Una pareja

Despierto y encuentro la cama vacía, el dolor en mi cuerpo me recuerda todo lo que viví anoche, me agarro la cara porque siento que todo está cogiendo un nuevo rumbo, pienso en la división, pienso en mi familia, debía contactarme con ellos y seguir indicaciones, pero aquí no hay conexión a Internet y tampoco teléfono, seguramente me están rastreando por mi GPS.

Me levanto de la cama y voy derecho a tomar una ducha, pienso en mi itinerario que se supone que haga hoy, busco un traje de baño y salgo por toda la casa, a lo lejos veo a George, estaba hablando por teléfono y estaba sumido en la llamada porque no se percata de mi presencia, solo me acerco y lo abrazo por la espalda, puedo sentir su tensión, pero al ver mis manos se tranquiliza y besa una de ellas, rápidamente corta la llamada, se gira y me atrae hacia él.

- ¿Qué tal Dormiste cariño?- pregunta acariciando mi mejilla.

- No recuerdo que hayamos dormido mucho, señor Tall- sonrió.

Se ríe mientras me da un delicado beso.

- ¿Qué deseas hacer hoy?- pregunta

- No lo sé, ¿Podemos salir y caminar por las calles?- pregunto

-Tal vez mañana, ¿Está bien?- responde contundente.

Así que llego a la conclusión de que estamos escondidos allí.

- Claro- sonrió.

- Debo hacer unas llamadas importantes, en un rato estaré contigo y no salgas mucho al jardín- me ordena

- ¿Por qué?- le pregunto

- Ese traje de baño, va a desconcentrar a mis trabajadores, además que no me gusta que te vean así- dice serio.

Asiento y salgo con mi libro a buscar un lugar para leer tranquila.

No sé cuánto tiempo pasó, realmente estaba enamorada de esta historia, ojalá la vida real fuera como las novelas románticas, al final el amor vence todas las barreras, pienso hasta donde me llevará esta misión, pienso en George y en lo dulce que puede llegar a hacer y también puede ser el mismo diablo, no puedo involucrarme, pero siento que lo estoy hasta los huesos, que pasará cuando se entere de que soy infiltrada, seguro me matará al instante.

Perdida en mis pensamientos, observó a George caminar hacia mí.

- Aquí estabas!!- me dice

- ¿Terminaste las llamadas importantes?- pregunto

- Sí, ahora estoy disponible para ti- dice en tono travieso.

- ¿Puedo utilizar la laptop?- pregunto

- ¿Para qué quieres utilizar la laptop?, aquí no hay Internet- responde

- Bueno, entonces puedo salir y buscar un café Internet- le digo seria.

- Rotundamente no- responde severamente

-¿por qué?, que tiene de malo que quiera ir a un café Internet, yo tengo una vida, así usted haya decidido por mí, estoy aquí contigo, no puedo salir, ni conectarme a mis redes sociales, ni mirar noticias, como esperas que no me aburra- le grito molesta.

George me observa atento, me dispongo a levantarme del sofá y este me agarra del brazo.

- No le dije que podía irse- grita.

- Vete al infierno- le contesto desafiante.

Me ofrece la sonrisa más maquiavélica que haya visto y me besa apasionadamente, comienzo a pensar que siente ciertos fetiches con este tipo de enfrentamientos, trato de apartarlo con todas mis fuerzas y logro separarlo de mí.

- No quiero - me retiro molesta.

George se carcajea y me deja ir.

Esta situación comenzaba a aburrirme, necesitaba algo de acción, no podía pretender quedarme aquí, sabrá Dios cuánto tiempo y solo practicar el sexo desenfrenado que George y yo tenemos todo el tiempo.

Me acuesto en la cama y trato de aclarar la mente, la falta de compasión de George me molestaba profundamente.

La puerta se abre y entra George, sube a la cama conmigo y me abraza mientras besa mi cabeza.

- No te molestes, mañana iremos a la ciudad, ¿OK?- me dice tranquilamente.

- ¿Por qué las cosas deben ser así?, ¿Qué clase de relación tenemos?, necesito saber- le cuestiono

Escucho a George tomar aire, siento que está procesando la respuesta.

- Somos una pareja- dice

- ¿Una pareja?, porque no nos comportamos como tal, confianza, yo puedo salir, vivir juntos, hacer cosas de parejas, no solo enfocarnos en el sexo- le digo.

George se sonríe y me da un beso

- ¿Pensé que te gustaba el sexo?- dice divertido

- Me gusta, pero no solo quiero eso- le digo seria

- ¿Qué te gustaría que hiciéramos como una pareja normal?- me dice curioso

- Salir a pasear, tener confianza, un espacio, estar en casa, cosas tan comunes que hacen las parejas- le cuestiono

George se levanta de la cama y observa por el mirador, pone sus manos en los bolsillos y pone postura recta.

- Ok lo haremos a su manera- dice sin mirarme.

Debo reconocer que nunca espere que George fuera tan fácil de convencer, pensé que sería más complicado hacerlo cambiar de opinión, lo abrazo por la espalda emocionada.

- Gracias- le digo

- Con una condición- me dice girándose y mirándome a los ojos.

- Lo que sea - digo emocionada.

- Vivirás conmigo, te quiero todo el tiempo a mi lado y uno de mis hombres va a acompañarte a todos lados, no pienses evadirlo y mucho menos intentar escapar, sabes que te encuentro y no seré tan amable- dice muy serio.

Me aferro a su cuello y le doy un beso tierno, George me agarra de la cintura.

- No intentaré escapar, no quiero separarme de ti- le digo tierna.

Me sonríe mientras me acaricia el rostro.

- Con qué la señorita Oslo no quiere separarse de mí.

El resto de la tarde George y yo nos divertimos, por un momento sentía que vivía una historia romántica, él se comportaba como un hombre de hogar, nada que ver con el líder de los Gota, incluso llegué a pensar que la división estaba equivocada y había hecho mal la investigación, no podía ser el mismo hombre, lo observó en silencio y sin que él se dé por enterado, se veía muy guapo cuando sonreía y también cuando las facciones de la cara estaban relajadas.

Despierto al siguiente día, me estiro y observó el hermoso día, George seguía durmiendo me dirijo hacia el mirador, la brisa alborotaba mi cabello, me abrazo y sonrió.

- Vístete no quiero que alguno de mis hombres te vea desnuda- dice George.

Me sobresalto y sonrió, mientras me dirijo hacia él.

- El día está maravilloso- le digo

Este me hala a sus brazos mientras me besa, dejándome encima de su costado.

- Hoy saldremos, ponte algo bonito- me sugiere.

- ¿De verdad?- le digo sorprendida.

- Es noche buena, celebraremos- dice

Mi corazón se encoje de tristeza al pensar en mi familia, había olvidado por completo esta fecha tan importante, debo comunicarme con ellos, esto me había puesto muy sentimental, George debe haber notado mi cambio de humor porque me acaricia el rostro algo pensativo.

-¿Pasa algo?- pregunta

- Solo extraño a mi familia, esta es una fecha especial- le contesto.

- Ahora yo soy tu familia- dice serio

Sonrió en agradecimiento, pero nada me hará sentir mejor.

- No quiero verte así- dice

- Ya pasará, no te preocupes- contesto.

- Hoy vendrá Río, espero no tengas problema con eso

Claro que era un problema para mí, cuando Río estaba, las cosas entre George y yo tambaleaba.

-¿Traerá mujeres para ti?- pregunto molesta.

- No, prometí que haría las cosas bien contigo y voy a cumplirlo, confía en mí- dice mirándome a los ojos.

- Mataré a cualquier mujer que se acerque a ti, no voy a tolerar de nuevo que folles con otra- le afirmó

Este se lanza a mis labios y me besa apasionadamente, pienso que debo convertirme en una puta en la cama para no perder mi avance con George, el era un cervatillo fácil de cazar y yo no iba a permitir que otra consiguiera lo que es mío.

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