Eres mía

Quiero descansar- lo evito y entro al baño.

Allí me observó en el espejo, siento un ligero calor en mis mejillas, no quería volver a entrar en su juego, era uno muy peligroso y yo no teníai el control, ¿Qué se suponía que hiciera?, estoy sola en esto y en la cuerda floja, sé que George no confía cien por ciento en mí.

Me tomó una ducha rápida y salgo a la habitación, George no estaba y esto me hace sentir aliviada, quería evitar ese tipo de contacto, me pongo un traje de baño, el día era perfecto para salir y recibir algo de sol, camino por la casa, conociendo un poco, debo decir que su estilo la hace única y con carácter, paseo tranquilamente, entro a una especie de biblioteca y paso mis dedos por la infinidad de libros que había allí, decido agarrar uno y llevarlo conmigo, supongo que me quedaría aquí por un buen tiempo, así que debo buscar que hacer para no enloquecer.

Encuentro un sofá y despliego mi toalla en ella y me siento a leer, realmente fue un libro al azar.

Pasan varios minutos y siento que me envuelvo en esta historia, debo decir que cada palabra era una especie de indirecta que me daba la vida, la relación de los protagonistas era tan tóxica, todo la envolvía el orgullo y la venganza.

- No sabía que le gustaba la lectura- me dice George.

Me hace sobresaltar, solo le doy una mirada fugaz y sigo con mi lectura.

- Ignora muchas cosas de mi señor Tall- le digo dándole la espalda

Siento uno de sus brazos agarrarme fuerte y acercarme a su pecho, no sé en qué momento esté estaba encima de mí, me observa fijamente

- Quiero saber todo de ti- dice

- Pensé que lo sabía, me ha enviado a investigar infinidad de veces, ¿No es así?- le digo seria.

Este solo me besa ferozmente, haciendo que mis ideas se volvieran un torbellino y olvidara por completo mi objetivo, empieza a acariciarme desesperadamente sin dejar de besarme, abre mis piernas para acomodarse en medio, quería detenerlo, ¿Pero cómo?, si yo siento que necesito esto más que él, puedo ser la completa idiota de esta historia de mierda, pero quién piensa en este momento.

Desata mi traje de baño, dejando mis pechos al aire, los besa y chupa con necesidad, su mirada estaba tan desencajada, era llena de lujuria enferma, sus labios rojos a medio cerrar y su respiración tan jadeante me enloquecía, termina por dejarme completamente desnuda, se concentra en mi zona íntima, no dejaba de besar y provocar sonidos obscenos, yo no podía evitar la sensación de desespero que este me provocaba, lo invito a que no se detenga mientras el me observa desde abajo, quería asegurarse de que estaba haciendo bien su trabajo, vuelve a mi y me besa, dejándome bastante humedad y con ganas de más, solo siento la primera embestida brutal que me da, el aire me falta, lo hace una y otra vez, una más fuerte que la anterior, no podía permanecer en silencio, mis gemidos se podían escuchar en toda la propiedad y este parecía disfrutar de esto, porque cada vez lo hacía más fuerte, rápidamente llegamos al clímax, él me llena de sus fluidos, mientras muerde mis labios.

Tratamos de recuperar la respiración, me pongo en su costado, este me acaricia el cabello con sus ojos cerrados.

- Eres lo más delicioso que he probado- dice

- ¿Se supone que debo sentirme halagada?- le digo

George se ríe mientras se levanta del sofá y busca la ropa que traía.

- Vístete, vamos a nadar un rato- me ordena.

Busco mi traje de baño y salgo con él para la piscina, los empleados no nos miraban, pero puedo jurar que se enteraron de lo que acaba de pasar, George agarra fuerte mi mano mientras caminamos.

Al llegar el sol estaba en su punto más cálido.

- ¿Quiere algo de tomar?- me pregunta

- Si, un cóctel- le respondo.

Coloco la toalla y el libro que traía en la tumbona, quería broncearme un poco, mientras George se lanza rápidamente a la piscina.

La empleada nos trae las bebidas y se retira rápidamente, le acerco la bebida a George y este me hala haciéndome caer hacia él.

- Oye!!!- le reclamo.

Me abraza y me besa la frente..

- ¿Por qué hiciste esto?- le reclamo molesta.

- Porque quiero que estés siempre a mi lado, no quiero que te alejes más de mí- dice

Sus palabras me sorprenden, jamás pensé que sintiera algo así por mí

- ¿Qué sientes por mi George?- le pregunto curiosa

- Es algo que todavía no sé descifrar- responde sin mirarme.

- ¿Qué papel hace Dagne en todo esto?- vuelvo a interrogarlo

- Olvídate de Dagne- me ordena

Lo miro fijamente, creo que mi mirada dice mucho más que mis palabras.

- ¿Sí me viera cogiendo con otro hombre, lo ignoraría?- le pregunto

George me agarra fuerte del cuello, su mirada parecía endemoniada, sin duda este era el George Tall del que hablaba la agencia.

- JAMAS VUELVA A REPETIR ESAS PALABRAS!!- me grita furioso.

Me libera de su agarre y yo comienzo a toser, la sensación de obstrucción es aterradora, sale de la piscina dejándome ahí.

No entendía su comportamiento, solo hice un estúpido comentario, no era para qué actuará de esa manera.

Salgo de la piscina, agarro la toalla y me seco un poco, cojo el libro y salgo de ahí, estaba realmente furiosa, pero no quería darle importancia a George, no quería iniciar una pelea y terminarla con sexo, así que era un desgaste estúpido enojarme.

Salgo al jardín y continuo con mi lectura, me envuelvo en esta historia, cada párrafo que leía me venía a la mente la relación entre George y yo.

- Señora, ¿Desea algo de comer?- me pregunta una empleada.

- No, muchas gracias- contesto.

La empleada asiente y da un giro para irse.

Me levanto y me dirijo a la habitación, George está sentado tomando una copa de Whisky, me observa atento, yo solo paso de largo y lo ignoro.

- Siento mucho lo que hice hace un momento- me dice

Me sorprende estas palabras, George Tall no es un hombre que pide disculpas, lo observó y no le digo nada, entro al baño y pongo a llenar el jacuzzi, salgo por mi ropa.

-¿Vas a ignorarme?- pregunta

- No quiero hablar con usted- contesto

Me agarra suavemente del brazo.

- Lo siento de verdad- dice

- ¿Qué me haría si me acuesto con otro?- le digo curiosa.

Puedo ver que en su mirada, se enciende una chispa de ira, me mira fijamente, se lanza a mis labios y los agarra fuerte con sus dientes.

- Jamás vuelva a decir eso, me perteneces, mataré al que intente siquiera acercarse a ti- me susurra

- Si te vuelves a acostar con otra mujer voy a hacer lo mismo, no voy a tolerar que hagas eso de nuevo- le advierto.

George sonríe, me atrae a él y me besa hasta dejarme sin aliento.

Nos entregamos de nuevo y esta vez hasta el amanecer, siento que él se estaba saciando de mí por los días que estuvimos separados, parecía no satisfacerse y yo sentía que él se volvía una loca adicción, no podía simplemente detenerlo.

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