Acaso tienes celos???

A la mañana siguiente, los chicos se dirigieron a la empresa. Llegaron a la misma hora de siempre y vieron bajar a las chicas del bus. Estaban ya con Hana y estaban riéndose mientras charlaban. Ellos solo siguieron caminando y ellas se dirigieron al ascensor. Se toparon con ellas al subir y las saludaron muy amistosos. Hana solo se les quedó viendo, no dijo nada, pues ella estaba pensando en lo que pasó con la presidenta. Después de ayer, con su fiebre, ya está un poco mejor, así que fue decidida a trabajar. Las chicas se separaron, pues Roxan bajaba un piso antes que Anabel y Hana. Alejandro siguió con ellas. Al llegar al piso donde bajaban, estaba Myriam esperando junto a la puerta del ascensor. Cuando la vieron, Anabel y Alejandro se sorprendieron. Hana venía algo distraída, pensando en todo lo del día antes, que no se fijó que al salir del ascensor chocó con Myriam.

Myriam: sonríe Fíjate por dónde vas...

Hana: Lo siento, no estaba fijándome por dónde estaba caminando. Alza la cabeza para ver con quién chocó...

Myriam: se ríe Ja, ja, ja, ja, Hana, ¿en qué ibas pensando que no me viste?

Hana: sonríe Lo lamento, presidenta, no era mi intención chocar contigo. Estaba pensando en unas cosas...

Myriam: la sujeta de su cintura Mientras no sea que estés pensando en otras chicas, estará bien que estés pensando como para chocar conmigo y sin mirarme...

Hana: se ríe Ja, ja, ja, ahora ¿quién parece una bebé?

Myriam: la suelta Si es verdad, lo siento. Vamos a la oficina, hay que terminar de preparar lo de esta noche...

Hana: se pone seria Vamos...

Mientras Myriam y Hana se toparon, Alejandro y Anabel siguieron su camino. Hicieron como que no vieron nada y mejor se escabulleron. Nada más se estaba riendo al ver la reacción de las dos y cuando llegaron a la oficina de Alejandro, se empezaron a reír ya con más calma y alegría por sus amigas. No podían disimular que se gustaban, pero ninguna ha dicho que salen, así que mejor dejaron de hablar de ellas y se centraron en el evento para la noche...

Hana y Myriam fueron a la oficina y al entrar, Hana, seria, le preguntó a Myriam si le molestaba que dijera que actuaba como un bebé, a lo que Myriam se sorprendió y respondió que no, pero que la gente podía verlas. Hana expresó su preocupación por los rumores del comedor y preguntó si Myriam había bajado alguna vez al comedor, a lo que Myriam respondió directamente que no, hasta que la conoció a ella, y que había hecho cosas que no solía hacer, como besar a alguien que le gustaba sus ojos, llevar a alguien a su casa, cocinar y preocuparse por alguien como lo hacía por ella. Myriam se acercó a Hana y le confesó que desde que la vio, la cautivó y que su sonrisa le nubla las ideas. Hana se sorprendió y agradeció sus cumplidos, y Myriam le dio un pequeño beso, diciéndole que sentía que sus labios le pedían ser besados. Hana correspondió y Myriam le dijo que besaba muy bien y que le encantaban sus labios suaves, delicados y delgados. Hana se sonrojó y Myriam le pidió que no se apenara demasiado.

Myriam: se ríe, ja, ja, ja. Ey, ya que estamos en esta posición, ¿te gustaría ser mi pareja para esta noche?

Hana: se sorprende, ¿eh? ¿Es en serio?

Myriam: Sí, claro que es en serio, Hana. ¿Vas como mi pareja esta noche? le guiña el ojo 😉

Hana: Sí, claro que iré contigo en el desfile... está sonrojada. Bueno, ya podemos dedicarnos al trabajo, hay mucho por hacer...

Myriam: Por supuesto. Le da un beso en la mejilla y se va a su lugar, se pone seria. Bueno, ¿por dónde empezamos entonces?

Todos estaban trabajando tan rápidamente que las horas pasaron y apenas pudieron siquiera comer un poco. Estaban apurados para que el desfile de la noche mostrando las nuevas joyas de la empresa salga bien...

Fernando y Alejandro se fueron a casa para tomar un baño y cambiarse. Por consiguiente, las chicas igual. Cuando Hana, Ani y Roxy llegaron a casa, se apresuraron para alistarse. Salieron una hora antes del trabajo para que puedan estar listas cuando los chicos pasen por ellas. Myriam quedó de pasar por Hana, al igual que los demás. Cuando las tres chicas estuvieron listas, una por una se empezó a ir para que puedan asistir y así llegar a tiempo. Los chicos, al llegar, se sorprendieron de cómo se veían todas. Parecían princesas. Hana estaba algo nerviosa. Era la primera vez que iba como compañera de alguien. En ese momento, Myriam se acercó a ella y le dijo:

Myriam: se acerca a Hana, ¡qué hermosa te ves! está un poco sonrojada...

Hana: se sonroja como un tomate, gracias. Tú no te quedas atrás. Te pusiste vestido. Te queda muy bien. Me encanta...

Myriam: Es que debo presentarme bien. Debo hablarle al público. Así que hoy debo verme sorprendente y mi pareja está hermosa de igual manera que yo...

Hana: sonríe, gracias. ¿Nos vamos?

Myriam: Estoy a sus órdenes, señorita. Vamos. Le abre la puerta del auto para que suba y luego se va a su lado, pero antes chicos, nos vemos en la entrada. Acuérdense de llevar sus pases. Si no, no los dejarán entrar...

Fer y Alex responden al mismo tiempo: "Sí, Presidenta..." y asienten con la cabeza. Myriam se sube al auto y arranca, y se dirige directamente al evento. Los chicos la siguen desde atrás, no muy lejos ni muy cerca, a una distancia considerable. Cuando llegan, se encuentran todos en la entrada.

Anabel y Alejandro se conocieron en la universidad, donde ambos estudiaban ingeniería. Desde el primer momento, se sintieron atraídos el uno por el otro y comenzaron a salir. Su relación fue creciendo y fortaleciéndose con el tiempo, y pronto se dieron cuenta de que estaban enamorados.

A pesar de las dificultades que enfrentaron, como la distancia cuando Alejandro tuvo que mudarse a otra ciudad por trabajo, siempre encontraron la manera de mantenerse unidos. Anabel lo visitaba cada vez que podía y se comunicaban constantemente por teléfono y mensajes.

Finalmente, después de varios años de relación, Alejandro decidió pedirle matrimonio a Anabel. Lo hizo en un restaurante romántico, con una cena especial y música de fondo. Anabel estaba emocionada y feliz de aceptar la propuesta.

Ahora, después de varios años de matrimonio, Anabel y Alejandro siguen juntos y felices. Han construido una vida juntos, con altibajos como cualquier pareja, pero siempre apoyándose mutuamente y trabajando juntos para superar cualquier obstáculo. Como dice la canción, "juntos es mejor".

Fernando y Roxana se conocieron en la universidad, donde ambos estudiaban ingeniería. Desde el primer momento, se sintieron atraídos el uno por el otro y comenzaron a salir juntos. A pesar de que tenían personalidades muy diferentes, se complementaban perfectamente y disfrutaban de su tiempo juntos.

Sin embargo, después de unos meses de relación, comenzaron a surgir problemas. Fernando era muy celoso y controlador, lo que hacía que Roxana se sintiera atrapada y frustrada. Además, Fernando tenía una actitud muy machista y no respetaba las opiniones de Roxana.

A pesar de todo esto, Roxana seguía amando a Fernando y pensaba que podía cambiarlo. Pero las cosas empeoraron cuando Fernando comenzó a ser violento con ella. Una noche, después de una discusión, Fernando la golpeó y Roxana decidió poner fin a la relación.

Fue una decisión difícil, pero Roxana sabía que era lo mejor para ella. A partir de ese momento, se enfocó en su carrera y en su crecimiento personal. Años después, se convirtió en una exitosa ingeniera y encontró a alguien que la amaba y la respetaba de verdad.

La historia de Fernando y Roxana es un ejemplo de cómo el amor no siempre es suficiente para mantener una relación. Es importante tener en cuenta que el respeto y la igualdad son fundamentales en cualquier tipo de relación, y que nunca debemos tolerar la violencia o el abuso.

Hana y Myriam...

Cuando entran, todos se les quedan mirando. Los chicos y Myriam tuvieron que dejar un momento a solas a las chicas, necesitaban que todo el discurso estuviera bien. En ese momento, unos chicos que no conocían se les acercaron. Hana se separó de ellas y fue a buscar algo de beber. Tenía un poco seca la garganta y estaba muy nerviosa. Cuando de pronto se le acerca una linda chica, diciendo que estaba muy bello su vestido y de qué diseñador era. Hana le respondió cordialmente, pues ese vestido se lo regaló su papá y no le dijo de dónde era. La chica empezó a hablar con ella así sin más, y desde lo lejos Myriam la estaba observando. Estaba apretando sus puños. Alejandro se percató y le dijo:

Alejandro: ¿Acaso estás celosa de que Hana llame la atención de cualquier persona?

Myriam: responde seria Sí, sí estoy celosa. No quiero y no puedo permitir que nadie se le acerque.

Fernando: Entonces, ¿por qué no le dices que salga contigo?

Myriam: No, aún no puedo. ¿Qué tal si ella no siente lo mismo? No quiero lastimarla ni que yo me lastime. Ya ven lo que pasó con la tonta de Leila... Y para colmo, participa en este desfile.

Fernando: Entonces, aguanta que otros se le acerquen.

Alejandro: Fer tiene razón. Si no le dices lo que sientes, ella puede ir con quien ella quiera.

Myriam: baja su cabeza Sí, lo sé, y eso me aterra. La quiero para mí, me gusta.

Después de aclarar ese tema, los chicos se prepararon para que Myriam suba al escenario a dar su discurso y empezar el desfile. Hana dejó a la chica que se le acercó y se fue con las demás.

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