Hermoso Ángel

Un hermoso día de otoño, cuando las hojas de los arboles comienzan a teñirse de color cobre, y caen cuando el viento frio del norte sopla. Un par de estudiantes juegan y ríen, brincan sobre la hojarasca;  están de regreso a casa después de los primeros días de escuela.

Una de ellas se llama Emily y su acompañante es Cameron, quien es una fanática de las redes sociales, en todo momento está fotografiando a sus amigos y compañeros de clase, la casa de sus amigas, su trayecto a la escuela y sus salidas ocasionales al cine, al centro comercial, al parque o algún otro lado.

Toda su vida está en las redes, Cameron no es consciente de los riesgos que existen porque todo es un juego para ella, al fin y al cabo solo es una adolescente. Sin embargo, esta osadía de compartir toda su vida personal pronto traerá consecuencias ya que ella aún no sabe que uno de sus seguidores ha visto algo en sus fotos, algo que le gusto y que desea poseer. Una chica linda de larga cabellera castaña con la que pasa mucho tiempo.

Él ha revisado las todas fotos, videos y etiquetas donde aparece la linda chica, observando detalladamente sus delicados y lindos rasgos faciales que la vuelven inigualable.

En poco tiempo descubrió que esa chica se llama Emi, puede ser su nombre o su sobre nombre, con esta información y siguiendo más de cerca los movimientos de Camerón pronto sabrá a detalle quién es Emi. No importa cuánto tiempo le tome descifrar todo, tarde o temprano ella será suya…

Hoy Cameron fue invitada a una fiesta y como no tiene permiso de asistir sola invito a Emily; el chico que tocaba en la guitarra en la banda de rock  después de su actuación bajo del escenario, desde que estaba tocando vio a Emily, esa chica linda de rasgos finos.

En cuanto terminó su presentación sintió el deseo de buscarla entre la gente e invitarle una bebida; cuando por fin la encontró se presentó

- Hola, soy Adrián, ¿quieres una soda? - Emily se sonrojo pues Adrián era muy atractivo y se veía aún más guapo de cerca que en el escenario.

Cameron se unió a ellos, los tres charlaban y reían, Cameron tomo sus acostumbradas fotos, las subió a sus redes sociales, pero al parecer alguien no estaba contento al ver sonreír a Emily con otro chico.

Tras el monitor de la computadora el extraño con el rostro ensombrecido arrojaba  con  rabia objetos que tomaba  al azar, no soportaba ver a ese chico al lado su ángel de rasgos delicados, tomo el objeto más cercano y comenzó a golpear la pantalla en donde se reflejaban los rostros de Cameron y el desconocido.

- ¡¿Por qué me haces esto bello ángel?!,  ¡No puedes mirar a nadie, no puedes traicionarme de esa manera! Sé que nunca me harías algo así o… ¿acaso él te está molestando?. Sí, eso debe ser. Y ahora que lo noto, ¿Por qué tu bella existencia está en un lugar de esa calaña? Tu nunca te juntarías con esa clase de… ahora lo entiendo, fue la zorra arrastra de Cameron quien te obligó.

Volvió sentir un ataque de furia, esta vez dirigido hacia la conocida de su bello ángel, apretó el palo de golf que reposaba en su mano y comenzó a golpear la imagen de Cameron.

- ¡Maldita zorra! ¡Las pagaras por molestar a mi ángel! – gritaba fuera de sí mientras continuaba golpeando la pantalla que comenzaba a parpadear, la siguió golpeando  hasta que esta se rompió, soltó una carcajada cuando la pantalla quedo en negro.

Se tumbó sobre el sofá de cuero y miro hacia la blanca pared donde se encontraba un cuadro de Emi en un parque y vistiendo un hermoso vestido de primavera, por lo que descubrió, su amada adoraba los días de campo – No te preocupes, ángel. Solo espera por mí un poco más, yo te protegeré de todo y de todos, los someteré y aplastaré sin piedad. Tendremos todos los días de campo que quieras. – finalizo dirigiendo una sonrisa cálida al cuadro.

Cameron hacia sus actividades de forma normal, ir a la escuela, salir a comer, al cine, de compras, convivir con sus amigos y todo lo que hacen los adolescentes; pero sentía que alguien la observaba a la distancia, después de unos días cada vez que subía una nueva foto, un “alguien” las tiraba de las redes sociales o comenzaba a realizar ataques de odio incitando a otros a que la atacaran.  

Cameron entro en un espiral de depresión, sus amigos y familiares le decían que no hiciera caso, que deja las redes sociales, sin embargo nadie entendía lo que ella sentía, pues esa era una forma de vida que a ella le gradaba. Pero los ataques de odio la hacían sentirse muy mal.

Al principio empezó con un simple

“Te odio”...

Continuo con “eres una perra”, “eres una basura”, “por qué no te mueres”, avanzo a tal grado que le mandaban a su casa objetos para que se suicidara, navajas, pastillas, cuerdas, incluso una arma de fuego.

Muchas veces estos objetos eran interceptados por su madre, pero ya no solo llegaban a su casa, comenzaron a enviarlos a la escuela.

Cada vez se sentía más triste y desesperada.

Se volvió paranoica, después de un tiempo le daba miedo salir, sus padres la llevaron al psicólogo, pero los ataques continuaban.

Era una nota que ese “alguien” dejaba bajo la ventana de su recamara, en una ocasión hasta en un espectacular que estaba de camino a su casa decía “muere perra y era una foto de Cameron, junto a varios cadáveres de ratas bañado en sangre”.

Sus padres se dieron cuenta en ese momento que esto no era solo un  juego, era real y era una persona con recursos suficientes, pues la policía a pesar de las varias denuncias que ya habían interpuesto no daban con el responsable, ni había sospechosos.

Cameron no entendía por qué de la noche a la mañana, todo se había vuelto un caos.

Emily la visitaba y cada vez que ella se acercaba los ataques eran más feroces.

Hasta que un día los padres de Cameron al percatarse de eso, le pidieron a Emily dejará de visitar a Cameron, se sintió herida, nunca quiso dañar a su amiga, sinceramente creí que estar cerca de ella la haría sentir mejor.

Sin embargo después de esa plática ella no la visito más.

Algunos meses después Cameron se iría del país, Emily no tuvo oportunidad de despedirse.

Días después de que Cameron se fue con su familia, Emily se enteró que mientras se dirigían al aeropuerto un auto golpeó el automóvil donde viajaba su amiga, los arrastró por un largo tramo hasta que los arrojó por una curva, saco el auto de la carretera, solo quedaron cuerpos deshechos por los impacto, no era posible que hubiera sobrevivientes.

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