Capitulo 4

En aquel entonces yo era un hombre muy quisquilloso, me gustaban las fiestas, la buena vida – sonríe mi padre- pero todo cambio cuando mi padre me obligo a casarme con tu madre bajo un contrato y en medio de ese contrato había una cláusula en la que decía que nuestro primer hijo sería entregado a él como suyo, pues yo lo firme sin dar importancia porque no pensaba vivir con tu madre, pues solo era un matrimonio arreglado, para mí no tenía ningun tipo de importancia, cuando conocí a tu madre el día de la boda, ciertamente me impresione, no pensé que fuera tan hermosa, nos casamos y desaparecí de su vida durante cinco años, durante todo ese tiempo estuve trabajando en la empresa, los viajes de negocio era constantes, la empresa se convirtió en mi hogar, hasta que recibí la vista de mi padre en el que me obligo a volver junto a tu madre, me costó mucho enamorarla, puesto que me había enamorado a primera vista de ella, un año después nació nuestro primer hijo Alberto, éramos tan felices con su llagada, hasta que un día volvió a aparecer mi padre exigiendo validar el contrato, nos opusimos sin importar que, pero todo fue en vano, un cierto día nuestro hijo desapareció, mi padre juro que nunca nos revelaría donde estaba y que él lo criaría como a su propio hijo, prefirió llevarse el secreto a la tumba, desde entonces lo hemos buscado pero todo intento ha sido fallido, hasta hace unos meses donde el abogado de mi padre visito la empresa, no solo me entrego una foto de nuestro hijo, sino que en el testamento detalla que debes casarte tal y como ha sido por generaciones si queremos saber el paradero de nuestro hijo, tu hermano – confiesa mi padre-

- Rebeca… Hija, hazlo por tu madre, cásate con ese hombre – llora mi madre tomando mis manos-

- Carlos… No me importa la empresa ni los vienes, podemos empezar de cero, solo……

- Amanda…. Me casaré papá, sin importar, solo quiero que ustedes sean felices y pronto mi hermano vuelva a casa, así sea que tenga que sacrificar mi felicidad – les digo serenamente-

- Carlos…. No debes preocuparte por tu futuro esposo, mañana lo conocerás.

¡Tengo un hermano! Pero que cruel ha sido la vida con mis padres, un hombre egoísta que no le importo la felicidad de su propio hijo, les arrebato al fruto de su amor.

Me duele ver sufrir a mis padres, ellos han sido mis mejores mentores, por ellos estoy dispuesta a sacrificar cualquier cosa así sea mi propia felicidad, haré todo lo posible por ver sonreír a mi madre, sé que mi hermano menor sería muy feliz de escuchar esta noticia, ¡tenemos un hermano mayor!

De vuelta en mi apartamento me recuesto sobre mi cama a pensar en todo lo que está pasando y lo que está a punto de pasarme, no quiero una boda con un desconocido, solo quiero ser yo y nada más, pero eso no será posible.

Al siguiente día muy temprano por la mañana suena el timbre de mi apartamento.

- Amanda…. ¿Quién es usted? – le pregunto a la mujer parada fuera de mi puerta-

- Señorita, soy Jenny su estilista, estoy aquí por órdenes de su padre, debo ayudarla a arreglarse y vestirse – me responde aquella mujer-

- Amanda…. La boda es hasta la noche, no hay necesidad de venir tan temprano – le contesté-

- La boda cambio de hora, es al medio día, aquí está la dirección – me dice y me extiende un sobre-

Obviamente la boda era al medio día, pero…. ¿Una casa en el campo? ¿Mi padre me pensaba hacer casar con alguien del campo? Bueno, no sería tan malo vivir lejos de toda esta ciudad que me trae muchos recuerdos.

No había necesidad de mirarme en el espejo, pues no me importaba si estaba bien o mal arreglada, al final solo era un contrato.

No sé cuanto tiempo paso, pero el golpeteo de las llantas contra las piedras me obligan abrir mis ojos, estos ojos que se han secado, los árboles, la montaña indica de que estoy muy lejos de la ciudad, mi padre quien conduce me observa por el espejo retrovisor y me regala una cálida sonrisa, mi madre quien toma mi mano sonríe dándome ánimos, mi hermano quien va muy distraído con su nuevo juguete, nada más mueve su cabeza al ritmo de…. Quien sabe y que es lo que escucha.

El auto se detiene frente a una puerta enorme, la cual es abierta de par en par, continuamos nuestro camino, pero a simple vista puedo ver un jardín hermoso, *bueno al menos no pasaré tan aburrida, vendré a menudo a este lugar* me dije a mi misma.

Ciertamente, la persona que vive aquí no es alguien que sepa de agricultura, esta no es una casa de campo, sino un palacio de campo.

Las puertas del coche son abiertas por el sirviente quien se presenta como el mayordomo.

- Buenas tardes, señora mi nombre es Petric soy el mayordomo, estoy a sus órdenes, sea bienvenida, el señor la está esperando.

Solo pude asentir con mi cabeza y seguir por donde nos guiaba.

Es sorprendente que en un palacio tan enorme solamente haya dos personas en el, la sirvienta y el mayordomo, a y claro un abogado que me imagino será de mi futuro esposo ¿o él será mi futuro esposo?.

- Amanda…. Papá ¿dime con que tipo de persona te relacionaste que todo parece un misterio? – le pregunte a mi padre muy silenciosamente-

- Carlos…. No te preocupes cariño, pronto lo sabrás. – me responde-

- Bien señor Baroncello – habla aquel hombre y le extiende un documento- feliz cooperación.

¿Acaso mi padre también coopero con este tipo?

- Amanda…. Padre? – le di una mirada interrogatoria-

- Carlos…. Hija mía no te preocupes y continuemos.

- Por favor síganme al despacho donde se firmara el acuerdo de bodas – dice ese hombre-

Lamentablemente mi futuro esposo tampoco está aquí, solo un papel firmado, que obviamente era un acta de matrimonio.

- El señor ya ha firmado, solo falta su firma y será legalmente su esposa – me dice ese tipo-

- Amanda…. ¿Puedo saber con quién me voy a casar? – pregunte una vez más-

- Fírmelo y después podrá verlo – me vuelve a contestar misteriosamente-

Sin remedio alguno firme ese matrimonio, me dio un anillo el cual me lo coloque sola, ahora era una mujer casada con un hombre misterioso, ¡que ridículo!

Mis padres pronto se despidieron dejándome sola en un enorme palacio desconocido y casada con un desconocido. ¡qué lamentable era!

- Me disculpo por nopresentarme, soy Lorenzo Parizi abogado y amigo de……. – detiene- sera un placer estar a sus ordenes.

- Amanda…. ¿ahora puedo saber quien carajos es mi esposo? – le digo ya muy impaciente-

- Lorenzo…. Oh por su puesto, sigame..

Me guia por una escaleras y entramos a una habitacion muy enorme, fria y sin vida a simple vista, pero mi atencion se centro en la persona que yacia acostado en la enorme cama.

- Amanda…. ¿Por qué me trajo hasta aquí? – le pregunte-

- Lorenzo…. Pidio ver a su esposo no? Pues dejeme le presento, delante de usted esta el señor Rafael Ginoble su esposo. – me dice sin paros-

Pero que demonios, ¿me case con un paralitico? Esto de b e ser una broma y de muy mal gusto.

- Amanda…. Es un chiste ¿verdad? ¡me case con una persona paralitica! – dijo muy bajito-

- Lorenzo…. Claro que no, hace dos meses Rafael tuvo un accidente de coche del cual salio gravemente herido, paso un mes en el hospital recuperandose, pero en vista de que no hay mejoria, el medico solo pudo determinar que sus ultimos dias pueda disfrutar del aire fresco, por lo que solo cumpli su ultimo deseo. – me responde muy sereno-

No puedo creer lo que me esta pasando, pero…… ¿dos meses?

- Amanda…. ¿dos meses?

- Lorenzo…. Apartir de hoy usted se encargara de cuidarlo en su totalidad, si algo necesita solo digaselo a Petric que él sabra como guiarla y ayudarla, me retiro – sale de la habitacion dejandome con un hombre en estado vegetativo-

¿Y ahora que debo hacer?

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