Capítulo n°12: "En cuestión de minutos la felicidad se esfuma".

Minufer.

El cálido cuerpo de Brayden envolviéndome entre sus brazos es sumamente agradable, giro para quedar de

frente a él que aún duerme, detallo con mis dedos cada centímetro de su rostro. Primero su frente, bajando el dedo pulgar por el entre cejo hasta su nariz aguileña, luego continuo por sus parpados, mejillas y por último sus labios.

Él se remueve, aunque no se despierta dando un largo suspiro poniéndose boca abajo. Sin hacer ruido salgo

de la cama, voy directo al baño a lavarme la cara para ir a hacer el desayuno. Pero ato el pelo en una coleta alta antes de que lo queme por accidente.

Desciendo los escalones descalza, siento frío al entrar a la cocina. Es más chica que la mía, isla en el medio y

todo es gris dándome una sensación de opaco. Reviso en todos lados buscando una cafetera hasta que la encuentro en una esquina, vierto el café en grano dos cucharadas y el agua.

La máquina comienza a funcionar, cae el líquido en la taza, en la tostadora ya el pan está listo y sirvo todo en la mesa para ir a buscar a Brayden, que no da señales hasta el momento. Debemos ir a trabajar, no quiero llegar tarde otra vez.

Estoy a punto de tocar el primer escalón cuando el timbre suena, doy la vuelta yendo a ver quién es, tomando la perilla lo giro abriéndose. Una mujer de cabello castaño, ojos marrones me escanean de arriba abajo por la forma de vestir mía.

-Si ¿A quién buscas? – cuestiono. Parece sorprendida y extrañada, a la vez.

-Busco al señor Brayden Roma – contesta sin vacilación – pero si está ocupado vuelvo en otro momento.

-No hace falta ahora mismo lo llamo.

Dejando la puerta abierta me dirijo a llamar a Brayden. Respiro antes de entrar a su cuarto porque mis piernas se movieron demasiado rápido acelerando los latidos del corazón. Él duerme plácidamente no tengo otra opción que zamarrearlo para despertarlo, se queja abriendo apenas un ojo.

-Alguien te busca – digo de rodillas en la cama. – Dale, una mujer quiere hablar contigo.

-Dile que no estoy – y se gira su cara hacia la izquierda.

-Lo siento, pero ya le dije estas aquí.

Sin nada más que decir se levanta en cámara lenta, por mi parte no sé qué hacer al respeto. Veo que va al baño arrastrando los pies riéndome por lo bajo, al rato vuelve aventándome la toalla.

- ¡Oye!

Quiero devolvérsela cuando la quito de la cara, pero ya no se encuentra en el radio de visión de mis ojos. Me

muerdo las uñas, cruzo los brazos y camino de un lado a otro impaciente.

El torbellino de pensamientos empieza a surgir ¿Quién es esa mujer? ¿Cómo se llama? ¿Cuál es su relación? ¿Fueron pareja? ¿O lo son y no me he dado cuenta?

¡Basta Minufer!

La voz de mi interior pide que pare de pensar cosas absurdas mortificándome y sacando conclusiones precipitadas sobre algo que no tiene sentido hasta que él responda mis dudas.

Miró mis dedos colorados de sangre corriendo entro al baño, abro la canilla y el agua lava todo, observo en el

espejo mi rostro encontrando la boca y los dientes manchados también. Inmediatamente junto agua con las manos lavando cada rincón sucio, cierro los ojos pensando cuantas veces jure no volver a hacer lo mismo.

Lastimarme mordiendo las uñas se ha vuelto una costumbre poco sana para mí, sucede cuando los nervios me superan saturándome de preguntas sin respuestas. Cierro los ojos tomando aire y expulsándolo tres veces con detenimiento bajo la cabeza viendo el maltrato que le hice a mis uñas.

Todavía sangran están mordidas, astilladas y rotas cosa que no me agrada porque en un rato experimentare un pequeño dolor. Decido taparlas con tiritas a las más lastimadas para que Brayden no las vea así, ni mucho menos pregunte por las heridas alrededor de ellas.

Pensativa salgo apoyándome en la pared, unos pasos se acercan, trato de recomponerme sería ilógico que me viera de ese modo tan apagada. Su cara es distinta a como estaba antes de ir a hablar con esa mujer.

- ¿Quién era esa mujer\, Brayden? – él se tensa ante la pregunta formulada.

-Es una amiga de la facultad – maquinaba otra clase de repuesta.

-Y se pueda saber ¿Qué quería? – una sonrisa pícara se forma en la comisura de sus labios - ¿De qué te ríes?

-Alguien se puso celosa ¿verdad?

Muevo la cabeza negativamente.

–Claro que no – va acercándose cada vez más hasta quedar frente mío – soloo teniaa curiosidad sobre ella, nada más.

Su acercamiento me hace arrastrar las palabras logrando que retroceda chocando con un muro, que en este caso es la pared, quiero salir corriendo, aunque sus movimientos son rápidos atrapándome sin dejar de sonreír. La profundidad de sus iris se va oscureciendo siendo más profundo su mirar, sus manos sujetan mi cadera impidiendo cualquier oportunidad de salvarme de sus garras. De alguna forma debo detenerlo.

Inclina su cuello depositando besos en el mío, yo contengo la respiración cerrando mis ojos y suelta el pelo

tirando la gomilla al piso.

- ¡Que rico hueles! – inhala mi olor y acaricia mi piel.

Le respondo con una sonrisa por su comentario, su mano apenas toca una mejilla fundiéndonos en un beso lento y suave al mismo tiempo.

La mujer que llevo dentro lo desea tanto como él a ella, pero aún no es el momento adecuado para nosotros.

-Vamos a desayunar – rompo la sensual escena, aunque no quiera terminar de besarlo jamás es necesario ponerle un alto. – Ya hice el café, pero por el contra tiempo que tuvimos ya debe estar frío.

-Tengo una idea – sigue en la misma posición ni con una grúa se mueve – Porque no tomamos el café en la cama y seguimos durmiendo ¿Qué te parece mi idea?

-No, no y de nuevo no – blanquea sus ojos – llegaremos tarde a trabajar.

-Solo por hoy – insiste con su idea - ¡Por favor! – exclama.

-Ya te dije que no.

Se resigna bajando la guardia sentándose a los pies de la cama, suelto todo el aire contenido cuando él está

lejos. Mis piernas vuelven a su estabilidad normal y moviéndome lo tomo de la mano. En silencio descendemos a la cocina, pruebo el café comprobando mi teoría. No lo desecho, al contrario, lo meto en el microondas para calentarlo.

Mientras espero a Brayden unta mermelada en las tostadas lo hace chupándose los dedos embarrados. Eso me causa un poco de gracia, retiro las tazas y le doy una a él recibiéndola con una pequeña sonrisa.

Limpio todo para irnos a cambiar, ya es hora de trabajar. Brayden se entretiene hablando por celular con su amigo. Tomando mi bolso saco las llaves de mi auto, bajo por el ascensor hasta el garaje a sacar unas prendas que tengo.

¡Chica precavida vale por dos!

Yo y mi otro yo nos sentimos contentas por el simple hecho de ser responsable en todo sentido e incluido

cuando se trata de estar bien vestida. Hoy estoy feliz, demasiado diría.

Regreso y Brayden sigue con el celular en su oído debe ser algo importante, me digo a mi misma. Voy directo a prepararme porque se hace tarde.

Primero una ducha para sacar el sudor después colocó crema en todo el cuerpo, incluyendo la cara. Continúo

poniendo corrector de ojeras, base color natural, utilizo sombra rosa en los parparos también arqueo las pestañas y agrego rímel. Y, por último, uso Rush en los labios. Estando listo el maquillaje busco la ropa que deje en la recamara.

Una falda lápiz rosa, camisa blanca y chaqueta fucsia completando el look con tacones negros. Alzo el pelo en una coleta bien alta con una hebilla de moño. Toda arregladita voy en busca de mi príncipe que aún no está listo para su princesa.

Parado muy serio metido en su celular carraspeo la garganta para que me dé un poco de su atención.

- ¡Ya estoy lista! – digo batiendo las pestañas.

Él silbando camina hasta mi sonriendo pícaramente.

 - ¡Qué guapa mujer! – acaricia mis hombros hasta tomarme las manos – Debo hablar con Max así que no podré llevarte a la empresa.

-Bien – y lo beso – entonces ya me voy.

Él abre la puerta acompañándome al garaje, nuevamente se despide besándome y subo al auto. Lo veo desaparecer detrás de las puertas metálicas girando el volante a la izquierda salgo a la carretera. Como todas las mañanas el transito es lento, hay atascamiento porque todos queremos llegar a tiempo.

El locutor de la radio me da la información necesaria para arrancar el día. Soy un manojo de nervios, los autos

avanzan como tortugas, en estas situaciones no tengo paciencia. Pierdo el poco autocontrol en bocinazos sin sentidos cuando menos creo que saldré, los que están delante mío se mueven y también yo.

Suspiro varias veces encaminándome por mi ruta de destino, tarareando una canción mi humor no podría ser mejor.

Después de salir del embotellamiento llego a la empresa. Estaciono el vehículo, sonriendo bajo y moviéndome a la entrada saludo a los guardias de seguridad.

El sol rayando inunda a través del vidrio todo el edificio dándole un toque de frescura, alegría y que te llena de

ganas para trabajar, al menos así lo siento yo, aunque la cara de alegría que porto hoy no es la misma de los que trabajan aquí.

Es inevitable no sentirme contenta, feliz y radiante por lo que ha sucedido últimamente con Brayden, el destino me lo puso en el camino y lo aprovecharé esta oportunidad para hacerlo sentir digno de mi amor.

Nadie podrá arruinarme con tonterías mi día. Decidida voy a la oficina, todo es oscuro colocó la cartera en el

escritorio sacándome la chaqueta y abro las cortinas iluminando el lugar, también la ventana entrando aire fresco porque ya olía a polvo el ambiente aquí dentro.

Contemplo la ciudad ya más calmada desde la altura de la ventana, luego tomo mi lugar habitual acomodándome en la silla encendiendo el ordenador. Pero antes pido un café a Uma, mi secretaria.

Reviso los pendientes como email, carpetas con contractos que esperan a ser firmados y por último debo ir a

verificar las refacciones en el hotel de Brayden. Eso me da un poco de pereza. Leo atentamente unos papeles cuando Uma llega con mi pedido, aunque mis pensamientos se van hacia otra parte impidiendo que me concentre en el trabajo que estoy realizando.

La secretaria se retira, bebo el café para poder retomar lo que estaba haciendo.

Pero una extraña sensación recorre por mi cuerpo causando un escalofrío que me obliga a ponerme de nuevo la chaqueta. ¿Qué será? Me preguntó mentalmente o ¿A qué se debe? Tomo el celular llamando a Brayden para saber dónde se encuentra, suena varias veces mandándome al buzón de voz. Vuelvo a intentar y sucede lo mismo.

¡Cálmate Minufer! digo en mi cabeza. Leo el primer párrafo, sin embargo, Brayden ocupa toda la atención desviándome de lo que tengo hacer. Me preocupa no saber de él.

La tercera es la vencida volviéndolo a llamar siendo el mismo resultado. Ahora si tengo un nudo en la garganta que es imposible de pasar, inhalo e exhalo para no entrar en pánico. Apresurada y al borde de las lágrimas voy directo a ver a mi padre, quizás él sepa algo.

Siento que algo no está bien. Abro precipitada la puerta, él está concentrado leyendo alza su vista formándose una gran sonrisa y viene a abrazarme. Su cara de alegría se transforma al verme llorando.

-Princesa ¿Qué sucede? – su preocupación aparece de repente – y Brayden ¿Dónde está?

-Eso quisiera saber yo.

-No te estoy entendiendo – me toma de los hombros sentándome en un sillón. – Se más clara Minufer.

-Que él no aparece – respondo sin vacilar para explicarle la situación – tengo un presentimiento horrible papá.

-Tranquila cariño – me acuna en su pecho. – Seguramente se le atravesó algo en el camino.

-Tengo mucho miedo papá.

El teléfono suena, él se para a contestar, seco con un pañuelo descartable que siempre llevo en los bolsillos,

debajo de los ojos. La cara de papá es como si hubiera visto un fantasma lentamente vuelve hasta mí.

- ¿Paso algo\, papá? – interrogo ansiosa.

No responde a la pregunta que le hago, tomo su rostro entre sus manos para que me mire directo a los ojos.

-Papá ¿Qué te dijeron por teléfono? – vuelvo a insistir - ¡Por favor contesta! – exclamo elevando la voz.

-Te lo diré – baja mis manos sujetándolas entre las suyas – se trata…

No logra terminar la frase, empieza a preocuparme, esta como en shock por la noticia y a la vez quiero saber.

-Brayden tuvo un accidente – suelta y mi corazón da un vuelco – está hospitalizado y ha sufrido varias fracturas.

-Pero… – el nudo que se formó no me deja terminar. – Él ¿va a estar bien?

-No lo sé hija – no me suelta – su condición es reservado.

Ya no puedo contener más el torbellino de lágrimas explotando aferrada a mi padre, de pronto me levanto

como en estado de shock. No escucho a nadie tampoco veo solo quiero estar con él. Sabía que estaba en peligro, mi sexto sentido me lo decía.

Sostenida por mi padre salimos para ir al hospital, sé que papá habla con Uma, pero en mi estado no presto atención a lo que le pide. Ella vuelve corriendo con mis cosas.

Hay que ser fuerte, debo ser fuerte por los dos. El ascensor no tarda en llegar, los minutos ahí dentro son eternos y papá pasa su brazo atrayéndome a su cuerpo caliente abrazándonos hasta que la caja deja de moverse. El chofer ya nos espera, subimos y se pone en marcha.

La vista que me brinda la ventanilla se confunden con los recuerdos de Brayden. Su sonrisa. El verdor de sus iris. Sus abrazos y caricias provocando que llore sin poder parar. No creí sentir tanto cariño por él, pero no es solo cariño es amor y su forma de tratarme, tan delicada, paciente y protector.

Papá toca mi hombro para hacerme reaccionar porque ya estamos en la puerta. El ruido de la ambulancia me

perturba entre cerrando los ojos casi caigo al suelo de no ser por los brazos de mi padre iba aterrizar en el suelo.

-Hija – su voz suena preocupado - ¿Estás bien?

Asiento para que no se preocupe, aunque la verdad no estoy bien. Las piernas quieren fallarme al caminar, los

latidos de mi corazón van a un ritmo desesperado y debo tomar aire cada dos minutos para intentar tranquilizarme.

Los dos entramos hay muchas personas esperando ser atendidas, sigo a papá hacia un ascensor apretando el botón del piso quince. Se detiene, el aire no llega hasta mis pulmones por lo que debo caminar con lentitud.

En la recepción preguntamos en donde está Brayden, en el área de cirugías contesta una mujer mayor. Esa repuesta aumenta mi preocupación ¿De qué lo estarán operando? Surge más intrigas de las que ya había.

Llegamos a la sala de espera y un rostro conocido hay, es Luz. Hecha un desastre de lágrimas mira el piso

cruzando sus brazos.

-Luz ¿Qué haces aquí? – preguntó llegando a su lado.

Me abraza contagiándome su llanto.

– Max también se encuentra herido – responde sollozando – los médicos aún no han dicho nada.

Mientras las horas pasan más desesperada empiezo a ponerme, los nervios agolpan todo el cuerpo tiritándome las manos a la espera de noticias.

¡Por favor dios que este bien! Digo mirando hacia arriba.

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Comments

Isis Sisa

Isis Sisa

😲😲 habrá sido un accidente?? o algo tendrá que ver el ex de Minufer?? o la mamá??

2023-05-26

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Capítulos
1 Capítulo n°1: "Pensando en mi futuro".
2 Capítulo n°2: "En banca rota".
3 Capítulo n°3: "Confesión y conociendo a la victíma".
4 Capítulo n°4: ""Seduciendo mi Objetivo".
5 Capítulo n°5: "Un misterio que revelar".
6 Capítulo n°6: "Muchas novedades".
7 Capítulo n°7: "Cita Romántica".
8 Capítulo n°8: "En las nubes".
9 Capítulo n°9: "Enojo y actitudes que hacen dudar".
10 Capítulo n°10: "Ocultando lo que es inevitable".
11 Capítulo n°11: "Recordando viejos tiempos".
12 Capítulo n°12: "En cuestión de minutos la felicidad se esfuma".
13 Capítulo n°13: "Accidente con rostro conocido".
14 Capítulo n°14: "En casa y con enfermera particular".
15 Capítulo n°15: "Una noche inolvidable".
16 Capítulo n°16: "Recuperar lo que me robaron".
17 Capítulo n°17: "Un día muy caliente".
18 Capítulo n°18: "Secretos que acechan".
19 Capítulo n°19: "Una verdad a medias"
20 Capítulo n°20: "Exponiendo el rostro a la víctima".
21 Capítulo n°21: "Ser conocedor y no decir nada, tre consecuencias".
22 Capítulo n°22: "Una visita que vino perturbar la paz".
23 Capítulo n°23: "Prueba de vestido".
24 Capítulo n°24: "Llego el día tan soñado".
25 Capítulo n°25: "Solo tengo ojos para ella".
26 Capítulo n°26: "Luna de miel".
27 Capítulo n°27: "El cuento de hadas comienza a desmoronarse".
28 Capítulo n°28: "Ni yo entiendo lo que me pasa".
29 Capítulo n°29: "Crisis superada".
30 Capítulo n°30: "El desconocido tiene nombre".
31 Capítulo n°31: "Un sueño revelador".
32 Capítulo n°32: "Una conversación necesaria".
33 Capítulo n°33: "Bebé en peligro por sus mentiras".
34 Capítulo n°34: "El caos se ha desatado".
35 Capítulo n°35: "Yo no dije que me quería divorciar".
36 Capítulo n°36: "Sufriendo las consecuencias de mis mentiras".
37 Capítulo n°37: "Es hora de la verdad".
38 Capítulo n°38: "Ni en mil años podré olvidarla".
39 Capítulo n°39: "Huyendo de los que me hicieron daño".
40 Capítulo n°40: "Desesperado por su ausencia".
41 Capítulo n°41: "Comenzar de nuevo, pero extranándolo".
42 Epílogo.
Capítulos

Updated 42 Episodes

1
Capítulo n°1: "Pensando en mi futuro".
2
Capítulo n°2: "En banca rota".
3
Capítulo n°3: "Confesión y conociendo a la victíma".
4
Capítulo n°4: ""Seduciendo mi Objetivo".
5
Capítulo n°5: "Un misterio que revelar".
6
Capítulo n°6: "Muchas novedades".
7
Capítulo n°7: "Cita Romántica".
8
Capítulo n°8: "En las nubes".
9
Capítulo n°9: "Enojo y actitudes que hacen dudar".
10
Capítulo n°10: "Ocultando lo que es inevitable".
11
Capítulo n°11: "Recordando viejos tiempos".
12
Capítulo n°12: "En cuestión de minutos la felicidad se esfuma".
13
Capítulo n°13: "Accidente con rostro conocido".
14
Capítulo n°14: "En casa y con enfermera particular".
15
Capítulo n°15: "Una noche inolvidable".
16
Capítulo n°16: "Recuperar lo que me robaron".
17
Capítulo n°17: "Un día muy caliente".
18
Capítulo n°18: "Secretos que acechan".
19
Capítulo n°19: "Una verdad a medias"
20
Capítulo n°20: "Exponiendo el rostro a la víctima".
21
Capítulo n°21: "Ser conocedor y no decir nada, tre consecuencias".
22
Capítulo n°22: "Una visita que vino perturbar la paz".
23
Capítulo n°23: "Prueba de vestido".
24
Capítulo n°24: "Llego el día tan soñado".
25
Capítulo n°25: "Solo tengo ojos para ella".
26
Capítulo n°26: "Luna de miel".
27
Capítulo n°27: "El cuento de hadas comienza a desmoronarse".
28
Capítulo n°28: "Ni yo entiendo lo que me pasa".
29
Capítulo n°29: "Crisis superada".
30
Capítulo n°30: "El desconocido tiene nombre".
31
Capítulo n°31: "Un sueño revelador".
32
Capítulo n°32: "Una conversación necesaria".
33
Capítulo n°33: "Bebé en peligro por sus mentiras".
34
Capítulo n°34: "El caos se ha desatado".
35
Capítulo n°35: "Yo no dije que me quería divorciar".
36
Capítulo n°36: "Sufriendo las consecuencias de mis mentiras".
37
Capítulo n°37: "Es hora de la verdad".
38
Capítulo n°38: "Ni en mil años podré olvidarla".
39
Capítulo n°39: "Huyendo de los que me hicieron daño".
40
Capítulo n°40: "Desesperado por su ausencia".
41
Capítulo n°41: "Comenzar de nuevo, pero extranándolo".
42
Epílogo.

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