11- Amnesia temporal.

(una disculpa por no haber subido más capítulos, pero tuve la visita de mi familia y me fue más que imposible entrar a checa y subir los capítulos, una disculpa pero les compensaré a esta hora, BENDICIONES)

ADA.

Al despertar una enfermera estaba junto a mí, ella al verme me sonrió levantándose de su silla, salió de la habitación y solo pasaron unos escasos minutos cuando entró el médico con la misma enfermera, me reviso nuevamente, hasta que volvió a hablar.

- señora King, sé que se siente confundida, pero es más que normal, realmente es un milagro que usted esté con nosotros- solo lo observaba con atención- usted se llama Ada King y a estado por más de dos meses aquí en el hospital.

Asentí a lo que dijo, pero aunque dijera, explicara no entendería en realidad mi situación, pero si la vida me a dado una segunda oportunidad, solo la tomaré con mucho gusto.

El doctor salió y de inmediato me trajeron de comer, probando esta comida más que deliciosa para mis papilas gustativas, el resto del día me hicieron un montón de estudios y análisis, por lo que escuchaba, los médicos no se explicaban el cómo estaba despierta.

Pero si supieran que ni yo entiendo que sucede y del ¿porqué estoy aquí?, ¿con que fin?, nunca lo sabré; ya era de noche cuando entraron varios médicos a examinarme nuevamente, cuando uno habló dándome el diagnóstico.

- es normal lo que presenta, pero tenemos la certeza que su amnesia será temporal- asentí a lo que decía- trate de descansar y no forzar la mente para que ese dolor no regrese.

- gracias- les sonreí y ellos se fueron, una enfermera estaba aún conmigo, pero antes de irse giro a verme.

- el señor Ramsés está muy feliz e impaciente de poder verla y mañana a temprana hora vendrá a visitarla.- asentí, teniendo la gran incertidumbre del ¿cómo será él?.

Y solo me acomodé en la camilla hasta conciliar el sueño, en donde imágenes aparecían, imágenes que reconocía y unas más que confusas, hasta que una voz me hizo despertar rápidamente.

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RAMSÉS.

Al recibir la mejor noticia después de haber tomado una difícil decisión, eso quería decir que era nuestra segunda oportunidad en donde no desaprovecharia, olvidándome de todo el pasado y comenzaríamos desde cero, pero todo fue como una sobrecarga que mi cuerpo ya no pudo tolerar y solo me desplome.

Al despertarme tenía la necesidad de verla, pero el médico me dijo que aún no era recomendable, ya que recién despertaba y presentaba confusión, sabía que le harían estudios, así que ese día fue más que eterno para mí.

Afortunadamente, yo solo había sufrido una descompensación y esa misma noche me fui a casa, pero dejando más que dicho que por la mañana estaría en el hospital para ver a mi esposa, tenía que organizar su regreso, sé que aún es muy prematuro para ello, pero sé que pronto lo haría.

Me duche e intente dormir, pero solo pensar que mañana la vería, el sueño prácticamente se había esfumado, así que para matar las horas estuve en mi despacho revisando papeles pendientes sobre mi trabajo.

Yéndose las horas tan rápido que tenía el tiempo justo para arreglarme e irme, me duche y me puse mi traje, saliendo a toda prisa, pero antes hice una parada para comprar un ramo de flores, maneje hasta llegar al hospital, pero antes de poder verla, el médico necesitaba hablar conmigo, toque en su consultorio hasta que pasé.

- buen día señor King, tome asiento- asentí sentándome frente a él.- quería comentarle sobre la situación de su esposa.

- sí, dígame ella, ¿se encuentra bien?- él asintió sonriéndome.

- yo diría que está mejor de lo que pensamos mis colegas y yo, su esposa se está recuperando muy rápido, pero presenta amnesia temporal- lo vi confundido- eso quiere decir, que ella no recuerda nada y puede que a usted no lo reconozca, suena bastante alarmante, pero tengamos en cuenta los golpes que recibió al momento del accidente son los causantes de la pérdida de menoria.

- doctor, ¿quiere decir que ella no sabe sobre la pérdida de nuestro hijo?- él niega rotundamente.

- señor King, creo que es mejor por ahora no darle esa noticia, en su condición no sabemos como pueda reaccionar o que complicación pueda tener- asentí levantándome- así que solo tenga paciencia.

- la tendré doctor, gracias- salí del consultorio.

Camine a pasos apresurados hasta llegar a la habitación, pero al entrar no estaba, una enfermera entró indicándome que la habían cambiado de habitación, me llevo y estaba frente a la puerta con mis nervios a mil, respire profundamente y solo abrí la puerta; lo primero que vi fue a ella aun dormida, camine hacia la camilla y solo le hablé.

- mi amor, Ada- y solo bastaron segundos para ver nuevamente esos ojos que me habían enamorado, pero su mirada era totalmente distinta siendo más cálidos que antes.

Me acerque a ella quien tenía los ojos más que abiertos, enmarcando más lo hermosos que eran, intente tomar su mano, pero ella solo la quito de donde la tenía.

- ¿quién es usted?- sonreí, porque aunque no me recordará, me tomaría el tiempo para que lo hiciera y si no sucedía la enamoraría de nuevo.

- soy Ramsés King- al decir mi nombre ella se sorprendió tomando mi mano.

- usted, usted ¿es mi esposo?- asentí sonriéndole, sabía que estaba nerviosa, su mano estaba helada y temblaba.

- si lo soy, tranquila, el médico me comento sobre tu pérdida temporal, yo sé que en este momento no me recuerdas, pero estaré aquí para ayudarte a hacerlo- ella asintió soltando mi mano.- te traje estas flores, ¿espero te gusten?- ella asintió tomando el ramo, llevándolas hasta su nariz.

- gracias, son muy bonitas- asentí más que feliz.

Y solo fue la pauta para que ella me preguntara cosas, sobre mí y nosotros, yo solo le respondía a cada duda que tenía, sabía que en este momento daría un giro nuestro matrimonio, pero si la vida nos dio una nueva oportunidad de esa manera, yo la aceptaría.

Me quedé pensativo sin prestarle atención a mi esposa, cuando una acaricia me hizo verla nuevamente.

- ahora, eres más real- no entendía a que se refería.

- ¿que dices?- me sonrió tocando mi cabello.

- ¿puedo verme al espejo?- nuevamente me parecía extraño, pero solo asentí, levantándome de la silla.

Camine hasta el baño tomando un espejo portátil y regrese a su lado entregándoselo.

- aquí tienes- ella asintió sonriéndome.

Me quedé observándola y al momento que vio su reflejo, comenzó a pasar su mano por su rostro, como si no se reconociera, vi salir unas lágrimas de sus ojos, pero sonrió dirigiendo su mirada al techo.

Limpie sus lágrimas y solo la abrace, escuchando pequeños sollozos en mi pecho y sus manos apretarme más a ella.

- gracias, gracias, [por ser tú]- al decirme eso me sorprendió, ¿de que me agradecía?, dijo algo más, pero fue tan bajo que fue muy difícil entenderle.

- tranquila, mi vida, todo estará bien- ella asintió calmando su llanto, al separamos no dude en preguntarle- ¿puedo darte un beso?.

Ella asintió y moría por besarla en los labios, pero no quería apresurar las cosas en su estado la podría confundir o alterarse, así que solo la bese en la mejilla muy cerca de sus labios y ella solo sonrió hasta sonrojarse, se veía tan hermosa mucho más que antes.

Me quedé el resto del día a su lado en donde la ayude a comer, sabía que lo podía hacer por sí sola, pero necesitaba hacerla sentir mi apoyo y sobre todo que aunque pase el tiempo yo seguiré junto a ella tomando su mano.

ADA KING.

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