capitulo 13

Valeria despertó poco después que Niccolò y al verlo nuevamente pensando pero con una mirada angustiada se acercó y lo besó tiernamente

—¡Buenos días!— Le dijo ella

—¡Buen día preciosa!— Contestó él con un semblante más relajado, al parecer la chica no sólo puso su mundo de cabeza, sino también su corazón y ahora sólo ella puede darle la tranquilidad que necesita

Niccolò comenzó a mirar detenidamente la habitación de Valeria y exclamó

—Valeria en serio que tienes buen gusto, ya te lo había dicho pero me gusta ésta casa, es excéntrica, cómo tú y yo, en especial por esa grandiosa colección de autos— Le dijo Niccolò mientras la besaba intensamente tratando de empezar lo que hicieron unas horas antes, pero Valeria lo detuvo en seco

—¡Alto vaquero! Me duele mucho mi cuerpo, muero de hambre y tengo un sofá que limpiar— Le dijo Valeria con una enorme sonrisa

—Cierto lo lamento, olvidé que sólo yo he probado éste delicioso cuerpo, vamos a qué te des un baño con agua tibia y luego te invito a desayunar al restaurante— Le ofreció Niccolò con su seductora sonrisa a lo que Valeria sólo se mordió el labio y aceptó

Una vez dentro de la tina Niccolò no pudo evitar lamer y disfrutar de la maravillosa vista que tenía, tocó cada punto sensible con gran habilidad, logrando más de un orgasmo en la primeriza chica

—¡Oye Val...—

—Lo sé, pero primero hay que desayunar, ¿Si? Te prometo que cuando mi estómago esté lleno tendremos "La plática"— Interrumpió ella

Valeria se vistió con un hermoso vestido corto y floreado en color crema, la parte de arriba era un corset con mangas caídas y de la parte baja era suelto dándole un toque femenino y casual, los detalles del vestido eran delgados ramos de flores lilas y amarillas, con largos tallos de color verde, combinó su look con unas botas de tacón ancho y punta semi picuda en color esmeralda; para Niccolò había comprado un cambio de ropa con antelación; eran unos mocasines cafés, pantalón de mezclilla, camisa blanca y unos calzoncillos, sin duda un atuendo casual y fresco que iba muy bien con lo que ella traía puesto

—Oye nena, ¿Has visto mi rolex?—

—Si, aquí está— Contestó Valeria acercándose con el reloj en la mano

—Gracias—Le dijo seguido de un tierno beso —¿Lista?—

—Lo estoy, ¿Y tú?—

—Yo nací listo mi reyna— Contestó egocéntrico y juguetón el italiano a lo que Valeria sólo giró los ojos y se rió

—¡Vamos!— Le dijo Niccolò ofreciéndole la mano para salir

Ambos jóvenes se subieron al auto de Niccolò que se había quedado en la cochera de "Tornado" la noche anterior, por supuesto que el joven estaba tratando de sumar puntos ante la chica y aunque él era un caballero nato, ahorita su único interés es hacía Valeria por lo cual tiene detalles que no había tenido con ninguna otra, cómo colocarle el cinturón, darle un tierno beso en la frente, tomarla de la mano mientras conduce, y mirarla esporádicamente mientras ella se ponía colorada por la intensidad su mirada

—Llegamos guapa—

—Así parece— Contestó Valeria con una gran sonrisa

Niccolò estacionó el auto, lo apagó y bajó para abrir la puerta del copiloto, una vez allí estiró la mano para ayudar a bajar a Valeria, ambos jóvenes se dirigieron al lujoso restaurante, al entrar por recepción Valeria saludó a la recepcionista, una chica hermosa y muy alta, cabello castaño y ojos azules, traía puesto un pantalón de vestir en color negro, camisa blanca y zapatillas de punta a juego con el pantalón

El Italiano se dió cuenta que por cada piso que subían Valeria saludaba a cada persona que se cruzaban y a todos parecía darles gusto verla...

Llegaron al octavo piso y al entrar los ojos de Valeria brillaron, Niccolò le había preparado una sorpresa; El lugar estaba repleto de grandes y hermosos ramos de flores, eran rosas de distintos colores, los había en el piso, encima de las mesas, sobre las ventanas; el lugar entero estaba lleno de rosas, pero lo más romántico de la sorpresa era la gran mesa llena de deliciosos desayunos

—¡No puede ser! ¿En qué momento hiciste todo ésto?— Preguntó Valeria asombrada y con los ojos cristalizados

Niccolò por un momento pensó que se había excedido al ser la primera cita, pero al ver el brillo en los ojos de Valeria supo que hizo lo correcto

—Cuando te estabas maquillando hice un par de llamadas, tú mejor que nadie debes saber que el dinero hace maravillas en poco tiempo— Dijo con una sonrisa ladina —En cuanto al desayuno, lo hicieron Javier y María, me dijeron cuáles eran tus desayunos favoritos y decidí pedirlos todos, así yo también los pruebo y conozco más de tu cultura, ¿Qué te parece?—

—¡Perfecto! Me parece perfecto estar aquí, ¡Contigo!— Dijo Valeria con riesgo a sonar muy cursi pero al ver que el italiano también lo era las palabras solo salieron de su boca

—Bueno desayunemos de una vez ¿De acuerdo? Antes de que todo se enfríe— Le ofreció Niccolò mientras retiraba la silla para que ella se sentara

—Si, ¡Uff! Todo huele delicioso y muero de hambre ¡Mmm ésto está exquisito! María es una gran cocinera y los chilaquiles con pollo son su especialidad—

—Están ricos, pero a mí me están gustando más los huevos divorciados, ¿Quieres probar?— Dijo Niccolò extendiendo la cuchara a lo que Valeria sólo abrió gustosa la boca recibiendo el delicioso bocado

—¡Mmm! ¡Tienes que probar ésto!— Dijo ella extendiendo un mollete con chorizo y pico de gallo

Realmente estaban disfrutando del variado desayuno, tenían fruta picada, café, jugo de naranja recién exprimido, salchichas fritas, tiras de tocino y de postre waffles con crema chantilly, fresa y mango con helado y azúcar glass espolvoreada

Por momentos platicaban de cosas normales, sobre todo de autos y carreras, también hablaban de Italia y sus costumbres, lo diferente que es México y otros países a los que cada uno ha viajado coincidiendo en más de lo que pensaban

Después de la sobremesa y una agradable conversación se hizo un silencio en el lugar, el cual tenía un impregnante olor a flores por todas las rosas que lo decoraban

Niccolò observaba fijamente a Valeria pero no decía ni una sola palabra, entonces ella fue la primera en hablar

—Está bien... ¡Pregunta!— Le dijo ella resignada y sonriente

—¿Serás totalmente honesta?—

—Lo prometo— Dijo Valeria alzando la mano derecha como en los tribunales y mandándole un beso con la mano izquierda

—¡De acuerdo! ¿Por qué no me dijiste que eres Tornado? ¿Porque tienes dos identidades?¿Qué significa "Alivera Noerasy"?¿Por qué decidiste estar conmigo anoche?…¿?…¿?…¿?—

—¡Hey, más despacio vaquero! Dijo Valeria con una hermosa sonrisa, primero te contaré una historia, verás que con eso poco a poco se irán despejando todas tu dudas—

—Soy todo oídos— Dijo Niccolò impaciente por conocer las respuestas a todas sus preguntas

—Ok, bueno... ¿Por dónde empiezo? ¡Ah lo tengo!

Hace 12 años mis padres se divorciaron, papá se enfocó en crecer su cadena restaurantera, aunque no era nada parecida a lo que ha logrado al día de hoy, Adrián era un joven atractivo que sólo le interesaba ir detrás de un par de piernas largas o un hermoso trasero

Melissa tenía trece años, estaba batallando con la escuela y empezando a interesarse por los chicos, a parte teníamos una maestra de modales con la que siempre tuvo inconvenientes, cómo sabrás ella no es muy partidaria de la clase alta y su forma de actuar sólo le traía problemas, en cuanto a mí, era una pequeña niña de ocho años que todas las noches oía llorar a las mujeres más importantes de su vida, Melissa lloraba sola en la terraza, de impotencia por lo que tenía que pasar en la escuela; no es fácil detestar a la clase alta y ser parte de ella, menos rodeada de crueles adolescentes hijos de papi y jovencitas arrogantes.

Volviendo a mamá, ella se encerraba en su habitación a llorar cada noche por un año entero sólo yo lo sabía y sólo yo sufría con ella,

Hasta que un día me cansé, ya no podía con tanto sufrimiento, teníamos mucho dinero, estatus, comodidad pero ninguna de las tres éramos felices; esto que te voy a contar sólo lo sabe mi madre, sé que Melissa es tu amiga pero si quieres respuestas vas a tener que ser muy discreto porque saber la verdad la destrozaría.

Cómo te decía fue un año muy duro y cuando cumplí nueve tuve que hacer algo para cambiar las cosas, ya no quería llegar a casa de la escuela y sentir mi casa vacía, sin vida, más que sentir que llegaba a mi hogar, sentía que llegaba a una cueva que absorbía mi energía y mi sonrisa, así que una noche sin que mi madre se diera cuenta hice una maleta ¡Jaja!— Rió Valeria al recordar la escena.

—Yo era tan pequeña que apenas y podía cargar esa maleta, salí por mi ventana y bajé por un árbol que estaba al lado, caminé unas cuatro cuadras y conocí a una chica despampanante, con minifalda y una blusa que apenas dejaba a la imaginación, la recuerdo bien, traía un maquillaje muy cargado y zapatillas de plataforma en color dorado, ella se me acercó en cuanto me vió sola a las 2:00 de la mañana, preguntó mi nombre y entonces se me ocurrió algo brillante para no darle el verdadero y que dieran con mis padres, hice de mi nombre un anagrama, justo el día anterior habíamos tenido una clase donde aprendimos a hacerlos y en ese momento me pareció genial la idea—

—Alivera Noerasy— Dijo Niccolò, angustiado por saber qué pasó después...

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