Brayden.
Ya me encuentro en el hotel, no pude pegar un ojo en toda la noche por esa propuesta. Evalúe todas las posibilidades de escapar de esta situación, pero ninguna me favorece. También pensé en aceptar, no creo que esa chica se enamoré de mí, por más seductor que parezca.
No es mí virtud enamorarme del sexo femenino. Nunca tuve novia, tampoco me esforzaba por seducirlas, solas llegaban a mi cama. El amor creo que es algo que se manifiesta, yo esas cosas como regalar flores o bombones, nunca las lleve a cabo. Solo paso una noche con alguna de ellas nada más.
Nunca me impresionó una mujer. Estuve tan centrado en mi negocio que el amor no se encontraba en mis planes. Mi corazón así está mejor.
Medite muy bien lo que le voy a contestar al señor Michelin. Aunque no sé cómo es su hija. Creo que iré al
infierno, no tan solo yo, por éste macabro plan. Sí algún día ella se entera de esto ojalá pueda perdonarme porque ni en mis sueños perdonaría por algo semejante.
Después de darle tantas vueltas a esta situación, ya tengo mí decisión final. Ojalá dios tenga piedad de esta humilde alma, que intenta rescatar lo que tanto esfuerzo le costó conseguir. ¿A qué precio? El de seducir a una joven, que ruego que no sé enamoré de éste hombre sin remordimiento por lo que hace.
Busco entre mis contactos al señor Christopher para llamarlo. Él responde al instante:
-Buenos días señor Michelin - digo.
-Buenos días Brayden ¿Cómo te encuentras? - pregunta, si supiera la noche que tuve por su culpa se ahorraría
muchas de su estúpida pregunta.
-Bien y ¿Usted? - quiero parecer normal para lo que tengo que decir - Ya tengo una respuesta a su ofrecimiento.
-Está bien, te espero está noche en mi casa. Voy a dar una fiesta por mi cumpleaños.
-Ok lo veo en su casa. Páseme su dirección por mensaje.
-Le pediré a mi secretaria que se lo mandé. Puede llevar a Maximiliano, su amigo - se hace un silencio breve -,
espero que no me decepcione con su respuesta. Nos vemos en la fiesta, Brayden Roma.
Este hombre empieza a caerme mal, su cinismo me pone de un humor de perros. Ojalá Max quiera ir conmigo, porque no tengo ganas de fumarme solo esa fiesta.
Después paso a la oficina de Max para saber cuál es su respuesta a mí invitación.
Entro sin golpear la puerta, él se encuentra sentado en su silla sujetando el celular en su oído. Habla
alegremente con alguien. No se da cuenta que yo espero a que termine para hablarle. Cuelga y gira encontrándome de frente.
- ¿Qué haces ahí parado? - pregunta con una sonrisa más que satisfactoria.
-Esperaba a que te desocupará para hablarte. Por tú sonrisa era ella ¿Verdad?
-Sí ¿Por qué?
-Por nada. Solo vine a invitarte a una fiesta en casa del señor Christopher Michelin ¿Quieres ir?
-Si voy, pero ya me invito otra persona. Igual voy a ir contigo porque a ella la veré en la fiesta.
-Me queda más que claro. ¿Qué ya son pareja? - él esperaba que no dijera nada al respeto.
-Aún no formalizamos, pero lo haremos pronto - su cara es pura felicidad.
-Como quieras. Pasa por mí a las 22:00 hs. Hasta la noche.
Salgo para volver a casa, me encuentro muy agotado sobre todo para pensar así decido retirarme. Voy por la carretera con la música a todo volumen, es una canción de Adele. Me relajo hasta que estoy en mi residencia. Abro la puerta y veo que una mujer se acerca casi diría que corriendo. Intento dar un paso para subir al ascensor, y alguien me jala del brazo; doy media vuelta encontrándome con un rostro conocido. Ella toma
aire para poder hablar.
- ¿Tú quién eres? - cuestiono\, también me esfuerzo por recordar su cara.
- ¿No me recuerdas? - sí la recordaría no lo preguntaría - soy Florencia Machado.
-Ahora sí. ¿Qué haces aquí? ¿No vives en Inglaterra? - creo que eso sonó mal, me exprese terriblemente mal.
-Sí, pero estoy aquí de paseo. Tú madre fue a verme la semana pasada y me dio tu dirección para hablar con vos ¿Te molesta?
-No para nada. Es la impresión del momento, no esperaba a nadie, mucho menos a ti - la note un poco nerviosa -. Sube a tomar un café conmigo - digo.
-Gracias - dice.
Tomamos el ascensor en un incómodo silencio. Estoy convencido que está no es una típica visita de cortesía, tiene algo que decirme o la mando mi madre en busca de alguna información importante para ella. Florencia es una vieja amiga del colegio, incluso fuimos a la misma universidad; las cosas empezaron a cambiar cuando yo salí una noche con su amiga. Solo fue una noche, ella se puso celosa por mi comportamiento y aclare
sus dudas. Herí sus sentimientos al descubrir que yo no sentía nada por ella, en cambio ella estaba completamente enamorada de mí, que no me di cuenta. Y en una noche de borrachera tuvimos relaciones, no fue una, fueron varias veces.
Después Flor sé marchó porque su padre enfermo, no la volví a ver. Hasta hoy. Es muy extraño su regreso.
Estamos sentado frente a frente en la mesa de la cocina cada uno un café en la mano. Necesito saber qué es lo que hace aquí, compongo la garganta para cortar el silencio que empieza a molestarme.
-Flor cuéntame ¿A qué te dedicas? - ella observa el humo que sale de la taza.
-Soy dueña y trabajo en la empresa de mi padre. Él falleció poco tiempo después que me fui de Estados Unidos, tuve que hacerme cargo sin entender nada.
-Lo siento, no sabía que ya había muerto - empiezo a odiar está conversación, también a mi madre, - ¿Hasta cuándo te quedas en la ciudad?
-Hasta que resuelva algo que tengo que decirte - ya sabía que esto no es una visita de pura coincidencia - es muy importante lo que te tengo que decir.
- ¿De qué se trata? - los nervios la consumen por dentro lo puedo ver\, porque ni me mira cuando habla.
-Esto no lo tenía en mis planes, te juro por mi vida que no lo sabía cuándo me fui por la enfermedad de papá. Me enteré en Inglaterra, pero ya era tarde para volver y contarte.
- ¿De qué hablas? No estoy entendiendo lo que dices\, explícate mejor - rasco mi cabeza señal que esto\, lo
que sea que es, empieza a superarme.
-Quede embarazada y hoy tengo un hijo tuyo y mío - lo que dice me deja en shock.
Esto no puede estar pasando murmuro en mi cabeza, que no logra articular palabra mucho menos pensar con claridad. Todo esto debería ser un aterrador sueño del cual no puedo despertar, pero no
lo es, cuando veo llorar a Florencia.
-Si es una broma te juro que es de muy mal gusto - el nudo en mi garganta es muy grande por lo que no me puedo relajar, - ¿En qué momento sucedió todo esto?
-Lo supe a los tres meses de embarazo. Yo tampoco lo podía creer, pensé en volver para decírtelo. Pero mi
padre estaba en un estado crítico así que decidí seguir sola.
Que conveniente después de cincos años viene a contarlo como si no pasará nada. Que fastidio, tengo muchos problemas y ahora se suma uno más. Bien hecho Brayden, pensabas que tú vida mejoraría ya no lo es posible.
Ella remueve en su silla, toma su bolso para retirarse, pero antes dice algo:
-Te lo dije porque no es justo seguir con una mentira, ni mucho menos que Aron siga creyendo que su padre está muerto. También para que tú decidas si quieres tener contacto con él o no. Me voy para que pienses lo que vas a hacer al respeto.
Sé va y yo quedo nadando en un mar de angustia por mi propia irresponsabilidad. Sigo sentado pensando que va a pasar. Busco en el despacho una botella de whisky, tomó varias copas procesando la información hasta que recuerdo la maldita fiesta de Christopher Michelín.
Ya me encuentro mareado intentando subir las escaleras, la cabeza me da vueltas tirándome en la cama. Duermo casi una hora, despierto y me dan pequeñas puntadas en mi cabeza que parece que va explotar. Entro a ducharme, miró la hora faltando como tres horas para esa tediosa fiesta.
Voy a la cocina por una taza de café y unos analgésicos que calmen el dolor. Amanda por lo visto no volvió, necesito hablar sobre éste tema con ella, que me dé un consejo.
No quería hijos resulta que ahora tengo uno, que ni conozco además piensa que estoy muerto. Porque su madre no tuvo mejor idea que ocultarlo. El café no me relaja me altera más, sin embargo, tengo que ir a vender mi cabeza para salvar mi empresa y reputación.
Llevo puesto un traje negro, estoy haciendo el nudo de mi corbata y escucho que alguien sube por las escaleras. Sé que es Max.
- ¿Ya estás listo? - indaga mirándome las enormes ojeras que tengo - ¿Por qué tienes esa cara?
-Es la única que tengo – contestó irónicamente.
-Eso ya lo sé - y se encuentra cerca de mí - me refiero que tienes cara de cansado ¿Sucede algo?
-Algo sucedió ya te contare en otro momento - su cara sé transforma en preocupación - no es malo. Eso creo.
-Bueno. Hoy nos vamos a divertir. Luz tiene una amiga, así que vamos a estar los cuatros juntos - su emoción no sé si se debe a la fiesta o a su futura novia. Creo que es la segunda opción.
La casa del señor Michelín es una quinta en las afueras de la ciudad. Es un lugar muy extravagante con muchas plantas de jardín en la entrada, un camino largo de piedras, ni que hablar de la casa. Su lujo es algo que nunca vi como arañas colgando del techo en dorado, creo que son de oro. Un muchacho nos recibe en la entrada, luego aparece el señor Christopher.
- ¡Bienvenidos muchachos! - nos da un apretón de mano - Vamos adentro por unas copas.
Nosotros lo seguimos, la música es bastante alta que nos deja un poco sordo. Por su insistencia de tomar algo
olvide saludarlo por su cumpleaños.
-Señor feliz cumpleaños - digo, él contagia con su alegría.
-Dime Christopher, muchas gracias. Espero que se diviertan pueden pedir lo que quieran. En seguida vuelvo - sé retira a saludar a otros invitados.
Está mansión es muy hermosa. Nos encontramos en la parte trasera, el césped le da un toque natural que contrasta con las luces artificiales. Un mozo llega a nuestra mesa.
-Señores ¿Qué van a tomar? - pregunta.
-Yo un whisky con hielo, por favor - pide Max.
-Yo también. Pero que sea doble - asiente con su cabeza retirándose a la barra por nuestros pedidos. Otro coloca en la mesa el plato de entrada, pero no tengo hambre, Florencia y su confesión terminaron con mi poco apetito.
Max se va al baño o en busca de su "amiga", lo cierto es que lo noté ansioso por llegar a la fiesta.
Él regresa trayendo a su amiga de la mano detrás de ellos viene una mujer en un vestido plateado con un escote más que profundo a la altura de sus pechos, su pelo suelto, es muy bonita. Su cara se me hace conocida, pero no logró saber de dónde. Cuando termino mis pensamientos ya están al lado de la mesa.
-Brayden - creo que Max se encuentra nervioso - ella es Luz - la señala con la mano.
-Mucho gusto - extendí mi mano para saludar.
-Ella es Minufer, mi amiga - ahora habla Luz. Es la chica que choque en la empresa de Christopher. También la
saludo con la mano, ella me da una sonrisa en afirmación. Estando cerca puedo ver que, sus ojos son azules y te encandila con ellos, sin duda es una hermosa mujer.
- ¿Quieren algo de tomar? – la voz de Max suena nerviosa.
-No gracias. Voy a buscar a mi padre para darle su regalo, ya vuelvo - sé va perdiéndose en la multitud de personas. Quedando nosotros tres. Tomamos asiento, el mozo vuelve con los whiskies, siento que estoy perdiendo a mi amigo porque están inmersos en su propia burbuja. Tomó un trago para pasar el rato, observo a todos lados, veo que la amiga de Luz viene del brazo de Christopher. Es lo que me da curiosidad y se lo preguntó a la novia de Max.
-Luz - ellos me miran- ¿Por qué Minufer está del brazo de Christopher Michelín? ¿Qué es su esposa? - ella se
ríe.
-No nada que ver, es su padre - yo entre cierro los ojos tomando otro trago por esa respuesta, no puede ser, ella será mi víctima y, es tan hermosa que no se si podré hacer lo que planeo su padre.
-Con su empresa vamos a trabajar - comenta Max. Yo quiero salir corriendo.
-Minu trabaja con su padre, es arquitecta - aporta Luz.
Si algo más podía suceder ya no lo creo. No puede ser que esto éste pasando; esa bella mujer es su hija. Dios me está castigando por lo que voy a hacer, el infierno será el paraíso perfecto para mí. Tengo que pagar por los pecados que voy a cometer con ese ángel.
Ellos se acercan, soy muy parecidos, ella tiene una sonrisa que me deja sin aliento.
-Hija ya sabes ¿Quién es el señor? - yo quiero que me trague la tierra.
-Si - digo - mi amigo nos presentó - está nerviosa porque baja su mirada frotándose sus dedos.
-Verdad ¿Qué tengo una hija muy hermosa? - habla con orgullo. Minufer quiere ocultar su cara que parece un
tómate de colorada.
-No se equivoca es bellísima - con mis palabras logro que me mire mostrándome una perfecta sonrisa.
El baile va a empezar, por el micrófono llaman a los que quieran bailar. La música lenta comienza a sonar. Es
una canción hermosa.
-La invito a bailar señorita - hablo, pero me percato que está Christopher a mi lado - perdón mi imprudencia ¿Usted me permite bailar con su hija?
-Si ella quiere claro - propone. No sabe si aceptar o no, puedo ver en sus ojos un dilema. Su padre lo único que hace es sonreír, no ha parado ni un segundo de hacerlo.
-Creo que un baile no le puedo negar - habla por fin.
Le doy mi mano, su piel es tan suave, conduciéndola a la pista. Se para en frente de mí, colocó las manos en
su cintura, ella las pone encima de mis hombros. Estando tan cerca puedo oler su perfume a jazmín. Es muy agradable y rico.
Su cuerpo se tensa con mi contacto, no se anima a mirarme a los ojos. Yo miró a todos lados intentando no sentirme culpable por mis actos. No sé porque su padre quiere un marido para ella, si podría tener al hombre que quisiera a sus pies.
La música lenta me relaja y su presencia también. Su exquisito aroma me envuelve hasta más no poder, sonrío ante la idea. Nuestras miradas se cruzan con cierta timidez por parte de ella que no logra sostenerla, pero le brindo una sonrisa que se sonroja.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 42 Episodes
Comments
Maru
Bryden debe afrontar sus retos de frente si la tal Elizabeth tiene un hijo con él pues enfrentarla pide fotos del niño tipo de sangre o ADN. En cuanto a Minufer ya se siente atraído
2024-11-17
0
Marina Hinostroza
Creo debería hacer una prueba de paternidad
2023-08-03
0
Elvira Fretes
pobre caerá en la trampa y para rematar él tiene un hijo🤦🏻♀️
2023-06-10
0