Javier y Mercedes llevaban juntos un año y recibieron muchísimo dinero de Nikolay, decidieron comprar una finca. Poco después, ellos viajaron a Rusia. Pamela les dijo que tenían que criar a sus pequeños, Alberto (que ahora es Oliver) y la pequeña Melina (que ahora es Franchesca). El notariado preparó todos los trámites necesarios, donde ellos figuraban como padres legítimos. Era la única oportunidad de cambiar la historia de sus hijos. Edwards y Pamela sabían que vendrían por ellos y no habría salida. Poco tiempo después, salió un comunicado donde daban información sobre la muerte de Pamela Andreani y su esposo Edwards. Tristes, Mercedes y Javier sabían perfectamente que terminaría así. Ellos jamás ocultaron la verdad a sus hijos. Vivieron en la finca siempre hasta que decidieron comprar una misión cerca de Hernán. Ellos nunca se separaron. Las tres familias siempre fueron muy unidas.
Los años pasaron y era momento del 15 de la bella Alice...
—¡Vamos o llegaremos tarde!—dijo Enzo a su bella esposa. —Estamos bien con el tiempo. Te ves hermosa, cariño.
Sin perder el tiempo, Enzo la besó y comenzó a acariciar la espalda de Charlotte.
—Ata allí, Enzo Dubois. Te prometo que te recompensaré, mi amor —dijo ella sonriendo y dejó un cálido beso en los labios de su amado.
—Mm, sí, claro que lo harás. No sabes lo que te espera, Charlotte Dubois. No me provoques —dijo este besando con intensidad. Ella tomó su mano y sonrió divertida. Aparentemente, ella quería guerra.
—Mis amores están hermosos. ¿Nos vamos? —dijo Charlotte.
Salieron rumbo a la casa de Hernán. De afuera, se veía muy hermosa.
—Valió la pena el esfuerzo que hicimos con Estefi —dijo Charlotte sonriente.
—Qué bellos están mis amores. Adelante, Alice está muy nerviosa. No sabes lo hermosa que está mi niña. Está grande, se convierte en una señorita y cuando menos espere, tendrá novio. Ja, ja, ja. Bueno, si Hernán deja —dijo Estefanía sonriendo.
Se saludaron e ingresaron a la casa. Mateo estaba con los puños apretados. Estaba celoso de Alice. Aunque él sentía cosas por ella, no le dejaría tan fácil el camino a otros.
"Enzo, Hernán y Javier están en el despacho y te están esperando", dijo Estefanía con una sonrisa. Ella sabía que Hernán estaba celoso como padre y que Enzo estaba en la mira porque Mateo era el eterno enamorado de Alice.
"Gracias, voy con ellos", dijo Enzo mientras le daba un beso en la mejilla a su esposa y se retiraba.
Charlotte y Estefanía fueron a ver los últimos detalles mientras que Georgina le hizo señas a Mateo para que subiera. Ella tomó a Alessandro del brazo y se lo llevó a ver el salón donde sería el baile de Alice. Mateo subió las escaleras y entró a la habitación de Alice.
"¡Mateo, qué bueno verte! Ven, siéntate", dijo Alice sonriendo dulcemente. Tenía un toque de rubor en su rostro.
"Alice, ¿me vas a decir finalmente qué deseas de mí esta noche?", dijo Mateo acercándose a ella.
"¿Estás dispuesto a hacer lo que yo quiera?", dijo Alice con la cara roja.
"Sí, lo que quieras", dijo Mateo deseando comerse a besos a Alice. Si había algo que él disfrutaba era verla ruborizarse.
"Quiero un beso, lo deseo Mateo", dijo ella agachando la cabeza. Pero él tomó del mentón a Alice y la miró a los ojos, acariciando su rostro. La besó, era un beso dulce, suave y torpe como todo adolescente.
"Yo también lo deseaba, Alice. Me iré, prométeme que te cuidarás. Yo viajo la próxima semana a Nueva York, vendré apenas termine de estudiar", dijo Mateo quedando frente a Alice. Ella lo abrazó fuerte.
"Te vas por miedo a mi padre, te vas porque temes hablar de lo que sientes", dijo ella con los ojos cristalizados.
"No quiero cometer un error. Eres muy hermosa, me gustas y mucho, pero no puedo hablar de lo que siento ahora. Entiéndeme, nosotros somos familia, nuestros padres trabajan juntos de toda la vida y yo pronto quizás sea el director de la empresa. Me quiero preparar, más allá de que mis padres me enseñaron mucho, quiero ser un diseñador", dijo Mateo acercándose más a Alice. La besó y el calor entre ellos aumentó. Él se detuvo, sus respiraciones eran agitadas. De pronto, la puerta se abrió.
—Mm, si fuera el padrino - hizo señas con sus dedos - ustedes dos estarían en el horno - dijo Georgina, sonriendo. "Te veo más tarde", dijo Mateo, acercándose a su hermana y dejando un beso en su frente. Le guiñó el ojo y salió. "Estaba bueno ese beso de telenovela. Mm, no te preocupes, no diré nada. Sabes que tu padre me dejaría sin hermano", dijo Georgina haciendo cara de horror. "Lo amo y lo voy a esperar siempre", dijo Alice con un brillo especial en su mirada.
Javier, junto a Enzo y Hernán, estaban hablando de sus hijos. Ellos sabían perfectamente lo que hacían, solo que cuidaban a las princesas, pero sabían que en algún momento aquellos muchachos terminarían juntos.
"Javier, ¿tú sabes que Georgina está arrastrando alas por Oliver?", dijo Enzo un poco molesto.
"Enzo, lo sé y no te preocupes porque Oliver está en otra sintonía. Si llegué a creer que había amor, pero al final Oliver se irá esta semana que viene con Mateo", dijo Javier sonriendo. Nunca pensó estar charlando del futuro de sus hijos.
"Enzo, Mateo disimula ante nosotros, pero veo su mirada. Él no ve a Alice como su prima o amiga. Se nota que la mira como su amor. Mejor que se vayan porque me dará un paro. Yo amo a Mateo, pero mi hija está en medio", dijo Hernán suspirando.
Entraron las tres mujeres. "Mercedes anda con problemas de salud. Le descubrieron un cáncer, pero el tratamiento está dando diagnóstico positivo", dijo Estefanía. "Veo que no pierden el tiempo arreglando la vida de nuestros hijos. Dejen que ellos se enamoren, como ustedes lo hicieron. No cometan el error de separarlos", dijo Mercedes sonriendo dulcemente. Ella se sentó en el sillón. "Cariño, no te estés esforzando. Prometo que dejaré a nuestros pequeños sean ellos", dijo Javier dejando un beso en la frente de Mercedes. Javier era un hombre que pasó por mucho y vieron el amor de Charlotte y Enzo crecer y es un amor inquebrantable.
"Estefanía ama mucho a Mercedes. Es como una madre para ellos", dijo Hernán. "Yo creo que debemos dejar de ser tan estructurados", dijo ella acercándose a Hernán.
Charlotte sonrió. Ella no era como ellos. Siempre creyó en el amor puro y genuino, y gracias a su esposo, que nunca se dio por vencido, ella seguía creyendo en él. "Hernán, Mateo está enamorado de Alice y tarde o temprano terminarán juntos. Míranos, Enzo jamás se rindió y gracias a él yo creo en el amor real. Mi hijo se va por miedo a fallarte a ti y no a nosotros", dijo Charlotte, dejando a Hernán sin palabras. ¿Será que él es tan duro que su ahijado le tenía miedo?, pensó él.
Esa noche disfrutaron. Los jóvenes quedaron de ir a la finca de Javier a pasar el fin de semana.
Ese fin de semana fue único para ellos. Aunque Alice sabía que Mateo se iría la próxima semana, ella disfrutó el día. Fueron charlas y risas recordando la infancia de ellos, cuando iban a montar a caballo o caminar por el lago.
Continuará...
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Comments
Angie D Maceda
esta interesante pero me siento un poco enredada con tantos personajes, pero bueno es el primer capítulo a ver que pasa más adelante
2023-11-05
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Cris Tina
buenísimo comienzo ,me gusta mucho ya jajajaj es adictivo ajjajajja
2023-04-05
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