El tormentoso recuerdo

Sumerjo mi cabeza y todos los recuerdos desaparecen por un instante, emerjo del agua y me siento más tranquila que antes.

7 minutos después.

Salgo de la tina y enrollo mi cuerpo con una toalla por encima de mis pechos, salgo de mi baño y tomo mi uniforme del suelo, seco mi cuerpo y mi cabello, me visto rápido y me acerco a mi tocador, tomo mi cepillo y me desenredo el cabello en cuestión de segundos, dejo mi cepillo en su lugar. Me acerco a mi armario y abro una de las puertas, aparto mi ropa por en medio y tomo una bolsa que tenía escondido entre mi ropa.

Cierro la puerta y me doy la vuelta, saco el regalo dejando caer la bolsa y salgo rápidamente de mi habitación, bajo las escaleras y entro a la sala de estar donde mi hermano y mi mamá se están abrazando, me acerco a ellos y se dejan de abrazar, posan su mirada en mí.

—Feliz cumpleaños, hermano—dije con una sonrisa, estiro mis brazos con el regalo y él me sonríe, toma el regalo y me abraza de repente.

—Pensé que no te habías acordado—dice mi mamá con tono burlón, me rasco la cabeza y le dirijo una sonrisa nerviosa.

—Te prometí que no lo volvería a olvidar, mamá—dije, mi hermano se separa y se sienta en el sillón, abre el regalo y su sonrisa se hace amplia.

—El disco de vinilo de mi banda favorita, hoobastank, ¡Gracias hermana!—dice con emoción, entrelazo mis manos entre sí y lo observo aún con mi sonrisa, <>.

—Que te vaya bien en tu trabajo, hija—dice mi mamá con voz dulce, se acerca a mí a unos escasos metros y acaricia mis mechones de cabello.

—Gracias mamá—me acerco a su oído y me detengo a unos escasos centímetros—ya le pedí permiso a mi jefe para que me dejara salir temprano, voy a poder ayudarte a organizar la fiesta sorpresa de mi hermano—susurro, me alejo y mi mamá asiente, acerco mis labios y le doy un pequeño beso en la frente, me giro y camino hacia la puerta, salgo cerrando la puerta a mis espaldas.

Me dirijo a mi trabajo a pie y entro al supermercado, mis amigas corren hacia mí y quedó paralizada al verlas cerca, es como si hubieran corrido a la velocidad de la luz.

—Tenemos que hablar contigo, Sara—dice Dulce con tono serio, enarco una ceja y las miro a todas a la vez.

—¿Qué sucede?—inquiero con tono confundido, las chicas me jalan hasta la cafetería, me obligan a sentarme y las demás se sientan mientras no me quitan su mirada de encima.

—Nos gustaría que nos acompañes a nuestras citas, te conseguimos una a ti, no te preguntamos porque sabíamos que tu respuesta iba a ser no—dice Kenia con voz nerviosa, me sorprendo y siento un poco de molestia por no haberme consultado nada y tomar las decisiones por mí.

—No es correcto tomar las decisiones por los demás. Yo no iré a esa cita—aclaro, las chicas cambian su expresión y ponen cara de cachorrito, <>.

—Y me siento decepcionada de ustedes por querer obligarme a algo que yo no estuve de acuerdo—dije, las chicas siguen con esa expresión y yo desvío mi mirada, cruzo los brazos y veo de reojo como se miran entre sí.

—Discúlpanos, Sara, solo queríamos pasar tiempo contigo. No lo volveremos a hacer—dicen las chicas al unísono con arrepentimiento.

<>.

<>

—Las perdono y espero que cumplan con su palabra—dije con desconfianza.

—Lo juramos.

Mi corazón grita que lo haga, mi cerebro está ocupado pensando si hacerlo, <>.

—Solo por esta vez iré a la cita que organizaron, lo hago por pasar tiempo con ustedes—dije, ellas sonrieron y se levantaron, se acercaron rápidamente a mí y las cuatro me abrazaron con emoción.

<>.

Liam

Saco el disco de vinilo y lo pongo en el tocadiscos, levanto el brazo y lo empujó, lo desciendo lentamente a la ranura del disco, escucho el sonido de un estallido y retrocedo, me acuesto en mi cama y cierro mis ojos.

La canción <> empieza a sonar y me hunde en mi imaginación, <>.

<>.

<>.

<>.

En estos momentos, mi peor recuerdo se reproduce en mi cabeza…

Flashback.

Estoy solo en casa, ya que mi mamá está trabajando y mi hermana se quedó a dormir en casa de su amiga, estoy solo en una tormenta… los rayos de luz se reflejan en el cielo por unos segundos, seguido de eso se escucha un estruendo. No tengo miedo de los rayos, pero si le temo a la oscuridad…

Escucho el rechinido de mi puerta y el miedo se manifiesta en mi interior, intento no imaginar nada y calmarme como si solo hubiera sido mi imaginación. Me hubiera gustado más que fuera eso.

Escucho unos pasos, acercarse y mi miedo incrementa, siento una mano tocar mi cabeza y me paralice, quería gritar y salir corriendo, hasta que mi tío asomo su cabeza y pude moverme, quite su mano y me incorpore, me di la vuelta y retrocedí con miedo.

—Perdóname, no quería asustarte, sobrino—dice mi tío intentando calmarme, lo miré fijamente y mi miedo fue desapareciendo.

—¿Qué haces aquí?—inquiero con el ceño fruncido, mi tío se sentó a mi lado y una sonrisa de lado se dibuja en su rostro.

—Supe que estabas solo y quise venir a cuidarte por esta noche—responde.

—Esta bien—dije, es extraño; mi mamá nunca me aviso que mi tío iba a venir a cuidarme, y lo que no entiendo es como supo que estaba solo si mi mamá nunca le comenta nada.

—Quiero enseñarte un juego antes de que te duermas—añade, levanta su brazo y acaricia mi mejilla.

—¿Qué juego?—indago, él se acerca más a mí y posa su mano en una de mis piernas, me incomodo e intento retroceder.

—Ya lo verás—dice, se levanta y toma mis hombros, pone toda su fuerza en sus brazos y me empuja hacia atrás haciendo caer mi torso en la cama, se sube encima de mí poniendo todo su peso en mi cuerpo, no podía moverme y sentía dolor.

—Te va a gustar—susurra, toma mis manos y los pone por encima de mi cabeza, los sujeta con una mano mientras con la otra siento como me toca, el miedo volvió a mí y me sacudo con desesperación.

—¡Tío, no, espera!.

Nada de lo que hacía servía, mi cuerpo empezó a temblar porque ya sabía lo que me esperaba, <>.

Fin del flashback.

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