Capitulo 4

Damien.

— Abogado Ivanov.

Levanto la mirada de mi macbook al escuchar la voz de la señorita Cruz, ella está en su escritorio. — Ya tengo listo la demanda de divorcio. — me informa. — Se los enviaré a su correo para que los revise. — frunzo el entrecejo. — No veo porque tengo que hacer eso, ¿Acaso no está segura de su trabajo? — parpadea varias veces y tengo que aguantar las ganas de sonreír. — E.. estoy segura que hice un buen trabajo. — asiento y vuelvo la mirada a mi macbook. — Envíelo, le daré una hojeada de todos modos.

Unos segundos después el correo llega a mi computadora, lo abro y leo rápidamente.

— Buen trabajo. — la miro y ella esboza una pequeña sonrisa de satisfacción. — Imprímalo y envíelo con el mensajero a la señora rubios, y al esposo de esta. — ella asiente. — ¿ Ha logrado encontrar algo en el contrato prenupcial que podamos usar para que el juez lo anule? — No señor, lo he revisado muchas veces y no hay nada. — asiento y bajo la mirada a mi laptop. — ¿Entonces, que cree que podamos hacer para que el juez falle a nuestro favor con respecto a lo que pide nuestra cliente? — guarda silencio por varios segundos y mira hacia el frente, luego entre abre su labios y muerde la esquina de su labio inferior.

¡Mierda!

Me remuevo en mi silla al sentir un cosquilleo en mi vientre.

— Ent... — me detengo al escuchar mi voz un poco más ronca, ella voltea a verme y frunce el entrecejo. — ¿Ha pensado en algo? — Bueno... Creo que, podríamos hacer algo con respecto a las múltiples infidelidades qué ha sufrido la señora Rubios por parte de su esposo, si ella tiene prueba de estas y se las mostramos al juez, tal vez este considere las faltas de este hombre y falle a favor de nuestra cliente. — esbozo una pequeña sonrisa y puedo ver cómo aquello la sorprende, sus mejillas adquieren un tono carmesi, vuelve a mirar la pantalla de su computadora y ahora sonrió abiertamente. — Muy bien, contáctese con la señora rubios y pídale que consiga pruebas sobre la infidelidad actual de su esposo y si tiene pruebas de las ya pasadas sería fantástico. — asiente efusivamente sin mirarme. — Siga así señorita Cruz, está haciendo un buen trabajo.Vuelve a ezboza una sonrisa, debí decir que esa sonrisa la hace ver muy linda.

Horas más tarde, la señorita Cruz y yo salimos de la oficina, ella se despide y va con Brittany, aprovecho que no hay más personas en el lugar y miro atento el contorneo de su caderas.

— ¡Vaya! Jamás te havia visto mirando a una mujer de ese modo. — miro a Julio, mi colega y único amigo, frunzo el entrecejo. — No digo nada y paso por su lado. — Te entiendo perfectamente, es imposible no echarle un ojo de más, la chica es muy atractiva. — lo miro sintiendo algo de molestia por su comentario, y me acuerdo de que fue el quien le hizo la entrevista. — Y además es muy inteligente.

Entramos al estacionamiento y voy hacia mi auto, entro a este y me abrocho el cinturón de seguridad. — ¿Cómo te ha ido con ella? — suspiro y sin mirarlo enciendo el auto. — Hasta ahora ha hecho un buen trabajo, la estoy dirigiendo en un caso de divorcio, es algo complicado, quiero ver cómo se desarrolla. — ¡Bueno, debo decir que me sorprendes, cuando supiste que iba a tener que ser un mentor no te agrado nada la idea. — Tu lo has dicho, es una chica inteligente, creo que tiene potencial.

— Y atractiva, también dije que era atractiva, de hecho es más que eso. — me mira con sonrisa zorruna. — No dejaras pasar esto, ¿Verdad?

— Me alegra que me conozcas bien.

Muevo la cabeza de un lado a otro y esbozo una casi invisible sonrisa.

________________

Celeste

Ha pasado un mes desde que estamos con el caso de divorcio de la señora Rubios, he estado trabajando mucho, hasta ahora todo el asunto sigue sin arreglarse, hace dos semanas tuvimos una audiencia con el juez, no nos fue bien, pero tampoco mal, sin embargo me sentí muy decepcionada, por ello. Hoy es la última audiencia, así que espero que el juez falle a favor de la señora Rubios.

El auto se detiene en el estacionamiento y miro en la entrada de los juzgados, suspiro mientras desabrocho mi cinturón de seguridad.

— Muy bien, hoy se define todo, ¿Está preparada señorita Cruz? — mi mentor me mira espectante — Por supuesto. — Perfecto, salgamos a ganar ese pleito. — asiento, el abogado Ivanov sale del auto y lo rodea para luego abrirme la puerta del acompañante, le sonrió y salgo del automóvil. Juntos caminamos hacia los juzgados y entramos al lugar.

Pocos minutos después llegamos a la sala de audiencia donde estaremos hoy, en esta ya se encuentra la abogada del futuro ex - esposo de la señora Rubios, Jhonatan Sweet y la misma señora Rubios.

— Buenas tardes. — saluda él abogado Ivanov a la cliente, ella sonríe nerviosa. — ¿Dígame la verdad? Podré ganar este pleito. — mi mentor y yo nos miramos, luego el dirige su mirada hacia ella. — Por supuesto señora Rubios la señorita Cruz y yo hemos hecho un excelente trabajo.

Querrá decir que yo he hecho un excelente trabajo, pero bueno, es normal que siendo el abogado oficial se lleve parte del crédito.

— Eso espero, más que el dinero, quiero que mis hijos queden a mi cargo, si ellos quedaran bajo la custodia de ese maldito imbécil se convertirían en hombres despreciables iguales a él. — la mujer habla con ira y puedo entenderla.

Al principio creía que la señora Rubios estaba actuando bajo la ira y el dolor, por el engaño, pero ahora que sé todo por lo que ha tenido que pasar la entiendo, ella ha soportado infidelidades, humillaciones y ha tenido que ver crecer a sus hijos con un padre ausente. Merece quedarse con la mitad de todo lo que el tipo tiene, aun si estuviera en mis manos le diera más de eso y claro también la custodia de sus hijos.

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Minutos después entramos a la sala de audiencias, tal como la última vez la abogada del esposo de la señora Rubios se acerca a nosotros con una sonrisa de superioridad y coquetería. — Abogado Ivanov, un placer volver a verlo. — la mujer extiende su mano, mi jefe la ignora y mira hacia el juez. — Tan galante como siempre, la verdad no sé cómo hace Yovanna para soportar te. — Me coloco alerta al escuchar el nombre de la novia de mi jefe y en ese momento me percató de que ha pesar de que llevo trabajando más de un mes en el bufete, aún no he visto a esa mujer, de hecho ni siquiera hay una foto de ella en la oficina del abogado, ¿Me preguntó cómo es? ¿Qué tipo de mujeres le gustan?

Soy sacada de mis pensamientos cuando alguien ti6ca mi hombro, miro a la derecha y parpadeo varias veces. — ¿Le sucede algo? — me pregunta el abogado Ivanov, miro al frente y noto que ya la abogada no está, vuelvo a mirar a mi jefe y siento mis mejillas arder al saber que me distraje. — N... Nada , yo... Solo estaba pensando en algo.. — Necesito que esté atenta. — camina hacia los asientos y camino tras él, sintiéndome como una tonta.

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Comments

Karen Cardenas

Karen Cardenas

quien no se enamora de un bombón así 🤩

2024-04-13

0

Esther Antonio Andres

Esther Antonio Andres

celeste está enamorada de su jefe

2024-03-05

2

LectoraPR

LectoraPR

Una ojeada, esperamos que no encuentre errores. (Jejejeje es novela, las redacciones de demandas no se hacen en un tris-tras. Requieren un poco de investigación y análisis.

2024-02-08

0

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