Capitulo 11

-¡Ooo…!

Su conciencia flotó en una ola distante…Su mente, aturdida en la marea cambiante, flotaba de un lado a otro entre el sueño y la realidad.

-“Un Asesino nunca deja de estar concentrado en su objetivo…Un Guerrero nunca pierde la calma…Un Guerrero Perfecto nunca pierde.”

Lejos….No, cerca, en lo más cercano en sus recuerdos instantáneos, oyó a una persona conversándole. Una voz terriblemente profunda e intimidante, imponiendo toda su ideología a la fuerza.

Abruptamente, sintió un golpe en su cabeza que fue tan duro, viscoso, y oloroso, que lo devolvió a la realidad. Recordaba quien era, que estaba haciendo, para nuevamente… perderse en su locura de ira.

-¡Aahh…Aaahhh!

Un solo movimiento bastó para que Noah golpeara con dureza la cabeza del Portador de la Muerte, fragmentando la máscara blanca, mostrando así un rostro sin ojos, sin nariz ni boca, secretando un líquido negro por esos orificios, y para que finalmente se desplomara en el suelo, no sin antes que su sangre oscura se derramara en el rostro de él.

Su vanguardia se encontraba desprotegida, dos Portadores salieron desde las sombras de una casa y saltaron hacia él.

-¡Hah!

Su brazo derecho, imbuido de una gran cantidad de aura dorada descontrolada en su movimiento, se movió muy rápidamente y acertó el impacto en el lado derecho de unos de ellos, provocando que su cuerpo explotara por el flujo del Ki.

Y cuando el compañero que estaba a su lado cayó en un instante, el otro se encaminó enfurecido con sus astas en el flanco izquierdo de Noah, pero justo antes de llegar a él, Noah estrelló el puño izquierdo en su hocico desde abajo, sacudiendo un poco el suelo. El puño de su mano rompió la máscara, matándolo instantáneamente con un golpe suficiente para enviar volando su cabeza.

Antes de que los Portadores de la Muerte pudieran recuperarse y venir a saltar sobre Noah, su cuerpo reaccionó antes que ellos. Sus ojos recorrieron los alrededores antes de fijarse en un lugar, un mismo punto débil en la horda de las abominaciones.

Sin embargo, en un descuido tonto, un Portador Cuadrúpedo arremetió desde su punto ciego, golpeando su gran cuerpo como un muro sólido. La forma en que la sangre se dispersaba de él y cómo él volaba desamparadamente en el aire se notó con claridad que recibió más daño de que lo podía soportar.

Noah no pudo suavizar el golpe cuando hizo un duro aterrizaje, pero algo no estaba de todo bien…Sin dudas, un ataque de esa magnitud dejaría los huesos destrozados, y esto los Portadores lo sabían bien.

Criaturas creadas por un Nigromante, son lo suficientemente inteligentes para moverse en grupos, emboscar, y saber cuándo sus presas están débiles y heridas. Podían sentirlo, estaban seguros de ello, que lo que veían no era una presa herida y acorralada.

El cuerpo de Noah se levantó. A pesar de que había tenido un golpe espectacular, Noah no mostró ningún signo de lesión mientras se ponía de pie. De hecho, hasta donde se podía ver, todas sus heridas se habían cerrado.

La flama curativa de la regeneración acelerada emitió una alta temperatura, acompañada del vapor ardiente, hirviendo la sangre, para evaporarla al final.

Caballero de Sangre era una habilidad que mata al usuario si se usa más de cinco minutos por que el calor intenso que recorre el cuerpo evapora la sangre, dejando un cascaron seco al final.

Sin embargo, ahora mismo, él sentía como su sangre se regeneraba con su nueva habilidad…Podría usar la habilidad infinitamente pensaba Noah. Pero, el vapor en su cuerpo, un cansancio extraño, le dieron indicaciones de que no era posible estar en ese estado más tiempo.

“Voy a matarlos…mientras que mi cuerpo tenga energía… ¡los voy a aniquilar!”

Noah volteó la cabeza, mirando lentamente alrededor de la zona. Sus ojos habían perdido todo rastro de razón. Su rostro, cubierto de salpicaduras de sangre negra, se retorció en una sonrisa extática.

Moviéndose hacía sí mismo, el cuerpo de Noah se movía como el viento mientras su cuerpo se incendiaba, arremetiendo contra la horda de Portadores de la Muerte. Más rápido que el Portador de la vanguardia, Noah rompió con su puñetazo directo toda la máscara, atravesando la cabeza. Pateó su cuerpo hacia los Portadores delante de él, ralentizándolos mientras reajustaba su postura, para lanzarse y dar una serie de golpes mortales, dejando manchas negras en el pasto y cadáveres bizarros detrás de él.

La cordura de Noah estaba muy fuera de sí, era extraño para él,.. Con cada ataque, en lo profundo de su mente, notaba esa sensación extraña de estar haciendo algo que no debería de hacer.

Beatrice otra vez no le dijo todo realmente, que los Guerrero del Fuego se fortalecían cuando sentían una increíble ira en su interior…Y si tenían una sobre dosis, su cordura desaparecía temporalmente.

Los Portadores de la Muerte seguían viniendo uno tras otro, para solo caer ante las técnicas marciales de Noah, y sus puños ígneos tan ardientes como su cuerpo. Una vista elevada que hizo, apuntó hacia el edificio más grande de la aldea, con el sentimiento cálido de una presencia que estaba allí.

Era conocida la presencia.

Cuando miró, sus ojos quedaron prendidos por aquella escena, en ese instante, Noah fue testigo de la destrucción de ese edificio.

Un sonido feroz estalló, y humo se elevó por todas partes. El techo se derrumbó, los cristales de las ventanas se agrietaron y se rompieron en pedazos relucientes, las paredes blancas agrietadas gimiendo como una doncella mientras se rompían en pedazos.

Antes de que los Portadores lo rodearan por estar entretenido con esa escena, vio algo…Dos figuras salir volando en el aire, luchando por el cielo mientras volaban…Fuego y viento, en una lucha que parecía sacada de un libro de leyendas.

-Viento…

Habló en voz alta…Un leve fragmento de recuerdo le vino a la mente, una ráfaga de viento que lo empujaba junto a sus compañeros y de haber visto una figura humanoide.

-¡Viento!

Eso le generó un aumento de ira, que ignoró a los Portadores de la Muerte y corrió hacia el derrumbamiento…Quería llegar ahí, quería ir hacia el “viento”, alcanzarlo, apretarlo con sus manos.

Ese sentimiento hizo que las plantas de sus pies se incendiaran, y lentamente comenzó a elevarse, Noah comenzó a volar y a prenderse en llamas como una bala de fuego disparada desde un cañón.

-¡¿…?!

-¡…!

Beatrice y Bartholomew se dieron cuenta de un repentino poder acercándose, que ambos se separaron antes de que fueran impactados por el cuerpo llameante de Noah, quien iba volando directo hacia Bartholomew.

-¡¿Este es tu Guerrero?!

Bartholomew empezó a girar su bastón, creando una hélice de viento y se la lanzó a Noah, cuando el cuerpo de él impactó con la hélice, salió disparado hacia abajo en una gran explosión, impactando contra una casa y atravesándola.

Una nube de polvo se levantó hacia arriba y se vio que Noah no se volvió a levantar, el dragón de su pecho desapareció…cayó inconsciente.

-¡Noah!

Beatrice se dio cuenta cuando lo vio, que la ira arruinó su cordura y estaba luchando como un salvaje.

Preocupada por él, descendió al suelo para impedir que los Portadores de la Muerte lo devoren., y entonces, escuchó algo detrás de ella.

-No te volveré a subestimar, Espíritu del Fuego.

Cuando Beatrice volteó por escuchar esas palabras, vio como el cuerpo de Bartholomew se estaba volviendo morado con líneas negras, fragmentándose lentamente hasta romperse en pedacitos que se convirtieron en mariposas que se dispersaron.

Y así mismo, igualmente que Bartholomew, los Portadores de la Muerte desaparecieron uno tras otros.

-…No puede ser…

Beatrice se enojó por haber dejado escapar su oportunidad de vengar a Violeta, por una preocupación hacia Noah.

-No…volveré a tener otra oportunidad como esa…

Dijo se abrazaba a si misma con mucha tristeza e impotencia.

-Lo siento…Lo siento…Violeta…

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