Capitulo 11

Celeste.

Ese mismo día a horas de la tarde, salgo de la oficina junto con el abogado, vamos hacia una audiencia, pero nos sorprendemos al encontrarnos con una mujer que le habla desesperadamente a Brittany, la pobre nos mira y pide ayuda.

El abogado frunce el entrecejo y se acerca a la mujer.

— Disculpe, ¿Pero que necesita? — la mujer mira ahora al abogado y comienza a hablar en francés. Mi jefe frunce el entrecejo, esta vez yo me acerco a la mujer y le tomo el hombro.

— Excusez-moi, comment puis-je vous aider — ( Discúlpeme en que pueda ayudarle?

La mujer abre los ojos, al igual que Brittany y el abogado Ivanov.

— oh Dieu merci, il parle français ! ( Oh gracias a Dios habla francés)

 — Un peu madame, et si vous parlez plus lentement, je vous comprendrai mieux. ( Un poco señora y si me habla más despacio la entenderé mejor) — la mujer asiente.

— Je m'appelle Nicol, il y a deux ans j'ai épousé un citoyen américain, pendant tout ce temps il ne m'avait pas laissé sortir, tu me comprends ? Il m'a fait kidnapper. A cette époque j'avais deux enfants, des jumeaux, il y a une semaine j'ai réussi à m'échapper et à communiquer avec ma famille, je suis allé à la police et ils l'ont dénoncé mais il connaît quelqu'un d'important là-bas et ils n'ont pas accepté ma plainte, il l'a également emmené mes enfants et m'a menacé de rester loin d'eux si je ne revenais pas vers lui. Je ne veux pas retourner vers lui, ce que je veux, ce sont mes enfants et retourner avec ma famille dans mon pays, aidez-moi s'il vous plaît, je n'ai pas beaucoup d'argent, mais aidez-moi s'il vous plaît. (— Me llamo Nicol, hace dos años me casé con un ciudadano americano, durante todo este tiempo no me había dejado salir, ¿me entiende? me tenía secuestrada. en ese tiempo tuve dos hijos, gemelos, hace una semana logré escapar y comunicarme con mi familia, fui a la policía y lo denuncien pero él conoce a alguien importante allí y no aceptaron mi denuncia, también me quito a mis niños y me amenaza con alejarme de ellos si no vuelvo con él. no quiero volver con él, lo que quiero es a mis hijos y volver con mi familia a mi país, por favor ayúdenme, no tengo mucho dinero, pero por favor, ayúdenme)

 La historia de la mujer me consterna y me conmueve mucho.

Miro a al abogado y este me mira expectante.

— —Je vais parler à mon patron et voir si nous pouvons vous aider. ( Hablaré con mi jefe y veré si podemos ayudarle) — le sonrio tratando de tranquilizarla, la mujer asiente.

Miro a mi jefe y le pido que nos alejemos un poco, él así lo hace, cuando estamos un poco alejados del comienzo a contar lo que pasa.

 — La señora se llama nicol y...

___

Damian

 Miro a la señorita Cruz atento, mientras me cuenta lo que sucede con la mujer y asiento.

— Necesita ayuda, pero dice que no cuenta con mucho dinero. — termina y suspiro. Era de esperarse eso último.

Miro a la mujer que se mantiene con semblante inquieto, luego pasó mis ojos en la pasante, es obvio que la situación de la mujer la ha conmovido y quiere ayudarla.

 Con el caso pasado de la señora Rubios y este me puedo dar cuenta que la señorita Cruz es muy sensible y empática con los demás.

— Es un caso complicado.

— Lo sé.

— Puede ayudarla, el caso lo podría tomar como probono. — ella me mira interrogante. — Quiero decir que es gratis, la persona no pagaría por nuestros servicios, pero yo estoy ocupado, así que si usted quiere ayudar a la señora puede hacerlo.

— ¿De verdad?

— Sí.

— Bien entonces yo tomare el caso de la señora.

Frunzo mi entrecejo.

— ¿Estás segura? No va a recibir ninguna clase de pago o bonificación por este caso.

— No importa, lo que quiero es ayudar a la señora y que se haga justicia.

La verdad pensé que al oír que el caso iba a ser gratis desistiría de la idea de ayudarla pero, al parecer la señorita Cruz es desinteresada.

— Muy bien, pero le informo que estará sola en este caso yo estoy bastante ocupada y..

— No importa. — me interrumpe.

— Muy bien.

Ella da media vuelta, dispuesta a contarle a la mujer que la va a ayudar, pero llamo su atención.

— Señorita Cruz. — ella vuelve a verme. — No sabía que hablaba francés.

Sonríe apenada y eso la hace ver más hermosa.

— Sí, es que mi hermana es licenciada en idiomas, siempre que tenía parciales practicaba hablándome, así que aprendí.

Asiento.

— ¿Y dígame señorita Cruz hay alguna otra cualidad o talento que deba de saber?

— Bueno, también se un poco, italiano — asiento.

 — Ya veo, es usted una caja de sorpresa, cada día me parece más interesante.

Abre un poco sus ojos miel y su mejillas se tiñen de un leve rojo, no dice nada y da media vuelta.

Sí, cada día se me hace más interesante e imposible dejar de ver.

________

Me encuentro solo en mi oficina, revisando los pormenores del caso en el que estoy trabajando, cuando escucho que tucán la puerta.

— Adelante. — digo y segundos después la puerta se abre dejando ver a julio, quien entra como siempre sonriendo.

— ¿Y dónde está la pasante? — pregunta curiosa al no ver a la señorita Cruz en su respectivo lugar.

— Está haciendo un encargo en archivos. — el asiente mientras toma asiento.

— Brittany me contó lo de la mujer francesa. — comenta y lo miro fastidiado.

— Deja de distraer a mi secretaria. — él sonríe culpable y hago una mueca de fastidio.

— Al parecer la pasante está llena de sorpresas, ¿Eh? — comenta ahora mirándome con picardía.

— ¿Qué es lo que quieres julio? ¿No tienes trabajo que hacer?

— Tengo una cita con un cliente dentro de una hora, nada grave.

— Y tengo que aguantarte.

— Solo quiero charlar.

—Bueno, yo estoy ocupado.

En ese momento la puerta de la oficina se abre y por ella entra la señorita Cruz. Me es imposible quitar la mirada de ella mientras camina hacia mí.

Hoy viste con una falda color beige que le llega dos dedos arriba de la rodilla, lo que me deja apreciar sus piernas un poco más, también usa una blusa de mangas largas ajustada al cuerpo. Todo su conjunto me deja apreciar sus curvas y aunque quisiera no podía dejar de verla.

— Permiso, buenos días abogado O"Brian. — saluda a julio y me extiende los documentos por los que la mandé. — Aquí está lo que me pidió señor.

Extiendo mi mano y tomo la carpeta que me ofrecía.

— Gracias señorita Cruz.

— De nada, ¿Se le ofrece algo más?

— Sí, por favor ayúdeme sacándole copia a estos documentos. — Tomo los papeles a mi derecha y se los extiendo ella los toma y sonreí.

— Enseguida lo hago, permiso.

Da media vuelta y camina hacia la puerta, bajo la mirada a la pantalla de mi laptop, tratando de evitar verla, sobre todo porque sé que Julio estaba pendiente de mí.

Cuando la puerta se cierra , el carraspea y lo miro, el muy idiota tiene una enorme sonrisa en sus labios..

— Sabes que puedes tratar de disimular ante mí, pero te conozco amigo. — me mantengo en silencio, tratando de ignorarlo. — Esa chica te gusta.

— Deja de hablar tonterías.

— Vamos Damián, nos conocemos desde la secundaria, sé cuáles son tus gustos con respecto a las mujeres y esa chica entra a la perfección en tu estándar. Bonita e inteligente y además tiene un plus de sensualidad que estoy seguro te tiene maravillado.

— No digas tonterías y mejor vete a trabajar. — sonríe.

— Puedes negarte todo lo que quieras, pero sé que es así. — se coloca de pie y con una sonrisa de yo lo sé todo, sale de la oficina.

Bufo fastidiado al tener que darle la razón a julio. La señorita Cruz ,me atrae de una manera muy fuerte, pero ella está fuera de los límites.

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