Isla privada

Me meto dentro de las sábanas y trato de conciliar el sueño, el movimiento era cada vez más brusco, espero un rato y decido levantarme, me pongo una camisa que tengo a la mano de George y subo a mirar que es lo que pasa.

Para mi sorpresa el yate estaba anclado y detenido, el capitán hablaba por su radio, mientras el ayudante observaba la lluvia caer.

- Buenas noches- lo saludo

Ellos se sobresaltan, sin duda los tomé desprevenidos, pero me saludan amablemente.

- Buenas noches señora- me responden al unísono.

- La tormenta está agresiva, no puedo dormir - les digo.

- Es peligroso navegar así, debemos esperar que baje la tormenta- contestan

- ¿Falta mucho para llegar?- les cuestiono.

Pero ellos permanecen en silencio.

- Vamos a la cama Kathy, hace frío- me sorprende George.

Lo observó y vuelvo con él a la cama..

- No vuelvas a salir así- me señala

- No tengo más ropa, ni esta es mía- le contesto

- Mañana le compraré mucho, toda la que necesite.

Se retira la toalla quedando desnudo, vuelve y se mete a la cama.

- Ven aquí- me señala el espacio.

Y yo obedezco como manso borrego, no sé que hacen sus palabras en mí, pero simplemente no puedo negarme, retiro la camisa quedando desnuda y me meto de nuevo a la cama, este me abraza y besa mi frente, no sabía que teníamos ese tipo de confianza, era como si lleváramos mucho tiempo juntos, es extraño porque me siento segura en sus brazos, si me hubiesen dicho días atrás de que estaría en la cama desnuda con George Tall, no lo creería.

Abro mis ojos y todo es calma, observó una pequeña luz que atraviesa la ventana, la cama estaba vacía, el olor de George estaba impregnado en las sábanas.

Después de vestirme subo a la planta alta, allí estaba George desayunando mientras testeaba en su teléfono, al verme me sonríe.

- No quise despertarla, dormía plácidamente- me dice

- No hay problema- le contesto.

- Espero que le guste el desayuno, hay de todo un poco- me informa

- ¿Cuándo llegaremos?- Le pregunto curiosa

- Nos tardaremos más de lo esperado, tuvimos que parar el viaje por la tormenta- me informa.

Me siento en la mesa improvisada que había y comienzo a comer.

La mañana es lenta, George hablaba con el capitán, este le estaba dando un informe detallado del viaje, yo estaba sentada en un sillón al aire y tomando un cóctel.

- ¿Quieres nadar? - Me sorprende George.

- Mmmh no lo sé, hace frío, ¿No piensa decirme a donde vamos?

- A una isla privada, Falta poco.

-¿Puedo saber cuando recuperaré mi vida?- le pregunto

- Tu vida me pertenece ahora Kathy, así que vaya haciéndose a la idea- me responde molesto.

Sabía que estaba colmando su paciencia, solo tenía dos opciones, si quería cumplir la misión debía conquistar a Tall, le daba rienda suelta a esto por las buenas o viviríamos en guerra.

Me bajo para la cama y trato de dormir un poco para hacer mi día más rápido, estaba aburrida, daba vueltas y vueltas en la cama hasta que me quedo dormida.

- Despierta Kathy, hemos llegado- me dice suavemente George.

Abro mis ojos y me levanto, salimos juntos por fin de ahí.

Al bajarnos del Yate encuentro una isla, tal y como él había dicho, era una isla en medio de la nada

Es hermoso- le expresé

Me invita a entrar y empiezo a expresar mi opinión acerca del lugar, para estar en medio de la nada es muy lujoso.

- Bienvenido hermano!!- dice Río.

Me toma por sorpresa y no puedo evitar preocuparme al verlo.

Se saludan efusivamente y este me echa una mirada fulminante.

- Estás viva después de todo!!- dice descaradamente Río.

Lo ignoro totalmente sigo de largo.

- No te metas con ella Río, está conmigo y no quiero que haya problemas entre ustedes

- ¿Qué te hizo esa mujer, de verdad confías en ella?, es una desconocida- Grita Río y yo escuchaba todo.

- ESTÁ CONMIGO Y PUNTO, ¿LO ENTIENDE?- responde..

Da media vuelta y una mujer aparece en un traje de baño pequeño, al ver a George le sonríe coqueta, pero este parece ignorarla.

- Vamos a nuestra habitación- me indica George.

Yo lo sigo en silencio sintiendo dagas en mi espalda que provienen de Río y su nueva conquista.

Al llegar a la habitación no puedo de dejar de admirar todo lo que nos rodea, una vista al mar preciosa, todo era tan irreal, increíble lo que puede hacer el dinero y era evidente que George tenía muchísimo, voy directamente al mirador y me golpea el aire de frente, me sostengo del barandal y aprecio este espacio de libertad, siento unos brazos fuertes que me toman de la cintura y me acercan fuerte, se sentía increíble compartir este momento con alguien.

Me voltea lentamente y solo siento como sus labios gruesos se encuentran con los míos, lo atraigo hasta mí y profundizó el beso, este me alza en sus brazos y me lleva hasta la cama, sé perfectamente que busca, ahora estaba en un punto decisivo, hacerlo o volver a rechazarlo, sé lo que tengo que hacer y doy rienda suelta a esto, George retira poco a poco mis prendas de vestir y yo le ayudo a desabotonar su camisa, contemplo un poco sus abominables pectorales, debo reconocer que tener a un hombre así, daña la mente de cualquiera, en ningún momento dejamos de besarnos apasionadamente, mi cuerpo necesitaba liberar esto que sentía, trataba de recordar los consejos de todos los libros que leí donde explicaba pasó a paso lo que debía hacer en un momento como este, pero debo reconocer que nada te preparaba para esto, era una pasión desbordante y desenfrenado, las sensaciones eran nuevas y no tenía idea que debía hacer con ellas, George sabía perfectamente que hacer para hacerme sentir así, sabía el punto exacto donde debía tocarme para llegar a la luna, era un maldito experto y yo una total e idiota novata, los papeles se cambiaron abruptamente al pensar en conquistarlo, él lo estaba haciendo conmigo, a pesar de estar en esta situación pienso en una decisión descabellada, decir la verdad acerca de mi desconocimiento en el sexo.

- Señor Tall- lo detengo.

- ¿Qué pasa Kathy?- me dice con voz jadeante.

- Es que yo nunca he hecho esto, no tengo la menor idea que hacer- Le digo tímida.

Él me observa con mirada descolocada, siento que realmente lo sorprendí, en sus ojos veo miles de dudas.

- ¿Estás bromeando, verdad?- pregunta

- No- le contesto contundente.

Me levanto para buscar mi ropa, observó su enorme amigo erecto, estaba listo para entrar.

- Espera- me detiene

Lo miro fijamente y él vuelve a mí para besarme, siento que íbamos a cien y en este preciso momento bajamos a cincuenta, me besa con extrema delicadeza y vuelve a empezar, pero esta vez más lento.

Volvemos a la cama y George se deshace de su ropa por completo, acaricia mi entrada con su amigo, podía sentir la humedad, la ansiedad y su respiración acelerada, no me separo en ningún momento de sus labios, se sentían más gruesos y carnosos, me acariciaba con mesura cada rincón de mi cuerpo, nos miramos fijamente, su mirada estaba envuelta de lujuria, siento como algo va entrando en mí, era la sensación más extraña que como ser humano he experimentado, era dolor, ardor, pero no quería que se detuviera. Sabía que después tocaría el cielo, siento como George se controlaba, lo invito a que no se detenga con su mirada me daba las respuestas.

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