Cadenas de oro

Sultán: Kadir síguela y enciérrenla en su habitación.

Enseguida Kadir la sigue junto a unos eunucos, la ven dirigirse al área de las odaliscas, por lo cual corren a buscarla, Kadir se detiene al ingresar a esa área, ya que solo puede ingresar si el Sultán se encuentra ahí, así que ordena a los eunucos entrar y traerla. Ezgi trataba de abrir la puerta de la habitación de Cecilia de forma abrupta.

- Ezgi: abre la puerta de inmediato – golpea la puerta -, crees que podrás ocultarte. Sabes

a quién desafiaste – los eunucos la agarran para llevarla a su habitación -, no me topen yo soy una sultana ustedes unos simples criados, una orden mía y estarán muertos.

- Asuman: niña basta – menciona molesta -, compórtate como una sultana, el poder con

lleva responsabilidad, no debí dejar su educación en las manos de sus madres.

- Ezgi: no lo entiende sultana todo es culpa de esa mujer.

- Asuman: ¡Basta! – alza la voz -, entiende que tu madre actuó mal, tiene que asumir la

responsabilidad de sus actos.

- Beste: no lo comprendes, el lugar de Cecilia lo podría ocupar cualquier otra odalisca, tu madre habría actuado de la misma manera contra las mujeres que le interese a su majestad.

- Asuman: ahora iras a tu habitación, permanecerás encerrada hasta tu matrimonio.

- Ezgi: no puede permitirlo, se lo ruego.

- Asuman: te he protegido durante años, ya deberías estar comprometida y como me pagas… Me tienes corriendo detrás de ti como si fueras una niña que no entiende nada – las odaliscas de alrededor comienzan a murmurar -. No quiero más quejas, lo

entiendes… - Ezgi se mantiene callada -, llévenla a su habitación.

- Cansu: madre se encuentra bien … - Asuman asiente con la cabeza.

- Asuman: llamen a los encargados hay que darles instrucciones.

Luego de algunos minutos llegaron los encargados, Asuman les dio las órdenes e indicaciones para que salgan al patio en la tarde, para ver la sentencia de la concubina Dilara, tras aclarar todo con respecto al tema, pidió a Beste y Cansu que se fueran a sus habitaciones, ya que deseaba descansar, al ir a su dormitorio Cecilia la espera en la puerta junto a Gamze, al verla hace una reverencia.

- Asuman: querida necesitamos hablar en privado – ingresan al dormitorio -, salgan – el

resto de criadas se marcha.

- Cecilia: madre ¿Sucedió algo? Se ve agotada y algo molesta.

- Te vas a enterar de cualquier modo, Ezgi la hija de la concubina Dilara – se sienta -, tras enterarse de que a su madre le cortaran una mano por golpearte enloqueció y fue a buscarte a tu habitación es lo que me tiene molesta que sea tan impulsiva, temía algo así por eso te pedí que me esperaras aquí.  No te llame por ese asunto hable con mi hijo sobre ti, tendrás que ir a su alcoba – Cecilia se muestra triste y preocupada -, espera, permitió que te casaras si el hombre que escojo te acepta, aunque ya no seas virgen y si no quedas embarazada. No te preocupes ya estuve pensando en que haremos, iras junto a él, pero no hoy yo inventare una excusa, buscaré una mujer parecida a ti físicamente verterás una posición que te daré en su bebida, cuando se comience a sentir mareado haremos el cambio otra mujer ocupara tu lugar, así no dejaras de ser virgen y conseguirás tu libertad, estoy buscando un buen prometido donde estarás a salvo.

- Está bien madre, haré todo lo que me diga.

- Muy bien, resolveré este asunto lo más pronto posible, no le cuentes a nadie lo que

hablamos o estaríamos en problemas.

- Entonces me retiraré para que nadie sospeche diré que me pidió que le diera un masaje, ya que le dolía mucho la cabeza.

- Bien hija ahora vete con cuidado y no temas – Cecilia sonríe.

Tras despedirse de forma adecuada de la madre sultana, Cecilia le pide a Gamze que le ayude a reunirse con Cahil, hasta que Gamze averigüe el lugar en el que se encuentre, Cecilia va junto a Bulut a su habitación.

- Bulut: señorita le sucede algo… se ve preocupada, tal vez sea porque la sultana Ezgi fue a buscarla y armo un escándalo no se habla de otra cosa en el palacio. Usted siempre es el tema de conversación en el lugar debería calmarse un poco, dejar que otras personas sean el centro de atención – Cecilia sonríe.

- Me gustaría dejar de ser el centro de atención, pero parece imposible en este sitio.

- Esta noche puede traerle varios beneficios, las demás odaliscas ya no podrán quejarse de porque tiene una habitación para usted o una criada a su servicio, tiene que aprovechar esta oportunidad.

- Eres feliz aquí …

- No conozco otra vida que esta, la acepto.

- Yo conozco otra vida además de esta, no puedo aceptarla.

- No tienes opciones, sé que le han sucedido algunas cosas malas, pero tiene la atención de nuestra majestad

- Todos creen que tener la atención de su majestad te traerá cierta felicidad o te debes sentirá alagada por ello, dime ¿Qué sucederá cuando no tenga su atención? ¿Cuándo sea abandonada por él? ¿Cuándo llegue alguien y ocupe mi sitio? Si llegara a quedar embarazada de un hijo tendría que luchar toda mi vida para protegerlo y, aun así, resignarme a que en cualquier momento lo puedo hallar muerto, no quiero sufrir de esa manera, si tengo una hija tendré que cederla al imperio, jamás podrá tomar una decisión sobre su vida.

- Su hija será una sultana nadie se atreviera a tratarla mal.

- Pero si utilizarla por su conveniencia.

- Las mujeres tienen una obligación, su vida es para servir a sus esposos y darles descendencia. Aquí no es diferente, el sultán no se convertirá en su esposo a menos que él tome esa decisión, podría tener una vida cómoda aquí, si atiende de forma adecuada a nuestra majestad.

- Es estar atada con cadenas de oro, no importa lo lujosas que sean, siguen siendo

cadenas, que te sostienen.

- Haga que la atadura no la lastime, acostúmbrese a ellas, no hablemos más de ese tema. Ya escogimos su vestimenta para esta noche, las joyas, tiene que darse un baño y perfumarse, Feriha le indicara como debe comportarse – llegan al área de las odaliscas.

- Odalisca 1: Cecilia te perdiste de un gran espectáculo.

- Odalisca 2: no tuvimos espectáculo porque no te encontrabas en tu habitación, parece que eres expertas en hacer enemigas.

- Bulut: no escucharon el decreto del sultán, parece que desean quedarse sin lenguas.

- Odalisca 3: no la insultamos, le contamos las novedades mientras ella no estaba.

- Cecilia: es bueno que presencien estas situaciones pronto ustedes se verán involucradas en este tipo de escándalos, se darán cuenta cuando lleguen a la cama del

sultán.

- Feriha: no debería ilusionarlas señorita, ni siquiera llaman la atención de su majestad. Al parecer nunca serán tocadas, ni vistas por su majestad.

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