Capitulo 15

Celeste

Mi jefe estaciona su auto fuera de mi casa, luego abre la puerta del auto y lo rodea, me abre la puerta y mientras salgo le sonrió.

— Gracias. — me ofrece su mano y la tomo, agradezco no tener mi mano sudada, eso sería muy vergonzoso.

— Gracias por acompañarme y por comprarme las medicinas.

— No hay de qué.

— ¿Entonces nos vemos mañana? — frunce su entrecejo.

— Le recuerdo señorita cruz, que el doctor le dió una incapacidad de dos días, así que mañana no la quiero ver en el despacho. — me advierte mirándome con seriedad.

— Está bien.

— Bien, por favor siga las indicaciones que le dió el doctor.

— Sí, lo haré.

Nos quedamos en silencio por varios segundos, la situación es un poco incómoda, sobre todo cuando recuerdo lo que estuvo a punto de pasar esta mañana.

¿Algún día hablaremos de eso?

No lo creo y la verdad es mejor así.

— Bueno, me retiro. — habla sacándome de mis pensamientos. — Hasta pronto.

— Hasta pronto.

Rodea su auto y se adentra a este, yo suspiro y camino hacia la casa, una ves estoy en la puerta, introduzco la llave en la cerradura y la abro, entro y doy media vuelta, él enciende el auto y se aleja, cierro la puerta y voy hacia mi cuarto, Jenifer al parecer no ha llegado de la universidad.

Llegó a mi habitación y me siento en la cama, me quito los zapatos y me echo hacia atrás.

¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos dado ese beso? ¿Cómo estaríamos ahora?

Cierro mis ojos y fantasio sobre eso.

Él y yo, solos juntos en su oficina, juntando nuestros labios.

¡Dios Celeste! No, no y no, él es un hombre prohibido, está comprometido, no puedes pensar así.

Cielos.

________

La alarma de mi teléfono suena y la apago rápidamente, con mucha pereza me siento en la cama, y voy a colocarme de pie pero cuando siento un tirón en en mi pie, miro hacia ahí y veo el vendaje puesto en él, entonces recuerdo que tengo dos días de incapacidad, así que puedo volver a la cama y dormir, sin embargo ya me he despertado, así que a comenzar el día. Tal vez no pueda ir a trabajar pero debería aprovechar para estudiar y planear el juicio, lo primero que haré es darme una ducha, luego me prepararé un delicioso desayuno, llamaré a Camila por teléfono y entonces me ocuparé trabajando un poco en el caso de Nicole.

Dispuesta a cumplir con todo lo propuesto para mi día me coloco de pie y voy directamente al baño, donde me doy una deliciosa y duradera ducha, luego me pongo algo cómodo para estar en casa, me preparo un delicioso desayuno, panqueques con miel de abeja, una taza de café y tostadas integrales con mantequilla de maní.

Me devoro el desayuno y una vez término tomo mi teléfono para llamar a Camila.

No me respondo la primera llamada, y tampoco la segunda, he de suponer que está ocupada. Bueno, ni modo, vamos con lo siguiente en la lista.

A la hora del almuerzo me preparo un poco de arroz, pollo sudado y vegetales al vapor, acompañado de un vaso con agua.

Estoy disfrutando de mi almuerzo cuando mi celular suena. Sonrió al ver el nombre de mi hermana en la pantalla, deslizo el dedo en ella y lo coloco en altavoz.

— Hola, lamento no haberte respondido, estaba ocupada.

— Me lo imaginé.

— ¿Qué haces?

— Comiendo.

— Yo también.

Sonrió.

— ¿Cómo te ha ido en el trabajo?

— excelente, te cuento... — rápidamente le cuento sobre el caso de Nicole y ella me escucha atentamente sin interrumpir.

— Estoy segura de que ganarás.

— Gracias, eso espero, hoy estoy en casa porque ayer tuve un pequeño accidente, tengo un pequeño esguince en el pie, y antes de que te alarmes, no es nada grave, el médico me dio una incapacidad por dos días y me mandó unos analgésicos para el dolor.

— Okay, está bien.

— Bien

 — Hablemos de otra cosa, ¿Cuéntame, hay algún chico por ahí que te guste?

Ruedo los ojos al escuchar esa típica pregunta de parte de ella, entonces me doy cuenta que todas las otras veces que me lo han preguntado le he dicho que no, pero esta vez no es así.

— ¿Celeste? El que calla otorga. — guardo silencio. — ¡Oh Dios mío lo hay! Cuéntamelo todo. — exclama emocionada.

— ¿Qué pasa porque los gritos? — se escucha la voz de Justin un poco lejana.

¡Ay no!

— A Celeste por fin le gusta alguien. — la escucho decir.

 — !Camila!

— Ay cuñadita, haber suéltalo todo. — ruedo los ojos, ese tonto es un chismoso.

Sin embargo, decido contarles, pero claro bonito el hecho de quién es y de que tiene novia.

— Bueno, Celeste, me alegra que por fin estés pensado en darte una oportunidad en el amor, recuerda que se cómo te sientes, yo pasé por lo mismo, pero hay que superar nuestros miedos, para mejorar.

_ Lo sé , pero yo no he dicho que quiero darme una oportunidad con él.

— Pero y si te gusta, y estoy segura, el también gusta de tí, ¿Qué te detiene hermana?

Que tiene novia.

— Pues, no sé ¿Cómo sabes que yo le gusto?

— Da, ¡Por qué eres hermosa! Obvio.

Sonrió.

— No te cierres Celeste, vive, creeme, vale la pena.

Sonrió por aquellas palabras.

— Está bien.

— Quiero verte feliz, hermanita, como yo lo estoy.

— Lo sé.

— Te amo.

— Y yo a tí.

Continuamos hablando de otras cosas, como su trabajo y la universidad de Justin, hasta que ella se despide, pues su hora de almuerzo ha terminado.

Mientras estoy echada en mi cama, pienso en lo dicho por Camila.

Ojalá fuera tan fácil. Si el estuviera libre, tal vez me daría una oportunidad con él, pero no es así, lo único que puedo hacer es fantasear.

Ay Celeste, ¿Por qué te vienes a fijar en un hombre con dueña?

_______

Por fin había terminado los dos días de incapacidad, así que hoy vuelvo a mi trabajo.

Hoy lo voy a volver a ver, porque si soy sincera, en estos días lo que más me ha hecho falta es verlo.

Estoy metida en un gran lío, lo sé, pero bueno qué más se le va a hacer, sé que entre él y yo no puede haber una relación más allá de lo laboral, pero me conformo con verlo y estar a su lado, sentir la fragancia de su perfume, eso es algo, ¿No?

Me doy un baño rápido después de desayunar y me visto rápidamente. Para hoy elijo, una falda y saco de color vino tinto, junto con una blusa cuello tortuga sin mangas de color beige, y los tacones y carteras son de un beige más oscuro, elijo accesorios en color dorado, peino mi cabello y como siempre lo amarro en una coleta baja. Me maquillo igual que siempre y entonces estoy lista para empezar mi día laboral.

Y para verlo.

______

Después de saludar a Brittany que me recibió muy contenta, toco la puerta de la oficina y escucho un adelante.

— Permiso. — digo entrando al lugar.

— Señorita Cruz, creí haberle dicho que se tomará el día de hoy también.

Ayer me envió un mensaje, diciéndome que como era viernes podía faltar, Pero la idea de no verlo hasta el lunes no me gusta para nada.

— Sí, lo sé, pero no hace falta, ya me siento bien, puedo mover mi pie perfectamente.

Él me mira por varios segundos, luego suspira y asiente.

— Muy bien, si es así, entonces tome su lugar. — asiento, sonrió y camino hacia mi escritorio. — Me alegra que esté aquí señorita Cruz. — lo miro un poco soprendida y con las mejillas sonrojadas. — Lo digo, porque he tenido mucho trabajo. — baja la mirada a su laptop y debo decir que un deje de decepción se apodera de mí.

¿Que creías celeste, que te iba a extrañar por cariño o algo así? Pauff.

Mi mente me hace sentir como una estúpida y siento que me encojo en el asiento.

Solo supéralo y ya.

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Comments

Patricia Saldaña

Patricia Saldaña

Siii,muy lenta!! además da tantos detalles !que comió ,solo le falta contar si hizo pipí o 💩. eso solo lo hacen los escritores para alargar la novela ...me cargaaaa

2024-04-13

0

Eliana Jorquera Soto

Eliana Jorquera Soto

Demasiado latosa se puso la historia, que ya los 2 se digan que se gustan. Avanza muy poco el trama.

2024-04-07

1

quelir68

quelir68

omito

2024-03-07

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