La primera vez

Era junio de 1985, un día lluvioso, raro en esa época, pero aún así llovía. Ese día nació una bebé, y en los brazos de la enfermera lloraba mucho. Su madre la nombró Hana. Hana lloraba mientras la llevaban al cunero. Había muchos bebés llorando, pero una de ellas apenas y se oía que quería llorar. Se veía que esa niña sería muy valiente. Con el paso del tiempo, mientras Hana iba creciendo en la ciudad, la otra joven iba creciendo en un pueblo lleno de granjeros y de muchos animales.

Un día, cuando Hana cumplía 10 años, sus padres le hicieron una enorme fiesta en su casa. Toda la ciudad se enteró. Mientras tanto, a la otra joven solo le hicieron un pequeño pastel. Ella ya se había acostumbrado a esa vida, pues ya llevaba 10 años aceptando su realidad. Pero ella tenía en mente salir de ese pueblo. Así, fueron pasando los años, cada una con sus lujos y lo poco que tenían. Hana cumplió 25 años y ya se había graduado de una prestigiosa escuela. Por otro lado, la otra joven por fin viajaba a la ciudad. Por fin pudo salir de ese pueblo. Ella alegre se iba. Una chica de pueblo jamás había estado en la ciudad. ¿Con qué eventos se encontraría? ¿A cuántas personas no vería? Para ella era algo bueno y fantástico.

Por otro lado, Hana estaba en una entrevista de trabajo para poder empezar a independizarse. Su amiga Anabel la seguía a todas partes, y también fue ella a la misma empresa que Hana. Por suerte, ya mero le tocaba a Hana pasar a la entrevista, y Anabel se empezó a sentir nerviosa. Hana se percató de esto y le tomó sus manos y le dijo:

Hana: Ani, tranquila por favor, no te pongas nerviosa, que también a mí me pondrás nerviosa.

Anabel: Lo siento mucho, Hani, pero es algo normal. Está fuera de mi control. Y si no paso la prueba, ¿qué será de mí, Hani?

Hana: Ani, eso no pasará. Estaremos bien. Confía en tus habilidades. Sé que juntas podremos.

Entonces, llamaron a Hana por una linda señorita. Era la secretaria del presidente de la empresa. Una mujer alta, de cabello largo entre tono rojizo y castaño, ojos rasgados, tes blanca, y unos labios delgados y suaves. Al entrar a la oficina, Hana no pudo apartar la vista de la gran dama que tenía enfrente. Hana había sido cautivada por esta mujer, y ella no lo supo hasta con el tiempo.

Por otro lado, la joven que llegaba a la ciudad buscó un lugar donde quedarse. Esta chica no sabía que tenía el destino para ella. Esta joven, llamada Roxan, será la mejor amiga y hermana para Hana, dos personas totalmente diferentes.

Mientras tanto, Hana entra a la oficina, toma asiento sin dejar de mirar a la mujer, pero esta empresaria sonríe al ver cómo Hana la miraba. Una sonrisa que cautivó más a Hana, hasta que una de las dos rompió el hielo y esa fue la presidenta.

Presidente: Hola señorita Hana, veo que está completamente nerviosa y petrificada. Seré breve... empezó a hablar y hablar...

Hana: no podía decir ni una palabra, solo movía los labios pero no salía sonido de ellos...

Presidente: Mi nombre es Myriam Samaniego. Usted es la señorita Hana Altamirano, un gusto jovencita...

Hana: por fin pudo decir algo... Mucho gusto presidenta Myriam, para mí será un placer poder trabajar con usted. Ya no tenía nervios y habla con fluidez…

Myriam: ¡Wow! se sorprendió. Si puedes hablar, qué bien. Pensé que no hablabas...

Hana: se sonroja. Lo siento, es solo que en mi vida había conocido a alguien como usted. Parece una muñequita…

Myriam: no puede evitar reír "Ja, ja, ja". Lo siento, es la primera vez que me dicen algo así. Me agrada tu sentido del humor. Me gustaría saber más de ti, ver cómo te desempeñas. Puedes empezar desde mañana a las 09:00 de la mañana...

Hana: se emocionó. ¿Lo dice en serio, presidenta? No puedo creerlo...

Myriam: Lo digo muy en serio. Dile a tu amiga que igual, ella estará en el mismo equipo de trabajo que tú. Ahora ve a descansar y prepárense para mañana...

Hana: con una sonrisa. Muchas gracias, le gustará como trabajo...

Myriam: Eso espero, muñequita...

Hana: se sorprende por la palabra. Gracias...

Al salir de la oficina, Hana le contó a Anabel que ya no estaba nerviosa porque ella ya consiguió el trabajo para ambas, y así Anabel no tenga que pasar a la entrevista. Ambas se fueron a casa para preparar sus cosas y poder empezar al día siguiente con el trabajo. Por otro lado, estaba Roxan, apenas se instalaba en los pequeños departamentos de la ciudad, donde casualmente Anabel y Hana vivían...

Ellas casualmente estaban buscando una compañera de cuarto para que así pudieran ahorrar un poco, ya que los padres de Anabel y Hana solo les mandan una pequeña mesada para poder pasar un tiempo mientras buscan trabajo y se establecen. En eso, llega Roxan y toca la puerta del departamento donde estaban Hana y Anabel...

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