Cumpliendo la sentencia

Cecilia decidió ir a su habitación, mientras Bulut organizaban todo lo necesario para que las odaliscas salgan en la tarde sin causar un alboroto. Gamze volvió y de forma cuidadosa salió junto a Cecilia a encontrarse con Cahil.

-  Cahil: ¿Qué sucede? No tengo nueva información, sean breves no quiero que nadie nos vea y ustedes son muy descuidas por eso yo las vi.

- Cecilia: necesito escapar del palacio – Gamze se sorprende.

- Cahil: de nuevo, que le hace pensar que si una vez no lo logro ahora si…

- Gamze: pensé que nos darían la libertad.

- Cecilia: las cosas con el príncipe son inciertas, si no logro que la concubina Ayse

salga bien librada no sé cómo vaya a actuar, necesito otro plan si es necesario escaparemos de nuevo.

- Cahil: eso suena a mucha gente.

- Cecilia: no te obligaré a ir con nosotros, Gamze si no deseas ir tampoco te obligaré.

- Cahil: he escuchado historias sobre pasadizos que los llevan al exterior del palacio, no conozco ninguno, averiguaré y los buscaré, si me pierdo en uno y no regreso con

vida recuérdenme como un héroe, señorita Cecilia cuénteles a sus hijos de su leal sirviente Cahil me gustaría ser recordado de esa forma.

- Cecilia: luego dicen que las dramáticas somos nosotras. Está bien, pero necesito que

estés bien, no puedo perder a mi aliado.

- Kerem: así que aliado – todos se sorprenden de al ver al príncipe.

- Gamze: príncipe – hace una reverencia -, nos perdimos.

- Cahil: les dije que son pésimas en esto - susurra.

- Kerem: los escuché no están perdidas.

- Cecilia: no, no estamos perdidas disculpé nuestro nerviosismo.

- Kerem: me dirán que sucede…

- Cahil: todo es mi culpa príncipe – se mantiene inclinado.

- Kerem: sería más creíble que fuera culpa de Cecilia.

- Cecilia: tiene razón es mi culpa, caminaba por donde no debía y descubrí a este par de

tortolitos – Cahil y Gamze se sorprende -, es un delito enamorarse…

- Kerem: no es un delito, pero no es apropiado.

- Cecilia: es lo que les comenté, prometí que mantendría su relación en secreto.

- Kerem: y por eso se volverá tu aliado…

- Cecilia: es que Gamze es mi única amiga aquí, mi aliada, mi confidente entonces él ahora también es mi amigo, mi aliado.

- Kerem: no preguntaré más al respecto por ahora, ahora dales un momento de privacidad y ven conmigo – Gamze y Cahir se ven entre si brevemente.

Kerem y Cecilia se alejan un poco del lugar.

- Cecilia: ya le dije hago lo que puedo, me apresuro, de hecho, tengo que ir a dejarle el

almuerzo al sultán, sabe si tiene planeado ir a una invasión, expedición o salir a casar…

- Kerem: no piensa salir, por qué lo vas a extrañar…

- No diga tonterías, hable con el sultán para convencerlo de que no asesinen a su madre.

- Entonces tendrías que almorzar conmigo y convérseme de eso – Cecilia se sorprende.

- ¿Por qué?

- Tengo que decidir el futuro de mi madre, no tengo idea de qué hacer … Si soy flexible dirán que se debe a que es mi madre y nunca seré un buen gobernarte, si soy implacable algunos pensaran que tome la decisión correcta por demostrar que la vida de cualquier persona es valiosa y la familia de la realeza también debe cumplir las normas, otros temerán por el futuro ya los escucho “si fue cruel con su madre que nos espera a nosotros” querrán sacarme del trono antes de llegar.

- Su destino depende de otras personas, si analiza el caso como si se tratara de otra persona, reflexione que resolución tomaría o pónganse en el lugar de su padre que haría usted si fuera una de sus concubinas la que actuó de esa manera. No importa la decisión que tome lo juzgaran, entonces analice la situación de distintas perspectivas, busque en los registros si han existidos sucesos

similares y que sentencia se les dio. Debo volver Bulut nos debe estar buscando, permiso – hace una reverencia.

- Gracias tendré en cuenta tu opinión, por cierto, seguiré siendo tu aliado sin importar lo que suceda con mi madre.

Cecilia se retira de inmediato y vuelve junto a Gamze y Cahil quienes se encontraba en silencio nerviosos.

- Cecilia: ¿Qué sucedió?

- Gamze: ¿Qué podría suceder? Vámonos ya deben haberse dado cuenta que salimos – Gamze sale con cuidado.

- Cahil:señorita su criada no me es indiferente, pero no es el momento para que nos organice una boda, primero debemos resolver nuestros asuntos.

- Cecilia: tranquilo no necesitamos que se casen de inmediato, pero si llega a suceder

algo prométeme que la ayudaras, no la dejaras sola por favor.

- Cahil: lo prometo.

- Gamze: Cecilia rápido, tenemos que volver.

- Cecilia: iremos a la cocina no te preocupes tenemos la excusa perfecta. Hasta pronto

Cahil.

Como lo dijo Cecilia se dirigieron a la cocina para llevar la bandeja de comida del sultán, en esta ocasión la porción era mayor por lo cual otras muchachas la tendrían que acompañar, Cecilia puso una excusa para ir al final de la fila, Gamze iba tras ella menciono al resto del personal que no podía dejarla sola nunca o la madre sultana la castigaría por no cumplir sus órdenes entonces a nadie le pareció extraño, por el camino Cecilia se retrasó un poco para que Gamze pudiera poner el alucinógeno de forma desapercibida, tras hacerlo le dijo que fue junto a Bulut quien las está buscando, al llegar a la puerta ingresaron sin inconvenientes, el sultán se alegró al verla le ordeno al resto que los dejaran solos.

- Hoy no podremos conversar, tengo invitados y no quiero que te vean no estás vestida de forma adecuada deberías llevar un velo que cubra tu rostro.

- Su majestad no se preocupe – sonríe -, esta noche nos volveremos a ver a solas.

- Esta tarde no saldrás con las odaliscas iras junto a mi madre y hermanas, no te apartes de ellas.

- Está bien majestad – hace una reverencia y sale del lugar.

- Kadir: señorita.

- Cecilia: señor – hace una reverencia.

- Kadir: volvió a traer los alimentos del sultán, por su propio bienestar debería dejar de hacerlo, si el sultán resultado envenenado o enfermara usted sería la principal sospechosa.

- Cecilia: no sería capaz de hacer algo contra nuestra majestad.

- Para mí su actitud es sospechosa, yo vi cuanto sufrió por aquel joven incluso quería

morir junto a él o en su lugar, ahora atiende a la persona que ordeno su muerte… tenga cuidado.

- No tengo opciones, ahora mi vida le pertenece al sultán y … - es interrumpida.

- Antes su vida ya le pertenecía a su majestad.

- Yo no lo veía de esa manera, era libre antes de venir al palacio, ahora comprendo cuál es mi lugar, soy una odalisca hoy, si el sultán lo decide mañana puedo ser una criada. Permiso.

Enseguida vuelve a su habitación, donde Feriha y Bulut la esperaban ansiosos para comenzar a reglarla después de almorzar.

- Feriha: que bien que llegaste, apresúrate come tenemos que prepararte adecuadamente.

- Cecilia: tengo que ir junto a la madre sultana, su majestad pidió que asista junto a ella a ver el cumplimiento de la sentencia.

- Bulut: eso nos quitará tiempo, debes estar perfecta hoy no debe existir ningún error.

- Feriha: ve a pedirle permiso a la madre. Yo te acompañare.

- Cecilia: y la comida…

- Feriha: después, Gamze te puedes quedar yo la llevaré.

- Gamze: está bien.

Van a la estancia de la madre sultana quien las recibe, Feriha le explica la situación, Asuman les explican que Cecilia no puede faltar porque fue la afectada, después del suceso pueden marcharse enseguida para seguir con los preparativos. Le pide a Cecilia

que se quede un momento con ella, ya que debe darle algunas indicaciones.

- Asuman: te desmayaras, tras ver cómo le cortan la mano, ten – le entrega un brebaje -,

te lo tomaras en cuanto entremos a la recámara para ver la condena de la concubina Dilara, nadie debe sospechar de lo que hicimos por lo cual me devolverás el frasco solo a mí de inmediato. No verás al sultán esta noche, enviaré a otra mujer, ahora vete y actúa con normalidad.

- Cecilia: lo entiendo madre, permiso.

Cecilia va junto a Feriha a su habitación, Feriha habla con Bulut para que tenga todo listo que no tendrán tiempo para corregir algún error. Tras una hora se prepara a las

odaliscas para salir al patio, todas van cubiertas el rostro, mientras Cecilia va junto a la madre sultana, de ese modo las odaliscas llegan al patio, mientras las sultanas junto a Cecilia observan desde una recámara, el sultán aparece junto a sus consejeros, Kadir y el príncipe, dos guardias traen arrastrando

a la concubina Dilara, ya que esta trataba de resistirse.

- Dilara: ¡piedad majestad! – grita desesperadamente.

- Sultán: debías pensarlo antes de desobedecerme.

- Kadir: la concubina Dilara desobedeció la orden de nuestro sultán, él proclamo que nadie podía maltratar de alguna forma a la señorita Cecilia – las odaliscas se sorprenden, mientras otras agachan la cabeza -, la concubina la golpeo y hoy se le cortara la mano con que se atrevió hacerlo.

- Dilara: no, no por favor, su majestad recuerde que tenemos una hija, no puede hacerme esto después de haberlo servido por años, fue un error que no volveré a cometer se lo prometo – los guardias la obligan a ponerse de rodillas.

-  Sultán: si doy una orden la cumplen, de lo contrario estas son las consecuencias.

- Kadir: concubina deje de moverse, de lo contrario saldrá más lastimada – un soldado

afila bien una espada, lo que provoca que Dilara llore.

- Dilara: tengan piedad – comienza a desesperarse, intenta zafarse.

Al ver que el hombre se aproxima, Dilara llora y suplica, termina desmayada, el sultán ordena que la sostengan y procedan, en cuanto le cortan la mano Dilara despierta y da un grito de dolor para posteriormente desmayarse, enseguida la atiende para devolverla al calabozo, el grito atemorizo algunas odaliscas, otras se desmayan de la impresión, algunas están temblando en estado de shock.

- Cecilia: madre – comienza a ver borroso -, me siento mal – cae al piso desmayada.

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