8- Accidentes.

ZAIDANE.

Una semana después de haber ido al centro comercial, hoy nuevamente saldría, comiendo en un restaurante al salir compré un regalo para mamá y solo decidí ir a su casa, en verdad no le veía nada de malo.

En el camino seguía platicando con mis fieles compañeras, al bajar sin pensar entre a la casa, después de años nuevamente pisaba esta casa del cual salí a mis diecinueve años y hoy tengo casi veinticuatro.

Al pasar por el recibidor caminé hasta la sala en donde estaba mi madre con mis hermanos y sus esposas, dándome cuenta que tenían una reunión familiar en la que yo no fui invitada.

Mi madre al verme se levanta rápidamente acercándose a mí, mientras solo era observada por mis hermanos.

- Zaidane, ¿que haces aquí?- asentí a su pregunta.

- solo vine a traerte este regalo, lo vi en una tienda y no dude en comprarlo- sonrió mi madre, tomando la caja, pero su sonrisa se esfumó y solo me veía sería.

- no debiste venir, Zidane lo que hiciste está mal- la vi más que confundía, ¿por qué mal?, cuando solo sentí una bofetada proveniente de mi padre, quien acababa de llegar.

- ¿que haces aquí?, ¡LARGO!, no eres bienvenida en esta casa- me quedé más que en shock por las palabras de mi padre.

- pero, ¿por qué?, padre dígame- él me tomó del brazo sacándome de la casa.

- olvídate que tienes familia, ya no somos tus padres, ahora lárgate, no quiero volver a verte en mi vida- solo asentí al borde de las lágrimas, Sinya me tomó de la mano sacándome de ese lugar.

Me dolía mi corazón, aún quería vivir en la mentira, pero estaba más que claro que desde que salí de esta casa era solo para no volver a pisarla, pero en el fondo lo necesitaba para hacerme a la idea que estaba sola en esta vida.

Fuimos en silencio todo el camino hasta llegar a casa percatándome que el auto de Samir estaba en el parqueadero, baje, apenas atravesé la puerta y fui jalada del brazo con rudeza, sabía que estaba enojado por mi ausencia.

- ¿por que fuiste con tus padres?- me encogí de hombros la verdad no sabía que decirle- te estoy hablando, responde Zaidane.

- porque quería ver a mi madre, pero, pero- me quedé más que trabada, tenía temor, él, cada vez más me acorralaba y no lograba pensar claramente.

- ¿pero?- guardó silencio y solo mis lágrimas salieron- pero, que.- me grito quedándome aún más pasmada por lo que sucedía.

- déjame pensar, no me grites por favor- me tomó de los hombros sacudiéndome hasta dejar caer su mano en mi mejilla.

- no me interesa tus explicaciones, te enseñaré a ser obediente, Zaidane Hamdi- volvió a sonreír, verla en su rostro era más que terrorífica.

Y por impulso lo aventé corriendo escaleras arriba encerrándome en mi habitación, pero no tardo mucho en entrar de un solo golpe, corrí al baño, pero fui atrapada aventándome al piso, donde en cuestión de minutos me comenzó a ultrajarme, golpeándome sin descanso, sé que mis gritos desgarradores pidiendo ayuda se escuchaban por toda la casa, hasta que se levantó y me obligó a levantarme del suelo donde me tenía.

Él solo se acomodaba su ropa, estaba en estado catatónico por lo que me había echo, lo vi acercarse y yo por inercia fui retrocediendo, sin darme cuenta que las puertas del balcón estaban abiertas.

Sentí el aire acariciar mi rostro, cuando él se acercó intente defenderme forcejeando con él, sintiendo la barandilla pegar en mi cintura, en mi desesperación le di una bofetada, él se separó de mí, pero fueron segundos cuando él con sus manos ejerció fuerza en mis hombros, sintiendo dar la vuelta cayendo al vacío un dolor más que insoportable invadía cada poro de mi piel y mi vista comenzaba a estar borrosa, no sentía mi cuerpo y mi respiración era muy débil sintiendo los latidos fuertes de mi corazón, logré escuchar gritos y una silueta acercarse al ver su rostro sabía que era él, el hombre de mis sueños, senti una caricia en mi rostro y solo logré escucharle decirme.

- todo estará bien- todo comezón a oscurecerse a mi alrededor cerrándose mis sentidos, hasta no saber más de mí.

▪️▪️▪️▪️

RAMSES.

Hace semanas veía aun más que extraña a Ada, no sabía que sucedía, pero algo presentía en el fondo de mi corazón, mande a investigar a mi esposa y me enteré de muchas cosas muy dolorosas para mí.

Tenía años engañándome, fue darme en mi ego yo que nunca pensé que me pasaría y ahora me había entrado una gran pregunta, el bebe que espera en realidad será mío?, sé que es más que estúpido esto, pero las evidencias hablan por sí solas.

La esperé el tiempo que fuera, necesitaba respuestas en este momento, me senté en la sala tomando un vaso con whisky y fumando para tratar de tranquilizar la revolución que siento en este momento.

Ella llegó, la vi que subió las escaleras sin darse cuenta de mi presencia, subí de inmediato entrando a la habitación, ella solo me veía sin ningún gesto en su rostro.

- Ada, necesitamos hablar- rodó los ojos hasta ponerlos en blanco.

- ¿ahora que sucedió Ramses?- en verdad me dolía su cinismo, me acerque a ella y le entregue las fotos.

Al verlas, su rostro se sorprendió, levanto su mirada, sabía con esa mirada buscaba una explicación, pero en este momento no la había, estaba más que claro que tenía años con su amante viviendo de mi dinero.

- Ramses, yo, yo- se quedó en silencio hasta que volvió a hablar- sabes, esto es tu culpa, tu maldito trabajo, me dejas aún lado, yo también necesito sentirme querida.

- ¡que!, te estás escuchando Ada, es la explicación más absurda y estúpida que e escuchado, como va a hacer posible que me culpes a mí de lo que tú quisiste hacer- ella negaba tan tranquila- era preferible que me dijeras que ya no me amabas y créeme que te hubiera dado el divorcio.

- jamás me divorciaré de ti, tú y yo nos casamos para la eternidad, así que olvídalo tú eres mío- la vi más que extrañado por lo que dijo.

- esto llegó a mis límites, simplemente ya no más Ada, ya no- ella comenzó a llorar tirando cosas en la habitación, haciendo un total desastre.

- Ramses, eso ni pensarlo- se salió más que alterada, escuche la puerta de la casa cerrarse con fuerza.

Sabía que esto me dolía más a mí que a ella, pero ya no podía aguantar más, levante las cosas que ella dejó regadas por toda la habitación, me fui a mi despacho a terminar los pendientes, sabía que era uno más de sus berrinches y en menos de una hora regresaría y en esta ocasión hablaría bien con ella para divorciarnos.

Pero me pareció extraño que no regresara pasaba más de una hora, sentí algo muy extraño en mi corazón cuando mi teléfono celular sonó.

📲 Ramses King ¿con quién hablo?

📲 hola buenas noches, señor, le hablo del hospital central para comunicarle que su esposa Ada King tuvo un grave accidente.

📲 ¡queeé!.

📲 necesitamos que venga, señor.

📲 si, si claro, gracias.

Me quedé por segundos parado aún sosteniendo mi teléfono en la mano, hasta que reaccione tome mi saco y salí a toda velocidad hasta el hospital.

Al llegar entre corriendo y pidiendo información sobre mi esposa, hasta que escuché a un médico hablar.

- familiares de la señora Ada King- me acerqué corriendo hacia él.

- soy su esposo, ¿cómo está ella?- no se veía buen semblante y en este momento presentía lo peor.

- su esposa salió bien de la cirugía, pudimos detener la hemorragia interna, su cerebro en este momento está inflamado por los golpes del accidente y por seguridad la inducimos a un coma, para que pueda recuperarse, la seguiremos monitoreando para ver si hay algún cambio- asentí más que desesperado.

- y mi hijo ¿cómo está?- asintió a mi pregunta.

- lo siento señor, pero su esposa perdió al bebe- me quedé helado al escucharlo, aun así, él era mi hijo fuera o no mi sangre- ¿puedo verla?.

- en este momento la están preparando para subirla a piso, en cuanto esté en la habitación una enfermera vendrá por usted.- asentí despidiéndome de él.

Me senté en la sala de espera a eso a esperar para poder verla, los minutos pasaban hasta que vino una enfermera, me llevó hasta su habitación, al entrar fue muy grande el impacto, estaba conectada a aparatos y monitores, me acerque a ella tomando su mano, posando mi otra mano en su vientre donde ya no estaba mi hijo.

Por segunda vez lloraba, me dolía verla así, tal vez si no la hubiera enfrentado ella estaría en este momento en casa, me siento tan culpable porque la orille a irse más que alterada.

Solo me quedé tomando su mano rogando a Dios que se recupere y abra sus ojos, para que este de nuevo conmigo e intentar recuperar lo nuestro.

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Comments

Silvia Linares

Silvia Linares

no,no,no,habráse visto semejante cabron????? pégame cachos pero no me dejes!!!!!! jajaja jajaja

2024-04-01

2

Reina Martínez

Reina Martínez

Rolitranco de CABRON ES LO QUÉ ES😡😡😡😡

2024-03-03

3

Giovanna Xchel Maya

Giovanna Xchel Maya

que pena lo que él pasa con esta Mujer.

2024-02-29

1

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