Capítulo 12

—Me explicas qué mierda es esto, Soraya— gritó Adric al entrar en la habitación de ella. Soraya, que estaba distraída, se sobresaltó.

—Oh Dios mío, Driki, ¿me quieres matar del susto?— dijo ella, ocultando su nerviosismo.

 (¿Qué has encontrado, estúpido?)pensó, maldiciendo.

—Te dije que no me llamaras así—dijo Adric, arrojando el sobre sobre la mesa de té de Soraya.

—No sé de qué hablas— Soraya fue interrumpida al abrirse la puerta.

 Alex, que estaba agitado por haber perseguido a Adric, entró en la habitación.

—Por Dios, Adric, ¿qué te pasa?—preguntó, molesto.

—Cállate, Alex, esto es algo serio—respondió él.

Alex se acercó a Adric y lo amenazó.

—Adric, que no se te olvide que soy el príncipe heredero y no me sería difícil ordenar la captura de un duque—lo miró desafiante, pero Adric solo se echó a reír.

Él se acercó al oído de Alex y dijo: —No me quieres como enemigo, Alex, porque soy capaz de traer de vuelta al verdadero dueño de ese puesto. Así que no des pasos en falso, amigo.— La cara de Alex se entumeció de enojo.

Después de eso, Adric se volvió hacia Soraya y preguntó: —Entonces dime por qué mentiste acerca del veneno, por qué inculpaste a Evelyn.–

(Mierda, ya se descubrió todo)pensó Soraya.

—Y-yo, Adric, juro que no sabía que el veneno lo hizo mi hermano. Yo no quería culparla— dijo ella, dejando que las lágrimas falsas brotaran de sus ojos.

Alex frunció el ceño y miró a Adric, quien estaba serio. —Soraya, pero Adric nunca dijo...— hubo un silencio—que el veneno era de tu hermano.—

En ese momento, Soraya se dio cuenta de su error. Ahora no solo uno, si no ambos la miraban acusatoriamente.

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Estrella se estaba arreglando en su habitación para asistir al festival de la feria en el pueblo, financiado este año por el archiduque. Este evento era especialmente significativo para Estrella, ya que tendría la oportunidad de conocer a Caled, el hijo de Lex.

Mientras se preparaba, Greeicy entró repentinamente a la habitación con Larissa en brazos.

—¿Ya estás lista?—preguntó Greeicy.

Estrella encontró extraño que Greeicy insistiera tanto en que se arreglara, algo le estaba ocultando. Además, Lex le había mencionado que le diría algo a medianoche.

—Me lo has preguntado más de diez veces, Greeicy— replicó Estrella, sospechando algo—pero ya estoy lista—

—Bien, entonces salgamos rápido—la apuró Greeicy saliendo de la habitación.

Estrella negó con la cabeza y siguió a Greeicy sin esperar, ya que afuera los estaba esperando Alexander en su carruaje junto con un niño pequeño.

—¡Lex!—Corrió hacia él en cuanto lo vio, pero se detuvo al ver al niño escondiéndose detrás.

—Estrella, te presento a Caled, mi hijo— nos presentó Alexander apartándose para que el niño ya no se escondiera.

—¿Ella es de la que me hablaste?—preguntó Caled, y Alexander asintió con una sonrisa. Inmediatamente, el niño se sonrojó.

Estrella se agachó a la altura del niño y lo miró detenidamente. Era idéntico a Lex.

—Hola, bebito. Eres tan lindo—dijo Estrella, y el niño volvió a sonrojarse.

—Hola, linda señorita—dijo Caled mientras le tendía unas flores que tenía escondidas detrás de él.

Estrella recibió las flores y le dio un pequeño beso en la mejilla al niño antes de ponerse de pie.

Luego se dirigió hacia Lex, quien le sonrió, pero su expresión cambió al darse cuenta de que no iba a recibir ningún beso también.

—Y el mío—reclamó Lex, mostrando su celos.

Sabía que Lex era muy celoso, así que Estrella no tuvo otra opción más que darle un beso también. Su cara cambió después de recibirlo.

—Bueno, ahora sí, subamos— dijo Lex, y la ayudó a subir al carruaje.

Después de eso, Caled subió al carruaje y luego ayudó a Greeicy con Larissa.

La noche apenas comenzaba.

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El carruaje los dejó en la entrada del festival y Estrella, como si fuera una niña pequeña, tomó la mano de Caled y Alexander para dirigirse a los juegos más cercanos, dejando atrás a Greeicy.

—No pues gracias por recordarme—murmuró greeicy para sí misma, pero fue escuchada por el caballero.

—No se preocupe, señorita, estaré junto a usted a pedido del señor— dijo el caballero mirándola.

Mientras tanto, con Estrella, Alexander ya había ganado varios premios en algunos juegos hasta que llegaron a un puesto de accesorios.

—Estas están muy lindas—dijo ella mirando tres pulseras.

El vendedor le sonrió y dijo: —Esta les quedaría perfecta a ustedes, son una hermosa familia—.

Estrella iba a aclarar el malentendido, pero Alexander se adelantó.

—Nos las llevamos—dijo él.

—No, no, las pago yo—negó Estrella antes de pagarlas.

Luego ayudó a Caled a acomodar la pulsera, y él quedó encantado con ella. (Es el primer regalo de mi futura mami)pensó Caled, recordando lo que le dijo su padre.

—¿Te gusta?—le preguntó Estrella.

—Sí, gracias— respondió tímidamente.

Ella le sonrió al pequeño y le tomó la mano.

—Me siento desplazado—habló Alexander en voz alta. —Yo te conocí primero, pero ya le diste hasta un regalo—

Ella negó con la cabeza y le entregó la pulsera que era para él, ayudándole a ponérsela.

El festival estaba en su esplendor y llegó un momento en el que la música y el baile reinaban, y muchas parejas danzaban. En eso, Alexander se acercó a Estrella.

—¿Me haría el honor de bailar con usted, bella dama, a este pobre hombre sin pareja?— le preguntó.

—Oh, y yo pensé que ya eras mi pareja— respondió ella, para luego jalar lo hacia donde las demás parejas bailaban.

Cuando empezaron a bailar, la música se volvió más lenta y Alexander se acercó más a Estrella. Pegó su cuerpo al suyo y le susurró al oído.

—Ya casi es medianoche—dijo.

—¿Qué pasa a medianoche?—le preguntó ella, mirándolo a los ojos.

—Es una sorpresa— respondió él.

Estrella puso su cabeza en el hombro de Alexander y cerró los ojos mientras sonreía. Ellos siguieron bailando sin darse cuenta de que ahora eran los únicos en la pista.

Para Estrella, ese momento fue muy especial. Pudo olvidarse de muchas cosas y disfrutar con las personas que quería. Después de mucho tiempo, dejó de sentir un vacío en su interior.

—Ya es medianoche, Estrella_anunció Alexander y comenzó a alejarla de las demás personas, dejando a Caled junto a Greeicy.

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Un hombre abrió los ojos de repente, mirando confundido la habitación. Después de un rato, los recuerdos empezaron a inundar su cabeza, ajenos a su propia identidad.

—Estrella, te encontraré, cariño—pensó en voz alta. —Esta vez cumpliré mi promesa, lo juro— dijo mientras apretaba sus puños con determinación.

---------------nota del autor---------------

*Inserta risa malvada* Esto realmente no va a ser como ustedes pensaban jajaja.

Y lamento no haber subido otro capítulo, pero es que bloquearon mi celular y apenas lo desbloquearon.

Gracias por leer.

Besos y abrazos 😘💋.

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