocar. El duque estaba con unos funcionarios.

—¡PADRE! —gritó Adric, haciendo que el duque lo mirara.

El duque hizo una señal para que todos se retiraran, y ellos solo obedecieron.

—¿Qué pasa ahora, Adric? —preguntó el duque, quitándose los lentes.

Adric, quien estaba agotado de tanto correr, esperó hasta que su nivel respiratorio se tranquilizara.

—Es sobre Evelyn —agachó la cabeza—, es algo que acabo de averiguar.

El duque suspiró.

—¿Qué es, Adric? Dilo ya.

—Pero antes necesito que llames a Evelyn —pidió él.

El duque, que sabía que eso no sería posible, lo miró intrigado por todo el misterio que traía.

—Tu hermana ya no está en la mansión. Se fue hace una hora hacia donde tu tía —respondió con tristeza, ya que él no quería que ella se fuera, pero si eso hacía que ella estuviera bien, lo aceptaba. Después de todo, es su hija de la que estamos hablando.

—¡¿QUÉ?! ¿Por qué, papá? Esto es muy importante y ella tenía que explicarnos —exclamó Adric, alterado.

Él no entendía a lo que su hijo se refería, así que preguntó:

—¿Por qué no mejor dejas el misterio y me dices de una vez?

Adric tomó un bocado de aire para luego decir:

—Ella estaba embarazada, ella perdió al bebé...

...

En una habitación lujosa, una bella mujer se veía en un espejo mientras se peinaba y de repente aparecieron unos hombres encapuchados a su alrededor.

—Su alteza, el objetivo ha salido de la mansión —habló uno de los hombres encapuchados.

Una sonrisa se asomó en la mujer.

—Yo la quiero muerta, ¿me oyeron? —la mujer ordenó hacer un acto atroz contra alguien.

Ellos solo asintieron e hicieron una reverencia hacia ella.

—Sí, su alteza, la primera princesa Soraya —respondió el líder, quien se había acercado a ella para besar su mano.

Soraya hizo un gesto con la mano y ellos desaparecieron. Inmediatamente, ella se echó a reír fuertemente.

Pensando que uno de sus obstáculos pronto estaría muerto, esa chica solo era un impedimento para sus planes.

—Nos vemos en el infierno, maldita —murmuró antes de volver a reír.

Toc, toc.

Se escucharon dos golpes. Ella se levantó y preguntó quién era.

—Soy yo, Alex —el príncipe heredero, quien siempre la había tratado con amabilidad. Para ella, solo era un estúpido que fácilmente podría controlar.

Ella le abrió la puerta.

—Ya estoy lista, Alex —dijo con una voz angelical hacia él.

—Nos vamos —él asintió, mirando al chico.

Los dos se fueron, agarrados de la mano.

......................

El duque quedó en shock ante las palabras de su hijo. No podía creer lo que estaba escuchando.

—¿Qué dices, Adric? ¿Evelyn estaba embarazada? —preguntó con voz entrecortada.

Adric asintió con tristeza.

—¿Cómo pudo estar tu hermana embarazada si su prometido ni siquiera la miraba? —Continuó, con incredulidad.

Adric suspiró y volteó la mirada hacia su padre.

—Papá, yo nunca dije que estuviera embarazada de Daven. Él me dijo que nunca la había tocado, y yo lo conozco, él no miente.

El duque se echó a reír, pensando que su hijo tomaba su papel de broma muy en serio. Sin embargo, al ver la mirada seria de su hijo, dejó de hacerlo.

—¿Y quién te dijo eso? ¿Quién te lo dijo? —Gritó alterado.

Para él, Evelyn siempre había sido su pequeña niña, la niña de sus ojos, y aunque no lo demostrara, siempre estaba ahí para ella. La idea de que su hija hubiera pasado por algo tan doloroso como un embarazo perdido le resultaba incomprensible.

—Su doncella, Sara, ella se lo dijo, no directamente, pero sí dando a entenderlo.

—¿Quién fue el que la embarazó?

—No sabemos, pero tengo una sospecha de que fue ese tal David del que ella tanto menciona.

El duque solo pudo pensar con las lágrimas en los ojos, su hija no había confiado en él, ni siquiera le había contado sobre su estado. Porque si ella se lo hubiera dicho, él estaría feliz por ella, pero ahora se siente el peor padre del mundo y ya no podía reclamarle porque, en parte, fue su culpa por alejarla.

(¿Quién eres, David, y por qué mi hija sufre tanto por ti?) pensó el duque..

......................

Ya había pasado una hora en camino hacia la casa de la tía de Evelyn y el viaje había sido tranquilo, con solo un par de turbulencias pero nada grave.

Evelyn estaba mirando el techo del carruaje cuando de repente sintió un estruendo y gritos afuera. Se asustó y decidió asomarse, pensando que se trataba de un grupo de bandidos, pero en realidad eran unos encapuchados. Abrió lentamente la puerta para salir, pero uno de ellos la vio y se acercó rápidamente. Sin pensarlo dos veces, Evelyn se lanzó sobre él y lo golpeó fuertemente hasta dejarlo inconsciente.

Cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, el carruaje ya estaba en llamas y su vestido estaba lleno de suciedad. El humo del incendio llegaba a su nariz.

Otros encapuchados se acercaron y ella trató de defenderse, pensando que era demasiado tarde y que había perdido su segunda oportunidad. Se sintió derrotada y se dejó caer, pensando que iba a morir. Sin embargo, antes de perder el conocimiento, escuchó voces cercanas.

También pudo ver cómo los encapuchados escapaban, pero después de eso todo se volvió oscuridad.

---------------nota del autor---------------

espero que le haya gustado el capítulo

Gracias por leer💋💕

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