Mi hijo

De inmediato Asuman sale del lugar, afuera la esperaba su criada Hande

- Tenemos que ir a ver de inmediato a Cecilia, tiene que estar bien en tres días – menciona Asuman

- Eso quiere decir que el consejero Berat acepto la unión.

- No por completo, primero desea que su hijo la vea si le gusta aceptara.

- La señorita Cecilia es hermosa, no creo que se nieguen.

- Es muy hermosa cuando no es envenenada, todavía no comprendo cómo se confundieron

los frascos.

- Mi sultana, le aseguro que no hice nada para perjudicarla.

- Confió en ti, solo debía desmayarse no envenenarse, tenemos otro problema el

compromiso llevare más tiempo.

- Pero el sultán puede despertar en cualquier momento.

- Exacto es mi hijo y mi sultán le debo lealtad absoluta y estoy casando a la mujer que

desea a sus espaldas, solo fue un descuido un instante, siempre que sabía que mi hijo venía a verme manda a Cecilia lejos para que no pueda ver ni uno de sus cabellos, solo un momento en que la vio nos llevó a todos estos sucesos.

- Mi sultana si el sultán se entera, tendremos varios problemas.

- Una vez que Cecilia está casada no podrá hacer nada más que festejar la boda. Estoy

dispuesta a aceptar el castigo que considere apropiado, valdrá el precio mientras ella sea feliz.

- Usted no fue feliz aquí...

- Yo fui educada para servir al sultán con devoción y sumisión absoluta, sabía que

sería llevada ante su presencia y que de esa noche dependería mi futuro, si sería una de sus favoritas, madre de su hijo o simplemente olvidada. Únicamente me llamo dos veces y fue suficiente para que concibiera un hijo, en cuanto supieron mi embarazo tuve privilegios, pero jamás vi al sultán en todo ese periodo

cuando di a luz vino a darle el nombre de Orhan nunca más fui llamada para servir a su majestad lo veía tal vez en alguna festividad importante, desde que mi hijo nació dejaron en claro que no era mío sino del imperio, cuando yo lo lleve en mi vientre, cuando yo lo crie, vi por su educación, además decían que

yo era desechable e incluso mi hijo podía serlo porque había más príncipes. Hubo una enfermedad que termino con la vida de varios príncipes, por suerte Orhan no la tuvo porque era excluido del resto así que no se contagió quedaron como tres príncipes incluido mi hijo, uno murió en batalla mi hijo se convirtió

en el principal sucesor y la madre sultana se interesó en él, nunca debí permitir que ella lo criara desde ahí perdí a mi hijo, se volvió prepotente, altanero, pero como una concubina sin el favor el sultán iba a enfrentar a la gran madre sultana de aquel entonces, nunca fui feliz me educaron para

complacer al sultán y no lo logre, fui madre me arrebataron a mi hijo, nunca cumplí el rol que me asignaron, por eso cuando Cecilia llego quería guardarla para mi nieto viendo el comportamiento de este, si no consideraba que iba a darle un lugar a Cecilia, la pondría a mi servicio por más tiempo, es la hija que nunca tuve me recuerda tanto a mí que siento que al salvarla voy a salvar una parte de mí, incluso si tengo que pagar con mi vida lo haré, yo ya fui condenada a esta vida, que me quiten el título de madre sultana no me importa, pueden quitarme el oro que al final no me interesa y mi vida ya no tiene sentido, hace mucho tiempo perdí a mi hijo a mi Orhan desde ahí no importa lo que pierda.

- Madre sultana tiene que ser fuerte, Cecilia la necesitara usted es el único apoyo que tiene en este sitio, incluso considero que cuando tenga hijos vendrá a visitar junto a ellos.

- No hablemos más recuerda que los pasillos tienen oídos.

Kerem volvió a ver a Cecilia quien se encontraba mejor, al estar cerca del sitio Bulut lo detuvo.

- Bulut: príncipe, no puede pasar en este momento.

- Kerem: ¿por qué?

- Bulut: según las reglas no puede ingresar porque la señorita Cecilia no está adecuadamente vestida, deme un momento para arreglar la situación – entra de inmediato a la habitación.

Luego de unos minutos Bulut vuelve a Salir y le permite ingresar.

- Kerem: recuerdas que soy un príncipe.

- Bulut: Cecilia es una odalisca del Sultán, solo cumplo con las normas, si fuera su

odalisca le gustaría que alguien más la viera...

- Tienes razón.

Al ingresar ve que el área donde se encontraba Cecilia estaba cubierta por cortinas, al ver su expresión la concubina Enise se burla.

- Kerem:pensé que a usted también la cubriría.

- Enise: yo no tengo mucha importancia aquí, me dio un velo, no creo que sea necesario.

- Kerem: ya no permanecerá más aquí …

- Enise: no hay nada más que puedan hacer en este lugar para hacerme sentir mejor, quiero pasar todo el tiempo que tenga con mi hija, recuerda tu promesa.

- Kerem: no la olvidaré.

- Bulut: no dejes sola a la señorita Cecilia, son las ordenes de la madre sultana – Gamze ingresa.

- Gamze: príncipe – hace una reverencia -, concubina Enise – hace otra reverencia.

- Enise: habla con Cecilia antes que el eunuco te corra. Ven querida – llama a Gamze -, me

ayudaras a ir afuera.

- Gamze: como lo ordene.

Al salir Bulut cuestiona a Gamze por dejar solo al príncipe y Enise le explica que necesita ayuda incluso le da una excusa para que él las acompañe.

- Kerem: Cecilia - se para tras las cortinas.

- Cecilia: ¿Por qué no pasas? – dice en voz baja.

- No deseo incomodarte.

- Puedes ingresar – Kerem abre una cortina e ingresa.

- Cecilia ¿Por qué lo hiciste? Te di algo más fuerte que lo que te dio la madre sultana, pero solamente te mantendría inconsciente más horas, no envenenarte.

- El plan debía ser perfecto y fue lo único que encontré para provocar esto – alza la manga de uno de sus brazos.

- Son manchas en tu piel.

- Esto evitara que el Sultán se acerque a mí, no te preocupes no son contagiosas, es un efecto secundario que durara una o dos semanas, dime funciono el plan, salvaste a tu madre como tanto lo deseabas.

- Si la salve de ser condenada a muerte, me arrepiento al parecer mi madre no es el

ángel que pensaba, ni el acto que hizo fue un error o celos, para ella fue un muerto más sin importancia.

- Te dije que lo reflexionaras antes, estabas firme en tu decisión, por eso cambiamos los frascos para darte el tiempo que necesitabas, ahora no puedes dar un paso atrás porque decir la verdad nos condenaría a nosotros a la muerte ¿Qué paso con el sultán?

- Tiene varias alucinaciones, está atado en su habitación para que no se haga daño.

- Ay que darle un poco más del líquido.

- Me encargaré de eso, el frasco lo debe tener Gamse.

- Quería

pedirte perdón.

- ¿Por qué?

....

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