Retenida

Mi cuerpo pasó a un estado estático, solo podía observar aterrada a ese hombre, parecía que era mi día de suerte o tal vez no, nos miramos fijamente hasta que él me ofrece su mano sin dejar de mirarme, era un hombre muy guapo, así que no quería mostrar ningún interés.

Rechazo su ayuda y me pongo de pie por mis propios medios, sacudo mi vestido, doy media vuelta y sigo de largo, solo puedo dar pocos pasos, hasta que un hombre grande y con un traje negro se me cruza en el camino.

- No se deja al joven Tall sin que él autorice- me dice molesto

Yo me giro y él me observa recostado en la pared, vuelvo a caminar hacia Río.

- Supongo que usted es el joven Tall- le digo

- Lo soy, ¿Qué haces aquí?- me dice en tono frío.

- Dice baño, vengo a lo que todo el mundo viene.

- No la había visto por aquí antes- me reclama.

- Podría decir lo mismo, nunca lo he visto a usted tampoco- Lo desafió.

En un microsegundo, Río me agarra y me pone en la pared, su agarre era imponente y seguro, me habla muy cerca, tanto que podía sentir en su aliento el olor a Whisky, me habla al oído de una manera envolvente.

- No me vuelva a hablar así, no sabe lo que soy capaz- dice

Siento que me huele y suspira, no sabía que responder, recuerdo un párrafo del libro de seducción donde habla específicamente de cómo llamar la atención de un hombre:" La rebeldía e indiferencia es el acto perfecto para llamar la atención de hombres con poder".

- Así, ¿De qué es capaz joven Tall?, acaso va a ¿torturarme?

Los labios calientes de Río se posan en los míos, este acto no me lo esperaba, no puedo pensar, nada es claro, este me invita a que abra mi boca y le dé paso a su lengua, necesitaba entrar a la organización, abro mi boca y lo acercó más a mí, este me abraza acercándome más a él, Río no pierde su tiempo y me empieza a llevar hasta el baño, es donde reaccionó y detengo esta locura.

- Me tengo que ir- lo digo con la respiración agitada

- No vas a irte- agarra mi mano y me saca de ahí.

Caminamos entre las personas y llamábamos la atención de todos, pensé que las personas realmente estaban ocupadas en lo de ellos, subimos al VIP, donde estuve antes, trato de zafarme de su agarre, era imposible..

- ¿A dónde me llevas?- pregunto.

- Shhh- me indica

Llegamos de nuevo al VIP, me sienta en una mesa, tal vez la más oculta del lugar, una de las meseras se acerca y deja una botella de algún licor, por su apariencia, parece el más costoso, Río. Me observa y se sienta mirándome de frente.

- ¿Cómo te llamas?- pregunta.

Yo lo observó fijamente y juego con el vaso que tengo en frente.

- No voy a decirle mi nombre, es más no sé que hago aquí- contesto juguetona.

- Vas a quedarte a mi lado hasta que yo lo decida- dice molesto.

- Jajaja, no soy precisamente una mujer que sea obediente, no vas a obligarme a nada joven Tall.

Me dispongo a salir del lugar, pero Río se me pone de frente y me agarra fuerte el brazo, las personas al rededor se percatan de esto y observan la escena con curiosidad, busco a George, pero no hay rastro de él, yo iba por él, Río era importante, pero la división quería era al mayor de los Tall, una mujer se acerca y recuerdo perfectamente que era la chica con la que él llegó horas antes, me mira con la mirada gélida, dispuesta a pelearse lo que cree que le pertenece.

- Río?- dice la mujer

Pero Río no me quita la mirada fulminante.

Yo intento irme de nuevo, pero este me agarra más fuerte..

- Ouhhh- le expreso.

- ¿Acaso le he dado permiso de retirarse?

En ese momento una sombra grande se hace presente delante de nosotros.

- Río Déjate de juegos, la voz parecía de ultratumba, tenía la capacidad de erizar los vellos de todos los presentes.

- No interfiera, George- le advierte

- No voy a terminar algo que empezaste, Déjala y ven con nosotros a la mesa- le dice severo.

Río me suelta y abraza a la mujer se dirigen en silencio hacia Tall, George me da la última mirada y se retira, Genial volvía a estar sola en ese lugar, pero esta vez decido dejarlo ser y decidida salgo de ahí, bajo rápidamente al primer piso buscando la salida.

- Me retiro- informo al mayor.

Sin esperar respuesta retiro el micrófono oculto y lo apagó, agarro un taxi y suelto el aire retenido, siento que no hice nada productivo, solo bese a Río y no ayudó en nada, es obvio que él puede besar a cualquier mujer que aparezca, no es ningún problema, recuerdo la mirada de Tall y me estremezco, es intimidante.

Bajo del taxi y el aire helado me cobija, entro rápidamente, descalzo mis pies y enciendo la calefacción de mi humilde casa, rápidamente empiezo a entrar en calor, eran las 3: 00 de la madrugada y no tenía sueño, pongo a trabajar mi cafetera, mientras me pongo mi pijama, saco mi computadora y empiezo a redactar el informe de la noche, me siento en el sofá con una manta, me fundó en mi delicada escritura, contando todo al pie de la letra, el sonido de la puerta me saca de mis pensamientos, me sobresalto escondo la computadora y agarro mi arma.

- ¿Quién?- pregunto

Pero todo seguía en silencio, la puerta vuelve a sonar, mi cuerpo estaba a la defensiva.

- ¿Quién?- reitero mi pregunta.

Bajo el arma y la escondo en la gaveta, tomó un último suspiro y abro la puerta, grave error.

Siento como soy envuelta en una manta negra y subida a un vehículo, empiezo a forcejear y gritar..

- Cállate!!- me ordena.

-¿Quiénes son?- déjeme salir, ¿Qué me van a hacer?- les digo.

Pensé que era el final, me habían descubierto y me trataran de silenciar, trato de dar la pelea a pesar de estar a ciegas, no escucho voces, todo permanecía en un rotundo silencio.

Después de un tiempo que se me hizo eterno, me sacan a rastras del auto, escucho que hablan en un idioma que no reconozco y me llevan hacia algún lugar, comienzo a llorar, debía fingir, aunque siendo sincera esto no me causa ningún tipo de nervios, así que actuó de la mejor manera posible y parecer una chica común.

Me sientan en un sofá y quitan mi mordaza, observó varios hombres al rededor y la luz del sol que salía en el oriente, observó la figura que ya era familiar para mí.

- ¿Quién eres?- me pregunta Tall.

- ¿Por qué me trae así, quien es usted?- le pregunto de vuelta.

- Las preguntas la hago yo- lo dice severamente.

- Soy Kathy Oslo- no hay mucho que decir sobre mí.

- MIENTES!!, nunca la he visto por aquí, en que momento llamo la atención de mi hermano.

- ¿De qué habla?, acaso no puedo ir a divertirme como todos los demás, no sé quien demonios es su hermano- le grito

George me agarra fuerte y me arrincona contra la pared, mi piel reacciona a este contacto, el aire era helado y solo me acompañaba mi camisón de pijama, George me observa atento y se enfoca en mis pezones duros, acaricia uno suavemente y me mira fijamente.

- ¿Qué hace?- le digo tímidamente.

- ¿Qué cree que hago Kathy?

Sigue acariciando mi pezón con suavidad y reaccionó a este contacto, trato de detenerlo pero era imposible.

- ¿Tiene frío?

- Sabe que sí, mi cuerpo empieza a tiritar, no sabía si por el contacto o por el frío.

- Déjeme ir, no sé que busca conmigo - le reprochó.

Traigan una cazadora- Grita a los hombres que lo acompañan.

Un hombre se acerca y le entrega una cazadora, este me la pone encima.

- ¿Me dejará ir?- pregunto

- Quiero respuestas...

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