Tal vez por que ella se sentía atraída por ese hombre, pero siempre sentía que era demasiado atento, demasiado encantador, algo no estaba del todo bien.
Alexander la tomo entre sus brazos y la consoló, hasta que Emily se calmo.
-Si tienes miedo de regresar a tu casa puedes quedarte en la mía.
-No creo que eso sea correcto señor -Emily estaba apenada por solo imaginar estar en la casa de su jefe.
-Emily no tienes que estar apenada, para mi recibirte en mi casa es un honor, te confesaré que. . .
Alexander no pudo continuar con lo que iba a decir, su frase se quedo a medías, por que en
ese momento la puerta se abrió sin aviso alguno.
Como bólidos entraron corriendo dos pequeños, atrás de ellos a toda prisa llego la niñera con un pequeño bebé en sus brazos.
-Lo siento señor, lo siento- la joven mujer no dejaba de disculparse pues sabía el carácter explosivo de Alexander.
Pero los niños se quedaron paralizados cuando vieron a Emily sentada en el sofá con el rostro enrojecido de llorar.
Era un niño de unos 7 años, tan parecido a Alexander, el cabello castaño y los ojos azul profundo, un niño tan hermoso que parecía un ángel, a su lado una pequeña niña de aproximadamente 5 años de edad, la pequeña camino con cierta precaución mirando de reojo a su padre, con cara de disgusto.
Emily aún no sabía que eran los hijos de Alexander, nunca lo imagino como padre.
El pequeño niño quedó parado, la niña siguió avanzando hasta que llego frente a Emily, se acercó a ella, le puso sus pequeñas y regordetas manitas en el rostro a Emily.
La pequeña con palabras que parecían balbuceos le dijo a Emily
-No llodes, yo degañade a papi pod modestate
Emily se sintió tan conmovida, la pequeña la estaba tratando de consolar.
El otro niño fue al escritorio de Alexander, se sentó en su silla y miraba con recelo la escena.
-Suzy si papá regaño a esta mujer es por que de seguro cometió un grave error.
-Pedo papi es muy degañon, padece mostró cuando se enoja
La pequeña seguía acariciando el rostro de Emily.
-No pequeños, su papá no me regaño, me paso algo y su papi me esta consolando pero no quiero malos entendidos con su mami, así que con su permiso me retiro.
Alexander tenía entre sus brazos al pequeño Peter, y había indicado a la niñera que esperara afuera.
La pequeña Suzy dijo con tristeza
-No tenemos mami, mami se fue al cielo.
Emily no pudo soportar la carta triste de la pequeña y la abrazo.
-Pero si tu mamí esta en el cielo de seguro es un ángel que te cuida. No estés triste.
En ese momento el pequeño Peter comenzó a llorar, Alexander no sabía que hacer, nunca imagino que ellos irían ahí.
Como nunca atendía a sus hijos no sabía como cuidarlos, solo interactuaban lo necesario para que no se olvidará de su existencia.
Alexander se veía molesto, Emily se acerco y le extendió los brazos al pequeño Peter.
El bebé sin dudarlo se fue con ella, el rostro molesto de su padre le daba mucho miedo.
-Señor, que hermosos hijos tiene - el rostro de Emily se ilumino al cargar al bebé.
El pequeño dejo de llorar y la pequeña Suzy cambio su rostro triste por una enorme y radiante sorpresa.
El único que mantenía su distancia era Robert, el mayor de los hermanos. Miraba desde el asiento atrás del escritorio.
Alexander miro a Robert,
-¿Por qué vinieron?
-El abuelo le dijo a la niñera que teníamos que venir por aquí para que nos lleve a comer.
-Mi padre no me dijo nada, siempre hace lo que quiere. - refunfuño para si mismo.
Tock tock . . .
-Adelante
-Señor, lamento molestarlo, su padre acaba de llamar para decir que pasara en 15 minutos por usted y los niños para ir a comer por el cumpleaños del joven Robert.
-Esta bien, lo tengo, cancela todas mis reuniones de la tarde y reagendalas por favor.
- Si Señor, el regalo del joven Robert lo tengo en mi escritorio, estaba apunto de enviarlo a su casa.
-Traelo por favor y entregáselo.
-Si Señor, en un minuto.
La secretaria salio de la oficina y no tardo en regresar. Con una caja exquisitamente decorada y se la entrego al niño, el la recibió sin decir ni una palabra.
-¿Qué es papá?
- Una sorpresa, abrelo.
Pero la verdad es que ni el mismo sabía lo que era, no recordaba que era el cumpleaños de su hijo ni de ninguno de ellos, la secretaria era la encargada de comprar los regalos y enviarlos con una tarjeta que ella misma elegía.
El pequeño Robert abrió la caja, había un dron. Cualquier otro niño de su edad se hubiera emocionado, pero Robert no.
-¿No te gusta?
-No es eso, gracias papá, me gusto mucho.
-No es cieto, Dobed ya tiene dos que le regado el aduelo. Uno cuado nos lledo a da juquetedia, oto se lo dio esta mañada. -La pequeña contaba con sus pequeños deditos mientras hablaba.
-Lo siento, no lo sabía. Podemos ir a la juguetería y puedes escoger los que quiera, ¿Qué te parece Robert?
El niño sabía que su padre solo iría a comer y después los mandaría a casa con el chofer y la niñera.
Pero asintió con la cabeza, en rostro se notaba la mirada triste.
-Bien, vamos el abuelo no tarda en llegar.
Alexander no estaba actuando de forma la misma forma, su rostro no era tan rígido. Y hasta se escuchaba calidez en su voz.
-¿Señodita nos vas a acompañad?-pregunto Suzy mientras le tomaba la mano a Emily, quien seguía parada con el bebé en brazos.
-No, pequeña, yo estoy en horas de trabajo, no me puedo ir. Además es una comida familiar, no los puedo molestar.
- Tu presencia no es una molestia y si gustas acompañarnos entonces puedes tomarte el día.
El pequeño Robert se dio cuenta de que su padre no actuaba frío y distante como de costumbre, así que se arriesgo a pedir algo
-Papá de regalo por mi cumpleaños quiero que nos lleves al parque de diversiones después de comer.
Alexander sabía que ese niño era muy astuto y que se estaba aprovechando de la situación, y no podía negarse frente a Emily, que pensaría ella si rechaza a su propio hijo el día de su cumpleaños.
-Hijo, tengo trabajo . . .
Robert bajo el rostro, pero se le ocurrió una idea.
Se levanto del asiento y se acerco a Emily, quien ya había sido acaparada por sus hermanos menores.
-Señorita, ¿me acompaña a celebrar mi séptimo aniversario? -dijo con mucha propiedad y en tono solemne.
Emily se sintió arrinconada, no era tan cercana a Alexander ni a su familia como para ir a un festejo familiar, pero tampoco podía rechazar a su jefe y a los hijos de su jefe.
-Pequeño, tal vez tu abuelo no quiera que yo los acompañe.
-Yo le diré al abuelo, el nos quiere mucho y siempre nos consciente.
En ese momento volvieron a tocar la puerta pero sin esperar respuesta se abrió.
Entro un hombre de 60 años aproximadamente, de porte elegante, los Robert y Suzy corrieron a su encuentro.
-Abuelo, abuelo. . .
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Comments
Mildred Álvarez
No entiendo si han transcurrido 10 años desde la muerte de Cameron suponiendo tenía 16 o 17 años para ese entonces ahora ella tendría 27. .Si el papá tiene 60 actualmente cuántos tiene Alexander?
2024-10-17
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Elizabeth Nova
verdad ni tan enamorado tres muchachos,nada más
2024-09-03
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Elvira Fretes
vaya Alexander mientras buscabas a Emily no perdiste el tiempo, jejeje
2024-08-25
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