capitulo 20

—¿Cómo está mi sexi padrastro?— Preguntó Valeria con un tono divertido pues a pesar de tener veinte años se comporta como una niña pequeña cuando está con Raúl

Lo quiere muchísimo y saber que hace y deshace con uno de los mafiosos más peligrosos de latinoamérica le causa mucha satisfacción y es que técnicamente Raúl ha criado a Valeria, y también ha llegado a quererla mucho, incluso a verla como la hija que siempre quiso

Nathaniel es su orgullo, su primogénito, pero después de su nacimiento el cubano comenzó a anhelar una princesa la cual no pudo tener con la madre de su hijo, pues antes de siquiera conversarlo con Yaima (madre de Nathaniel) un cártel "aliado" dirigido por su mayor enemigo acabó con la bella mujer, el cártel estaba comandado por Ernesto, que curiosamente también era primo de Raúl

Evidentemente éste último no sabía que el enemigo se encontraba en su familia así como tampoco conocía los sentimientos no correspondidos de Ernesto hacía Yaima, quizá de haberlo sabido antes hubiera podido hacer algo para mantener a salvo a la madre de su hijo, pero las cosas ya pasaron así y el cubano lo único que puede hacer es estar eternamente agradecido con Yaima por haberle dado a su primogénito

En cuanto a Ernesto ya sólo queda una hiena grande y fuerte puesto que cuando Nathaniel tenía 6 años recibió un cachorro de hiena y al saber que el hombre que su padre guardaba en "la cueva" torturado y encadenado desde que él tenía tres años (edad en que asesinaron a Yaima) era el responsable de la muerte de su madre decidió usarlo para alimentar a su cachorro, una vez a la semana llevaba a Akin a la cueva para que se alimentara del hombre, parte por parte pues devorarlo de una sola vez era imposible para la pequeña hiena y tampoco le daba la satisfacción a Nathaniel de hacer pagar a ese hombre

Claramente Raúl ya había cobrado la muerte de Yaima pero su hijo no había cobrado su parte, el pequeño solía hacerlo a escondidas de su padre pero un día Raúl se enteró por uno de sus hombres que en las dos ocasiones que le tocó hacer guardia en la entrada de la cueva vió a Nathaniel ir acompañado de la pequeña hiena y eso la primera vez se le hizo simpático pero la segunda vez le pareció extraño y prefirió reportárselo a su jefe

Cuando Raúl se enteró; reconoció el potencial de su hijo para el oscuro mundo en el que nació, desde entonces Nathaniel ha sido entrenado por sus mejores hombres y ahora es toda una máquina asesina, Odalys es sigilosa y letal, por su parte Akim es quien desaparece las evidencias y juntos son un gran equipo que tiene en alto el imperio de “El Colocador” pero Valeria y Samantha son su luz

Ambas significan esperanza para el apuesto cubano, pues a pesar de pertenecer a un mundo oscuro Samantha le dió la oportunidad de amarla y ella también lo ama, en cuanto a su niña, su princesa

Aunque Raúl es consiente que Edgar es su padre biológico, él la ha amado desde el primer día que llegó a la fortaleza, ver a esa pequeña valiente y fuerte pero a la vez tierna y noble, era y es más de lo que quería de su anhelada hija

Sin importar por todo lo que ha tenido que pasar esa pequeña niña sigue siendo inocente ante sus ojos al menos para él oscuro mundo en el que se mueven él, su hijo y su sobrina; puesto que carreras ilegales y estafas en juegos de poker no son nada en comparación de contrabando y asesinatos

—¡Ja ja! Niña tú no cambias... Estoy bien ahora que mi reina llegó y estoy feliz porque mi princesa la acompaña pero veo que vienen con alguien, ¿Valeria desde cuándo te convertiste en una de esas princesas que besan sapos? Dime, ¿A caso se convertirá en príncipe?— Bromeó Raúl o tal vez no, puesto que Niccolò lo creyó y se angustió, sin duda se dió cuenta que le preocupa más agradarle y ser aceptado por Raúl que por Edgar

—Mi rey no seas así, ¡ven! te presentaré a mi novio y por sí no lo notaste no parece un sapo más bien diría que parece el más apuesto de los príncipes; Te presento a Niccolò Grimaldi Rossi, dueño de Industrias Grimaldi y Director de Alberghi Tonificante— Valeria lo dijo con tanto orgullo que Niccolò sonrió sin embargo la cara de Raúl estaba totalmente amarga pues para él tampoco paso desapercibido el tono de orgullo con el que Valeria lo dijo, ni tampoco la sonrisa boba del italiano, pero lo que más le molestó fue ver ese brillo en los ojos de su princesa pues no se debía a él sino a un extraño, un embustero y mujeriego que quería robarle a su princesa pero tuvo que tragarse todo puesto que Valeria y Samantha sólo lo miraban esperando alguna reacción de su parte

—Al parecer realmente perteneces a la realeza, o a lo más cercano que tienen en Italia— Dijo Raúl estrechando su mano con Niccolò ya que es consiente de la influencia que tienen los Grimaldi en Italia y gran parte de Europa, de hecho la mafia italiana no se mete con ellos y eso es un gran punto a su favor en caso de que Valeria se uniera al italiano a través del matrimonio pero por ningún motivo pondría sus intereses "comerciales" por encima de su princesa así que inmediatamente borró esos pensamientos de su cabeza

—Un placer señor...— Le dijo Niccolò

—Cabrera— Lo interrumpió el cubano —Me apellido Cabrera

—¡Claro! Un placer señor Cabrera— dijo el italiano sintiendo la tensión

—Me gustaría decir lo mismo per...—

—¡Raúl—

—Papá—

Gritaron las dos mujeres al mismo tiempo con evidente enfado así que el cubano tuvo que guardarse sus pensamientos y decir lo que sus bellas damas esperaban oír

—Sea bienvenido a la fortaleza joven Grimaldi— Dijo Raúl invitándolo a pasar, Niccolò no estaba muy convencido pero al ver la hermosa sonrisa de su novia y sentir el cálido toque de su mano se arriesgó a entrar

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