Capitulo 3

Damien

La puerta de mi oficina se abre y por esta entra la estudiante que me fue asignada ya hace dos semanas. Intento no sonreír al verla caminar a paso apresurado y nerviosa.

Hace dos semanas entre a mi oficina y me encontré con una sexy chica husmeando en mi colección de libros, mis ojos inmediatamente recorrieron su cuerpo y cuando dió la vuelta después que le hable y ví su rostro, tuve que tomar de todo mi talento actoral para no delatar lo impresionado que había quedado, por la belleza de la chica.

Ni alta ni baja, podría medir 1, 68 centímetros, de piel clara, cabello algo rubio, sus ojos color miel, muy hermosos, pero lo que me pareció más atractivo, fueron sus labios: rosados, carnosos y muy sexys a mi parecer, su figura es otra cosa impresionante, pechos pequeños, cintura angusta y caderas anchas con un trasero fenomenal.

Decido dejar de pensar en ello y levanto la mirada.

— Señorita Cruz — ella me mira espectante. — Acérquese. — hace lo que le ordenó rápidamente y se detiene frente a mi escritorio. — En pocos minutos va a llegar una mujer, quiere que yo sea su abogado en la demanda de divorcio, necesito que anotes todo lo que ella diga y lo que exige. — ella asiente y se mantiene de pie. — Ya puedes volver a tu lugar. — vuelve a sentir y da media vuelta, no puedo evitar mirar su espectacular retaguardia, sonrió al notar que camina con algo de nerviosismo.

Minutos después el teléfono de la oficina suena. — Dime Brittany.

— La señora Rubios está aquí. — Muy bien hasta pasar. — levanto la mirada y encuentro a la señorita Cruz mirándome. — Es ella. — asiente y toma una libreta y lápiz, se coloca de pie, en ese momento tocan la puerta y ella camina hacia esta, yo me levanto de mi lugar y también camino hacia la puerta, segundos después está se abre dejando ver a Brittany y a una mujer de unos cuarenta y tantos años, rubia de ojos verdes, quién mira extrañada a la señorita Cruz. — Señora Rubios, un gusto conocerla. — le sonrió y ofrezco mi mano. — Damien Ivanov, ella es Celeste Cruz, es pasante de derecho. — la mujer asiente. — Mucho gusto, debo decir abogado y Ivanov que por su reputación lo imaginé de más edad. — le sonrió. — Siempre me dicen eso. — la mujer sonrie algo sonrojada. — Por favor tome asiento. — la guío hasta el sofá y está se sienta, yo hago lo mismo, miro a la señorita Cruz quien se queda de pie y frunzo el entrecejo. — Señorita, tome asiento. — ella asiente nerviosa y se sienta, la miro reprochando su comportamiento nervioso y luego miro a la señora Rubios. — Dígame señora, ya me dijo que quiere divorciarse de su esposo. — ¿Asi es? — ¿Dígame cuáles son sus demandas?

La mujer rápidamente comienza a explicarme los pormenores de esa situación, descubrió a su esposo en su tercera infidelidad, tienen 15 años de casado y dos hijos, uno de 13 y otro de 11 años, al casarse ella firmó un acuerdo prenupcial por bienes mancomunados, pero ella quiere divorciarse exigiendo un 30% de la empresa de su esposo, la cual dice; ella le ha ayudado a alcanzar la posición en la que está ahora, también manifiesta querer la custodia total de sus hijos, pues su esposo nunca ha estado pendiente de ellos.

— ¿Puede ayudarme abogado Ivanov? — me sonrió la mujer entristecida. — Por supuesto. — miro a la señorita Cruz. — Nosotros nos encargaremos de redactar la demanda de divorcio asegurándonos de que todas sus peticiones estén en ella, sin embargo debo decirle señora Rubios que ganar este pleito no va a ser tan fácil, Necesito una copia de ese acuerdo prenupcial. — la mujer lo saca y se lo entrega a la señorita Cruz. — Muy bien, estudiare esto, tal vez haya algo que podamos usar para anularlo. — la cliente asiente. — Muy bien, estaré redactando la demanda de divorcio y en dos días se la enviaré a usted y a su esposo. — la mujer asiente. Minutos después sale del lugar y miro a la señorita Cruz.

— Un concejo, jamás demuestra nerviosismo delante de un cliente, o un juez y mucho menos frente a su contrincante señorita Cruz, un abogado debe de ser seguro de si mismo. — ella baja la mirada, y asiente. — Tampoco haga eso, muestrese firme todo el tiempo. — levanta la cabeza y asiente. — Lea detenidamente ese contrato, encuentre algo que nos ayude a anularlo, y redacte la demanda de divorcio. — abre los ojos y vuelve a notarse nerviosa. — ¿Qué pasa no puede hacerlo? — la miro intimidante, ella traga en seco. — No,... Es decir, si puedo hacerlo. — asiento y camino hacia mi escritorio. — P.. pero... — doy media vuelta y la miro espectante. — Es un caso bastante difícil, los acuerdos prenunpcial son difícil de anular. — ¿Y? — baja nuevamente la mirada. — Le aseguro a la mujer que ganará. — sonrió. — Bueno, más le vale que haga un buen trabajo señorita Cruz, no queremos a esa mujer insatisfecha por los resultados. — abre los ojos y vuelve a tragar en seco. — U.. ¿Usted me va a dejar este caso? — asiento. — Espero que haga un buen trabajo.

Guarda silencio y camina hacia su escritorio.

Vamos a ver cómo se desempeña en este caso, eso me dirá si puede llegar a ser una buena abogada, o solo una más del montón.

Espero que no me decepcioné.

___________

Celeste

Leo, leo y releo, el contrato prenupcial de la señora Rubios tratando de encontrar algo con el que pueda anularse, pero tal como lo sospechaba no hay nada, ni siquiera las muchas infidelidades del esposo de ella anulan el bendito contrato. ¿Cómo se supone que logremos ganar este caso?

Suspiró y hago los papeles aún lado, la verdad todo lo que exige la señora Rubios en su demanda de divorcio es complicado de obtener, incluso la custodia total de los niños ella dice que su esposo nunca ha estado pendiente a ellos, pero eso no es causal para que un juez le dé la completa custodia a ella, después de todos los niños tienen derecho a estar con su padre. ¡Cielos!

Entiendo que las mujer este molesta pero, creo que se pasa. Hago una mueca ante mis pensamientos y luego paso mis manos por mi cabello.

Será mejor que comience a redactar la demanda de divorcio. Tomo la computadora, respiro profundo y comienzo a redactar el documento.

Tengo que hacer esto bien, no puedo rendirme por muy difícil que sea vea todo el asunto, nada es imposible, solo debo encontrar la forma de guiar esto a mi favor, o bueno a favor de la señora Rubios.

Y tal vez logré impresionar a mi jefe.

Dios, aún siento vergüenza al recoradar su llamado de atención por haber actuado nerviosa ante la señora Rubios.

Lo peor es que mi nerviosismo no se debía a estar frente a un posible cliente ni nada por el estilo, sino a él, algo me pasa con ese hombre, cuando estoy demasiado cerca mis nervios se alborotan y actúo como una idiota.

Pero es que como no, si es tan guapo, deberia de ser ilegal ser tan condenadamente atractivo, su mirada me hipnotiza y hace que mis piernas tiemblen.

¡Cielos no pienses de esa manera en tu jefe Celeste! Concéntrate en esto.

Muevo mi cabeza de un lado a otro tratando de despejar mi mente. — Voy a colocar música, eso me ayuda. — busco en mi celular la aplicación de música y colocó play list que he catalogado como "para estudiar" ahora sí, estoy lista.

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Comments

quelir68

quelir68

los bienes mancomunados, son los bienes del matrimonio que les pertenecen a los dos en partes iguales, un 50%a cada uno, no será un contrato prenupcial con separación de bienes y por eso la señora pide deshacerlo y un 30%

2024-03-06

5

LectoraPR

LectoraPR

¿Bienes mancomunados o bienes separados? 🤔

2024-02-08

1

Giovanna Xchel Maya

Giovanna Xchel Maya

me encanta Celeste ese hombre caerá redondito por ella

2023-10-05

2

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