electrificante, entre mis dedos.

Luego de

una corta charla por chat con mis amigas, inmediatamente debo salir de este

lugar, Briza me necesita. Nos necesita.

Estoy tan enojada

con ese idiota que lo buscaría donde fuera que este y lo mataría con mis

propias manos, pero primero necesito ver que Briza este bien.

ꟷNecesito

volver a la ciudad inmediatamente ꟷdigo cuando salgo del despacho y me encuentro

con Kai en la sala de estar.

ꟷSabes que

es peligroso ꟷresponde tranquilamente.

ꟷMe importa

una mierda, mi amiga me necesita y voy a estar para ella así tenga que pasar

sobre tu precioso cuerpo primero ꟷdigo encarándolo, él sonríe.

ꟷ¿Iras así?

ꟷpregunta señalando mi vestuario.

ꟷpodría ir

desnuda y no seria una novedad ꟷsu mirada cambiaꟷ ¿Qué? ¿No te gusta la idea de

que me vean desnuda? ꟷpregunto acercándome a el mientras me deshago del camisolín.

ꟷNo ꟷseñala

hacia un ladoꟷ, eso solo debería ser reservado solo en tu intimidad y con la

persona que desees.

ꟷPues la

persona que deseo no siente lo mismo que yo, asique da igual ꟷdigo mirando

hacia donde su precioso dedo señala.

ꟷNo creas

eso, ya te di mis razones ꟷtararea por quinisienta vezꟷ, ahora vístete que te

llevo.

ꟷMmm…

espero que no te importe que me vista aquí, no quiero perder tiempo ꟷdigo mientras

innecesariamente me deshago de la ropa interior para colocarme otra.

Su mirada

pasa de ser chocolatosa a ser negra como una noche sin estrellas. Me muerdo el

labio mientras lentamente me coloco una nueva prenda, sin dejar de verlo me

visto con ropa cómoda.

Salimos y

nos subimos a un helicóptero que anteriormente no estaba, al parecer es el taxi

aéreo. Llegamos a la ciudad en menos de quince minutos y el taxi aéreo es

estacionado sobre un edificio, seguro tiene que ser de él.

Bajamos del

helicóptero tomados de las manos, debo reprimir un gemido cuando una corriente

recorre mi cuerpo desde la palma de mi mano hasta la punta de mis cabellos.

Salimos y

nos montamos en una camioneta negra, como las que ya conozco de memoria, el

conductor es mi último guardaespaldas.

ꟷ¿Dónde? ꟷpregunta

y le doy la dirección del café al que solemos asistir con mis amigas.

No tengo

idea en que momento desplego todo para cubrir mi pedido, pero acá estoy

cruzando la ciudad junto al hombre que puso mi mundo de cabezas y me ha hecho replantear

mis sentimientos.

Llegamos y

estaciona cerca del café, estoy por bajar, pero me toma de la mano impidiéndome

que me mueva, tan solo con su tacto.

ꟷEstaré cerca,

no te dejare ahí sola ꟷme tiende mi celularꟷ, quiero que te mantengas

comunicada conmigo, se que cuando alguien necesita desestresarse se puede

volver algo alocado por lo que cualquier cosa solo me mandas un mensaje.

ꟷ¿Agendaste

tu número? ꟷpregunto mientras desbloqueo el dispositivo.

ꟷSi, además

de que le instale un chip rastreador por si acaso ꟷmurmura y toma mi rostroꟷ. Cuídate,

estaré cerca ꟷfinaliza y rosa mis labios con los suyos. El beso es tan leve, pero

me deja en las nubesꟷ. Ve…

Salgo algo

mareada del vehículo y corro hacia la cafetería, entro y ahí la veo, demacrada

a mi pobre amiga. Entro y me siento a su lado, esta desolada la pobre.

ꟷAmiga,

¿Dime que ya sabes donde nos emborracharemos esta noche? ꟷdigo tratando de

recuperar el aliento que no se si lo pedí corriendo o con ese beso que me dio Kaiꟷ.

No es para que te rías es para que de veras salgamos y te olvides de idiota

ese.

ꟷGracias,

amiga. Lo sé, solo con que estes acá me ha animado ꟷdice envolviéndome en sus

brazos.

Esperamos a

que todas lleguen mientras una a una vamos tomándonos unos cafés. Nos quedamos ahí

un buen rato, Kai estaba literalmente a dos mesas de nosotras, sentado dándome la

espalda. De esa manera ninguna podía advertir la presencia de semejante helado

napolitano que deseo comer capa por capa.

ꟷIremos al

departamento de Briza ꟷle escribo en un momento cuando estamos por salir todas

juntas.

ꟷTe sigo ꟷresponde

y siento mi corazón desbocado, nunca me sentí tan protegida en mi vida.

Llegamos al

departamento de Briza, por suerte ninguna se percato que no estaba en mi coche.

Nos juntamos todas en su sofá entre pizas y cervezas nos pasamos un momento

genial viendo películas y riendo.

Luego, una

a una nos fuimos retirando. Cecilia no estaba ya que estaba en un viaje de

negocio junto al bonachón de su jefe, Amy fue la primera en irse y pensando en

mi dulce favorito aproveché y me despedí de mis amigas para escurrirme entre la

noche y meterme en la camioneta junto a mi guardaespaldas y mi hermoso captor.

ꟷ¿Cómo esta

tu amiga? ꟷme pregunta ni bien me acomodo a su lado y sin esperar a nada me

coloca el cinturón de seguridad. Su perfume me deja siega, sorda, muda.

ꟷBi… bi… ¿bien?

ꟷsuelto en un jadeo, el me mira extrañadoꟷ No tienes idea de lo que causas en

mi ¿Verdad? ꟷsusurro solo para que el me escuche.

Se aparta

de mi y se acomoda nuevamente en su lugar. Le da indicaciones al chofer

guardaespaldas y el coche se pone en movimiento.

Llegamos al

edificio donde anteriormente aterrizamos y subimos hasta la azotea. En todo el

camino no dijo nada, su silencio lejos de tranquilizarme o inquietarme, me

excita.

El viaje se

me hace asfixiante. Necesito liberar toda esa tensión que se acumula en el

centro de mi cuerpo inmediatamente sino pronostico que explotaré como una

bomba, una muy, muy sensible.

El helicóptero

aterriza en la montaña, la vista es espectacular. La casa esta completamente

iluminada, pero nada de eso me detiene para correr dentro.

Subo las

escaleras de dos en dos y entro a la habitación en la que desperté. Corro hacia

el baño y abro la ducha, el agua fría para ser mas especifica y me meto en

ella.

La forma más

rápida de liberar la tensión seria masturbarme, pero no lo hare teniendo

semejante bombón asesino al lado mío. Eso si cuando lo tenga, se tendrá que

aguantar.

ꟷ¿Estas

bien? ꟷescucho su voz preocupada atreves de la puerta del baño, la cual no esta

serrada y no le costaría nada entrar y meterse en la ducha conmigo, pero

estamos hablando de Yang Kai, no de mí.

ꟷSi no

piensas follarme, vete ꟷescupo colérica de deseo reprimido. ¿Uno se podrá morir

de calentura?

ꟷLo siento ꟷescucho

luego de un momento, sobresaltándome. Creí que ya se había ido.

Salgo de la

ducha con la ropa chorreante y me la voy sacando mientras pienso en todo lo que

fui pasando desde que lo conocí, porque definitivamente la fabrica de ese extravagante

diseñador no fue la primera vez que lo vi, no.

La primera

vez que lo vi fue cuando era niña y acudí a uno de esos desfiles que mi madre

me llevaba. Debo mencionar que mi madre me hacia usar lentillas, por esa razón lo

conocí.

Tomo una

enorme toalla de un armario que hay en este pintoresco baño y me envuelvo con

ella. Salgo del baño pensado en esa vez, la vez que mis ojos ardían porque las

lentillas me hacían doler y me escabullí a los baños para sacarlas un momento.

Dejo caer

la toalla y busco la ropa interior para ponerme, elijo un vedetina rosa y un

pijama de seda del mismo color, es tan corto y sugerente que me hace suspirar. Volteo

para volver al baño y me encuentro con la mirada de mi captor que me ve desde

una silla, alejada. Me quedo quiero mirándolo, mirándonos.

Recuperando

el espíritu vuelvo al baño para peinar mi cabello. Mientras lo hago se asoma apoyándose

en el marco de la puerta, solo me mira.

ꟷ¿Recuerdas

cuando nos conocimos? ꟷpregunto de pronto dejando de lado el peine, mirando sus

ojos en el espejo.

ꟷSi, la vez

que se te callo la caja de botones ꟷdice y sonrío.

ꟷNo, esa

vez no ꟷdigo sonriendo ante el recuerdo de los botones. Su sonrisa desapareceꟷ.

Ese fue el día de mi perdición ꟷdigo volteando para verlo de frenteꟷ, ese día un

niño me ayudo en uno de los baños. Estaba en un desfile con mi madre, ella me

obligaba a utilizar lentillas que irritaban mis ojos, pero ese niño fue muy

amable. No entendía lo que decía, pero nunca olvidare sus ojos. Luego de eso

siempre lo veía de lejos ꟷrecordar eso me hace sentir mejor y no una cualquieraꟷ,

cada desfile que asistía con mi madre ahí estaba, junto a la suya. Pero una vez,

recuerdo que su madre me quiso hacer daño y el ayudo a escaparme. Siempre me

ayuda cada vez que puede y el cree que nunca me doy cuenta.

ꟷRecuerdo

muy bien a esa niña que casi me roba el aliento cuando vi sus ojos llorosos ꟷmurmura

mirando sus manos.

ꟷEstoy

cansada ꟷmurmuro saliendo del baño, pasando por su lado.

Antes de

alejarme de el tomo su mano, el me mira y veo la tortura en sus ojos. Tanto el

como yo estamos sedientos, pero hay una barrera invisible que nos impide estar

juntos.

Tiro de su

mano hacia la enorme cama que tengo a mi disposición, es enorme y fría si estoy

en ella sola. Me subo a ella y sin palabras le pido que se acomode a mi lado.

Esta vez

sin renegar, sin apartarme lo hace. Se acuesta a mi lado, me acurruco en su

pecho y aspiro su aroma, sierro los ojos y lentamente me voy durmiendo mientras

el acaricia mi cabello.

Despierto lentamente,

envuelta en sus brazos, esta dormido y puedo apreciar cada detalle de su

rostro, como las venitas de sus parpados. Su tez es tan blanca que casi da envidia.

Sus labios son de un rojo natural que dan ganas de besarlo a cada rato, son como

una fresa madura. Su cabello esta desordenado, cayendo por los lados.

Muevo una

mano para llegar a la altura de sus mejillas y rosarlas. Siento la calidez, se

mueve levemente y detengo el movimiento. Suspira y lentamente va abriendo los

ojos. Contengo la respiración, se ven como chocolate fundido, brillosos,

hermosos.

Su mirada

seria se fija en la mía y sonríe, imita mi movimiento anterior y roza mi

mejilla con sus dedos. Sierro los ojos sintiendo el momento, guardándolo. Me ajusto

mas a su pecho cálido apreciando su aroma natural, no quiero soltarlo nunca.

ꟷMe encanta

despertar así ꟷdigo meciendo mi mejilla en su pecho.

ꟷEs lindo,

pero no te pertenezco ꟷlevanto la mirada, el me miraꟷ. Todavía estas en una relación

¿Recuerdas?

ꟷAyer hable

con él, el esta al tanto de que me pasan cosas con un tal Kai ꟷconfiesoꟷ. Sabe muy

bien que lo nuestro termino, pero ese fin definitivo llegara cuando lo vuelva a

ver.

ꟷ¿Hasta

entonces? ꟷpregunta.

ꟷSolo sigue

abrazándome ꟷmurmuro apretando mi cara en su pecho.

ꟷSiempre ꟷdice

y besa mis cabellos.

Mas tarde,

ya levantados, vamos a la cocina. Me siento en un taburete mientras Kai prepara

el desayuno contándome un poco de su vida. Es algo complicada, porque no solo

es empresario, sino que tiene que lidiar con los locos de sus padres.

ꟷEs un

empleo a tiempo completo ꟷdigo tratando de agarrar bien los palillos para comer

lo que preparo, parece almuerzo y no desayuno.

ꟷHaber,

deja que te ayudo ꟷdice acercándose a mi lado, tomando mi mano para acomodar

mis palillos de forma correcta. Nuevamente la electricidad recorre mi cuerpo.

ꟷ¿Tú también

siente eso? ꟷpregunto levantando la mirada, el asiente. Lo tengo tan cerca que podría

tomar su boca y sentir su lengua jugar con la mira.

Mis ojos

caen en sus labios y no reprimo el impulso para besarlo, solo que solo toco sus

labios en un beso dulce, tierno, que no muerta la lujuria que recorre mi ser.

Pero al parecer

no soy la única necesita de ir mas allá. Toma mi cara entre sus finos dedos y

me besa. Me besa como Dios manda, su lengua danza con la mía. Me muevo para estar

mas cómoda y acorralo su cuerpo con el mío. Mis manos inquietas recorren su

pecho, las suyas dejan mi rostro y recorren mi espalda a la vez que su boca

esparce pequeños besos por mi cuello.

Un gemido

se me escapa, pero es silenciado por sus labios que sellan el momento encantador.

Toma mi ostro y se despega de mí, pero sin soltarme. Me mira intensamente, nos

miramos intensamente. Me suelta y vuelve a su lugar, no sin antes, nuevamente,

acomodar mis palillos entre mis dedos.

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