Capitulo 19

Celeste.

Miro en el espejo mi atuendo para hoy y doy un asentimiento.

Tomo mi bolso con todas mis cosas ya listas y salgo de la habitación.

Cuando llego a la sala, encuentro a Jennifer tirada en el sofá.

— ¿No vas a clases? — le pregunto extrañada, ella estudia ingeniería mecánica, siempre tiene clases muy temprano.

— El profesor tuvo una calamidad, así que no dará la clase de hoy. — dice y asiento. — Así que tengo dos horas de relax.

— Ya veo, bueno que disfrutes tus dos horas.

Me sonríe y mira con picardía.

— Y tú, disfruta tu día al lado de ese bomboncito. — colocó los ojos en blanco, ella suelta una carcajada y resoplo por su actitud.

— Nos vemos. —dogo y voy hacia la puerta, la abro y salgo de la casa, y es cuando recuerdo que no tengo el auto conmigo.

¡Maldición! ¿Cómo se me ha podido olvidar eso?

Eso te pasa por estar pensando toda la noche en tu jefe Celeste.

Suspiro y saco el teléfono del bolso, busco una aplicación de taxis, la descargo y pido uno.

________

Media hora después llegó al despacho caminando de forma apresurada. Ni siquiera puedo saludar correctamente a Brittany. Toco la puerta del despacho de mi jefe y al escuchar un pase la abro y me adentro en la oficina.

— Buenos días. — saludo sintiendo mucha vergüenza por llegar con diez minutos de retraso.

— Buenos días, señorita Cruz, ¿Se le pegaron las sábanas hoy?

— No, lo que pasó es que... Se me olvidó que no tengo auto, tuve que pedir un taxi y este tardo en llegar , ademásnhabía tráfico. — me explico mientras camino hacia mi puesto. — Siento mucho el retraso.

Colocó el bolso en la mesa y camino hacia su lugar. Él se mantiene en silencio por varios segundos, luego asiente.

— Bien, está disculpada. — dice y coloca sus ojos en su computadora. — Necesito que redacte un acuerdo prenupcial, a su correo le acabo de enviar las especificaciones que tienen que ver en este, lo necesito para esta tarde. — asiento.

— Enseguida me pongo en esas, ¿Algo más?

— No, por ahora solo eso.

— Muy bien. — doy media vuelta y camino hacia mi lugar, tomo asiento y entonces me preparo para comenzar con mi trabajo.

_______

El resto del día fue tranquilo, redacte el documento que me pidió el abogado Ivanov y lo acompañe a una cita con un posible cliente, luego volvimos al despacho y juntos revisamos unos contratos de trabajo.

— Bueno, eso es todo por hoy. — comenta mientras coloca el documento en la mesa de centro frente a nosotros, estamos sentados en los sofá que hay en la oficina para atender a sus cliente con comodidad. — asiento mientras también colocó en la mesa el documento que tengo en mis manos.

— Dígame señorita Cruz, ¿Cómo es eso de que olvidó que no tenía auto? — pregunta sonriendo de forma burlesca, mientras se recuesta en la espalda del sofá.

Sonrió apenada.

— Después de que usted me llevará a casa comencé a conversar con Jenifer, luego me puse a hacer varias cosas y pues olvide por completo lo que pasó con el auto.

— La conversación con su compañera tuvo que ser muy interesante para que se olvidara de su auto de esa manera. — Comenta y al recordar que hablamos precisamente de él siento mis mejillas arder.

— N.. no lo fue... Lo que en realidad me hizo olvidar del auto fue que me puse a estudiar lo del juicio. — miento descaradamente. — Siempre que estudio me olvidó del mundo a mi alrededor. — bueno, eso sí era verdad. — Ahora tendré que gastar dinero en taxis, hasta que puedan arreglarme el auto.

— Bueno, hoy no se tendrá que preocupar por eso. — dice mientras se coloca de pie. — Vamos, la llevaré a su casa. — parpadeo varias veces y entonces sonrió.

— Está bien. — digo y me coloco de pie.

Nos quedamos viendo a los ojos por unos segundos en silencio y nuevamente la tensión se nota entre nosotros.

— Bueno, vamos. — dice por fin interrumpiendo la atmósfera.

Asiento, va hacia su escritorio para recoger sus cosas y yo hago lo mismo.

Salimos de la oficina y nos despedimos de Brittany.

— Sé que le dije que la iba a llevar a su casa. — comenta mientras me colocó el cinturón de seguridad, lo miro interrogante. — Pero, ¿Le gustaría ir a tomar un trago? — lo miro sorprendida.

No es buena idea. Me habla una vocecita en mi cabeza.

!ay por favor! ¿Que tiene de malo? Habla otra vocecita que curiosamente se parece a la voz de Jenifer.

Bueno, lo que pasó la última vez que tomaste. Me habla la primera voz.

Terminaste siendo cargada por ese Adonis. Eso paso.

Adonis tiene novia.

¿Y? Solo será un trago por favor no, le está pidiendo un revolcón o algo así.

— Señorita Cruz. — las voces en mi cabeza son interrumpidas por mi jefe y lo miro. — ¿Qué dice, me acepta la invitación?

No.

Sí.

— Esto... Sí, vamos por ese trago. — respondo por fin. — sonríe satisfecho por mi respuesta y enciende el auto.

_________

Unos minutos después miro a mi jefe con curiosidad, pues pasamos el Bar cerca al despacho.

— Creí que íbamos a tomar un trago. — comento llamando su atención.

— Así es.

— Acabamos de pasar el bar. — el sonríe.

— No iremos a ese bar, iremos a otro un poco más apartado.

— ¿Y por qué?

— Evitar rumores.

No digo nada, pero con esa respuesta, todo queda claro.

Después de quince minutos de camino, el abogado detiene el auto en el estacionamiento de un bar. Sale de este y lo rodea, me abre la puerta del pasajero y me ofrece su mano, la tomo y en ese monto es como si chispas saltarán sobre nosotros, mientras me colocó de pie ninguno deja de ver los ojos del otro.

— Buenas tardes señor, señorita. — habla un hombre vestido con pantalón negro, camisa blanca y chaleco negro. — Sean Bienvenidos, permítame las llaves del auto señor.

Nos vemos obligados a salir de nuestra guerra de miradas y él le da las llaves del auto al hombre.

— Entremos señorita Cruz. — Me dice colocando su mano en mi espalda. Trago saliva y asiento.

— Al parecer este bar es muy elegante.

— Así es.

Al entrar al lugar somos recibidos por una mujer vestida igual que el valen parking de hace un momento, esta nos sonríe amablemente y saluda.

— Por favor, un salón privado. — habla el abogado.

¿Un salón privado? ¿Qué quiere decir eso?

La mujer asiente y pide que la sigamos. Mientras lo hacemos, noto como la mano del abogado Ivanov, que antes estaba sobre la parte alta de mi espalda ahora está por la mitad.

Eso me pone nerviosa o más nerviosa de lo que ya estaba. Puedo sentir como el calor de su mano traspasa la tela de mi blusa.

— Por aquí . — habla la mujer abriendo una puerta negra, ella se mantiene aún lado de la puerta, mientras que el abogado Ivanov me insta a que yo entre primero, así lo hago, el lugar constaba de un sillón en forma de L, de color negro, frente a este una mesa de centro.

Tomo asiento y a mi lado el abogado Ivanov.

— ¿Que van a querer tomar? — indaga la mujer.

— Yo quiero un coñac, ¿Usted que va a querer señorita Cruz?

— El cóctel más suave que tengan.

— Ya escucho a la señorita. — la mujer asiente y da media vuelta.

— Este bar es muy distinto al que suelo frecuentar. — comento tratando de no sonar tan nerviosa, por el hecho de estar a solas con él.

—Este es un bar muy exclusivo, está hecho de esta manera para que las personas que vienen aquí puedan cerrar negocios en completa discreción. — me explica y asiento.

— Ya veo y supongo que estamos en este lugar por la descripción.

— Así es, la gente es muy mal pensada y si nos ven juntos tomando un trago en un bar podrían pensar que cualquier clase de cosas.

Asiento.

— Claro, y nosotros solo vamos a tomar un trago.

— Así es.

Miro hacia todos lados tratando de evitar su mirada que me pone a temblar.

— ¿Está nerviosa señorita Cruz?

Lo miro apenada.

— ¿Nerviosa yo? No para nada, ¿Por qué he de estar nerviosa?

— No lo sé, tal vez porque estamos solos.

— Siempre estamos solos.

Él sonríe. — No es lo mismo, siempre estamos solos en la oficina, pero aquí es distinto, este lugar tiene un ambiente más privado e íntimo.

Trago en seco al escuchar aquello último.

— Bueno, sí.. pero, no estoy nerviosa para nada.

En ese momento tocan la puerta, la mesera pasa y nos entrega nuestros tragos.

Tomo rápidamente de mi bebida al recibir, tratando de despejar mis nervios.

El también toma el suyo, mientras lo hace no aparta los ojos de mí.

— Yo creo que sí está nerviosa, no debería de estarlo, no muerdo señorita Cruz.

— Ya le dije, no estoy nerviosa.— refutó un poco fastidiado por su semblante burlesco.

— Muy bien, dejemos ese tema. Más bien, respóndame una pregunta. — lo miro curiosa. — ¿Tiene novio?

Su pregunta me sorprende un poco, pero aún así respondo.

— No, no tengo tiempo para esas cosas.

El levanta una ceja ante mi respuesta.

—Explique eso.

— Bueno, trato de estar enfocada lo más que puedo en mi carrera.

— Ya veo, eso es bueno, pero sin embargo, no está bien que una mujer tan hermosa como usted no se tome el tiempo de divertirse. — mi corazón salta de felicidad en el pecho al escucharlo decirme hermosa. — Siempre debe de haber un equilibrio para todo en esta vida, tiempo para trabajar y tiempo para disfrutar. — aunque esas palabras salen de su boca, el sonríe como si ni el mismo se creyera lo que dice.

— Eso es lo mismo que siempre me dice mi hermana. — comento y tomo de mi bebida. — Pero, no es fácil. ¿Me creería si le digo que aquella vez en el bar con las secretarias fue la primera vez que me embriague?

— Ya veo porque se embriagó tan rápido aquella vez.

— ¿Cómo sabe eso?

El sonríe, pero está vez su sonrisa no es de burla y su mirada está cargada de anhelo.

— La estaba viendo ese día señorita Cruz. — comenta y se acerca más hacia mi. — De hecho siempre la estoy viendo, me es imposible apartar la mirada de usted.

Parpadeo varias veces al escuchar aquello, trago en seco y se me corta el aliento cuando sus ojos viajan a mis labios. De pronto siento mis labios secos, así que tomo un poco de la bebida y luego paso la lengua por mis labios.

— Lo siento señorita Cruz, pero ya no aguanto más. — dice y entonces me besa.

Abro los ojos sorprendida por aquello, y cuando él comienza a mover sus labios sobre los míos, cierro los ojos y le correspondo.

Miles de sensaciones se apoderan de mi cuerpo, sensaciones maravillosas que jamás pensé sentir, la piel se me eriza y cuando su mano toma mi rostro, enfatizando aquel beso, siento todo mi cuerpo estremecerse.

Su lengua toca mi labio inferior y sé lo que eso significa, así que entre abro mis labios y el introduce su lengua en mi boca.

¡Oh cielos!

Es como si fuegos artificiales explotaran en mi cabeza, su lengua hace estragos en mi, y aunque trato de seguirle el ritmo, lo cierto es que no tengo mucha o más bien, no tengo experiencia en estos beso tan cargados de pasión.

Él se detiene y separa nuestras bocas. Me mira con curiosidad y siento mis mejillas arder porque creo que se ha dado cuenta de mi falta de experiencia.

Su mano acaricia mi rostro, cierro mis ojos disfrutando de esa caricia.

— Eres la tentación en persona Celeste. — abro los ojos al escucharlo. llamarlo por mi nombre. — Esto está mal. — dice y me mira a los labios. — Pero no puedo dejar de desearte. Vuelve a juntar nuestros labios en un beso igual y apasionado.

Sí, está mal, pero se siente tan bien.

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Comments

Mary Gutierrez

Mary Gutierrez

Autora no hagas eso de empezar historias . y comensar otra es frustrante tienes tres historias con menos de /CoolGuy/20 capítulos

2024-01-27

6

Adriana Aparicio

Adriana Aparicio

que lástima que no suben más capítulos está buena la novela

2024-01-22

0

Jiskah Basti

Jiskah Basti

Actualiza pronto por favor

2024-01-21

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