Mateo sale de alta

Estaban esperando a que los doctores salieran. Alice sonreía, tenía la imagen de la hermosa sonrisa de Mateo en su mente. Ella quería entrar para decirle cuánto lo amaba y que nada ni nadie podría separarlos.

Mientras tanto, Hernán descubrió que un sinvergüenza les había robado el diseño en el que Mateo había trabajado arduamente para el nuevo lanzamiento. Solo faltaban tres meses y el grupo Lockheed fue quien dio aviso. La casa Dubois & Durand estaba en peligro. Belén de Ángelo se encargaba de supervisar todo y reconoció el diseño.

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Belén de Angelo: Hola Hernán, disculpa la hora, necesito una reunión urgente. La empresa está en peligro.

Hernán: ¿Cómo dices Belén? ¿Acaso alguien nos robó?

Belén de Angelo: No sé qué está pasando. Llama urgente a una junta. Mañana a las 7 am. Sé que están pasando por un momento difícil, pero estamos en aprieto.

Hernán: Sí, estoy de acuerdo. Yo me encargo. Mañana estaremos con Enzo, Charlotte y los demás ejecutivos. Hasta mañana. Gracias Belén.

Belén: ¡Hasta mañana! Nos vemos.

FIN DEL CHAT

Hernán, suspirando, tomó su chaqueta y salió de su hogar junto a Estefanía. Estaba muy enojado. Esto era obra de alguien cercano y no estaba muy equivocado. Resulta que Leyla salió muy enojada del hospital y quería vengarse. Fue a la oficina de Mateo, sacó los diseños y salió con cautela. Con una sonrisa malévola, tenía unos lentes oscuros y un pañuelo que cubría su cabello. Caminó un par de cuadras y subió al automóvil del señor Luciano Ferrari, quien no dudó mucho en aceptar la propuesta de Leyla. Ella le dijo que eran sus diseños y que quería crecer en el rubro.

Este hombre investigó y, aunque era de la competencia y le gustaba la idea de arruinar a alguien, en sus años de trabajo siempre fue muy cuidadoso. No haría algo que arruinara su carrera a estas alturas. Publicó los diseños con la intención de que el dueño los encontrara y así poder devolverlos con el nombre de quien vendió ese diseño. Lo único que tardaría unos días porque salió un viaje de imprevisto. Se iría a EEUU, una de sus empresas estaba en un problema y era necesaria su presencia.

Esa madrugada, se pusieron a ver los videos. Ven una mujer que entra y sale con unas carpetas, pero no se ve el rostro. Ellos estaban cansados, así que decidieron ir a descansar y volver a media mañana.

Mientras en el hospital 🏥

"Alice Durand, no quiero verte cerca de Henry", decía Mateo con la voz entrecortada por el dolor que sentía aún en su garganta por los respiradores artificiales. Él estaba muerto de celos, pero Alice sonrió, se acercó a él, dejando un beso suave en los labios de Mateo. "Estás celoso, mi amor. Eso hace que te veas más bonito", dijo Alice sonriendo dulcemente.

Los días fueron pasando. Alice estaba demacrada. Las náuseas y mareos la tenían mal. No podía comer nada porque todo le hacía mal. Iba todos los días a ver a Mateo. Ya le estaban por dar el alta. Llevaba 28 días internado. Su recuperación era buena, ya que tenía a la dulce Alice a su lado. Lo acompañó en cada paso que él daba.

"Amor, quiero que vengas conmigo a mi apartamento. No quiero estar lejos de ustedes", dijo Mateo. Tenía muletas hasta quitar el yeso de la pierna.

"Vaya ahijado, ¿quieres llevar a mi princesa hermosa sin hablar conmigo?", dijo Hernán sonriendo.

"Padrino, qué bueno verte. Am, si me la voy a robar, prometo no hacerla llorar", dijo Mateo abrazando a Alice. Ella sonrió sonrojada.

"Para eso debes casarte con ella. No creas que no olvidé que me prometiste cuidarla y la hiciste llorar. Yo no olvido, pero si ella quiere, yo no me opondré. Ella decide", dijo Hernán suspirando.

"Papá, déjame cuidar de él. Recuerda que estoy embarazada y me gustaría compartir con Mateo, además él ya está libre", dijo Alice con una dulce sonrisa.

"Yo creo, mi amor, que ellos se aman. Dejemos a estos niños quedarse juntos y vamos planeando la boda", dijo Estefanía. Ella solo quiere ver a su hija feliz, y por eso la consentía. Sabía cuánto ella lloró por ese hombre que robó su corazón.

"Hernán, dejemos a nuestros hijos vivir su vida. Se lo prometimos a Mercedes", dijo Enzo que venía en busca de su hijo.

Si además, mi Mateo va a cumplir con Alice como corresponde, si no fuera por ella, él no hubiera despertado - dijo Charlotte acariciando el vientre de Alice, que ya se notaba un poquito.

Después de tanto tiempo separados, ahora Alice y Mateo se han unido. Han decidido vivir juntos mientras Mateo se recupera. Alice está disfrutando cada momento con él, ya que Mateo le demuestra su amor y la consiente en todo lo que puede, a pesar de que su cuerpo no está completamente recuperado. El doctor ha dicho que pronto le quitarán el yeso, lo cual es una buena noticia para Mateo, ya que el yeso lo limita mucho. A pesar de esto, salen juntos al balcón y ella lo lleva al parque. Están viendo una casa para mudarse juntos y casarse. Todo parece estar tomando forma, pero Leyla ha desaparecido y nadie sabe nada de ella.

Continuará...

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