Capitulo 6

Si tengo que pelear por ella, estoy dispuesto a hacerlo, pero ¡que me pasa! Creo que me enamore de esta mujer sin darme cuenta.

Desde aquella noche tan hermosa que pase con ella, no la he podido olvidar, a pesar de que al siguiente día apenas y me miro a los ojos, quizá estaba un poco avergonzada, pero eso no importaba, debo saber quien es y hacerla mi mujer, solo así mis padres dejaran de insistir en casarme con aquella chiquilla mimada.

Ya una semana y mi diosa de la noche no se ha atrevido a dar señales, pensé que me buscaría pero no, pies bien, si ella no viene a mí, yo iré a ella.

- ¿Puedes hacerme un favor? - le digo a Lorenzo mientras lo llamo.

- claro que si, tú solo dime a quien tengo que enjuiciar - me responde con un chiste no agradable.

- Quiero que averigües quien es aquella mujer con la que pase esa noche en el hotel - le mencione sin rodeos.

- en serio te desconozco ¿aún la sigues pasando? - intenta preguntar.

- Limítate a hacer preguntas, cuando tengas toda la información te espero en mi oficina - le cuelgo la llamada, no quiero que siga haciendo preguntas.

Mi día estaba yendo de maravilla, hasta que mis oídos casi revientan de tan solo escuchar esa voz tan chillona...

- Querido - me dice esa voz desagradable entrando por la puerta sin tocar.

- señor lo siento, no la pude detener - mi asistente se defiende nerviosamente.

- No te preocupes, puedes dejarnos solos - le digo calmando sus nervios.

- ¿que deseas Camila? - le pregunto sin mirarla.

- tu madre me ha pedido que pase más tiempo contigo, así que vengo a invitarte a comer ¿Podemos ir a cenar? - me lo menciona tratando de tocar mi mano.

- puedes ir a cenar sola, tengo mucho trabajo que hacer y para otra interrupción, primero agenda una cita con mi secretaria, le diré a mamá que estuviste aquí, ya te puedes retirar - le dije sin titubeos y sin rodeos, simplemente no la soporto.

- Este desplante me las vas a pagar, ni creas que te librarás de mí, hoy más que nunca estoy dispuesta a aceptar el compromiso, ya veremos si eres capaz de desobedecer a tus padres - me grita furiosa agarrando su bolso.

Este es uno de los defectos de esta mujer, no está acostumbrada a recibir un no, en fin no tengo por qué soportarla, mis padres pueden hacerlo.

el intercomunicador hace que me distraiga, ya que mi buen amigo me espera.

- Si dile que entre - le digo a mi secretaria y cuelgo.

- Acabo de ver a Camila y por la cara que traía, se notaba que estaba furiosa - me comenta.

- Mi madre ya empezó a hacer de las suyas al enviarla aquí, será mejor que siga buscando una candidata y pronto - me pongo de pie.

- Bueno, pues te felicito, acabo de encontrar una excelente candidata, es de buena familia y además a que no adivinas hija de quien es - me habla muy animado, esa es una buena señal.

- Y que hay de lo que te pedí? - no pude evitar preguntar.

- Esa es la buena noticia - me extiende una carpeta.

- Vaya, vaya, pero que interesante, así que sé llama Amanda Baroncello y además es hija de Carlos Baroncello mi mayor enemigo en los negocios, pero ¿por qué está comprometida? - sentí una rabia. Y con ese bastardo - di un puño sobre el escritorio.

- su mejor amiga es Yoli Beltrán, da la casualidad de que ella es una colega por así decirlo, así que la cite antes de venir y me proporciono una valiosa información a cambio de que arruine la vida de ese bastardo de Ángel - me comenta.

- que esperas? Cuéntame todo - le exijo.

- Lo bastardo e infeliz no se lo quita ni con los años, resulta que engaño a tu diosa con su prima, por lo que ahora tu diosa se vengará, así que debemos apurarnos si quieres una doncella en tu mansión, ten en cuenta de que ese viejo lobo es difícil de rodear, será mejor que tengas una excelente estrategia para que te ceda a su hija - me lo recuerda y obviamente me la puso muy difícil.

- En todos mis años de negocios me ha resultado difícil ganarle por una vez, creo que será mejor que haga una buena alianza entre empresas, será difícil pero sé que lo lograré - le digo mientras observo por la ventana.

- Tengo una idea, pero no sé si resulte -me dice dudando.

- En estos momentos toda idea es buena - me vuelvo a sentar y escucharlo.

Después de una tarde interesante, por fin puedo dormir pensando en que pronto la volveré a ver.

Dos días han pasado y hoy por fin tengo la reunión tan anhelada con mi futuro suegro.

- Señor Ginoble, el señor Baroncello lo está esperando en su oficina sígame por favor - me indica su asistente y luego se retira dejándome en su oficina.

- Señor Ginoble que gusto tenerlo en mis instalaciones - me dice mientras me extiende la mano.

- El placer es mío Señor Baroncello, un magnate tan distinguido como usted es difícil no prestarle atención - intento adular.

- El honor es totalmente mío, un joven prometedor como usted dignó de admiración - también me devuelve la adulación.

Sonrió y lo observo por un momento, en su escritorio me doy cuenta de que tiene una foto de su familia, al parecer son muy unidos, pero no dejo de mirar a esa mujer que me ha robado la respiración, pero un chasquido me trae a la realidad.

- Dígame señor Ginoble, sé que su visita no es con la intención de cruzar unas cuantas palabras - me pregunta sin rodeos.

- Como usted lo ha dicho, no es una visita casual, estoy aquí para proponerle un trato - le digo llamando su atención.

- Que trato podría tener usted, un joven talentoso que lo tiene todo - me alude sarcásticamente.

- No me alude señor Baroncello, usted es un gran ejemplo, pero dejó de rodeos, mi motivo aquí es porque quiero hacer una alianza con usted y si me lo permite en un futuro llegar a ser socios, ya que nuestras empresas prácticamente se dedican a lo mismo - Soy un poco directo.

- Dígame señor Ginoble ¿En que ve usted parecido la tecnología con la construcción? - me pregunta con una sonrisa.

- Usted innova los mejores diseños en la construcción y yo innovo la mejor tecnología del mundo - le contesté. No somos tan distintos.

- Ciertamente, tiene razón, ahora por favor dígame ¿cuál es su maravilloso trato de alianza? - me vuelve a preguntar.

- Deseo casarme con su hija, pero antes de que me eche de aquí, primero observe esta carpeta y después decida si es conveniente o no - le dije sin darle tiempo a protestar.

Debo ser cauteloso si no quiero ser expulsado.

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