Emily se sintió sumamente alarmada después de recibir el mensaje con la imagen de su anterior residencia, reviso la imagen tal vez era alguna muy similar, pero ho encontró diferencias era el lugar donde vivía su querida amiga Debby.
Estaba en conmoción absoluta no sabía que hacer...su amiga estaba en peligro, ¡por su culpa!.
El móvil sonó de nuevo, era el mismo número restringido, sus manos temblaban, un frío espeluznante pasó por su nuca, estaba a punto de contestar.
Sus nervios estaban hechos trizas, su rostro se deformo por el miedo...
Un segundo...
Dos segundo...
Tres segundos...
Su respiración se agitaba, sentía que el aire no llegaba a sus pulmones y la desesperación estaba a punto de apoderarse de todo su ser, mente, cuerpo y alma, estaban sobre una cuerda.
Cuando estaba apunto de presionar el botón verde para recibir la llamada, la pantalla de su laptop se iluminó y apareció una nueva imagen...
¡Era Debby!... su amiga, estaba en el lobby de un hotel tomando unos tragos con los compañeros de trabajo...
El color de la cara de Emily poco a poco comenzó a regresar, mientras con los ojos vacíos contemplaba la imagen en la pantalla.
Respiro profundo y conforme su respiración se volvía regular recordó que Debby le mencionó que tenía un viaje de negocios junto a su equipo de trabajo.
La fotografía era la actualización de su red social favorita, donde subía de vez en cuando fotografías de momentos importantes para ella.
Debby ayudarían en una auditoría en una de las subsidiarias de la empresa.
Emily se desplomó en el sofá, había quedado exhausta, nunca imagino que el miedo, aquella carga de adrenalina fuera aún más agotadora que un maratón de 10 kilómetros.
Comenzó a llorar, se acurrucó en el sofá, su cuerpo temblaba, el móvil seguía sonando...
Era como un niño asustado que quería a su mamá.
Se repetía, ¡vamos Emily, todo estará bien!,¡tanquilizate!, ¡Nada pasará!...
Su cuerpo siguió temblando hasta que se quedó dormida, no supo en que momento el móvil se quedo sin batería y dejo de sonar.
Desperto a mitad de la noche, la copa de vino seguía junto a su laptop en la mesa de centro, su plato de ensalada a medio comer.
Todo era silencio y oscuridad, solo una pequeña luz tenue de la única lampara que seguía encendida iluminaba un poco la habitación.
Se frotó los ojos, fue al baño a lavarse.
Con cierto temor recorrió su nueva casa, verificó los seguros de las ventanas, las puertas y que la alarma estuviera encendida.
Después mientras se dirigía a la cama, vio el móvil que estaba en el sofá donde se había quedado dormida.
Presionó el botón para que se encendiera, estaba completamente muerto. Lo puso a cargar sin encenderlo.
Lo dejó sobre la cómoda, y se fue a su habitación, cuando entro a su cama se enrollo en las cobijas y comenzó a llorar, primero pequeños sollozos, después de una forma más desesperada.
No podía más con esa situación.
¿Por qué a ella?, ¿qué hizo mal?, Emily se preguntaba una y otra vez.
Sus padres eran personas honestas, ella era una mujer cariñosa y extrovertida con firmes valores éticos y morales. No quería lastimar a nadie, nunca actuó con dolo. Entonces ¿por qué esto le tenía que pasar a ella?
Al día siguiente con la cara un poco hinchada por el llanto, se maquilló para disimularlo un poco.
Desconectó el móvil del cargador, verifico que estaba la batería al 100% de su carga.
Lo metió en su bolso sin encenderlo.
Salió un poco antes de su casa, fue primero al centro comercial más cercano a su trabajo y se dispuso a comprar un nuevo teléfono celular.
Cuando encontró el que le gustaba, encendió su anterior móvil y lo coloco en modo avión, paso todos sus contactos, galería de fotos a su nuevo móvil y todo lo que creía que era importante.
Llamo a la compañía telefónica para reportarlo como robado para que bloquearan la tarjeta sim y lo voto a la basura.
Se sintió muy bien.
Llegó a su trabajo con nuevos bríos, como si por fin pudiera respirar.
Procuró estar en contacto con Debby, le platicó lo que había pasado el día que tuvo el colapso nervioso.
Debby la tranquilizó vía telefónica.
-Emily quedaté tranquila, yo me mudaré con mi novio y él se encargara de la mudanza, no regresaré a esa casa. Cuidate por favor.
-Seguimos en contacto para ir a divertirnos.
-Gracias, te quiero.
-Gracias a ti, yo te quiero más.
Emily terminó la llamada con una sonrisa en sus labios, su rostro aún no se recuperaba del todo, con el simple hecho de platicarle s Debby lo sucedido su corazón se volvió a agitar.
Los días transcurrieron con tranquilidad, con la tranquilidad que tiene un contador auditor.
Emily creía que lo malo ya había pasado, pero alguien nuevo vigilaba sus pasos a la distancia.
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Comments
jesus paradas
Ay no autorabesto es mucho suspenso escalofriante.
2024-02-07
3
Omirsa Benites
Na guara otro más🤔 por Dios y entonces cuántos son🥺🥺🥺😡😡😡
2024-02-02
1
Diana Quintero
otro acosador? por que no son directos y hablan con ella, en vez de perseguirla ? 🤔🤔🤔
2024-01-06
2