Emily despertó, afortunadamente era fin de semana, ya el sol estaba a medio cielo, calculo que serian las 10 u 11 de la mañana.
El día anterior, ni siquiera se puso el pijama, solo estaba tan agotada que se fue directo a la cama, aún llevaba puesto el vestido de noche. Ahora era todo un desastre, todo arrugado.
Se lo quito y se dirigió al baño, ya no había rastro alguno del resfriado que sentía el día anterior.
Se dio una ducha, fue a la cocina, preparo un tazón de cereal y vio que le faltaban algunos víveres.
Hecho algo de ropa a la lavadora, hizo la lista de lo que necesitaba.
Tomo las llaves de su auto y se dirigió a una tintorería de 24/7 dejo su vestido.
Después fue al súper, caminaba por los pasillos sin ninguna preocupación.
De repente sintió un escalofrío, la mirada penetrante de alguien estaba sobre ella. Por un momento se le congeló la sangre, este sentimiento de miedo con el que vivió por tanto tiempo en el pasado regreso.
Miro a todos lados, no había nada anormal.
Después de un rato la sensación desapareció. Pensó que no era más que su imaginación jugándole una mala broma.
Continuo con sus compras, algunos vegetales, carnes frías, artículos de limpieza, detergente y lo más importante bocadillos.
Algunas golosinas, y cosas deliciosas. A ella nunca le importó subir o bajar de peso, mientras pudiera comer todo lo que quisiera era feliz. Pero para la envidia de muchas de sus compañeras, ella no subía de peso comiera lo que comiera.
Realizó sus compras, fue a dejar sus bolsas a su auto, después regreso al centro comercial.
Veía los aparadores, entraba a una que otra tienda. Después tuvo algo de apetito, entro en un restaurante italiano. Ordeno algo de comer de repente de nuevo esa sensación de que alguien la observaba.
Esta vez se levanto de la mesa, con más cuidado miro a su alrededor.
Alguien se acerco a ella por la espalda, coloco una mano sobre su hombro, ella se sobresalto y giro rápidamente para ver quien era.
-Emily, que sorpresa encontrarte.
Emily dio un gran suspiro de alivio.
-Nathaly, si que sorpresa.
- ¿También estas de compras o esperas a alguien?
- Jeje, también de compras. ¿Gustas acompañarme a comer?
-No, gracias. Tengo varias cosas que hacer en casa.
-Por cierto ¿llegaste bien a casa ayer?
Ambas caminaron a la mesa de Emily. El mesero acababa de dejar un plato de pasta y una ensalada.
Emily le hizo señas para que esperará.
-¿De verdad no gustas comer algo? - preguntó a Nathaly.
-Solo una copa de vino, por favor.
El mesero regreso con una copa extra y sirvió de la botella que estaba en la mesa.
Nathaly lo probó -¡Vaya que rico!
Hasta ese momento Emily se dio cuenta de que ella no había pedido esa botella de vino, era demasiado cara.
-Disculpe, esta no es la botella que yo pedí- le comento al camarero que estaba por retirarse.
-Oh, lo siento Señorita, me ordenaron enviarla a su mesa, no tiene que preocuparse, su cuenta ya esta pagada.
-¿Quién pago la cuenta? Preguntó Emily con cierta molestia.
-Lo siento señorita el caballero ya se ha ido, solo dejó una nota, pidió que se la diéramos cuando fuera a pagar, pero creo que hemos cometido un error.
- Me puedes dar la nota por favor.
Nathaly vio la molestia en la cara de Emily
-¿Todo esta bien?
Emily no quería platicarle nada personal a Nathaly así que dibujo una sonrisa en sus labios.
-Si, si, todo bien. Tal vez fue un amigo.
Nathaly siguió bebiendo la copa de vino, a Emily no le quedo más que comer la comida servida. De hacer un escandalo Nathaly haría preguntas o lo comentaría en el trabajo.
Al terminar la copa de vino, Nathaly, se despidió de Emily y salio del restaurante.
Emily hizo señas al camarero quien acudió rápidamente.
-Digame señorita, ¿en que le puedo atender?
- Me puedes dar la nota que mencionaste antes por favor.
El camarero fue al mostrador, tomo una la nota y enseguida se la llevo a Emily.
Era un simple papel, sin color ni aroma.
Solo tenia escrito
Que disfrutes la comida y el vino.
Sin una firma ni era una letra que pidiera reconocer.
Sin decir nada, se levanto de la mesa con la comida a medias y sin haber dado un solo sorbo al vino y salió del lugar.
Se fue directo a su auto, vigilante de todo a su alrededor. Nada fuera de lo normal.
Familias que salían de compras. Risas de niños, adolescentes que iban al cine, jóvenes parejas tomadas de las manos.
En cuanto pudo salio de ahí a toda velocidad.
Camino a su casa, se preguntaba quien había pagado la cuenta. Pero ya estaba más tranquila.
Al llegar a su casa vio un paquete frente a su puerta. ¿Qué raro, qué servicio paquetería trabaja en fin de semana?
No dio mucha importancia, presiono el botón de abrir para que la puerta del garaje subiera.
Metió su auto, cerro la puerta del garaje. Saco las bolsas de las compras.
Acomodo las cosas en su lugar, estaba por sentarse a ver el televisor cuando recordó el paquete en su entrada.
Abrió la puerta, era una caja de regalo, la tomo, era ligera. La metió y coloco en la mesa. Fue a la cocina y tomo el cuchillo mas largo que tenía y unas pinzas de barbacoa.
Abrió el paquete con cierto temor. Ella no había ordenado nada por paquetería, bueno si, pero nada de dimensiones similares a la caja.
La tapa de la caja cayó al piso, se escuchó un ruido, Emily se sobresalto. Pero el ruido no provenía de la caja sino del cuarto de lavado.
Recordó que la lavadora seguía trabajando.
Se acerco más a la caja a ver que contenía en su interior.
Cuando vio que era su corazón se tranquilizo, era un tierno oso de peluche.
Lo saco de la caja, tenía un sombrero de bombín y una corbata de moño.
Cuando lo tomo con un poco más de fuerza del interior del osos se escuchó una voz masculina, que decía
"No puedo parar de pensar en ti"
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Updated 83 Episodes
Comments
Mildred Álvarez
Huy no
2024-10-17
0
Elvira Fretes
pobre Emily volvió su acosador
2024-08-25
0
Anonymous
Xq no e preguntó al mesero como era la persona
2024-03-03
1