capitulo 8

—¡Ay Niccolò!— Suspiro Edgar con tono de nostalgia. —El día que tengas hijos sabrás que con ellos no aplica nada de la misma forma, hay padres que necesitan meterle presión a su hijos para que avancen en el camino y hay otros que si les metes presión simplemente se salen

A éstas alturas he aprendido que cada padre toma diferentes medidas y actitudes con cada uno de sus hijos, todos somos diferentes y lo que funciona para unos no lo hace para otros así es la vida y entre más rápido lo aceptes más fácil va ser vivirla.

Ya conoces a mis primeros hijos, Adrián y Melissa fueron criados de cierta forma, muy distinta a la manera en que se crío Valeria, No lo sabes pero Samantha y yo nos conocimos cuando éramos muy jóvenes, yo tenía veintitrés años y ella diecisiete

Acababa de graduarme en administración de empresas y estaba empezando una licenciatura en gastronomía y ciencias de los alimentos mientras que ella seguía en la preparatoria, todavía le faltaba un año para ir a la universidad pero en cuanto la ví supe que era "La indicada", la empezé a frecuentar y rápidamente la conquisté, tuvimos un épico noviazgo de casi 2 años, teníamos planes de casarnos en un par de años más pero la cigüeña nos sorprendió con nuestro primer hijo

Adrián nació cuando yo tenía 25 y Samantha apenas 19 así que no tenía caso prolongar lo inevitable y decidimos casarnos con 5 meses de embarazo, a mi exesposa siempre le ha preocupado el qué dirán, y para su fortuna casi no le creció la panza en su primer embarazo, pudo camuflarla muy bien con el vestido, después de la luna de miel siguió estudiando su carrera pero en línea

Nadie nos juzgó por casarnos jóvenes porque para ese entonces ya teníamos prácticamente la vida resuelta yo ganaba muy bien, teníamos una casa y carro decentes, Samantha terminó su carrera y dejó de preocuparse porque alguien la juzgara, prácticamente llevamos una vida perfecta

Cinco años después tuvimos a Melissa, yo estaba que no podía de la alegría, había llegado una niña a la familia y eso me hacía muy feliz, ya tenía a mi primogénito y a mi muñeca, seguimos así hasta que volvieron a pasar cinco años y apareció nuevamente la cigüeña con una grata sorpresa

Llegó la princesa de la casa, a todos nos traía locos, los niños ya estaban más grandes y entendían que había llegado un bebé a completar nuestra familia y brindarnos más alegría, se podría decir que todo iba de maravilla pero nada en la vida es perfecto ni dura para siempre, ocho años después de que nació Valeria; Samantha y yo decidimos divorciarnos

¿Por qué te cuento esto? para que entiendas por qué Adrián y Melissa tienen una crianza diferente a la de Valeria, ellos crecieron con sus padres casados, cuando Samantha y yo nos divorciamos Adrián ya casi era un adulto, tenía dieciocho años y Melissa ya estaba en transición entre la pubertad y la adolescencia pero mi Valeria ¡Apenas tenía ocho años!

Era una niña y todo su mundo se desmoronó en un instante, así que Samantha se dedicó de lleno a ella, lo que no logró hacer con nuestros primeros hijos, lo logró con ella, la crío y educó a su manera, convirtiéndola en una pequeña copia de ella

Han pasado cosas con Valeria y su madre que honestamente desconozco, pero cuando Valeria tenía catorce años ella y Samantha cambiaron mucho, parecían las mismas personas pero yo, que viví con esa excelente mujer por 18 años y ví crecer a mi princesa un tiempo, se qué no son las mismas de antes, no sé que pasó pero las hizo más fuertes, unidas, y valientes, a Samantha la hizo más noble y Valeria se convirtió en una caja de sorpresas, por eso no me sorprende que con un día de conocerla te tenga comiendo de su mano— Se burló Edgar.

—En cuanto a mi reacción, Valeria ya no es una niña Niccolò, y me ha demostrado con su actitud y con hechos que puede hacer y deshacer sin la ayuda de nadie, claro que sí en algún momento necesita de mí, estaré para ella, al igual que su madre y sus hermanos pero mientras ella no lo necesite nos mantendremos al margen, fue una promesa que le hicimos cuando cumplió dieciocho

En ese momento ella se independizó en todos los sentidos, me busco para que le diera empleo como a cualquier otra persona, se ha esmerado en sus estudios y en el trabajo logrando mucho en poco tiempo, de hecho fue ella la que me dió la idea hace cinco años de hacer éste proyecto, mis arquitectos y yo sólo pulimos los detalles, por eso lo conoce al derecho y al revés, mejor que a su propia palma de la mano diría yo— Se rió Edgar pero el brillo en sus ojos delataba lo orgulloso que se siente de su hija menor.

En cuanto a lo que dijiste, estás completamente equivocado muchacho, Valeria es mi princesa, no mi bebé, bebé es el que está en el vientre de mi adorada Elena mi futuro herero ya que Adrián y Melissa tomaron otros caminos y formaron su propio imperio

En cuanto a Valeria, dice que solo está aquí apoyando, pasando tiempo con su padre y cuidando el futuro de su hermanito hasta que él mismo pueda hacerce cargo, te repito, Valeria es una caja de sorpresas, no sé que se traiga entre manos pero no me sorprendería enterarme que a su corta edad tenga amasada una gran fortuna y no precisamente gracias a su madre o a mi.

Y en cuanto a lo último que mencionaste, por favor no seas ridículo Niccolò si te hubieras aprovechado de ella, Valeria ya se habría vengado, es una mujer de armas tomar sólo que a diferencia de Melissa ella es muy sigilosa a la hora de atacar, yo creo que más bien la que se aprovechó fue ella, al menos es lo que se puede apreciar en el vídeo de seguridad— Se rió el magnate

Niccolò también se rió, tuvo que reconocer que la escena era graciosa, le dió las gracias y se retiró con mucha información para procesar, cuando estaba llegando al elevador alcanzó a ver a Valeria sólo la miró de reojo y añadió cortantemente un "Buenos Días"

—Buenos días señor Grimaldi— contestó la chica con evidente burla en sus palabras pero con una hermosa y radiante sonrisa

Niccolò no sabía que hacer, esa chiquilla lo ponía en situaciones complicadas a cada momento, quería verla, recorrer su bello cuerpo con la mirada y dado el caso también con las manos, pero no dijo nada y decidió ignorar la presencia de Valeria, ambos entraron al ascensor, iban serios y callados hasta que las estruendosas carcajadas de la chica rompieron el incómodo silencio

Después de eso ninguno dijo nada pero Niccolò bajó discretamente la mirada hacía su pantalón y lo que vió sólo lo hizo sentir incómodo, su rostro automáticamente se puso colorado y se decía así mismo — *De todas las veces que puedo exitarme, ¿Por qué tiene que ser justamente cuando ella está presente?* — era una pregunta pero parecía más bien un reproche para sí mismo.

Luego se oyó el susurro del italiano diciéndole a su enérgico amigo —¡Traidor!— Lo dijo lo suficientemente bajo para que Valeria no escuchara y justo cuando el ascensor se abrió la chica salió contoneando las caderas pero antes de desaparecer del campo visual del italiano, le guiñó un ojo al mismo tiempo que le dedicaba una sonrisa de satisfacción y se fué.

Niccolò estaba iracundo con Valeria por jugar con él y consigo mismo por ser tan débil ante una chiquilla, fastidiado nuevamente, regresó al apartamento que compró para su estadía en el país, ya que se quedará hasta que en conjunto con Edgar encuentren un modelo de fusión adecuado para ambas partes.

Ya en el apartamento se duchó y vistió con algo más cómodo, hoy era viernes y había decidido ir a ese antro que le comentó Valeria, quería sacarse las ganas con alguna chica, beber y bailar hasta no poder más y de paso sí se encontraba a "Tornado" la llevaría a la cama, y le ganaría la apuesta a esa egocéntrica, convirtiéndose en socio de Grupo Selecto una importante cadena hotelera de México con subsedes en otros países de latinoamérica cómo Argentina, Colombia, Cuba y Brasil, lo cuál es maravilloso para expandir sus horizontes pues a pesar de tener un gran imperio en el área hotelera solo abarca al continente Europeo y un poco de Asia.

Ya listo con su aura seductora se subió a su auto último modelo un Lamborghini Sesto Elemento y se fue al famoso y exclusivo antro de La Ciudad de México, al llegar el cadenero no le dijo nada, sólo le permitió el paso y le informó que ya tenía un asiento reservado en el vip, Niccolò se sorprendió y con más curiosidad de la que traía se adentro en dicho lugar...

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