Ya en la mañana siguiente, las chicas se disponen a irse al trabajo. Llegan a la estación del bus y al subirse solo había lugares separados, por lo que tuvieron que separarse las tres para poder sentarse. Anabel y Roxan se sentaron en un lugar no muy separado, pero la silla de Hana estaba muy apartada. Ella estaba muy callada y seguía pensando qué hacer. Cuando el bus llegó cerca del paradero de la empresa, las tres se bajaron y, como les habían dicho, siempre estaba muy llena la entrada con todo el personal de diferentes pisos con tal de ver a la CEO. Mientras tanto, la CEO ya estaba en su oficina esperando a Hana para hablar con ella. Lo que menos se esperaba es que esta chica casi ni la hablaría. Las chicas se fueron al ascensor y Roxan se bajó antes, ya que estaba un piso abajo de ellas. Anabel le dijo a Hana que se encontraran a la hora del almuerzo. Hana le dijo que estaba bien. Anabel caminó hasta el lugar de Alejandro, pero este no había llegado. Hana se fue a donde estaba una señora ya de edad. Se acercó a hablarla, pero Celia ya sabía quién era ella, pues Myriam le dijo que una joven iba a llegar y que ella la ayudaría de ahora en adelante hasta que se jubile, pero primero tenía que pasar a la oficina de la Presidenta. Hana tocó la puerta y desde adentro una voz conocida le dijo que pasara. Al entrar, cerró la puerta y se quedó parada cerca de esta para salir en cualquier momento. Myriam al verla sonrió y le dijo:
Myriam: la mira seria Pasa, toma asiento, no muerdo.
Hana: no le hizo caso y le respondió No se preocupe, presidenta, estoy bien parada. Me dijo su secretaria que quería verme. igual estaba seria...
Myriam: se levantó de su silla y fue acercarse a ella ¿Por qué me dices presidenta? ¿Ya no quieres decirme Myriam? ¿Te pasa algo? preguntó en tono serio...
Hana: se alejó un poco de ella, se sentía rara No, es solo que usted es mi jefa y como tal la debo tratar con respeto. No creo que deba hablarle así por su nombre como si nada en nuestra área de trabajo...
Myriam: se da cuenta de que no puede dejar ir a Hana así, y la abraza por detrás, no te vayas, por favor, quédate conmigo, le dice con voz temblorosa, no puedo dejar de pensar en ti, no sé qué me pasa, pero no quiero perderte...
Hana: se siente confundida, pero a la vez feliz por el abrazo de Myriam, no sé qué decir, presidenta, se voltea para mirarla a los ojos, yo también siento algo por usted, pero no sé si es correcto...
Myriam: la mira a los ojos, y sin pensarlo dos veces, la besa apasionadamente, no me importa si es correcto o no, solo sé que te quiero a mi lado, Hana...
Hana: corresponde al beso, y se siente en el cielo, yo también te quiero, Myriam...
La pasión entre ambas se desató, y se entregaron el uno al otro, sin importarles nada más que el amor que sentían en ese momento.
Myriam no sabía qué estaba haciendo y sentía que algo no estaba bien. Al ver cómo Hana quería irse, decide abrazarla por detrás y poner su cabeza sobre su hombro. "Hana, mi corazón está latiendo por ti. No quiero que te vayas así. Vamos a hacer que nuestra convivencia sea buena, por favor", le habla en su oído.
Hana, al escuchar lo que Myriam le dice, se sonroja al sentir su aliento en su oreja. "Eh, mi corazón también está latiendo por ti. No sé qué es lo que estoy sintiendo, solo sé que quiero besarla de nuevo", dice.
Myriam la mira y se acerca un poco más a ella, quedando sus caras frente a frente. "Puedes hacerlo si quieres, bésame si eso deseas", le dice.
Hana se sonroja y comienza a decir "entonces lo..." pero no termina de hablar, ya que Myriam se le adelanta y le planta un beso. Myriam estaba sonrojada por lo que Hana le dijo, que sin pensarlo más, no dejó que ella terminara de hablar y le plantó un beso.
Hana y Myriam se besaron hasta quedarse sin aliento. Al separarse, no podían mirarse a la cara y no sabían cómo actuar. Myriam fue a su lugar y tomó una libreta. Se acercó a Hana y le dijo, aún sonrojada: "Toma esta libreta, es para ti. Para tus apuntes de todos los días. Llevarás mi agenda en este cuaderno y solo mi agenda". Trató de hablarle profesionalmente y seria.
Hana trató de calmarse y regresar a sus cinco sentidos cuando Myriam empezó a hablar. "Bien, entiendo. Gracias. En este cuaderno solo tendré apuntado toda su agenda y ayudaré en lo que pueda a la señora Celia", dijo Hana.
"Si, por favor te lo encargo mucho. Ella necesita mucha ayuda. Bien, puedes buscar algún lugar cómodo aquí dentro de mi oficina. Aquí pondremos tu escritorio", dijo Myriam seria mientras tecleaba algo en su computadora. "¿Tienes alguna duda?", preguntó.
Hana se sorprendió de cómo podía actuar ella tan normal después de lo que pasó, pero ella igual tenía que ponerse bien. Suspiró y dijo: "Fiu, bien, entonces cerca de esa puerta está bien".
Myriam volteó a ver donde le señalaba Hana y se sonrojó. "¿Estás segura que quieres que esté cerca de esa puerta?", preguntó.
Hana la miró algo intrigada y respondió: "Sí, estaré bien ahí. ¿Hay algo malo que saldrá de esa puerta?".
Myriam se rió y dijo: "Qué inocente eres Hana. No, nada de eso. Está bien, mientras siéntate en cualquiera de los muebles. En un rato haré que te traigan tu nuevo escritorio para que puedas acomodarte, ¿de acuerdo?".
Hana sonrió y dijo: "Sí, de acuerdo". Se fue a sentar a uno de los muebles y empezó a revisar la libreta. Ya habían unos que otros apuntes ahí.
Mientras tanto, por otra parte...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 51 Episodes
Comments