Capitulo 18

Cuando la mente de Noah volvió a la realidad, lo primero de lo que se dio cuenta fue de un fuerte hedor de algo quemado. Era como el de la carne que había sido cocinada hasta las cenizas, ese exceso de calor por dentro y por fuera, que generaba un aroma que hacía revolver los intestinitos de cualquiera.

-…Mierda…

Abrió sus ojos, intentando poder observar más el panorama. No podía ver casi nada, y no era porque el sentido de su vista estuviera malo, sino que el lugar se encontraba a oscuras porque las lámparas mágicas que alumbraban las calles fueron golpeadas en algún momento con algo que las hizo apagarse casi todas.

Y, por si la oscuridad no fuera poco, no era capaz de escuchar nada que no fuera un sonido tan fuerte que resonaba en su cabeza con un silbido chirriante que Noah esperaba se acabara.

-…

Noah se intentó levantar de suelo mientras confiaba en sus otros sentidos. Por el tacto notó que no estaba en un espacio cerrado, ni siquiera sentía tener a alguien cerca de su cuerpo, pero no se sentía seguro al respecto. Con el sentido del olor dominado por el hedor de la carne quemándose, y con su sentido auditivo recomponiéndose poco a poco, el hecho de que fue derribado por una explosión lo dejó mucho más dolorido de lo que se encontraba anteriormente.

-Ah…

Durante el momento en que revisó para ver si sus extremidades podían moverse, sintió escuchar diversos sonidos que pasaron débilmente a través del pitido de sus oídos. Mientras que el pitido empezaba a desvanecerse, empezó a ser capaz de oír lo que estaba sucediendo.

Escuchó gritos severos por todas direcciones, algunos de ellas eran voces espeluznantes; otros eran de niños llorando… son gritos de angustia y agonía. Cuando su vista estaba regresando a la normalidad, Noah miró bien a su alrededor, y justo en frente de sus ojos estaban los restos ardientes de cadáveres de las personas del bar.

Los cuerpos oscurecidos y carbonizados, dispersos por el área, por su infortunio de haber sido engullidos por el fuego de la explosión, dejaron un mal sabor de boca a Noah en ese instante. Una vaga memoria vino a su mente, del bar unos minutos antes, de cómo eran algunos de los rostros de las personas que fueron a pasar la noche con tranquilidad…seguramente ninguno esperó convertirse en un pedazo de carne irreconocible.

Dándose cuenta finalmente de su situación, Noah apretó sus puños y dijo:

-¡Beatrice! ¡¿Dónde estás?! ¡Si estás aquí, sal!

Cuando Noah saltó hacia adelante, esquivando los cuerpos, desesperadamente gritó, la mujer pelirroja instantáneamente se materializó. Beatrice apareció frente a sus ojos, sin hacer tener ninguna clase de herida visible en su blanca piel ni en un rastro de quemadura en sus ropajes.

Literalmente se encontraba ilesa.

Con verla recordó que ella le había dicho que era inmune a su elemento, por lo tanto, una explosión no le hubiese hecho daño. No obstante, no era algo por lo cual sentirse seguro, porque eso no le iba a salvar de los daños físicos provocados por los escombros del edificio.

-No moriré por algo tan simple.

Noah se le acercó más cuando la descarada voz llegó a sus oídos. Como era un método para reubicarse para agruparse con ella, él prácticamente estaba a menos de un metro.

-¡Usa alguna habilidad que ilumine!

-¡No me des órdenes!

Ordenándole directamente que hiciera algo, con un reproche verbal solamente, Beatrice invocó su espadón de fuego y lo lanzó en el aire. La mano derecha de ella la giró un poco, entonces el arma comenzó a dar varias vueltas mientras se encendía y formaba una rueda de fuego que daba una gran iluminación como una lámpara.

Beatrice puso una expresión rígida, siguiéndole con la mirada, Noah igualmente lo hizo y con un chasqueó de su lengua. La situación era como él se lo estaba imaginando.

La famosa área comercial del lado este de la ciudad Liliatris se había transformado en un campo de batalla, con el danzar del fuego consumiendo las casas alrededor, los círculos mágicos flotando en el aire, y el sonido chirriante del acero chocando.

Entre el gran número de personas que se reunieron para luchar contra los invasores, estaban incluidos los caballeros sagrados de la iglesia. Sin embargo, la mayoría de los que estaban en la zona eran no combatientes: ciudadanos y comerciantes. Las pocas fuerzas que se pudo reunir en el barrio en tan poco tiempo no eran suficientes para protegerlos a todos.

Los atacantes eran Lizardmans, pero estaban fuertemente equipados con armamentos que llevarían los Aventureros, incluso con chamanes en sus fuerzas.

Los repetidos hechizos de los Chamanes rompieron la pobre formación de los defensores, causando que la fuerza de combate se dividiera y se posicionaran de una manera terrible. Los Lizardmans procedieron a saltar sobre ellos, balaceando sus armas pesadas mientras asaltaban a los indefensos civiles.

Noah al ver esa escena, se dio cuenta rápidamente de lo que estaban pretendiendo.

-¡Mierd…! ¡¡No vayan!!

Su voz no los alcanzaría, nunca llegaría a tiempo ni con su grito a todo pulmón a los caballeros de la iglesia que iban a intentar salvar a los civiles. Cuando se formaron para rescatar a los que estaban más cercanos, los chamanes tenían listas unas trampas explosivas para ellos…cayeron todos los caballeros con las minas explosivas mágicas, junto a una buena porción de civiles con ellos.

Noah pudo ver como una madre protegió a su niño de la explosión, aunque este terminaría muriendo igualmente junto a ella.

- Estúpidos… ¿Cómo diablos entraron estos lagartos a la ciudad? Tiene muros de 20 metros de altura para prevenir ataques como estos.

-La respuesta es sencilla: Un Maestro Domador con Magia de Sombras. Si traslada su ejército entre las sombras, es muy fácil hacer emboscadas como estas.

Aunque Beatrice le explicara a Noah en ese momento como fue que llegaron, el número de muertos y los daños que se ocasionaban no se detendrían. Él maldijo su inactividad en aquel momento.

Mientras que Noah estaba pensando profundamente su siguiente acción, en ese preciso momento, un sonido fuerte resonó arriba de él, y simultáneamente, Noah vio una luz en el cielo.

El espadón de Beatrice se detuvo de dar sus vueltas, pero la iluminación que daba no disminuyó ni un poco, es más, estaba generando más luz y un aumento en la temperatura del ambiente. La hoja se encendió y expulsó un aura de color carmesí que se extendió por el campo de batalla.

La cálida aura cayó como si fuera agua, bañando indiscriminadamente a los Lizardmans. Pero un momento después, los efectos sobre ellos se activarían con gran fuerza.

Aquella aura comenzó a quemar las pieles de los Lizardmans rápidamente, para terminar prendiéndose en llamas en un instante. Ellos, quienes iban conquistando el terreno, fueron calcinados en cuestión de segundos por el arma de Beatrice, quien saltó para tomar la empuñadura de su arma en el aire y aterrizar cerca de Noah.

Viendo los resultados por sí mismo, Noah se quedó estupefacto por la facilidad que tuvo Beatrice para deshacerse de todo un grupo de Lizardmans. Pero antes de que pudiera decir unas palabras para felicitarla, el arma de Beatrice desaparece en las llamas y ella se desploma en los brazo de él.

Beatrice bajó su pálido rostro con sus ojos cerrados mientras jadeaba para mantenerse despierta.

-¿¡Que te pasa?!

-Despejé un poco el camino…lo siento, mi resistencia no es mucha cuando utilizo mi aura.

-¡Mierda!

-Escucha…voy a desaparecer un rato, pero antes de eso, te diré que esta invasión es una distracción…

Beatrice se escuchaba muy débil, con una gran dificultad para decirle a Noah lo que quiere advertirle. Con su maná agotado, el cuerpo material de ella era incapaz de mantener su forma, por lo que estaba desapareciendo rápidamente.

-La iglesia…ve a la…

Incapaz de mantenerse más tiempo, el cuerpo físico de Beatrice desaparece frente a sus ojos. Se quedó solo, pero entendió lo que ella quiso decirle. Sin perder más tiempo, fue corriendo rápidamente, pasando entre la pila de cadáveres calcinados mientras aguantaba la respiración para no oler ese hedor desagradable.

“No estoy seguro del porque quieren algo de iglesia…

Noah podía pensar en muchas alternativas del porqué atacar la iglesia. Sin embargo, no tener toda la información al respecto del líder de la invasión le generaba una especie de inseguridad persistente.

Cuando él saltó en el techo de un carruaje que encontró en el camino, para dar otro salto y subirse en lo alto de una casa en buen estado, en ese instante, vio que el cielo de más adelante se prendió por una luz dorada. Directamente sobre las llamas de una zona a casi quinientos metros de distancia, un gran sable de luz cubría el cielo. Su forma era algo majestuosa.

-Magia Sagrada.

Cuando murmuró el tipo de magia que estaba viendo, Noah tuvo un presentimiento de quien podría pertenecerle tal poder tan llamativo.

-Esa mujer le gusta llamar la atención.

Su intuición pronto se convirtió en una firme creencia.

El gran sable de luz terminó enviando un rayo en cascada desde el cielo, iluminando toda esa área, como si estuviera dando una bendición sagrada a alguien en concreto de una manera muy llamativa. Tanto fue, que Noah notó desde lo alto como varios Lizardmans estaban dirigiéndose hacia el sitio.

Él los siguió por los altos de las casas, llegando al lugar de los hechos, Noah pudo ver a Mine blandir su estoque, con una rapidez inhumana, intercambiando golpes contra un Lizardman que igualmente estaba portando un estoque.

Con su cuerpo brillando con una luz dorada, Mine se balanceó de izquierda a derecha, de repente aceleró y desaceleró, hizo tantos movimientos como pudo para pasar a través de los huecos de los ininterrumpidos ataques del estoque del Lizardman.

Los ataques de ambas armas continuaban chocando con agilidad, ninguno de los dos ve una apertura en la defensa del otro para dar un golpe falta. Esos movimientos tan propios de un maestro del estoque dejó sorprendida a Mine.

La bendición conocida como “Héroe veloz” de la magia de luz de Mine es un movimiento muy provechoso para ella incluso si no fuera un estoque su arma principal. Podría moverse a velocidades que el ojo humano le costaría visualizar, pero a pesar de ello, su oponente estaba siguiéndole el paso.

Solo porque ella había usado su bendición, es que era capaz de mantenerse a raya en un versus a solas.

-¡¡¡Graaaa!!!

Con una carga repentina, el Lizardman da varias estocadas a gran velocidad en contra de Mine. Son tan veloces que son casi imposibles esquivarlas a la corta distancia que se encuentran ambos.

Mine no tuvo ninguna otra opción que arriesgarse.

-¡…!

Ella blandió su estoque, partiendo el suelo, levantando un fragmento de concreto que se elevó con fuerza y chocó contra el estoque del Lizardman junto en la punta.

Con la fuerza superior que tenía él, logró perforar el concreto, pero cuando su arma atravesó ese pedazo del suelo, su arma se quedó clavada en el suelo al empujarla del todo por creer que Mine aún seguía en el mismo lugar, terminó por mostrar una apertura.

-¡Te tengo!

No hubo ni la más mínima resistencia en la punta de su estoque. El sentimiento de perforar el cráneo el Lizardman era una experiencia nueva para la Aventurera de clase S, Mine Addams.

Ella retiró su arma de la cabeza de su oponente muerto, para observar sus alrededores con atención en busca de nuevos enemigos. Para su sorpresa, sólo veía cadáveres en el suelo a sus cercanías, vidas que ella misma había arrebatado antes de matar al Lizardman que le dio pelea.

Mine se sintió tranquila con ver que no tenía enemigos cercanos, pero el mayor de sus problemas no ha desaparecido totalmente. En el inicio de todo el conflicto, ella estaba en el carruaje junto a su mayordomo, sin embrago, una explosión provocó que ambos se separaran. Ella se preguntó acerca de la seguridad de Harrison, quien ya era un hombre mayor.

El calor de la batalla no fue suficiente para distraer su mente de su preocupación por el hombre en el que más confianza deposita, quien en lo profundo de su corazón consideraba como un segundo padre.

Aunque ella no puede dejar su puesto de defensa para ir a buscar a Harrison, de lo contrario, si los Lizardman lograran penetrar la delgada línea de defensa que se logró formar, llegarían al centro de la ciudad y los daños serían catastróficos…o eso se pasó por la mente de Mine.

En el instante en que dio un paso adelante, la tierra tembló.

-¡…!

La onda expansiva corrió por su costado; el estremecimiento en el aíre le generó una sensación desagradable y sudor frío. Luego, cuando Mine volteó su cabeza para ver, las llamas y los escombros de una casa salieron volando cuando un Lizardman enorme de casi 3 metros lo atravesó.

-¡¿Qué es…?!

-¡Muévete, Mine!

Con un segundo estando congelada en su lugar, al escuchar una voz gritando que se moviera, con la velocidad de reacción de una presa para escapar de su predador, Mine se puso de cuclillas y saltó hacia arriba para esquivar el gran puño que iba hacia ella, el cual terminó impactando con el suelo, haciendo un cráter en él.

Mine aterrizó en su puño, que era lo suficientemente grande para que ella estuviera de pie, y entonces dio unos pasos sobre su largo brazo, para alcanzar la cabeza del Lizardman de un brinco. Con su estoque dio un rápido y preciso ataque en la parte superior de la cabeza, pero…

-¿Huh…?

La punta de su arma no impactó con nada de carne, sino rozó la cabeza por unos centímetros por que ese Lizardman la movió un poco en el momento adecuado. El rostro de palidez de Mine no tenía comparación en ese momento, que sintió ver su muerte en el siguiente instante, y entonces ese monstruo la agarró desde el torso con su otra mano, apretando con gran fuerza para exprimirla.

-Agh…

La expresión de Mine se distorsionó de dolor, siente como sus costillas están siendo aplastadas con mucha fuerza, tanta que inclusive un poco sangra comenzó a escurrir de su boca. Ella estiró una mano para intentar conjurar un hechizo de luz en el rostro del Lizardman, pero este la apretó más fuerte, dejándole incapaz de concentrarse para intentar lanzar algo y zafarse de esa precaria situación.

Pero antes de que el cuerpo de Mine se convirtieran en una uva aplastada, se escuchó el sonido de un golpe desde atrás. Con un rugido de dolor, el Lizardman aflojó su agarre y terminó soltándola.

Cayendo al suelo y estampándose con el duro suelo, ella levantó su mirada y vio a Noah, quien había golpeado con dureza la cabeza del monstruo, y en el que ahora lo estaba agarrando del cuello por detrás.

En realidad, estaba como abrazando el cuello del Lizardman por que este era muy grande, pero eso no le impidió apretar con una gran fuerza y desgarrar su yugular para matarlo instantáneamente.

Cuando Noah vio a Mine tirada en el suelo, casi pareciendo que estaba a punto de caer inconsciente por el dolor en su cuerpo.

-¡Mine!

Levantando su voz preocupada, Noah corrió hacia la caballera de pelo rubio que estaba llevando sus manos a su torso. Ella había sufrido heridas internas graves, podía sentir como algunas de sus costillas estaban rotas, y como un dolor punzante, el cual era muy preocupante, como que algún órgano fue dañado.

Sus ropas quedaron sucias por la sangre que escupió; Noah se dio cuenta de la gravedad de sus heridas. Pero al menos ella aún se encontraba consciente, manteniendo una respiración débil pero estable.

-Tengo que sacarte del campo de batalla.

Cuando Noah cayó sobre una rodilla, con la intención de cargar a Mine, ella puso una mano en su hombro y dijo:

-N-No…pierdas tiempo…conmigo.

-No hables.

Él la detuvo de gastar fuerzas innecesariamente por hablar. Cargó entre sus brazos a Mine y salió corriendo con cuidado de la zona. Más adelante se encontró con Harrison, junto a un grupo de supervivientes,

-Está en un terrible estado…

Dijo Harrison cuando analizó el cuerpo de Mine con una onda mágica. Noah, dejando suavemente a Mine en el suelo, puso una expresión de preocupación. Los Lizardmans estaban lentamente abriéndose paso por los techos de las casas, pero no detectó ningún chaman o alguno de que fuera tan peligroso. Noah no subestimó de igual forma a esas bestias, después de todo, no son tontas.

El recuerdo de la sangre derramada de sus compañeros era la propia contundente para él.

-Necesitará un mago curandero de inmediato.

-Señor Myers, me encargaré de proporcionarle el tratado médico. Muchas gracias por salvarle la vida a Lady Mine.

-No me lo agradezcas aun.

Volteando su cabeza para ver al grupo de Lizardman acercarse a ellos rápidamente, enderezó su postura. Esas monstruosidades no era lo suficientemente piadosos o amables para esperar a que le dieran un tratamiento a Mine, ni muchos menos a que encontraran una salida.

Entonces Noah sintió que alguien le arrojó algo, por instinto, lo tomó con su mano rápidamente.

Era una espada, se la arrojó una persona común y corriente.

-Yo no soy muy bueno con esto, quizás esto te sirva mejor que a mí.

-Está bien. Voy a comprar tiempo, los que puedan pelear, conmigo.

-Ruego por su seguridad, señor Myers. – Dijo Harrison con una expresión de admiración en su rostro.

Con ese breve cruce de miradas, de repente se separaron, con Noah corriendo en una dirección y el grupo de supervivientes en otra, tan sólo él fue el único que fue a luchar.

La manada de Lizardmans que venía desde la parte trasera vaciló ante la división de sus presas, pero sólo por un momento. Corrieron inmediatamente hacía dirección de la iglesia.

-¿La iglesia? Ya veo, Beatrice dijo que algo estaba mal ahí… ¡Bien!

Aumentó su velocidad para alcanzarlos a todos, dando un salto cuando estuviera lo suficientemente cerca, blandiendo la espada que había obtenido de manera vertical y cortar en dos al desafortunado que fue el primero en cruzarse con Noah…

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